sábado, 31 de diciembre de 2011

Génesis Día 183


Son las cuatro y cuarto de este sábado treinta y uno de diciembre, último día del año. Despedimos así un 2011 que en lo económico ha venido marcado por la crisis, mientras que en lo personal, en mi caso, han sido 365 días en los que ha habido como en Botica, un poco de todo. Sin embargo, el balance, al igual que realizaba hace ahora un año, no puede dejar de ser positivo, puesto que seguimos avanzando en nuestro objetivo, y por otra parte, puedo decir con orgullo que he contado para ello con todo vuestro apoyo que me ha ayudado de forma incansable cada una de las veces en las que tal vez no tuviera todas las ganas del mundo de escribir nada. Nunca serán suficiente los agradecimientos que pueda mostraros por haber sido tan protagonistas como yo de este blog, con vuestros mensajes, o simplemente con vuestra presencia. Llega la hora esta noche de dar la bienvenida a un 2012 en el que todos tenemos la esperanza que nuestros deseos más sinceros se cumplan. Si me lo permitís, os doy un consejo: no os hagáis –no nos hagamos- los típicos buenos propósitos de cada año por estas fechas. Buscad –busquemos- algo más original y que por supuesto vayáis –vayamos- a cumplir. Lo de dejar de fumar, ir al gimnasio, ponerse a dieta, etc., etc., no suele ir más allá de Reyes, y eso, siendo generosos.

Como música de fondo, para un día tan señalado como es este, he elegido algo un poco peculiar: un recopilatorio de canciones navideñas pasadas por el tamiz de conocidos DJs, de modo que parece que estuviera en una discoteca de Ibiza, con un gorro de Papá Noel en la cabeza mientras bailo I Wanna Wish You A Merry Christmas… La idea para esta noche, si no hay cambios ni imprevistos, es salir después de la cena a un local cercano, por el Barrio La Arena, a tomar por lo menos una copa –ya sabéis que en mi caso llamo copa a una cerveza sin o todo lo más, a un combinado de lima limón o similar-. De todos modos el brindis con champagne a las doce no me lo quita nadie, aunque sea un sorbito. Lo de las uvas como el año pasado me lo pensaré, pero es probable que tampoco las tome en esta ocasión. En ese sentido no soy en absoluto supersticioso.

Del día de ayer lo más destacado fue la consulta que tenía en Oviedo donde los resultados que me dieron de la analítica indican que sin haber una notable mejoría en los parámetros sanguíneos, al menos no han seguido con la tendencia a la baja, lo que nunca me canso de repetir, ya es algo de lo que alegrarse. Por una parte las plaquetas han repuntado, aunque mínimamente, mientras que la hemoglobina se mantiene estable. Lo que han subido en mayor medida son las defensas, de modo que vamos a volver a espaciar las inyecciones a una cada setenta y dos horas en lugar de las cuarenta y ocho que era como estaba ahora. No está mal justo ahora que no dejo de ver más gente cargada con virus y catarros que los Reyes con regalos. Me refiero a los Reyes Magos, claro; que los otros, los de aquí, lo que están es cargados de carbón para alguno de sus “niños” que les han salido un poco ranas.

De otra manera, el citomegalovirus sigue inactivo, lo que no deja de ser también una buena noticia que me permitirá probablemente recuperarme en mayor medida al haber abandonado la medicación específica contra el virus. Por lo que se refiere a los niveles de creatinina también parecen acomodados en un valor, que si bien está por encima de lo que sería ideal, habida cuenta de todo lo que tomo no es para preocuparse.

Respecto a mi consulta sobre los dolores de espalda y la conveniencia o no de realizar una radiografía para determinar si efectivamente hay indicios de osteoporosis, la hematóloga lo ha desestimado dado que por una parte no quiere radiarme más y por otro, aunque no hubiera osteoporosis ahora mismo, como medida preventiva, la ingesta de calcio puede ayudarme a retrasarla puesto que es más que probable que con el tiempo acabara por aparecer en cualquier caso.

En cuanto a las molestias de estómago un poco más de lo mismo: mientras no empeore no le daremos importancia. De nuevo la explicación radica en todas las pastillas que tomo y todos los tratamientos recibidos, por lo que según ellos, y según sus propias palabras, lo extraño sería que no tuviera ningún tipo de molestia.

Finalmente hemos aprovechado para fijar ya el escáner con el que determinaremos en qué grado ha sido efectiva la radioterapia a la hora de eliminar la proliferación de linfocitos que me había surgido en el ganglio. Será a mediados del mes que viene, concretamente el próximo diecisiete de enero. De todas maneras sí es cierto que por lo menos al tacto, diría que ha mejorado.

Ahora no me queda más que aprovechar estos días para descansar hasta la próxima cita que tengo programada para el día de la Cabalgata de Reyes. De nuevo repetiré analítica y consulta. A ver si los Reyes me traen un regalo en forma de sobredosis de plaquetas, por ejemplo.

He querido dejar para el final de este post del blog un anuncio que estoy seguro que entenderéis. Y es que como se suele decir, año nuevo, vida nueva, y en este caso, he decidido que después de tantos posts día tras día, voy a darme una pequeña licencia, de modo que a partir de hoy, publicaré únicamente los días en los que haya alguna incidencia digna de mencionar. Creo que el blog comenzaba a ser algo repetitivo y a fin de cuentas, en lo importante os prometo que seguiréis estando al día. Así que si no hay novedades –que confío que no las haya-, la próxima publicación, tal vez con nuevo nombre también, será el próximo día 6 de Enero, Día de Reyes. Por supuesto eso no quita para que siga como siempre contestando gustosamente a vuestros emails o llamadas –éstas cuando no sean en horario de siesta, ya sabéis…-. Lo que me sobra es tiempo para responder a todo el cariño que me habéis profesado durante estos últimos 365 días. Sin él no estaría ahora escribiéndoos estas líneas.

Os deseo de nuevo de corazón lo mejor para este 2012 y un millón de gracias ya de antemano porque sé que seguiréis ahí. Un fuerte abrazo… “y mañana más…”, y mejor, mucho mejor.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Génesis Día 182

Son las cinco de la mañana de este viernes treinta de diciembre cuando comienzo a escribir el Blog. Esta noche me he despertado algo primero de lo que venía haciendo en días anteriores. Quizás la cena de anoche me sentó un poco más pesada de lo normal. Aun así no me siento excesivamente cansado y es más que probable que antes de levantarme para irme a Oviedo para el análisis que tengo a primera hora, es probable digo, que todavía me eche una cabezada.

Ayer fue un día bastante tranquilo, donde como siempre el protagonismo se lo llevaron las molestias de estómago y los dolores de espalda. Últimamente las molestias en la espalda, más o menos en la zona de las lumbares, me están dando un poco de guerra. En el otro día en la consulta el médico que me atendió sugirió la posibilidad de que con tanto medicamento, especialmente con alguno en particular, pudiera ser que estuviera sufriendo algún tipo de inicio de osteoporosis. Era lo que me faltaba… Por ello me ha recetado unas pastillas masticables de calcio para ver si de este modo mejoro en ese sentido. Bueno, aparte de las pastillas, he pillado los típicos yogures de Densia que vienen con aporte de calcio. En cualquier caso hoy en la consulta, volveré a insistir en el tema, puesto que creo que lo primero sería realizar una radiografía para ver si de verdad los huesos, en este caso las vértebras, están de verdad afectadas de algún modo. Porque meterle calcio al cuerpo así como así, tampoco creo que sea bueno, sobre todo para el riñón que a fin de cuentas es quien debe filtrarlo.

Por lo demás por la mañana estuve tranquilamente viendo la tele y caminando algo en la cita, porque el tiempo frío como estaba, hacía que declinara cualquier posibilidad de salir a dar un paseo. Sencillamente no me apetecía.

Una comida suave precedió a la siesta de todos los días tras la cual volví a centrarme durante un par de horas en el Master. Tiene gracia esto de que se trate de comercio internacional porque muchas de las cosas que lees te das cuenta de que con el tema de la crisis actual quedan un tanto en entredicho. No digamos ya en el caso de España, que era la protagonista del módulo que me tocaba ayer. Pero aun así cada vez me resulta más interesante, aunque tengo que reconocer que algunas partes son bastante espesas para alguien como yo al que nunca le gustó empollar. Yo era más de que me dieran un poco teoría y luego entretenerme a hacer problemas prácticos, con números de por medio. No porque no tuviera capacidad de memorizar, sino porque reconozco que era un tanto vago y lo segundo me resultaba más cómodo que lo primero.

Para la noche habíamos quedado con mi primo y su pareja para cenar en casa, como cada vez que vienen de visita desde Bruselas. Fue una cena como no podía ser de otro modo divertida, porque con ellos es imposible aburrirse. La culminamos además con una partida al Trivial, Priores contra resto del mundo, donde nos impusimos nosotros, más que nada por cansancio. Pero ganamos, que es lo que importa, ¿no? Como se dice por aquí, en la rula no preguntan, apuntan.

De cara al día de hoy como os he comentado al inicio, me toca análisis a primera hora a Oviedo y luego tengo consulta a las diez y media. Ya veremos a qué hora acabo. Lo fundamental es ver cómo están las cifras. Espero no necesitar volver de tarde para transfundir plaquetas. En el caso de glóbulos rojos no creo que sea necesario con los valores que tenía el miércoles. De todos modos si hay que volver, pues eso, se vuelve.

No puedo dejar de cerrar este post sin agradecer el comentario que ayer reflejó en el blog Carlos. Son de esos comentarios de los que hacen de verdad que te sientas con las fuerzas necesarias de seguir apretando los dientes en esa carrera de fondo como él define de forma tan acertada a este periodo de mi vida. Una carrera en la que no divisamos la meta pero que sabemos que está ahí. Una carrera en la que hay momentos en los que necesitas un punto de avituallamiento porque sientes que te ahogas por la sed... pero que siempre acaba llegando, y entonces, vuelves a la carrera. Al final, llegar a la meta es cuestión de tiempo y de perseverancia.

Un fuerte abrazo en este penúltimo día del 2011… “y mañana más”.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Génesis Día 181

Cuando van a ser las seis menos cuarto de este jueves veintinueve de diciembre, doy inicio al antepenúltimo blog del año. Acabo de despertar con bastantes molestias estomacales, nada tampoco que me sorprenda porque suele ser lo habitual. Además esta noche me habré despertado tres o cuatro veces desde que me echara a eso de las doce. Aun así cinco horas largas de sueño siguen siendo un buen balance para lo que venía siendo habitual. Comienzo así un nuevo día, en esta ocasión acompañado por la música zaragozana de Los Héroes del Silencio, uno de mis grupos favoritos de toda la vida, y de los pocos nacionales en los que prácticamente conozco toda su discografía. Recuerdo de chaval cuando me sabía desde la primera a la última palabra de los textos de sus canciones, que con el paso de los discos, se hacían siempre más complejos. Sin duda mi favorito en ese sentido fue El Espíritu del Vino.

No quiero dejar de comenzar este post sin desvelaros como muchos habréis supuesto que lo que os comentaba ayer sobre la posibilidad de incluir propaganda en el blog no dejaba de ser una pequeña inocentada, dada la fecha en cuestión. Lo cierto es que apenas me enteré de gente a la que le gastaran alguna buena broma. Parece como si en ese sentido estuviéramos perdiendo el sentido del humor.

Del día de ayer en general podría deciros que fue aceptable. Lo peor fue que me pasé la mañana completa en el HUCA. Tampoco quiero entrar en detalles pero valga como dato el que mi cita para la consulta era a las nueve y media y me atendieron cuatro horas después de esa hora. Y como a mí al resto de las personas que allí esperaban. Así que podéis imaginaros lo “divertida” que fue la mañana. En mi caso, como después de una hora ya me olía el tema, me largué con mi padre hasta Parque Principado donde estuvimos por lo menos pasando una hora larga viendo un poco las tiendas antes de volver de nuevo al hospital. Un desastre, vamos.

De la analítica realizada a primera hora se desprende que sigo en valores paupérrimos, sobre todo en el caso de las plaquetas, que continúan con su declive. Ahora mismo estoy al límite de lo que se establece para recibir una transfusión. La idea es que esperaremos al viernes, es decir, mañana, cuando habré de volver para una nueva analítica. Si no ha habido mejoría, procederemos entonces a recibir alguna bolsa. En cuanto a la hemoglobina y las defensas al menos no han decrecido

Sobre la creatinina sigue un tanto elevada, lo mismo que los triglicéridos. Lo más positivo es que me han retirado la medicación contra el citomegalovirus, medicación altamente citotóxica y que estaba sin lugar a dudas perjudicando todas mis cifras, por lo que es posible que a partir de ahora podamos ir remontando un poco en ese sentido.

Por otra parte, mis continuos dolores de espalda, cada vez más intensos, les han hecho valorar la posibilidad de que precisamente a causa de la medicación, esté generando algún tipo de osteoporosis, por lo que empezaré a tomar calcio de forma regular en forma de comprimidos masticables. Veremos si eso ayuda a aliviar las molestias.

Así que en resumen podemos afirmar que seguimos más o menos igual que en las últimas semanas; ni mejor ni peor. Al menos la dosis estable de corticoides que tomo cada día parece que no me produce los bajones que me causaba cuando tomaba en días alternos dosis altas y bajas. Con los corticoides habré de seguir hasta finales del mes que viene.

Del resto del día poco que contaros. Comimos en esta ocasión en Gijón, tras lo cual me eché una buena siesta, porque parece increíble lo que cansa estar toda una mañana metido en un hospital. Después, le dediqué un par de horas al famoso master de Comercio Exterior que sabéis estoy llevando adelante. No quería dejar que pasaran estas fiestas sin echarle al menos un vistazo a uno o dos temas. Si es que todavía voy por la Introducción. Bueno, hay que aclarar que para ser introducción, es un archivador completo con más de doscientas páginas por leer. Se hace en ocasiones ameno, pero en otras es un tanto espeso. Pero bueno, peores cosas me tocaron leer y empollar en la Universidad.

Por la noche tuvimos doble sesión de Los Soprano, donde al protagonista, el genial Tony Soprano, cada vez se le acumulan los problemas, algunos provocados por la incompetencia de quienes le rodean, pero otros generados por su carácter un tanto inestable. En nada finiquitamos la cuarta temporada.

Nada más por hoy. Con Iberia Sumergida –más sumergida que ahora no creo que haya estado nunca- os dejo. Recordad de no dejar las compras para la cena de Nochevieja para el último día. Un fuerte abrazo,,, “y mañana más…”

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Génesis Día 180

Cuando van a ser las seis de la mañana de este miércoles veintiocho de diciembre, comienzo a escribir el Blog. De nuevo esta noche, y a pesar de las veces que he despertado entre medias, he vuelto al menos a dormir mis cinco horas largas, casi seis. Y la verdad que es algo que empiezo a notar a nivel físico, donde ya ayer me encontré mucho mejor que el día anterior. Esta mañana como acompañamiento musical he escogido un clásico de la música italiana que en mi época de adolescente triunfó también aquí con alguna de sus canciones: Mango. ¿Os acordáis de su peculiar voz? De aquella época destacaron sin duda Flor de Verano y Estrella del Norte.

Esta mañana me toca volver a Oviedo –casi había olvidado lo que eran los viajes al hospital-. Vamos en primer lugar a sacar un poco de sangre para ver qué tal van las cosas y luego, en teoría a las nueve y media, tengo la consulta para analizar los valores. Me extraña que para esa hora tengamos ya algo, pero bueno, quizás lo más urgente pueda estar. Lo bueno de tener la hora tan pronto es que tienes la garantía –siempre relativa- de que si nada se tuerce a media mañana estás de vuelta en casa con tiempo todavía para hacer tus cosas.

Ayer como os decía fue un día sin duda mucho mejor que el que tuve el pasado lunes. Supongo que las buenas horas que dormí durante la noche me ayudaron a levantarme con energías renovadas. Aproveché para finiquitar el 95% de las cartas a los Reyes Magos. Como ya os había avisado soy de los que en ese sentido tiene las cosas claras en cuanto a lo que busca y es cuestión de organizarse un poco y de rentabilizar el tiempo para no perderlo inútilmente. Así que ahora apenas me quedan algunas tonterías pero lo verdaderamente importante ya está solucionado a falta de diez días para que sus Majestades de Oriente nos visiten.

Lo más curioso de ayer fue un email que recibí del departamento de Marketing y Publicidad –o algo parecido- de Google, o de que quienes tienen que ver en concreto con la plataforma del blog. En su día ya me había llegado de forma automática supongo, lo que era el ofrecimiento para que pudiera colocar en mi página la publicidad que deseara. Entiendo se guían por número de entradas diarias. La verdad es que no le hice el menor caso. Para eso soy un poco como esos equipos de fútbol –cada vez menos-, que no quieren “manchar” su camiseta con publicidad, aunque también es cierto que luego van cayendo todos a medida que las ofertas suben y las necesidades económicas apremian. Bueno, a lo que voy: ayer fue un email lo que recibí, dirigido exclusivamente a mi persona –a mi pseudónimo, claro-, en el que me ofrecen de forma directa la posibilidad de incluir publicidad, pero en este caso la que ellos elijan. No sé, no acaba de convencerme, y menos viendo el tipo de anuncios que como muestra me han enviado. No voy a entrar en detalle pero son los típicos que vemos todos los días rondando por Internet sobre citas a ciegas para solteros y cosas por el estilo. En fin, que las condiciones que ofrecen son buenas pero que casi paso. Os tendré informados para que no os llevéis una sorpresa si de repente os encontráis con ello al abrir el blog.

Bueno, dejando aparte ese tema, que ciertamente no me preocupa, y volviendo a mi estado, ayer como seguía un poco revuelto del estómago, opté por comer un arrocito blanco, acompañado de un pescado como el lenguado, típico cuando uno quiere hacer un poco de dieta saludable. ¡Qué falta me hacía! Siempre he dicho que si tuviera que sobrevivir a base de un determinado tipo de comida, en mi caso con arroz y pasta podría hacerlo durante meses sin cansarme de ello.

Tras la comida, de nuevo una siesta antes de mi primera infusión de la tarde. Porque ahora con el tema del riñón lo cierto es que suelo tomarme unas tres o cuatro a lo largo del día. Auténticos tazones de infusión que me sirven para llegar a los tres litros mínimo de líquido que sigo teniendo que ingerir. También hoy veremos qué tal llevamos lo de la creatinina.

Por la tarde, ya en Gijón, quedamos para vernos antes de la cena con una pareja que hoy se vuelven para su casa en Madrid. Me alegró un montón el poder verles porque lo mismo no surge de nuevo la oportunidad hasta dentro de unos cuantos meses. Y como siempre digo, hay que aprovechar los días en los que te encuentras bien para este tipo de encuentros, porque sirven para hacerte sentir todavía mejor.

Después la cena, de nuevo bastante ligera, un par de capítulos de Los Soprano –seguimos en la Cuarta Temporada- y después algo de lectura de La Hija del Papa para conciliar el sueño, que no tardó en llegar. Día en definitiva redondo.

Hoy confío en que siga por la misma tónica, aunque las visitas al hospital suelen dejarme un tanto cansado, tanto a nivel físico como mental. Pero bueno, luego me queda toda la tarde para recuperarme. Y lo importante es que los resultados que tengamos sean positivos. De ser así es probable que hasta la semana que viene no tenga que volver. Si por el contrario el hemograma siguiera tan bajo como la Bolsa, es más que factible que me hagan volver este mismo viernes para una nueva analítica.

Nada más por este post. ¡Ah!, que por poco se me olvida, y mira que lo tenía en mente. Aunque quizás le chafe a alguno sus maquiavélicas intenciones, recordaros que hoy es el Día de los Inocentes, así que ojo a los graciosos que quieran aprovecharse de vuestra inocencia. Yo para eso siempre he sido un poco serio y nunca he sido de los que gastan inocentadas, aunque también reconozco que apenas las he sufrido. Avisados quedáis y ya me diréis si os ha tocado padecer alguna… o organizarla. Un fuerte abrazo a todos… “y mañana más…”

martes, 27 de diciembre de 2011

Génesis Día 179

Son las siete menos cuarto de de la mañana de este martes veintisiete de diciembre, cuando comienzo a escribir el Blog. Esta noche he dormido a pierna suelta -unas seis horas- después de acostarme pasada la medianoche realmente cansado. Al final lo cierto es que no fui a la cena que tenía programada con mi mujer puesto que no me encontraba con fuerzas, y bien que lo sentí, porque tenía muchas ganas de ver a algunos amigos a los que llevo tiempo sin ver. Pero por un lado me notaba bastante débil y por otro el estómago no se encontraba como para muchas aventuras. Así que tampoco quería ir con cara mustia y preferí así no forzar y quedarme en casa, cenando un humilde bocadillo de jamón, lo más sano en estos casos, y poco más. Luego, como Mónica no quería que me quedase solo, bajé a casa de mis tíos para estar un rato con ellos y con mis primos -que pasa la Navidad y casi no he estado con ellos-, con lo que estuve entretenido y en compañía hasta cerca de las once. Al volver a casa, no tuve mejor idea que ponerme a ver un “peliculón” por La Sexta: Soldado Universal Regeneration, con el "mítico" Van Damme. Bueno, no hace falta que os diga que la película era como para dar de comer aparte, pero también es cierto que uno se pone a verla y luego se engancha, aunque como digo sea bastante patética.

Al irme para la cama aproveché para leer un poco y comenzar de paso el nuevo libro que voy a afrontar: La Hija del Papa, de César Vidal. Se trata de una novela que parte de la Roma de finales del siglo XIX, donde un cavaliere es llamado para investigar un manuscrito del siglo XVI, introduciéndose así en la Italia del Renacimiento, donde los sacerdotes eran todavía guerreros y mecenas protectores y donde se buscaba de algún modo una Reforma que purificara a la Iglesia de sus pecados cometidos durante siglos. De momento apenas he leído unos capítulos, pero las primeras impresiones son buenas.

Del día de ayer comentar que fue uno de esos días donde no te encuentras mal, pero hay algo que te impide encontrarte bien del todo. Es una sensación extraña. De todos modos intenté pasarlo lo mejor posible. Para la comida volví a contar con la compañía de mis padres que subieron de nuevo a Quintes a comer. Luego, yo me eché una buena siesta, porque ya para entonces notaba que lo necesitaba más que el comer. Así dormí más de una hora y luego al levantarme, estuve con el ordenador interneteando y viendo al mismo tiempo un partido de la recién iniciada NBA hasta que llegó la hora de bajar a Gijón cuando Mónica volvió de un concierto que ayer se celebraba en la Iglesia de Quintes.

Para hoy, y si las fuerzas me lo permiten, comienza la sesión de Reyes. Esta semana es la mejor para dar cumplida cuenta de las cartas recibidas, puesto que la gente todavía no se ha repuesto –ni ella ni sus carteras- de las fiestas de Nochebuena y Navidad y mucha de ella además trabaja. Para la que viene volverán a surgir las grandes aglomeraciones en las tiendas que tanto odio.

Lo que voy a intentar también esta semana es cuidar un poco durante la alimentación, de cara a estar en buenas condiciones para la Nochevieja. Volveré así a mis arrocitos, pasta asciutta y alguna que otra legumbre ligera y a poder ser tamizada. Esta tarde de igual manera procuraré retomar el máster, que me ayuda a mantener la cabeza despejada durante el tiempo que le dedico.

Supongo que en parte este pequeño bajón que estoy sufriendo tiene que ver con que ya estoy con una dosis de corticoides estable, pero únicamente de 30mg, que no es poco, pero que es la mitad de lo que tomaba en los días de pico. Eso tiene la ventaja de que las crisis no son tan intensas los días en los que tomaba la cantidad mínima, pero también la desventaja de que no me encuentro tan cargado de energía -ficticia a fin de cuentas- los días en los que tomaba la dosis de 60mg. Digamos que la situación ahora es más estable aunque quizás todavía tenga que hacerme a ella. Tendré que estar así más o menos un mes para luego ir bajando poco a poco. Ya veremos si el rechazo lo permite.

Nada más, que lo bueno si breve dos veces bueno. Eso dicen, ¿no? Un fuerte abrazo, ánimo a los que hoy volvéis al tajo… “y mañana más…”

lunes, 26 de diciembre de 2011

Génesis Día 178

A las seis menos cuarto de la mañana de este lunes veintiséis de diciembre comienzo a escribir el Blog. Umberto Tozzi es el cantante elegido para hacerme compañía a estas horas. Todo un clásico de la música italiana con canciones que traspasaron las fronteras del país transalpino para convertirse en éxitos a nivel internacional.

Esta noche ha transcurrido sin problemas habiendo dormido algo más de cinco horas, todo un récord para mí. Ayer apagué la luz pasada la medianoche después de finiquitar el libro de El Constructor de Pirámides, así que hoy tocará escoger otro. Tengo de donde seleccionar pero probablemente vuelva a inclinarme por algo no demasiado profundo.

Del día de ayer podríamos decir que continuó con la senda iniciada en Nochebuena, en el sentido de que fue un día muy tranquilo, sin apenas molestias, y lo más importante, de nuevo pude disfrutar de la compañía de mi familia. 

Por la mañana subimos temprano a Quintes donde no dejamos de acudir al clásico vermouth en Casa Kilo. Después, nos habían hablado de un local nuevo que habían abierto en el Gobernador, cruce de la antigua nacional con la salida a Tazones, y sin dudarlo nos fuimos a conocerlo. Fue un verdadero descubrimiento: se trata de una coctelería impresionantemente decorada y con un nivel de bebidas que en pocos lugares de Gijón podría encontrarse. Baste el dato que en su carta dispone de unas sesenta ginebras distintas. Espectacular y digno de ser visitado en alguna excursión que hagáis por la zona.

Comimos como digo en familia, con mis suegros, mis padres y mi hermano y su mujer. Luego a los cafés y el cava se incorporaron más familiares por parte de mi mujer, entre ellos su ahijado y su hermanita de apenas dos meses.   ¡Qué sería de unas Navidades sin la ilusión de un niño o sin la esperanza y paz que ofrece ver un bebé que encarna nuestro futuro!

No pude evitar dormir la siesta a pesar de lo tarde que era cuando acabamos de comer. Para cuando desperté eran ya las seis. Como tampoco teníamos ningún compromiso, decidimos quedarnos hasta la hora de cenar. Con toda la comida de más que ha sobrado -como en todas las casas, supongo- tenemos todavía para unos cuantos días. ¡Qué barbaridad! Yo de hecho, anoche estaba tan lleno de la comida que apenas cené un vaso de leche con unos trozos de tarda, más que nada por tomarme las pastillas con algo en el estómago y no irme tampoco con él vacío a la cama.

Ya en Gijón nos vimos un capítulo de Eureka y después recordamos viejos tiempos con un programa que por La2 emitían de Martes y Trece. ¡Menudas risas! De muchos sketches apenas me acordaba. Eran geniales.

Hoy, festivo, volveremos probablemente a comer en familia. Para la noche tenemos programada cena -otra más- con algunos amigos. Menos mal que a partir de mañana podremos reposar un poco para recuperar fuerzas de cara a la Nochevieja. El miércoles tengo programada visita al HUCA para el control semanal. A ver qué sale de esos análisis después de tanta celebración. 

Un fuerte abrazo a todos, disfrutar de este lunes... "y mañana más..."

domingo, 25 de diciembre de 2011

Génesis Día 177

Justo a las siete y cuarto de la mañana de este domingo veintinco de diciembre, Día de Navidad, comienzo a escribir el Blog mientras como es de rigor, escucho música acorde con una fecha tan señalada. En concreto ahora mismo suenan de fondo los villancicos interpretados en su día por Los Tres Tenores, Plácido Domingo, José Carreras y el desaparecido Luciano Pavarotti.

Esta noche de dormido mucho mejor en el sentido de que apenas me desperté un par de veces desde que apagara la luz a eso de las dos. Como veréis tampoco es que prolongáramos en exceso la celebración de la Nochebuena, pero en realidad, en mi caso, siempre ha sido así. Comienzas a cenar relativamente pronto, sobre las nueve y media, y para la una y media ya estás cansado de tanta comida, dulces y cava. Bueno, cava lo que se dice beber, apenas tomé una copa, pero para mí ya es bastante.

Pero vayamos por orden: ayer por la mañana me levanté relativamente pronto después de la cena que el día anterior había tenido con mis primos. Estuve largo rato pegado al ordenador hasta que llegó la hora de subir a Quintes. Antes ya me había pasado por el kiosko a por los periódicos y a comprar algunas cosas pendientes para llevar a Quintes para la cena. Hoy para quien no lo recuerde es uno de los días en los que no hay prensa, por lo que ayer compré algún periódico de más para así tener hoy algo más que leer. Manías.

Al llegar a Quintes a mediodía, mi mujer y yo paramos en Casa Kilo a tomar el vermouth porque además había quedado allí precisamente con mi proveedor de bebidas, un viejo amigo, con el que estuvimos charlando hasta que llegó la hora de irse a comer. Aproveché además para hacerme con la Lotería de Reyes, que luego se agota, y no es plan de que toque en el pueblo y uno luego no pueda salir en la tele montando la marimorena con el décimo agraciado.

La comida fue relativamente ligera para ir preparándonos para el banquete que nos esperaba por la noche. Por supuesto no dejé de dormir una modesta siesta, que ojalá hubiera sido un poquito más larga. Con todo la agradecí. Después, mi infusión de todos los días y a las siete nos pillamos el coche para bajar a Gijón para el tradicional brindis que hacemos todos los años con los amigos. Ahí por ejemplo es donde veo la gran diferencia con el año pasado cuando mi estado me hizo saltarme esa tradición que llevamos los amigos llevando a cabo desde hace casi veinte años. Recuerdo que la primera vez, cuando acabábamos de comenzar la universidad, lo que hicimos fue comprarnos en una pequeña tienda frente al famoso Players en la calle Aguado, una botella de cava junto con unos vasos de plástico. Éramos los tres o cuatro amigos inseparables de siempe. Fue así como surgió el brindis navideño entre nosotros que a partir de ese año nunca perdonamos y al que cada vez se fue incorporando más gente conocida hasta superar en ocasiones las veinte personas. Para el año que viene el siguiente paso que tengo que dar hacia la total normalidad es que el brindis pueda volver a hacerlo con una buena copa de cava y no con cerveza cero cero, que parece que no pega tanto.

No estuvimos demasiado tiempo porque teníamos que volver pronto para Quintes dado que la cena estaba prevista algo temprano. No os voy a contar aquí todo lo que comimos, porque seguro que en todas las casas anoche fue una noche de bastantes excesos en ese sentido; lo normal, vaya. Lo importante fue poder compartir con la familia una Nochebuena llena de paz y alegría. Porque lo cierto es que fue una cena de lo más alegre y donde no faltó absolutamente nada, ni siquiera el "entretenido" discurso del Rey poco antes de sentarnos a la mesa. Luego estuvimos siguiendo el especial de La Primera, con Josema Yuste primero, y después con el especial de Sergio Dalma, que para mí fue como un regalo a medida, dado que se centraba en sus dos últimos discos dedicados a la música italiana antigua, con lo que además entre sus invitados pude ver a Umberto Tozzi, Laura Pausini y Nek entre otros.

Así que puedo para acabar decir que ayer fue un día perfecto, sin apenas molestias, y que hubiera firmado que fuera así cuando me levanté a las nueve. Para hoy no espero sino que sea igual, y que podamos celebrar la Navidad de nuevo en familia con la misma alegría.

Como día especial que es, no me enrrollo más. Simplemente volver a desearos a todos unas muy felices fiestas, y que para los que sigáis la tradición de Papá Noel, tengáis hoy un montón de regalos, por lo menos el doble de los que os mereceriáis por lo buenos que habéis sido este año. Está bien así, ¿no os parece? Yo como ya os he comentado, habré de esperar a Reyes, que hay que dar trabajo a todos, que no es plan de mandar al paro según está el tema a unos pobres ancianos como son los Reyes Magos. Un fortísimo y navideño abrazo... "y mañana más".

sábado, 24 de diciembre de 2011

Génesis Día 176

Son las seis de la mañana pasadas cuando comienzo a escribir el Blog, en este veinticuatro de diciembre, con la Nochebuena a apenas una horas ya de comenzar a celebrarse.

En realidad yo comencé ayer por la noche con los primeros actos festivos al poder disfrutar de una espléndida cena con mis primos. Lo pasamos genial, y eso que fui de los primeros en retirar, pero aun así, para cuando Mónica y yo llegamos a casa eran las tres de la mañana. Casi, casi, como en los viejos tiempos... Acertamos plenamente con el lugar para la cenar, una sidrería que estaba a reventar de gente pero en la que nos encontramos muy a gusto. Tanto que en realidad lo que es la cena nos llevó desde las diez hasta las dos de la madrugada. Luego, copichuela de rigor -en mi caso tónica- y después para casa, que hoy como podéis suponer toca cena familiar y hay que estar a la altura.

Del resto del día muy poco que destacar, sobre todo si lo comparamos con la satisfacción que fue para mí estar con mis primos después de tanto tiempo sin reunirnos. Por la mañana fuimos a dar un paseo con mi primo y su novia por el parque Fluvial. Nos llevamos a la pequeña Zoe con nosotros que disfrutó del paisaje como si fuera un cachorro. Eso sí, precisamente por los años que tiene -trece-, no tiene paciencia ni ganas de aguantar al resto de perros que se le acercan a saludar. En eso me recuerda lo arisco que era mi gato Fox.

Subimos a comer a Quintes donde tras la necesaria siesta, bajamos de vuelta ya para Gijón en medio de un orbayo constante y una temperatura que no superaba los once grados. Se planteaba una noche fea para salir, pero afortunadamente al menos la lluvia nos dio un respiro y prácticamente remitió al poco. Para hoy la previsión es bastante halagüeña.

Sobre mi estado ahí sí que no tengo novedades, salvo que me encontré muy bien, sin apenas molestias, quizás como consecuencia de que he comenzado ya con la dosis única de corticoides, para todos los días igual, lo que me evitará con toda seguridad la pequeña montaña rusa a la que estaba sometido, con alternancia de días buenos y malos. Ahora, tomaré durante un mes 30mg diarios de prednisona, lo que hará que se solucione ese problema. Luego, pasado el mes, comenzaremos de nuevo a reducir la dosis.

Para hoy no tenemos previsto nada fuera de lo común. La mañana y parte de la tarde habrá que utilizarla sobre todo para descansar. Después, habrá que hacer algún recado de última hora -siempre se olvida algo- y ayudar con los preparativos de la cena. A mí me tocará como de costumbre la parte musical -unos buenos villancicos- y el que no falte el vino y el cava, así como los postres. Lo tengo a estas horas todo ya dispuesto.

En fin, que no me queda más que desearos a todos una muy feliz Nochebuena. Ojalá pudiera brindar en persona con todos y cada uno de vosotros, pero os prometo que lo haré figuradamente. Una copa nada más, que tampoco estoy para excesos, no vaya a ser que desafine con los villancicos. Lo dicho: felices fiestas, un beso para todos... y mañana Navidad... "y mañana más..."

viernes, 23 de diciembre de 2011

Génesis Día 175

Son las cinco y diez de la mañana de este viernes veintitrés de diciembre cuando con la música de fondo de Led Zeppelin comienzo a escribir el Blog. Como veis, parece que de forma progresiva voy consiguiendo retrasar la hora a la que me desvelo. Veremos cómo reacciona el cuerpo en los próximos días donde los horarios serán un tanto aleatorios.

Para empezar esta noche tengo cena familiar con buena parte de mis primos. Seguro que como en anteriores ocasiones la cosa se prolongará hasta bien entrada la madrugada, así que de mano ya os prevengo sobre la hora a la que mañana, día de Nochebuena, será publicado el blog. Porque publicar publicaré, como cualquier otro día. Quizás si me hubiera tocado la lotería podría considerar el retirarme de cualquier actividad, pero como no ha sido así...

Porque a pesar de que como habréis comprobado los que de forma asidua leéis el blog, he acertado por segundo año consecutivo la terminación de el Gordo, de ahí tampoco he pasado. No obstante algunas pedreas más de lo habitual han conseguido que este año recupere bastante más que otros años, pero sin llegar a cubrir todo lo invertido. Aun así me doy por satisfecho. Por cierto, que ya ha habido quienes me han preguntado de cara al Niño si intuyo algo. Veréis: un buen jugador -porque a fin de cuentas esto no es sino un juego, con sus probabilidades de por medio- es el que sabe cuándo retirarse. Si ahora os dijera cualquier cosa, ¿qué ganaría? La probabilidad de que acertara sería de uno contra diez, por lo que lo más probable es que errara y perdiera así parte del "prestigio" que como clarividente me he forjado y que podría estirar hasta el próximo año. En fin, que como tampoco es que me vaya a ganar la vida leyendo los posos del café os diré, y allá cada uno, que si me obligarais a decir un número, no sé por qué se me viene el siete a la cabeza. ¿Veintisiete? Tal vez... Recordad que os he advertido: esto no es más que un juego.

Del día de ayer, con lo que me quedo sin embargo, fue con lo que para mí sí que supone una verdadera fortuna, y es el que llegara mi primo con su novia de Bélgica. Además redondeé la tarde viendo a otra prima que se tira más tiempo fuera de España que si fuera ministra de Exteriores. Respecto a mi primo y su novia decir que en esta ocasión han traído compañía: su preciosa perrita Zoe. ¡Qué cosa más guapa! Ya sabéis que tengo debilidad por los animales, pero es que además teníais que verla. Estoy deseando acompañarles en algún paseo que den estos días con ella. Va a resultar una buena motivación para salir algo más de casa, sin duda.

De los resultados de los análisis que me practicaron a primera hora comentaros que no hay novedades sustanciales. El hemograma muestra que sigue todo más o menos estable: las plaquetas en su sube y baja pero siempre  por debajo de las veinte o veintinco mil, las defensas mantenidas a costa de seguir poniendo Neupogen cada cuarenta y ocho horas y la hemoglobina que sí es cierto que ha subido algo más de un punto gracias a las bolsas de sangre que me transfundieron el lunes. Del virus, afortunadamente, seguimos obteniendo resultados que indican que ha vuelto a su estado latente. A ver si se está tranquilo así una buena temporada.

Por tanto, en líneas generales me encuentro bien, con las habituales molestias que siempre os saco a relucir, que si molestias estomacales, que si debilidad con sensación de fatiga con dolores musculares y de huesos, especialmente de espalda, que si resquemor en la garganta... Nada serio en realidad, pero que todo sumado hace que te sientas un tanto mermado. Aun así procuro abstraerme y que no me afecten en plano psicológico. Porque con todo lo duro que pueda resultar el menos bueno de los días, siempre habrá un momento que haga que merezca la pena. Es cuestión de saber aprovecharlo. Y a fin de cuentas, seamos honestos: con la que llevamos encima, lo último que podemos hacer es quejarnos, porque vale que podía estar como unas castañuelas y corriendo mañana la carrera de Navidad, pero asumida la realidad de las cosas, puedo dar gracias por llevar dos años donde estoy consiguiendo hacer frente a una enfermedad que no es que sea un resfriado precisamente. No sé lo que queda por delante, pero sea lo que sea, llegaré a descubrirlo y cuando lo haga, formará entonces parte ya del pasado, y de nuevo habrá un futuro hacia el que seguir caminando. 

Así que volviendo al presente, lo único que deseo, como todos, es tener unas felices fiestas con los míos, y luego ya haremos más planes. Para empezar la semana que viene será el tiempo de dedicarse a las cartas de Reyes que he recibido, aunque os confieso que no soy de los que se lo piensa mucho ni se pasa días de aquí para allá. Todo lo contrario: en una mañana finiquito la mayoría. Si al final tampoco es tan difícil. Bueno, yo es que soy así para lo mío: soy el típico que entra en una tienda a comprar digamos un pantalón y el primero que veo que me gusta, pruebo mi talla y al momento me lo están envolviendo... el pantalón, una camiseta, un cinturón... Esto es lo mismo que cuando voy a comprar leche al súper y salgo con el carro lleno... y no sería la primera vez que sin la leche. Nadie es perfecto, ¿no?

Bueno, os dejo que hoy para muchos será un día de compras, o de compromisos previos a las fiestas. Esperemos que nos siga acompañando el buen tiempo que ayer hizo que volviéramos a disfrutar de nada menos que diecisiete grados en Gijón. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

jueves, 22 de diciembre de 2011

Génesis Día 174

A las cuatro y media de este jueves veintidós de diciembre, día del Sorteo de Navidad de la Lotería Nacional, comienzo a escribir el Blog. Como siempre lo hago acompañado por buena música, en este caso por The Police, en el concierto que ofrecieron en Buenos Aires a finales del 2007.

Como todo el mundo sabe, para la gran mayoría de las personas hoy es el día de la Salud, latiguillo al que recurrimos cuando tras el mencionado sorteo y después de comprobar que un año más no hemos rascado ningún premio de mención,sons tiramos como locos a ver si al menos tenemos alguna pedrea o si en algún número llevamos la terminación del Gordo para recuperar parte de lo jugado... ¡y que haya salud! Ayer estuve poniendo en orden toda la lotería que llevo en esta ocasión, y mucha salud me va a corresponder si como desde que juego en Navidad, mi rentabilidad continua por los mismos derroteros, o sea, lo que vulgarmente se llama palmar dinero como un idiota.

Del día de ayer decir como resumen que fue un día bastante bueno aunque a última hora comencé a notar los primeros síntomas que siempre me vienen a visitar los días en los que tomo la dosis mínima de corticoide y que van acentuándose a medida que pasan las horas. Ahora mismo no me encuentro del todo mal, aunque es probable que lo peor llegue como de costumbre hacia media mañana. De todos modos ya sabemos lo que es, así que no hay motivo para preocuparse y sólo queda esperar a que la dosis que tomaré al desayuno haga su efecto cuanto antes.

Por lo demás, a las diez estaba ayer en Salud Bucondental para la correspondiente revisión. Todo estaba bien salvo dos muelas, justo las dos últimas del lado donde tenía la úlcera, las que serían del juicio, que por lo visto se rompieron en parte, probablemente a causa de la radioterapia. Quizás ello haya tenido que ver en que últimamente de juicio no es que vaya muy sobrado... Tonterías aparte, lo cierto es que el problema que se me estaba generando es que al haberse roto, habían dejado aristas cortantes que me provocaban heridas al morderme. Me limaron ambas y con eso el problema ha quedado resuelto. Ahora toca esperar a la próxima revisión, dentro ya de seis meses, donde si las cifras lo permiten, haremos una limpieza en profundidad. Será por tanto a finales de junio, que parece tan lejano en el tiempo, pero que llegará, y seguro que para entonces estaremos hablando de cosas muy distintas; para bien, por supuesto.

El resto de la mañana hasta la hora de comer, para lo cual subimos a Quintes, me lo pasé zanganeando un poco, lo que de vez en cuando es de lo más saludable. De tarde, siesta de pijama y vuelta a Gijón para ver en directo el anuncio del nuevo Gobierno. La verdad es que tampoco es que me fuera mucho en ello, porque a fin de cuentas, lo que importará será lo que hagan y no quién lo haga, aunque ideologías a un lado, da mayor tranquilidad cuando ves a personas con un currículum potente que si cuando altos cargos son ocupados por unos indocumentados. El tiempo y sólo él será quien juzgue sus acciones. Aplaudir o condenar en estos momentos su elección es igual de precipitado, pero forma parte de este circo que es la política.

Hubo también tiempo para el fútbol, donde estuve viendo el ridículo protagonizado por el Atlético de Madrid que caía eliminado por el Albacete, equipo de SegundaB, tras haber perdido en la ida y volver a hacerlo ayer de forma sorprendente en su feudo. También tras la cena no pude evitar el morbo de ver qué hacía el Oviedo en San Mamés frente al Athletic. Hay que reconocer su mérito a los carbayones, que han vuelto a dar la cara y que como ocurriera en la ida, cayeron por idéntico resultado, uno a cero.

Pero donde estuve más centrado fue en ver por enésima vez la película que por un canal que ahora no recuerdo cuál era echaban de Clinton Eastwood, mi actor y director favorito: Firefox. Cuando acabó eran más de las doce, hora perfecta para plegar velas e irse a la cama, donde con todo, todavía estuve leyendo media hora.

Para hoy tengo cita a primera hora para realizar una analítica de control. Será simplemente ir, poner el brazo y volverme para casa a desayunar. Luego a mediodía conoceré qué tal está todo, aunque diría que no creo que haya grandes novedades. Con que esté la cosa estable me conformo de momento. La semana que viene sí que sería importante comenzar a remontar el vuelo.

Así que nada, mucha suerte en el Sorteo de esta mañana, aunque por si acaso ya me anticipo deseando salud para todos en este próximo año que está a puntito de saludarnos. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Génesis Día 173

Cuando aún no son las tres de la mañana de este miércoles veintiuno de diciembre, doy comienzo al Blog. Me acompañan los archiconocidos y revolucionarios Radiohead, una buena forma de ponerse las pilas cuando llegamos al ecuador de la semana.

Antes de nada comentar un pequeño detalle operativo del blog. A partir de mañana, todos aquellos que recibíais por mi parte via email el enlace al post diario, dejaréis de hacerlo. Los motivos son varios, pero podrían resumirse en dos principalmente: el primero que últimamente el enlace, desconozco el porqué, falla bastante lo que lo hace inútil,  y el segundo, que no quiero seguir dando la lata a nadie con un correo diario con la cantidad de spam que ya sufrimos todos. Sabéis de sobra y podéis contar con ello, que cada día tendréis mi post diario a vuestra disposición para quien quiera leerlo. Únicamente tendréis que ir a la dirección principal del blog, http://ymanyanamas.blogspot.com/, que incluso quien lo desee puede añadir a sus favoritos para no tener que andar escribiendo la dirección cada día que quiera echarle un ojo a mis andanzas. Por otra parte, sí se mantendrá el enlace diario en Facebook. Disculpad en cualquier caso las molestias.

Ayer como buen día par que era, volví a tener una mañana complicada, protagonizada por una de esas crisis que sufro cuando el día anterior tomo la dosis mínima de corticoide. Pasé así la mañana con el malestar general de costumbre, incluyendo algo de febrícula que me acompañó hasta entrada la tarde. Poco que añadir a lo que ya os he contado en otras ocasiones que me sucede en estos casos. No queda otra que intentar pasar el día lo mejor posible y no empeñarse en hacer lo que uno no puede.

Por la tarde, después de la comida y de una pequeña siesta, me encontraba ya bastante repuesto así que opté por distraer un poco la cabeza leyendo la documentación del Máster de Comercio Exterior. Ayer concretamente versaba sobre la OMC, la organización mundial del comercio, sus orígenes y todos los problemas que ha tenido que superar y que continúa haciéndolo, para poner en común la postura de países tan divergentes como son los más desarrollados frente aquellos menos desarrollados, o no digamos frente a países de los que entendemos como Tercer Mundo. 

Justo después de la cena, que ayer adelanté a propósito, estuve viendo el partido de Copa entre el Sporting y el Mallorca y que supuso la eliminación de mi equipo por enésima vez a las primeras de cambio. Un auténtico desastre del que alguien debería hacerse responsable. Con todo, he de confesaros que acostumbrado a estos batacazos coperos, no me sorprendió lo más mínimo y apenas me causó disgusto alguno. No merece la pena.

Vimos todavía después del partido un nuevo capítulo de Los Soprano y aún tuve tiempo luego para avanzar unos cuantos capítulos en el libro que estoy leyendo, y que por el momento me está gustando. Otro libro sencillo y que se deja leer con agrado este de El Constructor de Pirámides. 

Hoy me espera una nueva visita a Oviedo, en este caso para la revisión en Salud Bucodental. Me interesa mucho que le echen un vistazo a mi boca, porque desde que inicié la radio, he notado progresivamente cómo empeoraba mi boca y garganta en el sentido por ejemplo de que tengo una picazón constante que a veces se hace bastante molesta, además de haberse acentuado aún más la sequedad bucal. Pero lo que más me preocupa es que parece como si la úlcera que tenía casi olvidada comenzara de nuevo a molestarme. Además, me da la sensación de que en el paladar pudiera estar desarrollándose algún tipo de lesión bucal que me gustaría poder hoy consultar para quedar más tranquilo.

Con la visita a Oviedo seguro que empeñaré toda la mañana, así que será cuestión de aprovechar la tarde para ver si como dicen el tiempo mejora, poder dar una vuelta y hacer algún recado pendiente. En nada tendré que ponerme con las cartas a los Reyes Magos, que ya he recibido alguna en mi buzón. Esperaré y dejaré no obstante a que Papá Noel haga su trabajo -a mí me gusta seguir nuestra tradición- y me pondré con el tema durante la próxima semana, pero aun así, conviene ir viendo cosas.

Recibid todos un cordial saludo con el deseo de que tengáis un feliz miércoles prenavideño. "Y mañana más..."

martes, 20 de diciembre de 2011

Génesis Día 172

Cuando son las cuatro y diez de la mañana de este martes veinte de diciembre, con la música de Pink Floyd, concretamente su célebre Hey You, doy inicio al Blog. Lo primero que tengo que señalar es que no he dormido del todo mal, aunque todavía me cuesta dios y ayuda el pasar de cuatro horas seguidas. Anoche apagaría la luz a eso de las doce y antes de haberme decidido ahora a escribir este post, habré despertado tres o cuatro veces. Lo que ocurre es que hay veces en las que despierto y soy consciente que apenas con darme la vuelta conseguiré volver a dormirme, y otras, como esta última, sientes como si se hubiera acabado ya la noche.

Ayer tal y como estaba previsto a las ocho y media estaba en el Hospital de Día de la Unidad de Transplantes para sacar sangre. Después, me fui con mi padre a desayunar,  dado que hasta las once y media no tenía la consulta. En cualquier caso a las once y cuarto entraba de nuevo por la puerta de la Unidad cuando para mi sorpresa, la enfermera viéndome llegar, me llamó a la consulta. A eso se le llama llegar y besar el santo. No veáis cómo agradecí el detalle.

De los resultados, como de costumbre y como si del típico chiste se tratara, hubo noticias buenas y otras no tanto. Empezaré por estas no tan buenas: en primer lugar la creatinina sigue por encima de los dos puntos, por lo que mi médico ha decido interrumpir tres dosis del inmunosupresor para ver si de este modo mejora mi función renal. Por otro lado, la hemoglobina volvió a bajar colocándose entorno a siete y medio, una cifra bastante pobre. Fue por ello que decidimos no esperar más y proceder a la transfusión de un par de bolsas de sangre, para lo que acordamos que volviera por la tarde para ponerlas tranquilamente.

Pero también hubo buenas noticias, en especial la que se refiere al virus, del que hemos obtenido dos resultados negativos, lo que indica que ha vuelto a quedar eliminado. Seguiré tomando no obstante la mitad de medicación que tomaba hasta ahora durante otras dos semanas como tratamiento de precaución, mientras esperamos además el resultado de las pruebas de mutación del virus, para ver si éste se ha hecho en parte resistente a dicho medicamento.

Además, las plaquetas han experimentado, aunque mínima, una subida. Como siempre os digo, todo lo que no sea bajar siempre es positivo. Por último, las defensas, animadas por las inyecciones de Neupogen, se encuentran en unos valores bastante seguros. Eso sí, de momento seguiremos con la administración de una dosis cada cuarenta y ocho horas.

Por lo demás, me siguen viendo en buen estado. Tampoco dan mayor importancia a mis molestias generales continuas. Aun así, y teniendo en cuenta mis crisis como la del domingo, hemos decidido cambiar lo previsto en la reducción de los corticoides, de modo que en lugar de mantener la dosis pico de 60mg los días pares y no tomar nada los impares, pasaré a repartir la dosis de forma equitativa, es decir, 30mg todos los días, lo que llevaré a la práctica a partir del día veinticuatro de este mes hasta el próximo veinte de enero. 

Básicamente eso fue todo. Quedamos en realizar una nueva analítica el jueves y luego ya el próximo miércoles día veintiocho volveré a repetirla teniendo además consulta. Así que esta semana añado un nuevo viaje a Oviedo al que ya tenía programado mañana para la revisión en Salud Bucodental.

De modo que de tarde, después de comer un ligero arroz blanco para darle tregua a mi maltrecho estómago, me fui de vuelta a Oviedo con mi padre para lo de las bolsas de sangre. Había quedado en estar ahí a las cuatro y así lo hice. Con todo hasta las cinco y cuarto no llegó la primera de las bolsas. Luego son unos cincuenta minutos por cada una de ellas, así que acabé poco antes de las siete. Me entretuve como es habitual con el iPad pero tampoco renuncié a una pequeña siesta una vez me hubieron colocado la correspondiente vía. 

Fue llegar a casa, con el alivio de poder estar ya tranquilo, y al poco tener la cena encima de la mesa. Es increíble cómo me pasó el día casi sin darme cuenta. Después, un par de episodios de Los Soprano, media hora de lectura de El Constructor de Pirámides y giorno finito, o sea, día acabado.

Hoy me sentiré un tanto extraño sin tener que ir a Oviedo, pero vamos, seguro que no supondrá ningún trauma para mí. Procuraré si el tiempo lo permite salir a dar una vueltecilla para probar si el chute de hemoglobina ha surtido efecto y no me fatigo tanto al caminar. Por lo general dos bolsas se sangre producen en mí una subida de entre punto y punto y medio en la hemoglobina.

Para la noche tenemos el partido de vuelta de Copa del Sporting que se disputará a las ocho en El Molinón, y que veré tranquilamente en casa. Con un resultado a favor en el partido de ida, a la hora que es, jugando con los reservas y teniendo que pasar los socios por taquilla, no sé la entrada que habrá esta noche en el centenario estadio gijonés, pero me da que muy pobre. A ver si por lo menos despedimos el año con una pequeña alegría. 

Que tengáis una feliz jornada. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

lunes, 19 de diciembre de 2011

Génesis Día 171

Cinco de las menos diez de este lunes diecinueve de diciembre cuando comienzo a escribir el Blog. Para empezar con buen ritmo la semana he optado por una música que no suele ser habitual que escuche: música comercial de la que ahora se baila en las pistas y zonas de marcha. Ya sabéis: Lady Gaga, Rihanna, Shakira, David Guetta, Carlos Jean, Pitbull, Black Eyed Peas... Lo cierto es que cuando salía los fines de semana, este tipo de música no es que fuera como digo mi favorita, más bien al contrario, pero llegado el momento tampoco le hacía ascos a la hora de moverme un poco. Porque los que me conocen saben que cuanto tenía el día "tonto", era de los que bailaba como cualquier chiflado de estos que abundan por las discos de moda. ¡Menudos espectáculos! 

Alguno puede preguntarse por qué hago tanto hincapié en la música y en lo que escucho o dejo de escuchar cada día al tiempo que escribo el Blog. La respuesta que puedo darle es que para mí la música es una especie de terapia, quizás de las mejores, que hace que mi estado de ánimo suba como la espuma, y cuando el ánimo sube, cuando una persona afronta lo que sea con positivismo, los propios médicos no saben por qué, pero ellos mismos lo afirman, las posibilidades de salir adelante son mucho mayores. Así que en mi caso, que la música ha sido siempre parte importante de mi vida, eso que tengo ganado.

Ahora que para música la que pudimos ayer escuchar en el Concierto de Año Nuevo al que asistimos en el Teatro de la Laboral. Y es que la buena música clásica es otra de mis debilidades. Fue un concierto más que correcto, con una orquesta, la Strauss Festival Orchestra, de cierto prestigio, acompañada por una soberbia soprano y un ballet de danza clásica que hizo que el público saliera más que satisfecho. Por supuesto no faltó el cierre con la tradicional Marcha Radetzky.

Disfruté el concierto al máximo, y más teniendo en cuenta cómo había transcurrido el día hasta entonces. Porque ayer fue uno de esos días de nones, en los que la crisis que me provoca la bajada en la dosis de corticoides me hace estar, o mejor dicho, me hace no estar para nada. Me había levantado a desayunar a eso de las nueve y ya me di cuenta de por dónde iban a ir los tiros. Te sientes hecho un asco. Es una sensación que me es familiar pero que no sabría explicar con palabras. No te duele nada pero te duele todo. Tu cerebro quiere obligarte a que te muevas pero tu cuerpo parece no querer obedecer. La febrícula te deja completamente seca la garganta y no puedes dejar de beber líquido, líquido que por otro lado te cae como una bomba de relojería en el estómago. Sientes escalofríos o corrientes que te recorren todo el cuerpo y la espalda es como si tuvieras en ella clavados mil cristales. Como guinda del pastel tu estado anímico, sin poder evitarlo, entra en una especie de agujero negro del que intentas salir, pero que cuanto más lo intentas, más te absorbe. Lo único que puedes hacer es estar tirado en el sofá y esperar a que los corticoides tomados con el desayuno hagan su efecto, algo que no sucede hasta bien entrado el día. Así que digamos que tuve una mañana movidita y un inicio de tarde ya un poco mejor. Pero fue con el concierto, que comenzaba a las seis, cuando me noté prácticamente respuesto. Luego ya en casa, cené normalmente, pudimos ver un poco la tele e incluso me animé a seguir con la lectura en la cama. Fue un día de esos que siempre digo que hay que pasar y punto. Ya sabéis que básicamente hay dos tipos de días: los buenos, en los que uno tiene que disfrutarlos al doscientos por cien y los no tan buenos, que simplemente hay que pasarlos. Pero incluso en éstos, hay pequeños momentos, como el concierto de anoche, donde uno puede por un momento sacar la cabeza de ese agujero negro del que antes os hablaba. Y a veces consigues incluso no volver a caer en él.

Hoy sin embargo he despertado mucho mejor, aunque sigo con algunas molestias, pero nada que ver con el día de ayer. Perfecto porque tengo que irme a primera hora a Oviedo a hacer la analítica. Veremos qué me cuentan en la posterior consulta que tengo a las once y media. La debilidad que tengo y la fatiga que me produce el mero hecho de caminar por el pasillo me hace suponer que la hemoglobina no estará muy allá, pero bueno, no anticipemos conclusiones que lo mismo nos llevamos una sorpresa.

Además, con un poco de suerte y en función de lo que dictaminen los últimos análisis, podré reducir el tratamiento contra el citomegalovirus, que ahora es una de las causas seguras para explicar mi pantizopenia, es decir, que todas mis cifras hematológicas estén bajo mínimos.

Veremos también qué tal van los riñones, que de forma un tanto inesperada empeoraron la pasada semana. El tener la función renal alterada es otro aspecto que te merma bastante, puesto que al no filtrar correctamente la sangre, ésta circula por tu cuerpo cargada de toxinas, lo que hace que aparezcan trastornos de todo tipo.

Comenzamos por tanto una semana que nos llevará hasta la Nochebuena, que si todo va bien, celebraremos como se merece este próximo sábado. Todavía no está muy claro cómo la pasaremos, pero si me encuentro bien, desearía que fuera lo más normal posible, y por supuesto cargada de sonrisas y buenas vibraciones, nada de nostalgias ni de compasiones que no llevan a nada. No es lo que necesito. El año pasado acababa de salir de un ciclo durísimo de quimio con ingreso en hospital y para nada podía imaginarme que un año después, podría encontrarme como ahora me encuentro. De acuerdo que tengo días malos, pero ya sabíamos que esto no iba a ser un paseo por la playa en un día de sol, y con todo, cualquier día de los buenos compensa unos cuantos de los que no lo son tanto. 

Trataré por ello de cuidarme todo lo posible estos días, que el tiempo no está para bromas y cada vez es más la gente que está con catarros o gripes; no hay que más que darse una vuelta para comprobar que es así. El objetivo está claro: pasar unas fiestas lo más alegres posibles, disfrutar de todos los dulces que mi maltrecho estómago soporte, saborear un buen champagne... Y lo fundamental: todo ello rodeado de la gente con la que quiero estar. No tengo dudas de que así habrá de ser.

Bueno, para ser un lunes ya os he soltado un buen discurso, así que vamos a dejarlo aquí de momento. Un fuerte abrazo para todos... "y mañana más..."

domingo, 18 de diciembre de 2011

Génesis Día 170

Son las seis y media de este domingo dieciocho de diciembre, cuando con la compañía de una de las más grandes de la música, Nina Simone, doy inicio al Blog.

Anoche llegamos de la cena con la pandilla cerca de las tres, así que ese es el motivo por el que hoy se me han pegado algo más las sábanas. Me siento un tanto cansado, así que no me enrrollaré demasiado, porque tampoco es que haya excesiva materia para ello.

La mañana ayer comenzó entre chaparrones de agua y fuertes vientos. Con ese escenario lógicamente opté por no moverme hasta que no llegó la hora de subir para Quintes, donde nada más acabar de comer, consagré más de una hora al sagrado sacramento de la siesta.

A eso de las cinco bajamos para ver tranquilamente el partido del Sporting en casa. Con el frío que hacía y teniendo luego cena con los amigos, tampoco era plan de excederse. Y menos mal que así lo hicimos, porque ya no fue la derrota del Sporting sino la imagen de clara inferioridad que demostró la que me hizo agradecer el no estar asistiendo a semejante despropósito en el estadio.

La cena fue una vez más genial. Ahí nos juntamos doce personas, seis parejas, en una velada que se prolongó hasta pasadas la una y media. Pero todavía hubo tiempo para irnos a tomar la primera y a la postre última copa de la noche. En realidad lo que se dice copa apenas la tomaron tres, mientras yo por ejemplo me incliné por un analcohólico combinado de Lima-Limón.

Llegué a casa que no veía la hora de meterme en la cama y no creo que tardara más de cinco minutos en dormirme. Para el día de hoy tenemos nueva cita en la agenda: el concierto de Año Nuevo que hoy se ofrece en el Teatro de La Laboral. ¿Que cómo es eso de un concierto de Año Nuevo cuando ni siquiera hemos pasado la Navidad? Bueno, no sé a quien se le habrá ocurrido ofrecer este anticipo del tradicional concierto con el que todos los años se recibía al nuevo año, pero me parece perfecto. Alguna vez habíamos ido al Jovellanos para asistir a tal evento, pero lo cierto es que estás todavía bajo los efectos del día anterior que tampoco lo disfrutas al máximo. Veremos qué tal esta tarde. Ya os cuento.

A descansar ahora todavía un rato, antes de levantarme a desayunar y tomar las correspondientes pastillas. Hoy me toca además la inyección para las defensas. Voy a ver si mando unas cuantas de estas al vestuario del Sporting...

Un fuerte abrazo para todos, disfrutad del domingo... "y mañana más..."

sábado, 17 de diciembre de 2011

Génesis Día 169

A las seis de la mañana de este sábado diecisiete de diciembre comienzo el Blog. ¡Qué vergüenza!, ¿no? Casi que he dejado perderse medio día... Bromas aparte lo cierto es que ayer, a eso de las ocho de la tarde me decidí finalmente a acudir a la cena de Navidad de la empresa, con lo que me lié un poco y para cuando me fui del restaurante eran las dos. Luego todavía estuve leyendo media horita por aquello de pillar mejor el sueño. Así que nada, manos a la obra y a por el post de hoy; he escogido como música de acompañamiento nada menos que a The Beatles, en honor a un gran amigo con el que ayer estuve departiendo en la cena durante largo tiempo. Algún día de verdad os cuento mi viaje con él a Los Angeles y nuestra estancia en Beverly Hills. El mejor viaje sin duda que por motivos de trabajo realicé en mis años en MBA. Por cierto, que ayer caí en la cuenta que este pasado once de diciembre se cumplieron diez años desde que ingresara en plantilla. Diez años. ¿Dónde se han ido?

¡Fuera nostalgias y vamos al presente! Bueno, exactamente al presente tampoco, porque empezaremos por repasar como de costumbre lo que acaecido ayer. Para comenzar el día, lo primero que hice fue enviar por email el archivo correspondiente a la colección de composiciones que llevaba preparando desde hace algunos meses. He de decir que hasta ahora sólo he recibido buenas críticas y palabras de elogio. Me da que mi público, vosotros, sois demasiado condescendientes, pero bueno, con que un 30 por ciento de los comentarios que me han llegado se atengan a la realidad, estaría más que satisfecho. Es más, estaría absolutamente sorprendido. Hacéis mal tratando de engañarme, porque lo mismo me animo y me pongo con una segunda  colección de otros cien poemas. Seréis responsables si lo hago.

En Oviedo estaba para realizar la analítica a eso de las ocho y media. Contra cualquier lógica natural, el termómetro en el exterior marcaba veinte grados. Fue sacar sangre y volver de inmediato a Gijón, donde apenas una hora después comenzó a descargar agua como hacía tiempo que no se producía, cayendo de golpe la temperatura hasta los quince grados, para quedar en diez míseros grados a la hora de la comida. Y luego no queremos pilar un catarro...

Los resultados de la analítica no los tuve hasta después de comer, y eso porque fui yo quien llamó. La verdad es que a veces echo en falta en ese sentido un poco más de comunicación, porque sabían de sobra que estaba esperando por ellos no sin una pizca de preocupación. Pero bueno, hay que entender que van a mil y que en este caso no había nada nuevo de lo que hablar, puesto que según sus palabras, "todo sigue igual". Así que algo es algo y de mano el seguir igual significó el que no tenía que volver por ahí a poner alguna bolsa de sangre y/o de plaquetas. Este próximo lunes volveremos a repetir la analítica. Más controlado no puedo estar.

Por tanto, con los mismos niveles sanguíneos, es decir, entorno a ocho puntos y medio de hemoglobina, apenas veinte mil plaquetas y unas defensas con unos mil neutros, es normal que me siga notando cansado, si además añadimos el empeoramiento de la función renal. Pero de verdad que no me quejo, o al menos trato de no hacerlo. Porque si estando así lo cierto es que me encuentro relativamente bien, a poco que remonte cifras, estaré como una moto. Pena que no recupere a tiempo para la San Silvestre... El año que viene tendré que cumplir mi palabra de que algún día volveré a correrla.

Después de la comida y de descansar algo más de media hora, retomé la lectura del master de Comercio Internacional. Estuve así entretenido como dos horas. A ver si definitivamente he logrado dejar a un lado la pereza y consigo tirar para adelante con él. Hoy, siendo sábado intentaré encontrar un hueco aunque sea para no desengancharme del todo.

Volviendo ya al inicio del post, con el tiempo tan desagradable que hacía unido a que no me encontraba para mucha fiesta, hasta cerca de las ocho no tomé la decisión de asistir a la cena de Navidad. ¡Qué leches!, si en realidad me moría por ir, así que cualquier pequeño esfuerzo merecería la pena sólo por ver a la cantidad de amigos con los que me encontraría. Por supuesto ni hace falta que os diga que acerté de pleno y quizás pudiera haber apurado algo más la noche, pero tampoco quería forzar, que entre lo cansado que me encontraba y que hoy repito cena, en este caso con los de la pandilla, conviene dosificarse. Pero os puedo asegurar que ayer volví a sentir ese calor que da la amistad de tantos que parecían incluso todavía ellos más felices que yo por volver a estar juntos por unas horas. Yo os reconozco que un poco de nostalgia sí que sentí también, porque como ocurre en estos eventos, siempre salen a relucir viejas historias, y no puedes dejar de preguntarte cuándo podrás volver a esa rutina que tanto llegabas a odiar en ocasiones, y que ahora es como una zanahoria tendida que te hace avanzar sin mirar a otra dirección que no sea la que te lleve a la meta que tanto deseas. ¿Lo lograré? Dad por hecho que sí.

Hoy en nada me levantaré para desayunar y tomarme mi ración de pastillas. Eso me recuerda que ahora mismo tengo que empezar por las dos que he de tomar en ayunas. Después probablemente subamos a comer a Quintes. A las seis hay cita en El Molinón, pero ahí sí que tengo serias dudas de si iré o tal vez opte por ver el partido en casa. Ando con la garganta algo tocada y como me conozco, prefiero no forzarla porque es probable que a esa hora haga bastante fresco en el estadio.

Para la noche como os he comentado, nueva cena de Navidad. Y para mañana tenemos ya también planes que ya os contaré. Así que no está mal para esta finde prenavideño. Por eso os digo que lo único que no puedo hacer es quejarme visto lo visto. Al contrario, es para mostrarse contento, pero eso sí, deseando que para el próximo año todo vaya siempre a mejor. 

¡Vaya!, se han hecho casi las siete. Menudo rollo que os he soltado para variar. Con Hey Jude de fondo me despido por hoy. Un fortísimo abrazo... "y mañana más".

viernes, 16 de diciembre de 2011

Génesis Día 168

Son las dos de la mañana de este viernes dieciséis de diciembre cuando comienzo a escribir el Blog. La voz de Michael Stipe y la música de su grupo R.E.M. me sirven de entretenimiento. 

He despertado libre de molestias salvo la habitual revoltura de estomago y un pequeño dolor que ya me había aparecido otras veces y que se sitúa en uno de los costados, como si fuera uno de los riñones que pide ayuda. Hablando de riñones, ayer no sabría decir lo que bebí, pero de cuatro litros no bajé. A ver si esta mañana la analítica premia el esfuerzo.

Ayer por la mañana como os había anticipado tenía cita con el podólogo. Lo cierto es que tenía la uña del dedo gordo del pie derecho tan encarnada que costó liberarla, no sin poder evitar que sangrara, aunque nada fuera de lo común. Peor ha sido el renegrón que me ha salido en mi mano izquierda al golpear con ésta una de las manillas de las ventanas. RIdículo, ¿no? Pero es que con menos de veinte mil plaquetas que tengo, cada golpe o corte es un poco odisea. 

Después, mi padre y yo estuvimos haciendo unos recados -léase redistribuyendo la riqueza, vamos, gastando dinero...- hasta que a las once y media nos pusimos a ver el sucedáneo de partido que el Barcelona jugaba como semifinal del Mundialito. El cuatro cero logrado -hasta el Sporting hubiera marcado alguno más- quedó eclipsado por la noticia del día, la grave lesión de Villa. Que no se engañen los seguidores del Guaje: Del Bosque echará más de menos a Villa de lo que lo hará Guardiola, quien lo había relegado a la suplencia.

Comí en casa de mis padres y después, ya se nuevo en la mía, disfruté de una pequeña siesta interrumpida por la llamada de uno de mis mejores amigos. Me apetecía matarlo, pero a un amigo como a un hijo, se le perdona todo: hasta que te revienten una siesta...

Pero como no hay mal que por bien no venga, tras prepararme un buen té, y dado que tenía toda la tarde por delante, opté por echarle un ojo a aquel Máster que tengo de lo más olvidado. Estuve así una hora y media larga leyendo documentación hasta que alcancé el primer test de Autoevaluación. Ahora se trata de intentar hacer de esto una rutina, que todos los arranques son complicados.

Recibí por otra parte la llamada de un primo italiano, otro de los Filippo Priore de la familia, porque antes era lo habitual que cada primogénito llevara el nombre del abuelo paterno. En mi caso fui la excepción, pues mi hermano, mayor que yo, se quedó con el de mi padre y por consiguiente a mí me cayó el del nonno. Me agradó mucho charlar con él, tanto que estaríamos más de media hora poniéndonos al día de todo. Quedamos en volver a charlar la próxima semana para darnos i auguri di buona Pascua.

Lo que hubo ayer también fue tiempo para la venganza del Duque del Parchís, quien con pasmosa facilidad se deshizo de la Reina del Cubilete, que no obstante, domina por tres a uno los enfrentamientos de esta semana.

Después de ver un nuevo episodio de Los Soprano llegó el momento de elegir nuevo libro para su lectura al haber acabado el anterior durante mi visita al podólogo. Al final me he inclinado por El Constructor de Pirámides, de Santiago Morata, y que comienza su novela en el antiguo Egipto allá por el 2.600a.C. Ya llovió desde esa época... y hasta nevó.

Para hoy nieve no tendremos, pero las temperaturas experimentarán un fuerte descenso, además de que según parece, las lluvias serán también protagonistas durante todo el fin de semana.

Me toca irme a primera hora a Oviedo para hacerme la analítica que dictaminará si necesito alguna transfusión de glóbulos rojos y/o plaquetas. A ver si tenemos suerte y libramos. Si no, tampoco pasa nada: más gasolina para el cuerpo. En función de lo que me digan y de cómo me sienta decidiré si finalmente voy a la cena de mi empresa. Me apetece mucho, pero si me encuentro débil y si las defensas siguen sin remontar, lo más aconsejable sería quedarme en casa. Veremos...

Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

jueves, 15 de diciembre de 2011

Génesis Día 167

Diez minutos son los que faltan para que sean la cuatro de la mañana de este jueves quince de diciembre cuando comienzo a escribir el Blog. El rock puro de Jimi Hendrix me sirve para eliminar cualquier atisbo de pereza. No caeré en la manida frase de "aquello sí que era música", pero, ¡qué diantres!; si es la  verdad: ¡aquello sí que era música! Recuerdo en los primeros LPs de vinilo de Queen cómo aparecía reflejado en la carátula de los mismos que todo lo grabado estaba libre de cualquier tipo de sintetizador o arreglo electrónico. Casi como ahora, ¿no?

Anoche se me hicieron las doce y media antes de apagar la luz, dado que después de ver con Mónica el primer capítulo de la cuarta temporada de Los Soprano, estuve leyendo largo rato el libro que os había comentado de Mario Puzo, Omertá, que si nada lo impide, hoy lo ventilaré. Un libro como a mí me gusta: de fácil lectura y ameno. No es de extrañar que sus casi cuatrocientas páginas hayan caído en poco más de una semana.

Puedo decir que con todo, estas tres horas largas que he dormido han sido satisfactorias para mi descanso. Luego, como siempre, cuando acabe el post de hoy y consulte las primeras páginas de algunos periódicos, quizás logre quedarme KO otra hora u hora y media antes de levantarme a desayunar. Esta mañana comienzo con la mínima dosis de corticoides para los días impares; exactamente son 3.75mg que veremos hasta dónde llegan a medida que transcurra el día.

El de ayer por su parte fue bastante tranquilo. A las nueve estaba en Oviedo para la extracción de sangre. Nos fuimos luego mi padre y yo a desayunar como marqueses al Centro Cívico antes de regresar para la Consulta de Radioterapia.

Allí me atendieron muy rápido, a pesar de que mi hora era mucho más tardía. El doctor que lo hizo, el Jefe de Servicio, me comentó un poco lo que ya sabíamos de anteriores visitas: el ganglio parece en mejor estado, aunque es pronto para sacar conclusiones. Hará falta ahora dejar correr el tiempo cuatro incluso cinco semanas antes de comprobar mediante un escáner la efectividad real que han producido estas veintidós sesiones. Existía por supuesto la opción de añadir nuevas sesiones, pero lo han descartado habida cuenta de mi historial de radiación, de mis cifras hematológicas actuales y en definitiva porque quieren guardarse esa bala por si fuera necesario utilizarla más adelante. Hemos fijado vernos dentro de tres meses. Ahora eso parece un mundo, pero antes de que queramos darnos cuenta, el tiempo habrá pasado. Lo mejor de todo es fantasear con cómo estaré en marzo del próximo año. Seguro que como nuevo. No puedo ni quiero imaginarme otra posibilidad.

Llegamos a casa entre una cosa y otra casi a mediodía. Yo me encontraba bastante cansado, así que estuve tirado en el sofá simplemente mirando por el ventanal de mi sofá, sin hacer absolutamente nada. Ni siquiera logré dormir algo. 

A las dos había quedado para comer con unos compañeros del trabajo. En realidad mejor que compañeros habría de decir amigos. Me resultó agradable el caer en la cuenta de que a los tres los fiché yo para sus puestos, y más satisfactorio aún el ver cómo a lo largo de los años que llevan en la empresa, han superado con creces todas mis expectativas a nivel profesional. A nivel personal sobra cualquier elogio porque se quedaría corto. Así que fue una comida de lo más reparadora para mi moral, un tanto maltrecha después de haber recibido la llamada de Oviedo donde me comunicaban los primeros resultados de la analítica.

Por un lado, me siguen bajando tanto las plaquetas como la hemoglobina, mientras que las defensas, a pesar de las inyecciones de factores de crecimiento, apenas experimentan una leve mejoría. Para ponerle la guinda al pastel, parece que mis riñones vuelven a las andadas en cuanto a que la creatinina ha vuelto a dispararse cual prima de riesgo griega. Con estos mimbres, la doctora ha decido no obstante intentar aguantar un poco más, hasta el viernes que estoy citado para otra analítica, antes de plantearnos recurrir a nuevas transfusiones, que podrían se tanto de plaquetas como de glóbulos rojos.

Al volver de la comida conseguí entonces sí dormir la siesta. Después, el té de rigor, mientras trataba de solucionar un problema con el disco duro multimedia con el que vemos nuestras series y películas. Me llevó un par de horas pero al final conseguí lo que buscaba. Cuando no hay prisa y no se ceja en el empeño, casi siempre uno logra sus objetivos. Esto es así con todo.

Cambiando de tema puedo deciros con enorme placer que ayer no perdí al Parchís. Tal vez el motivo fundamental fue que no jugamos... Tras la cena, como os he dicho, estuvimos viendo Los Soprano antes de echarnos.

Para el día de hoy tengo cita a primera hora con el podólogo, que ando -nunca mejor dicho- con las uñas de los pies de nuevo dándome la lata. A partir de ahí día libre que ya iremos llenando, eso seguro. Dependerá mucho del tiempo; seguimos bajo la alerta de fuertes rachas de viento con posibilidad de lluvias que serán más persistentes durante todo el fin de semana. Una pena.

Mientras el considerado por muchos, mejor guitarrista de la historia del rock, sigue sonando por mis auriculares, justo ahora con su insuperable Woodoo Child, me despido de vosotros. Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más".

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Génesis Día 166

Cuando pasan cinco minutos de las tres y media de este miércoles catorce de diciembre, y con música inglesa de los ochenta de fondo, doy comienzo al Blog. En estos momentos me encuentro bien, lo que resulta un alivio habida cuenta de que demuestra que mis crisis puntuales provocadas por la reducción de los corticoides cada vez son más débiles. Aun así, sí es cierto que persisten algunos de los síntomas, aunque en menor medida.

Del día de ayer lo cierto es que no hay demasiado que contar. Por la mañana me pasé casi una hora colgado al teléfono hablando con la tía que tengo viviendo en Grecia. Siempre que me llama tenemos larguísimas conversaciones que me resultan de lo más entretenidas y además, me vienen genial para practicar el italiano. Desde que era niño mantuve siempre con ella una relación muy buena. Recuerdo que para mí era el mayor motivo de alegría saber que mi tía coincidiría con nosotros, aunque sólo fueran unos días, en las ocasiones en las que visitábamos a la familia en Italia. Y si venía con ella mi tío, entonces la fiesta era total. Luego, ya acabando la Universidad, Mónica y yo les visitamos dos veranos consecutivos en Corinto, en pleno canal, que es donde viven en Grecia. Por supuesto me tiene hecho prometer que en cuanto esté repuesto me iré una buena temporada con ellos. Es algo que sin duda haré.

A parte de eso, aproveché para salir con mi padre a dar un paseo. La intención era acercarnos hasta El Muro y comprobar el oleaje, que según decían por la radio, merecía la pena ver. Pero fue del todo imposible asomar la cabeza a la playa apenas unos segundos. Las ráfagas de viento te echaban para atrás y el frío se hacía mucho más patente que en las calles interiores. Así que vimos un poco el panorama y nos refugiamos inmediatamente en la tranquilidad que ofrecían esas otras calles más protegidas. Con todo, fue un buen paseo de casi una hora de duración. No es que esté ni mucho menos al cien por cien, ojalá lo estuviera a un ochenta, pero no llegué a casa excesivamente fatigado.

Después de la comida, de nuevo rendí honores a la tradicional siesta de la que desperté con las pilas parcialmente recargadas. Llevaba todo el día con molestias estomacales y eso me hacía no estar tampoco para muchas historias.

Antes de irme a Oviedo a lo que supuso mi última sesión de radio, intenté resarcirme en vano de mi derrota al Parchís del día anterior. Hoy veremos si a la tercera va la vencida porque el saber perder ya sabéis que no pertenece al elenco de mis escasas virtudes. ¡Es la guerra!

Como os digo, ayer acabé con las sesiones de lámpara y os resultará extraño de entender, pero a la satisfacción de haber acabado con ellas se unía cierta tristeza por tener que despedirme de las enfermeras que me atendieron durante todo este tiempo y que tan bien se han portado. Ahora sólo queda dejar actuar la radio tres o cuatro semanas antes de repetir el escáner y ver cómo ha quedado el tema y si hemos sido capaces de derrotar al pequeño linfoma que se había alojado en mi ganglio derecho de la garganta. La impresión que me da es que así será.

Por la noche, después de la cena, estuvimos viendo el partido de Copa que el Sporting jugaba en Mallorca y donde en un horrible partido por parte de ambos, al menos nos trajimos la victoria -cero a uno- gracias a un excepcional gol conseguido de falta por una de nuestras mayores promesas de la cantera, el internacional Juan Muñiz. Este nombre ahora no os dirá nada, pero esperad un año o dos y os garantizo que por desgracia quizás ya no esté en nuestra plantilla.

Para el día de hoy tengo la agenda cubierta durante la mañana: analítica a primera hora y consulta a media mañana con el Servicio de Radiología para en principio recibir de ellos una especie de alta que certifique el fin del tratamiento.

Vamos por otra parte a ver si como anuncian las previsiones, tenemos un día tranquilo en lo meteorológico y de tarde puedo salir a dar un nuevo paseo. Aunque lo fundamental es que el día sea sobre todo tranquilo en cuanto a que me siga encontrándome bien. No creo que vaya a ser de otro modo habida cuenta de que hoy, como día par que es, toca dosis pico de corticoides. Además, coincide que tendré que poner tanto la inyección de EPO así como la de defensas, así que estaré algo así como Popeye después de tragarse un bote de espinacas. ¡Espinacas! Tengo que recordarle a mi madre que me prepare algunas, que llevo tiempo sin probarlas. Además vienen muy bien de cara a purificar un poco de cara a los excesos que todos cometeremos en las fiestas que tenemos ya ahí a la vuelta de la esquina. Este finde de hecho, comienzan las cenas de empresa, con amigos y con la familia y ya no se para hasta después de Reyes. Después vendrá el momento gimnasio y buenas intenciones con el que iniciamos cada año nuevo.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más".

martes, 13 de diciembre de 2011

Génesis Día 165

A las dos y media de este martes, trece de diciembre, comienzo a escribir las primeras líneas del Blog. La música de los GN'R y su Spaghetti Incident pone el picante a un día que para los supersticiosos causa pavor. Este miedo irracional al martes y trece recibe el sencillo nombre de Trezidavomartiofobia. Como muchos de vosotros ya sabréis, el hecho de que hubiera trece personas en la Última Cena pudo haber influido en la leyenda negra de este número. En cuanto a lo del martes está aún menos claro si cabe, puesto que en realidad en la mayoría de países el día de mala suerte por excelencia es el viernes trece y no el martes.

En fin, dejemos estos temas para los supersticiosos, si bien reconozco que yo también lo era bastante hace años. Recuerdo cuando por ejemplo, en mi época de jugador, siempre arrancaba antes del partido, donde era posible, unas ramitas o hierbecillas que colocaba en el interior de mis espinilleras. Una bobada como otra cualquiera. Luego por lo general, creo que las personas vamos madurando en ese sentido y dejamos la superstición para los que buscan explicaciones o razones a acontecimientos que simplememente suceden. 

Esta madrugada me he despertado sin ningún tipo de molestia, ni siquiera con sueño, en contraste a cómo lo hice ayer. Según mi calendario corticoidal hoy debería tener un día tranquilo hasta por la tarde, cuando comenzaría a revolverme debido a la baja dosis que hoy me corresponde tomar. Hoy es además el último día impar en el que tomaré 7,5mg. A partir del quince bajaré aún más, concretamente a 2,5. En los días pares seguiré con los 60mg durante alguna semana más.

De esto y de otros temas hablamos ayer en la Consulta de Trasplantes. Las cifras hematológicas son las que ya sabíamos desde el viernes, es decir, un tanto bajas, y habrá que esperar a la próxima analítica que haremos este miércoles para ver cómo evolucionan. Y es que lo cierto es que ahora mismo se dan tres factores que pueden estar afectando a estos valores de forma negativa: por un lado la radioterapia, de otra parte el Ganciclovir y finalmente  el propio rechazo injerto huésped.

De momento esta tarde, tendré la última sesión de radio, por lo que eliminaremos uno de los tres. La semana que viene es probable que hagamos los propio con el Ganciclovir, si de una vez por todas logramos acabar con el virus, con lo que lo normal sería que a partir de ahí las cifras volvieran a remontar.

Y es que el citomegalovirus en esta ocasión se está mostrando más resistente al tratamiento que en las anteriores ocasiones en las que se ha había reactivado. No podemos por ello descartar que haya mutado en cierto modo haciéndose parcialmente resistente al Ganciclovir. Esto lo veremos también con la próxima analítica, y si fuera así, habría que recurrir a otros fármacos.

Respecto al rechazo de momento poco más que tomar corticoides podemos hacer para combatir sus efectos. Sin embargo, dado que no es posible estar perpetuamente tomando corticoides, pues con ellos aumenta consideradamente el riesgo de infecciones, y teniendo en cuenta además lo mucho que parece afectarme su ausencia una vez mi cuerpo se ha acostumbrado a ellos, también es probable que probemos con otro tipo de medicación. Porque el rechazo, lo que es durar, siendo crónico, podría durar unos meses o superar los dos o tres años, tiempo durante el cual debería mantener el inmunosupresor. Como siempre os digo, los tiempos de curación -cuando llega a haberla- son del todo variables, pero en general, muy largos. Y esto es algo que a las personas por naturaleza impacientes como yo nos cuesta llevar, aunque por narices tienes que amoldarte si no quieres volverte loco.

Volviendo a mis rutinas diarias, ayer, tras una mañana por el hospital, me pasé una vez más por el fisio para que calmara mis dolores de espalda. Más que un fisio a veces bien parece que ejerce en añadidura de psicólogo cuando me nota un tanto desesperado con la lentitud de todo este proceso. Es un gran tipo y buen amigo sin duda además de un fabuloso profesional.

Tras la comida y una siesta que necesitaba más que el propio comer, salí a dar un pequeño paseo con Mónica. No hacía excesivo frío aunque yo sigo yendo abrigado como si fuera a inspeccionar el Polo Norte. Para hoy sí que se anuncian bajadas importantes en las temperaturas unidas a fuertes vientos y lluvia, lo que ha llevado a decretar la alerta naranja en nuestra región. Se esperan olas de hasta seis metros en la costa, así que lo mismo me acerco hasta la zona de la Escalerona o hacia la opuesta, en la del Bellavista para asistir al espectáculo.

Y para aquellos que lo estabais esperando como agua de mayo, deciros que sí, que ayer hubo de nuevo partida al parchis, y como era de esperar volví a salir derrotado por la Reina del Cubilete. Tal vez hoy, martes y trece, sea un buen día para la revancha. ¿Por qué no?

El día se concluyó con un nuevo episodio Los Soprano y otro de Eureka. Esta noche habrá que dejar las series aparcadas y ver qué hace el Sporting en su partido de Copa, que a partir de las nueve disputará en Mallorca y que será ofrecido por Canal+Liga2. A ver si por una vez y sin que sirva de precedente, somos capaces de pasar siquiera una ronda en el torneo del KO.

Hoy, con la agenda vacía de compromisos hospitalarios, toca aprovechar para hacer otras cosas más satisfactorias. Voy a empezar ahora mismo leyendo los primeros titulares de prensa. Os envío como siempre un fuerte abrazo libre de cualquier atisbo de trezidavomartiofobia. Que paséis un feliz martes y trece... "y mañana más..."

lunes, 12 de diciembre de 2011

Génesis Día 164

A las tres y veinte de la mañana de este lunes doce de diciembre comienzo a escribir el Blog mientras escucho al gran Ray Charles quien con su música, cargada de ritmo y sentimiento, es capaz de hacer que un lunes parezca viernes, aunque bien visto, en mi caso no es que eso tenga mucha importancia. Aun así no hay momento malo para disfrutar de la buena música, sea de este siglo o del pasado.

Me he despertado algo dolorido de la espalda, pero diría que más o menos voy llevando un poquito mejor la disminución de corticoides, salvo por el hecho de que como podéis comprobar, sigo despertando apenas he dormido tres horas. Luego, durante el día, es normal entre esto y el tener la hemoglobina tan baja, que me sienta tan débil. Sé que tengo que esforzarme para no quedarme encerrado en casa, o de hacerlo, moverme algo en la cinta, pero me cuesta -casi podría decir que me deprime- el notarme tan flojo. Pero así es esto como no me he cansado de repetiroslo ni de repetírmelo a mí mismo: una carrera de larga duración donde se suceden los momentos buenos con los menos buenos. Lo que ocurre es que en ocasiones no deja de ser natural el que uno desearía saber cuánto de larga va a ser. 

Ayer fue un día muy bueno, en el que además disfrutamos de un día soleado durante toda la jornada. Fue solo a partir de las once de la noche cuando las anunciadas lluvias hicieron acto de presencia. Lluvias que por lo que se ve, nos acompañarán el resto de la semana.

Pero como os decía fue un día agradable en el que para empezar vibramos con la victoria del Sporting en Vallecas, si bien, no ha servido para sacarnos de los puestos de descenso. Pero eso lo lograremos este sábado cuando desplumemos a los periquitos, nuestro próximo rival.

Subimos a comer a Quintes y allí pude dormir una buena siesta para luego, en compañía de mi padre, que se acercó con mi madre como suelen hacer casi todos los domingos, ver el resto de la jornada futbolera al tiempo que leía los periódicos e interneteaba un poco.

Anoche volvimos a tirar de Los Soprano a la hora de ver la tele. No nos queda ya más que un capítulo para acabar la tercera temporada y la trama se hace cada vez más interesante. Lo mismo me ocurre con el libro Omertá, de Mario Puzo, que me tiene muy enganchado. Es ese tipo de libro que no ganará un premio de literatura, pero que resulta muy entretenido y fácil de leer. Creo que si algún día de verdad me diera por escribir algo, intentaría que fuera ante todo un libro en ese estilo. Y es que a veces los autores no sé si por tratar de demostrar su notable erudismo hacen que casi hagan falta una enciclopedia y un diccionario como herramientas imprescindibles para entender sus obras.

Esta mañana como os anticipé ya en el post de ayer tengo visita a Oviedo, con sesión de radio en primer lugar y posteriormente con la consulta en la Unidad de Trasplantes. Vamos a ver qué tal llevamos lo del virus y si es posible reducir el tratamiento de modo que sea más sencillo el remontar las cifras hematológicas, ahora mismo un tanto disminuidas.

Nada más por este lunes, que seguro que muchos de vosotros os habréis encontrado con un montón de papeles encima de la mesa o con panchos acumulados después de una semana con tanta fiesta de por medio. Os deseo una feliz semana... "y mañana más..."

domingo, 11 de diciembre de 2011

Génesis Día 163

Cuando van a ser las cuatro y cuarto de la mañana de este domingo once de diciembre, doy inicio al Blog al tiempo que escucho el directo que el incombustible Rosendo grabara durante el concierto que ofreció el pasado mes de mayo en el Palau de los Deportes de Barcelona. Para que luego no me acusen de que no escucho música nacional. ¡Claro que escucho! Pero tiene que merecer la pena como es el caso de la que hoy me acompaña.

Hoy se pone fin a esta semana de puentes o para algún afortunado, de acueducto. Los hosteleros, como de costumbre, no están contentos con la ocupación que han tenido en sus establecimientos. ¿Qué esperaban? Para empezar no está la economía para que apenas unos privilegiados pudieran irse diez días de vacaciones. Quien más, quien menos, a todo lo que pudo aspirar fue a pasar fuera de casa tres o cuatro días. Al final lo mismo no es tan mala idea lo de colocar los festivos en lunes. Te vas si quieres de viernes, pasas donde sea el fin de semana y te vuelves el lunes.

Bueno, a lo que vamos: ayer fue un día bastante tranquilo para mí. Después de una noche mejor de lo esperado, me pasé la mañana viendo deportes de invierno por la tele: curling, biathlon, saltos de esquí, esquí nórdico... Ya sólo por el paisaje merece la pena, pero como ya os he comentando en muchas ocasiones tengo la suerte -o la desgracia- de que prácticamente me gustan todos los deportes. Así que en días como el de ayer, cuando a pesar de no encontrarme mal, tampoco es que eso signifique el que me encuentre bien, Eurosport y Teledeporte son mis particulares muletas. 

Y es que sigo sintiendo debilidad en todos mis músculos y una sensación de deplorable desgana para ponerme a hacer cualquier cosa. La picazón y la tos en la garganta, temas menores, tampoco disminuyen, mientras el estómago sigue yendo a su aire, o sea, lo mismo un poco mejor que un poco peor.

Al final no subimos a Quintes sino que preferimos quedarnos en casa, de modo que al acabar de comer, pude echarme una buena siesta tras la que me puse otra vez delante del portátil sin nada especial que hacer con él más que leer de aquí y de allá a la espera de que comenzara la jornada futbolera. En realidad a la cuatro ya tenía fútbol inglés hasta las seis que comenzó el Levante Sevilla. Luego vino el Betis Valencia cuyo resultado final no pudo ser peor para los intereses del Sporting. Parece imposible de creer que el equipo de Emery tirara por la borda un partido ganado en el minuto 91, pero que sólo tres minutos después perdía por dos goles a uno. Que me lo expliquen.

Llegó la hora de la cena y tras esta del plato fuerte del día, el Madrid Barca. Cuando a los treinta segundos marcaba el equipo blanco pocos podían imaginar el desenlace final que tendría el partido, que por cierto, una vez más por juego, no es que fuera gran cosa. La victoria final del Barca abre de nuevo la liga, lo que es bueno para el espectáculo, aunque detrás de ellos se abre ya un abismo sonrojante para una competición que se precia de ser la mejor del mundo. Será para merengues y catalanes. 

A mí lo que en particular me preocupa es que hoy al mediodía el Sporting saque algo positivo en Vallecas. A estas horas muchos autocares se preparan para el viaje que les llevara hasta la capital de España. Por todos ellos, el equipo está obligado a salir a muerte y premiar la fidelidad de una afición que hace suyo el dicho inglés del Nunca Caminarás Solo de los seguidores del Liverpool. Por cierto, ayer tuvimos un primer motivo para la alegría con la victoria del filial que después de siete empates consecutivos, con los tres puntitos de ayer sale del descenso en su grupo de Segunda B. A ver si aprenden los mayores.

Ayer de tarde, después de mucho tiempo, y tengo que reconocer que casi obligado por Mónica, salí a dar un paseo antes de la cena. Nos acercamos hasta el centro y pude así con mis propios ojos corroborar lo que os comentaba en mi último post sobre las críticas positivas que la iluminación navideña de este año estaba cosechando. De lo mejor que alcanzo a recordar. Justo es por tanto reconocer en este caso el acierto del Ayuntamiento que ha demostrado un gusto mucho más cercano al de la mayoría de los gijoneses, que otros años, se mostraban a disgusto con lo que veían colgando por media ciudad.

Hoy, día impar, me toca la dosis mínima de corticoide, así que a ver cómo acabamos el día. Intentaré para empezar retrasar su ingesta con el desayuno para tratar así de prolongar su efecto. Tampoco mucho, que más allá de las nueve no me aguanto en la cama del hambre que tengo.

En fin, que esperando también que el tiempo acompañe, vamos a ver si pasamos un domingo tranquilo, que mañana vuelve la rutina de las visitas al hospital. Concretamente tengo a las nueve la penúltima sesión de radio y a las once la consulta en Trasplantes, donde supongo que fijaremos el día de la semana donde realizaremos la analítica de control, que de momento está en el aire. Lo normal es que la hagamos el miércoles o el jueves. El miércoles podría aprovechar además el viaje, ya que tengo la última consulta con radioterapia a eso de media mañana.

Disfrutad del domingo, un fuerte abrazo para todos... "y mañana más..."