sábado, 10 de diciembre de 2011

Génesis Día 162

Son algo más de las tres y veinte de la mañana de este sábado diez de diciembre cuando sentado en la cama, comienzo a escribir el Blog mientras por los auriculares escucho lo mejor de Sade, la dulce y melódica voz de origen nigeriano y que a tantos logró conquistar con sus siempre sugerentes canciones. Nada mejor para comenzar de forma relajada un fin de semana.

Me he despertado y lo primero que he comprobado es que sigo con el estómago revuelto, pero por el resto, me encuentro mejor de lo que me esperaba cuando ayer me fui a la cama con los primeros síntomas en el cuerpo del típico bajón que me viene dando a causa de la tan mencionada bajada de corticoides. No me parece tener fiebre, todo lo más algo de febrícula, y los dolores en general son asumibles. A ver si aguanto así hasta la hora del desayuno, que será cuando vuelva a tomar la dosis pico de 60 mg. Sería señal de que el cuerpo se va acostumbrando poco a poco a la retirada progresiva de los corticoides y que el mono, de gorila va pasando a simpático chimpancé.

Porque lo cierto es que con la tontería, aún no he podido darme el gustazo de salir de noche a darme una vuelta con mi mujer por el centro y ser testigo de la que dicen preciosa iluminación navideña que este año adorna las calles de la ciudad. Y es que por primera vez en muchos años no se ha oído ninguna crítica, sino que todo han sido alabanzas. Cosa rara, porque ya se sabe que para gustos hay colores.

Ayer tuve un día dentro de lo que cabe relajado, si dentro del concepto de la palabra relajado se puede considerar el tener que ir dos veces a Oviedo. Por la mañana me tocaba como sabéis analítica, con lo que el tema fue bastante rápido. Como a primera hora de la tarde debía de nuevo irme al hospital, no subí a Quintes, sino que comí en casa de mis padres. 

En la consulta de radio, de tarde, fue donde conocí los resultados de la analítica. Siendo positivos diremos que no han empeorado, salvo en el caso de las plaquetas, mientras que la hemoglobina ha subido una decimilla y las defensas un poco más, aunque me esperaba mayor crecimiento después de la inyección de Neupogen del miércoles. Hoy me toca poner otra, así que a ver si le damos otro empujón a los neutrófilos.

Estuvimos también hablando de los efectos secundarios que la radio me está produciendo, tales como la picazón y sequedad en la garganta o el que la zona tratada se me haya puesto como cuando te quemas al sol. Todo entra dentro de lo normal y lo más importante es que el ganglio si bien ahí sigue inflamado, no lo parece ya tanto. Además según me han explicado, la radio seguirá haciendo su trabajo hasta un mes después de finalizada la última sesión, que en mi caso será el martes.

Después de volver de Oviedo por segunda vez, estuve hasta la cena la mayor parte del tiempo tumbado en el sofá reposando, ya que como os digo, estos últimos días, supongo que a causa de la bajada de hemoglobina, me siento un tanto cansado. No os podéis imaginar de verdad las ganas que tengo de volver a meterme esas caminatas de hora o hora y media. Eso sí que me produce mono y no los corticoides. 

Anoche cambiamos la que venía siendo nuestra rutina habitual de ponernos a ver una serie después de cenar y optamos por una película. La elegida fue El Discurso del Rey, que muchos de vosotros habréis visto y si no lo habéis hecho os recomiendo que lo hagáis. De veras que es una película que no os defraudará.

Para hoy ya veremos cómo se tercia el día, empezando por el tiempo. Ayer con las últimas horas llegaron las lluvias y por lo que está anunciado, seguiremos con ellas durante todo este fin de semana. Tal vez acabemos por subir a Quintes, pero tampoco es seguro. Me ha hecho mucha gracia el enterarme que mi suegra, preocupada porque recupere peso a mayor velocidad, me ha preparado unos brazos de gitana con esa finalidad. A eso se le llama amor de suegra y lo demás es cuento, ¿no os parece? Bueno, os prometo que en cualquier caso seré comedido, que los triglicéridos -y mi estómago- tampoco están para muchos excesos y menos estando a las puertas como estamos de todas las comilonas propias de estas fechas.

Ahora, cuando ya son algo más de las cuatro os dejo. Voy a leer un poco para ver si cojo de nuevo el sueño, lo que no suele ser fácil una vez me desvelo, pero por intentarlo no pierdo nada, y a fin de cuentas, lo peor que puede pasar es que me tire unas cuantas horas metidito en la cama, bien arropado, hasta que me levante a desayunar y tomar toda la medicación sobre las ocho.

¡Ah!, por supuesto que esta noche no habrá que perderse el partido del siglo, milenio o como quieran llamarlo los periodistas, que llevan mortificándonos con el mismo desde hace por lo menos quince días. ¿Un pronóstico? Mañana ganamos en Vallecas... Porque de verdad que lo que hoy suceda en el Bernabeú me la trae al pairo. Pero si os empeñáis en que me moje, parece más que evidente que los merengues se presentan favoritos y que incluso un empate sería un buen resultado para sus intereses, así que en mi porra particular me inclino por un dos a cero para los de casa, liga sentenciada y a ver si de este modo nos prestan un poco más de atención al resto.

Un fuerte abrazo, muy buen finde... "y mañana más..."

1 comentario:

  1. Filippo, qué más da quién gane el Clásico... lo importante es que gane el Sporting. Aprovecho para recomendarte un libro que no puedes perderte: Nacidos para correr, de Christopher McDoughall. Jamás se escribirá un libro tan apasionante sobre correr, sobre nosotros como corredores. Échale una ojeada al blog del autor: http://www.chrismcdougall.com/blog/
    Y recuerda que somos corredores de fondo... Un abrazo.

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