domingo, 4 de diciembre de 2011

Génesis Día 156

Con el nuevo trabajo de Tiziano Ferro sirviéndome de base musical, comienzo este Blog, en este domingo cuatro de diciembre, cuando nos aproximamos a las seis menos cuarto. Ayer nos echamos pasadas la una, y eso, unido a que sigo reduciendo los corticoides, podría ser la causa de que hoy haya dormido un par de horas por encima de la media de las últimas semanas.

Lo que he despertado es con la espalda otra vez tocada. Pero me preocupa más la garganta, que de nuevo la noto más seca y dolorida de lo normal a pesar de todo el agua que llevo bebiendo esta madrugada. La nariz la tengo también un poco congestionada, así que no sé si habré pillado un leve catarro. Veremos durante el día hacia dónde progresa. Con este tiempo tan variable y tanta gente por ahí dándole al pañuelo no sería rara esa posibilidad. Lo bueno es que mañana me toca analítica con lo que pueden tomarme cultivos y descartar así cualquier afección.

Ayer por la mañana la dediqué a darle al ordenador y luego a hacer una serie de compras antes de subir para Quintes donde a mediodía nos aguardaba una señora fabada. Por supuesto cayó de regalo una siesta que me llevó hasta la hora en la que ya tocaba irnos al Molinón para el que se suponía gran partido. Al final resultó un juego de niños para el Madrid, que jugando al ralentí y aprovechándose de nuestros errores, nos endosó un tres cero que bien podía haber sido más rotundo. Nada que no pudiéramos esperarnos, pero que siempre te produce un sentimiento de impotencia viendo la diferencia sideral entre ambos equipos. En fin, ahora habrá que concentrarse en el encuentro de la próxima semana en Vallecas, a las doce del mediodía, donde hay que puntuar sí o sí.

Tras el partido nos fuimos a cenar -que con el estómago lleno las penas son menos penas- con una pareja de amigos. La cosa fue que entre tomar algo antes de sentarnos a la mesa, la propia cena y la posterior sobremesa, hizo que como os comentara llegáramos a casa cerca de la una. Pero es que cuando lo estás pasando bien, arreglando el mundo, el tiempo pasa volando. Cuando pienso en todo lo que hablé menos me extraña tener ahora la garganta como la tengo.

Sobre el día de hoy, lo primero, lo primerísimo, será felicitar a mi tía Toñi por su cumpleaños. Creo que algo tengo por aquí para ella... Nada que no merezca con la cantidad de atenciones que me ha dedicado no ya ahora durante la enfermedad, sino desde siempre. En realidad cuando era niño me pasaba más tiempo en su casa que en la mía. ¡Un millón de felicidades!

Luego tenemos comida en la Villa con otros amigos, en su casa. A ver si tenemos suerte con el tiempo y podemos darnos una vuelta por la zona antes. Aunque ya veremos a qué hora salimos de aquí, porque ahora mismo noto el cuerpo como si hubiera sido yo quien ayer saltó al césped de El Molinón.

Así que por hoy cierro el kiosco, que además sé que muchos de vosotros tendréis vuestras agendas a tope como para que os tenga yo aquí con el sermón del desierto. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

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