domingo, 31 de julio de 2011

Génesis Día 30

Son casi las diez cuando comienzo a escribir el Blog en este domingo día treinta y uno, último de un mes de julio, que en lo climatológico, al menos por el norte no es que haya sido muy generoso. Ayer sí que hizo un día espectacular pero sin embargo hoy ha amanecido entre nubes que no tienen mucha pinta de retirarse salvo que el viento del Este empiece a apretar lo suyo.

Ayer como el día invitaba a ello, subimos de nuevo a Quintes. Eso sí, por la mañana apenas salí de casa porque el sol cascaba con ganas. Aprovechamos mi mujer y yo para ir a ver a un buen amigo a Quintueles, y que ayer estaba en plenos preparativos para la organización de las famosas Bonitadas de Granderroble y que todos los años congregan a multitud de personas.

Más tarde, me dediqué a montar el circuito de carreras que me habían regalado mis compañeros de trabajo. Decidí subirlo para así tener con qué entretenerme este fin de semana y de paso probarlo en toda su extensión. La verdad es que va como un tiro.

Después de una copiosa comida -copiosa para lo que como yo ahora- y donde cayó mi primer helado de la temporada, no me perdí ni mucho menos la final del campeonato del mundo de waterpolo donde Italia, en un partido que necesitó irse a la prórroga, derrotó a la actual campeona Serbia. Todo un éxito deportivo de gran repercusión en Italia, donde el waterpolo sería algo así como el balonmano aquí.

Naturalmente hubo tiempo también para ese Marino de Luanco Sporting de Gijón, donde por momentos, costaba Dios y ayuda reconocer qué equipo era de Primera y cuál de Segunda B. El tema empieza a preocuparme seriamente porque el Consejo no parece dispuesto a reforzar el equipo y desvía la atención con tonterías como lo de las camisetas o con intentos de negociaciones por jugadores que ya sabemos que no van a venir.

Por la tarde, ya en casa, volví a sentirme al igual que el día anterior extremadamente cansado. Supongo que el calor y el que no hubiera dormido siesta influyó. Hombre, no me preocupa demasiado porque me ayuda a conciliar el sueño nada más que toco la almohada, pero es que es una sensación de vacío total un poco desagradable, como si viniera de correr una maratón.

Y nada más por hoy –mañana ya toca vuelta al hospital-, que a ver qué decide este tiempo y en función de eso irá un poco lo que hagamos, aunque no dejaremos de echarle un ojo a la carrera de F1 a las dos. Un fuerte abrazo…“y mañana más”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario