lunes, 28 de febrero de 2011

Día CXXXII

Son las cuatro y cuarto de la tarde de este lunes veintiocho de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Un día un poco especial, pues en él se conjugan principio y fin, no en vano es el primer día de la semana y el último del mes. Mañana comienza marzo, un mes que particularmente siempre me ha resultado simpático. Los días crecen de forma más evidente, oscurece más tarde, y encima con el último fin de semana nos llega el cambio de hora, ese al que solemos acostumbrarnos con mayor facilidad, y que por lo general, agrada más que el cambio al lúgubre horario de invierno.

Pero no nos anticipemos tanto. Hoy como digo es veintiocho, y mañana sería veintinueve si no fuera porque 2011 no es un año bisiesto, como sí lo será el que viene. Recuerdo el mito que siempre circulaba en torno a los nacidos en ese día: que si no podían celebrar su cumpleaños nada más que cada cuatro años, que si era gente con frecuencia un tanto rara… En realidad los nacidos un veintinueve de febrero pueden celebrar su cumpleaños tanto el veintiocho de febrero como el uno de marzo. ¿O por qué no los dos días?

En toda la Historia ha habido personalidades que han nacido en esa fecha e incluso se han producido acontecimientos de cierta relevancia coincidiendo con un veintinueve de febrero. De entre los primeros casos me quedaría con Giocahino Rossini, nacido en ese día extraordinario de 1792. Famoso compositor de ópera pasó quizás a formar parte de los grandes gracias a El Barbero de Sevilla, que no obstante como curiosidad, en sus primeras representaciones no es que cosechara un éxito demasiado notable, más bien al contrario. Fue Verdi y otros compañeros del gremio quienes con sus alabanzas a la obra de Rossini lograron que fuese aclamada con el reconocimiento que se merecía.

Y de entre los acontecimientos me quedo con el que se celebró justo el veintinueve de febrero del 2008 y que en este año 2011, se celebra tal día como hoy, pues con independencia de bisiestos o no bisiestos, coincide siempre con el último día del mes de febrero: el Día Mundial de las Enfermedades Raras. En la actualidad se calcula que existen entre 5.000 y 8.000 enfermedades raras, que afectan a unos 250 millones de personas en todo el mundo. Como es fácil de entender a la complejidad para dar con un diagnóstico acertado se une la dificultad de su tratamiento por la carencia de medicamentos eficaces al no invertirse los recursos económicos necesarios para su investigación por el pequeño porcentaje que representan frente a otras enfermedades más comunes. Cierto es que son un pequeño porcentaje, pero porcentaje a fin de cuentas, y como tal merecen los mismos derechos. Lamentablemente no es así y por ello hoy es un día tan importante para sus reivindicaciones. El popular jugador de fútbol, Andrés Iniesta, ha prestado su imagen para el cartel promocional de la FEDER (Federación de Enfermedades Raras) de este año. Todo un detalle por parte del campeón mundialista. ¡Ojalá con este tipo de enfermedades y con otras pudiéramos también levantar la copa de campeones del mundo en curaciones! Seguro que no tendría tanta repercusión en los medios, pero sin duda sería la copa más valiosa del mundo para millones de personas que ahora mismo padecen alguna enfermedad grave.

Por mí parte comentaros que esta mañana he estado por el hospital y todo ha ido perfecto, mejor que perfecto, puesto que hemos salido mucho más temprano de lo habitual y sin ninguna incidencia. Los valores hematológicos siguen estables, con una pequeña mejoría general que ya veremos el miércoles si se mantiene.

He aprovechado para comentar unos ligeros dolores de cabeza mezclados con algo de hormigueo que últimamente sufro por la noche. En principio no le han dado importancia aunque como siempre lo vigilaremos por si fuera a más y hubiera que realizar alguna prueba adicional.

Y nada más por hoy. Me encuentro como siempre con muchas ganas de afrontar una semana más en el tratamiento, que si todo va bien, significará estar una semana más cerca del objetivo. Para esta noche quienes dispongáis de parabólica o una buena conexión de Internet, no dejéis de ver el Milan-Napoli. Si gana el Nápoles en parte me compensará el triste empate del sábado del Sporting, a la espera de ver qué hacen mañana los de Preciado en su partido frente al Sevilla. Hay que aprovechar que hoy los andaluces están de celebración con su Día de Andalucía. Y ya sabemos cómo se las gastan los andaluces cuando se trata de celebraciones. La sangre cordobesa que hay en mí es la prueba más clara de lo que digo.

Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

domingo, 27 de febrero de 2011

Día CXXXI

Son las diez y cuarto de la mañana de este domingo veintisiete de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. La voz de Andrea Bocelli me acompaña en estos primeros compases de un domingo en el que el tiempo ha estado bastante revuelto durante toda la noche. La temperatura ha bajado tal y como señalaban los pronósticos por lo que habrá que abrigarse si finalmente salimos a dar un paseo, algo que en estos momentos parece bastante improbable.

Ayer ya no pudimos salir a caminar puesto que durante toda la mañana no paró de chispear de forma continua. Subimos de todos modos a Quintes a comer y por allí estuvimos hasta que llegó la hora de bajar para ver el partido del Sporting. Diría que lo mejor del encuentro fueron las palomitas que comí con mi padre, porque en realidad quitando la segunda parte, apenas hubo buen juego. No fue raro por ello que teniendo en cuenta la nulidad de nuestros atacantes el partido finalizara con un empate a cero que no sirve a mucho, pero que en cualquier caso, es un punto que suma y evita sobre todo que el rival, el Zaragoza, nos superara en la clasificación de haber salido de El Molinón con los tres puntos.

Yo diría que en realidad lo mejor del día vino con la cena. Tenía ganas desde hacía tiempo de darle salida a un paquete de tagliatelle al tartufo nero y anoche pensé que era una buena ocasión para ello. Así que acompañado con un delicioso sofrito de setas y ajos le tagliatelle cumplieron con nota su propósito.

Tengo que reconocer por otra parte, aunque a alguno le resulte difícil de creer, que en ocasiones tanto fútbol en la tele, incluso a mí que soy un fanático del deporte, me satura. Además como ya os he comentado en alguna ocasión, lo que hagan los grandes de la liga española realmente me trae sin cuidado. No es de extrañar por tanto que anoche después de la cena prefiriéramos ver una película antes que ver lo que hacía el Barcelona en la segunda parte o después, el partido del Madrid en Riazor. La película, El Americano, la última protagonizada por George Clooney, no es que fuera gran cosa. Bastante lenta para mi gusto y muy centrada para el lucimiento del propio actor. Aun así me hizo gracia porque toda la acción se centraba en Italia, concretamente en un pequeño pueblo de la zona de Abruzzo, en el centro del país.

Y para hoy nada fuera de lo normal: descansar todo lo posible que mañana empieza una nueva semana con citas obligadas en el hospital el lunes, miércoles y viernes. Trataremos de llevarlo como siempre lo mejor posible.

Disfrutad de lo que queda de fin de semana. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

sábado, 26 de febrero de 2011

Día CXXX

No son las diez de la mañana aún cuando comienzo a escribir el Blog en este sábado veintiséis de febrero. El día ha amanecido plagado de nubes, con una temperatura que en estos momentos no supera los trece grados e incluso está amenazando con querer chispear. Teníamos pensado salir a dar un paseo antes de comer pero ya veremos en qué queda si el tiempo no mejora un poco.

Empezamos de este modo el último fin de semana del mes de febrero. Para marzo sólo pido que sea tan bueno como lo ha sido febrero, y si pudiera ser, que tuviéramos ya algunos resultados más concluyentes sobre el tratamiento. Porque en nada se nos echa encima la primavera y en mi cabeza, aunque siempre digo que no me planteo fechas, está el deseo de poder abordar el trasplante antes del verano. Lo que ocurre es que siendo honestos y realistas, eso ahora mismo es elucubrar por elucubrar, puesto que no tenemos fundamentos sólidos para pensar que pudiera ser así.

Hoy sábado me toca poner la inyección de EPO. Como sabéis antes la ponía los jueves, una vez por semana. Sin embargo, dado que mis niveles de hemoglobina habían subido bastante, hemos optado por bajar la dosis primero, y después, por espaciar éstas cada diez días. Quizás ese haya sido en parte el motivo por el que la hemoglobina me haya bajado esta semana. De todos modos sigue en unos valores que ojalá mostraran el resto de parámetros sanguíneos, en especial las plaquetas.

Para la tarde espero que el Sporting nos regale una victoria que sirva para que podamos afrontar con relativa tranquilidad el partido del martes frete al Sevilla. Así que hoy a las seis cita obligada con el televisor, y con palomitas de por medio, un vicio al que últimamente me estoy entregando cada vez que veo un partido del Sporting. ¡Mira que llevaba tiempo sin comerlas! Yo creo que desde la última vez que fui al cine, y quizás incluso antes. Recuerdo de pequeño cuando mis padres me las compraba en el Rastro a granel, y luego las hacíamos en casa en la sartén. ¡Cómo restallaba aquella sartén al explotar las palomitas dentro! Ahora con las de microondas es todo mucho más fácil, aunque tengo que reconocer que sigo disfrutando igual que aquel niño oyéndolas primero reventar dentro de la bolsa, y después por supuesto devorándolas.

Y nada más por este sábado. Aprovechad el día que luego se pasa volando. ¡Ah!, y aprovechad también para ir a ciento veinte por la autopista ahora que todavía podéis. Lo siento, pero no he podido evitar hacer mención a una medida tan fantástica –en el sentido ilusorio de la palabra-. Me parece a mí que el único feliz con todo esto es el fabricante de las pegatinas con las que se colocarán los nuevos límites en las señales dispuestas por todas las carreteras de la red nacional. Un cuarto de millón de euros en pegatinas no se facturan todos los días, supongo.

Bueno, pues eso, que con algo de música folk de fondo –los Mumford and Sons- y con las primeras gotas cayendo afuera, me despido. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

viernes, 25 de febrero de 2011

Día CXXIX

Son poco más de las seis de la tarde de este jueves veinticinco de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de entrar por la puerta después de volver de Quintes donde hemos comido tras pasar toda la mañana primero en el hospital.

No me extenderé demasiado porque tampoco son horas para ello. Normalmente me siento más ágil mentalmente para escribir por las mañanas o después de una buena siesta; la cabeza está más lúcida e incluso diría que las ideas que salen de ésta son capaces de transmitir mayor optimismo fruto de esa frescura.

Hoy hemos tenido noticias de la ecografía realizada el lunes. Según ésta por lo que se ve el bazo continúa hinchando; es lo que los médicos definen como una esplenomegalia. Tampoco era de esperar algo distinto puesto que este tratamiento no es tan efectivo en ese sentido como puede serlo la quimio. Digamos que necesita de su tiempo. Como ya os he comentado la prueba definitiva la tendremos con la biopsia para la cual todavía habrán de transcurrir algunas semanas.

Lo que parece que está superado es el virus. De nuevo la serología ha arrojado un resultado negativo, lo que en este caso sin embargo es positivo. Curioso cómo a veces complican las cosas para que lo que es negativo parezca positivo y a la inversa. Con lo fácil que sería tener siempre el mismo criterio. Pero bueno, lo dicho: el virus ni está ni se le espera –por parafrasear una cita tan socorrida esta semana-.

Por lo que se refiere al hemograma no hay excesivas variaciones. Las defensas han bajado otro poquito, lo mismo que la hemoglobina. Por el contrario, las plaquetas han subido ligerísimamente, de modo que como se suele decir, lo comido por lo servido.

Para el fin de semana toca descansar e intentar aprovechar el buen tiempo que según los pronósticos todavía podremos disfrutar durante el día de mañana. Para el domingo volverán las nubes y probablemente las lluvias. Por supuesto no habrá que dejar de estar atentos a la cita que mañana tendrá nuestro Sporting en casa frente al Zaragoza, y en el que sin ánimo de poder parecer exagerado, diría que se juega media liga. Por cierto, que hablando de fútbol, no voy a negar que ayer me resultó muy dolorosa la eliminación de mi Nápoles en la Europa League, otrora UEFA. Pero bueno, sigue segundo en el Scudetto. No puedo ni imaginarme lo que sería que al final se llevara la Liga -este lunes juega contra el Milan, primero- y que el Sporting lograra la permanencia. Recuerdo bien que el famoso año del descenso del Sporting coincidió también con el descenso del Nápoles. ¡Vaya desastre! Lo que pasa es que al Nápoles le costó mucho menos volver a la élite, y eso que pasó por lo que aquí sería la Segunda B. Y ahí lo tenemos ahora: en Europa –bueno, hasta ayer- y peleando por la Liga. ¿Veremos así alguna vez al Sporting? No me resisto a soñar con ello.

Bueno, que dije que no me iba a enrollar. Tengo además puesta un infusión que ahora mismo voy a degustar mientras escucho un poco de música. ¿Que qué toca hoy? Algo muy especial: Vanessa Mae, una violinista que ha dotado a la música clásica de la modernidad del pop, el jazz e incluso la música electrónica. Escuchar de esta forma el Verano de Vivaldi es una experiencia doblemente placentera. Os invito a que busquéis alguna de sus interpretaciones en Youtube. Un fuerte abrazo, feliz fin de semana… ”y mañana más”.

jueves, 24 de febrero de 2011

Día CXXVIII

Son las diez y diez de este jueves veinticuatro de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Una hora perfecta para lo que se plantea como un día diez, con buen tiempo, sin visita al hospital de por medio, y por tanto con toda la jornada por delante para poder disfrutar de ella como mejor nos plazca. Hoy he recurrido a Supertramp y su Retrospectacle (la antología de sus éxitos) para me sirva de acompañamiento mientras pienso qué contaros.

Lo primero, que esta noche lo cierto es que no he dormido demasiado bien ya que he despertado unas cuantas veces. Llevo así ya unas cuantas noches. Puede que sea la medicación o quizás sea también que últimamente estoy cenando más de la cuenta, y por ejemplo, ayer, siendo como era el cumpleaños de mi suegra, como es lógico cayó una buena cena acompañada de unos trozos de tartas. Sí, he dicho tartas: en plural.

De todos modos hoy a las ocho de la mañana ya estaba despierto aunque no me levanté hasta las nueve puesto que hasta esa hora tenía establecido por mi mujer “toque de queda”. Para un día que se coge de descanso, es lógico que su primer objetivo sea ese: descansar. Así que prohibido moverse hasta que no se acabe el toque de queda.

Luego ya pude proceder a un buen desayuno; para empezar miel con limón para cuidar la garganta y luego el resto: un plátano, un trozo de tarta de almendra casera, un yogurt, unas galletas integrales y un buen tazón de leche con cereales y muesli. No sé, probablemente me esté dejando algo. ¡Ah, sí!, una rebanada de pan tostado con membrillo.

Con semejante desayuno no es de extrañar que lo que más me esté apeteciendo ahora es que suba un poco más la temperatura para irnos a dar un buen paseo. Tampoco forzaré demasiado porque acabo de comprobar que tengo un par de decimillas más de temperatura de lo que suele ser habitual para estas horas. Los controles de temperatura es algo que mantengo a rajatabla. Para eso como para otras cosas soy muy estricto; cuadriculado dice mi mujer.

En nuestra sección de noticias curiosas, y para hacer más cierto que nunca aquello de que hay gente pa todo, he dado por casualidad con una historia en la que su protagonista, una joven británica llamada Kelly Coxhead, recibió de su novio -con el que lleva ya diez años de relación-, la condición para aceptar casarse con ella de que la chica debería conseguir nada menos que un millón de amigos en Facebook. Ella, tan enamorada como está, no se ha echado ni mucho menos atrás ante tan extraordinario desafío, y ha creado el grupo a tal efecto. De momento lleva poco más de cincuenta y cinco mil “amigos” que se han unido a su causa. Problema: hay fecha límite, el próximo 11 de noviembre. ¿Lo logrará?

Bueno, por este jueves nada más. Ya estamos a mitad de semana con el finde casi casi llamando a las puertas. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Día CXXVII

Son las cuatro en punto de este miércoles veintitrés de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Del anticiclón que hablábamos ayer no hemos tenido noticias, salvo por un amago a media mañana donde parecía que el sol quiso tomar algo de protagonismo. Pero fue sólo eso: un amago. El resto del día lo llevamos con nubes aunque al menos no ha llovido. Veremos si ese día espléndido que se anunciaba para mañana no se queda en otro pronóstico fallido.

Como no puede ser de otra forma, este blog tengo necesariamente que iniciarlo haciendo referencia a una fecha tan importante como la que es hoy: 23-F…, el cumpleaños de mi suegra. ¡Ah!, ¿acaso pensabais que os iba a dar la coña con el dichoso golpe, es decir, dichoso fallido golpe de Estado? ¡Por Dios!, ¡que ya hemos tenido bastante! Y ahora resulta que me he enterado de que hasta van a estrenar una película sobre el tema. En fin, dejémoslo ahí. La suerte que tengo es que gracias a tanta sobredosis de 23-F cada año, es imposible que me olvide del cumpleaños de mi suegra. Porque uno podría incluso olvidarse del cumpleaños de una madre –peores cosas nos ha perdonado a todos en la vida- pero nunca del de una suegra. Y menos aún cuando todavía puede seguir sumando velas. Porque, ¿cuándo una mujer deja de sumar velas a su tarta? ¿Es a los cuarenta?, ¿a los cuarenta y cinco? No hay problema entonces, así que ¡muchas felicidades!

Por lo demás como sabéis esta mañana he tenido otra sesión del tratamiento que ha transcurrido con absoluta normalidad, salvo por el mínimo contratiempo de que hemos debido tomar otra vía puesto que la que teníamos del lunes parecía no ir del todo bien. Un pinchazo más, pero tampoco eso es noticia. Lo que no tenemos aún son los detalles sobre la ecografía ni el resultado del análisis de serología practicados el lunes. Del hemograma de hoy, por resumir, podemos decir que sigo en situación aparentemente estable: han bajado un poco las plaquetas y la hemoglobina, pero por otro lado han subido las defensas. Lo mejor como siempre es que sigo completamente asintomático lo que me da mucha tranquilidad tanto a mí como a los que me rodean. Ahora hasta el viernes toca olvidarse del hospital y tratar de disfrutar del día y medio de descanso que tengo por delante. Un poco de música para empezar puede servir a tal fin: ¿qué tal The Police? Suena perfecto: So lonely, so lonely, so lonely…

Ayer di por casualidad, en mi búsqueda de películas para llevarme al hospital, con una web en la que miles, decenas de miles de internautas, habían votado las mejores trilogías de la historia del cine. Bueno, en realidad entendían por trilogía cualquier saga compuesta por tres o más largometrajes. No creo que a estas alturas de la película –nunca mejor dicho- alguien se vaya a sorprender si confieso que para mí la mejor trilogía de la historia es El Padrino. Sin embargo los usuarios de esa web no opinaban lo mismo y consideraron que tal honor correspondía a El Señor de los Anillos. En segundo lugar situaban a las tres primeras entregas de la saga de Stars Wars, algo que puedo compartir, pero casi me entraron sarpullidos al ver que en tercera posición colocaban Regreso al Futuro. No sé si me dolió más eso o ver que El Padrino únicamente aparecía en quinta posición, justo por detrás de los juguetes más famosos del mundo, los protagonistas de Toy Story. Está claro que para gustos hay colores. Hablando de gusto, otro día os hablaré si acaso de mis impresiones del libro que estoy leyendo y que ya os había citado en otra ocasión, El Cementerio de Praga. Simplemente deciros que por momentos me parece estar leyendo un recetario de Arguiñano. Ya os explicaré el motivo, pero antes prefiero acabarlo para tener una visión más global. Quizás toda esta cultura gastronómica que estoy adquiriendo al leerlo tenga un sentido que haga que al final resulte magnífica la obra de Umberto Eco.

Bueno, por hoy ya ha sido suficiente. Me despido mientras de reojo miro por la ventana por si veo aparecer un anticiclón o algo que se le parezca. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

martes, 22 de febrero de 2011

Día CXXVI

Son las cuatro y media pasadas de este martes veintidós de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Seguimos al igual que ayer con un tiempo bastante desapacible y lluvioso aunque todo debería cambiar según las previsiones gracias a un anticiclón que mañana comenzará a dejarse caer por estos lares, aunque su efecto será más notable el jueves.

El día está transcurriendo con tranquilidad, sin nada relevante que contaros. Es lo que tienen estos días sin visita de por medio al hospital. He aprovechado la mañana para hacer un poco de ejercicio en la cinta mientras veía uno de esos documentales sobre animales que tanto me gustan. El de hoy iba concretamente sobre la vida de los canguros, unos bichos que creo que en la mayoría de las personas despierta profunda simpatía. El dato que más poderosamente me llamó la atención fue la población que existe de estos animales: se habla de unos cincuenta millones –algunas cifras los sitúan en sesenta-, es decir, que en Australia prácticamente hay tres canguros por cada persona. Con semejante superpoblación no es de extrañar que en ocasiones surjan los habituales conflictos entre personas y animales.

Cambiando de tema, el otro día –y no sé ni yo mismo por qué narices se me ha venido esto a la cabeza- leí un artículo de esos que únicamente lees, uno, si estás verdaderamente aburrido, dos, si eres un raro al que le gustan esos temas en particular, o tres, si te encuentras sentado en el baño. Dejando al lector con la intriga sobre en qué supuesto me hallo o hallaba, vamos a lo que iba: el artículo trataba sobre que se habría añadido un nuevo signo zodiacal a los doce que conocemos. Su nombre, Ofiuco. ¿Cómo podía ser esto posible? Sería algo así como si de repente quisieran colarnos otro mes en el año; si al menos fuera de vacaciones... Pero en realidad no es así, porque según se podía leer en el artículo fue en el año 1440 cuando el papa Gregoriano –¡con la Iglesia hemos topado!- cambió de calendario lunar a solar y estableció doce signos y doce apóstoles, ya que hasta la fecha, habían sido precisamente trece los signos del zodiaco, incluyendo al luego desterrado Ofiuco. Si dividimos los 365 días del año entre los 28 días de cada ciclo lunar está clara la cuenta. Así que la moraleja a todo este cuento chino (¿o tal vez no?) que os he contado es que a quienes os dé por leer el horóscopo cada día –conozco gente que lo hace- que sepáis que puede que estéis leyendo el que no os corresponde.

Volviendo a poner los pies en la tierra y dejando los astros en su sitio, mañana toca tratamiento. Tengo especial interés por ver si mis defensas han resistido en número o si por el contrario han descendido aún más. Probablemente tengamos además los resultados de la ecografía lo que podría darnos algún dato sobre el estado de la enfermedad. Pienso sinceramente que debería estar al menos controlada a tenor de la ausencia de síntomas durante estos últimos meses. Pero también sé que eso no es suficiente. Necesitamos eliminarla para que de este modo podamos dar el paso definitivo hacia la curación que no es otro que el del trasplante alogénico.

Hablando del trasplante, hoy me he enterado que el próximo mes participará en un Chat del diario El Comercio, Juan Carlos Vallejo, Jefe de Sección del Servicio de Hematología y Director del Programa de Trasplante Hematopoyético de Asturias. Tuve la oportunidad de conocerlo en persona durante mi estancia en el HUCA con motivo de mi trasplante, y sólo puedo tener palabras de agradecimiento y reconocimiento por su trato y profesionalidad, así como constatar el gran equipo que existe en Asturias para este tipo de tratamiento, donde hace no mucho apenas éramos nadie a nivel nacional y donde ahora mismo, podemos decir que somos incluso pioneros en algunos casos. Me alegra además el que los medios se hagan eco de personalidades que de verdad aportan algo a la sociedad y que por una vez no recurran al famoseo para satisfacer el supuesto interés general.

En fin, que nada más por hoy. Me despido mientras saboreo un té –al limón, como a mí me gusta- al tiempo que escucho a Spandau Ballet. En el fondo sigo anclado en los ochenta; lo sé: no tengo remedio. Un fuerte abrazo … ”y mañana más”.

lunes, 21 de febrero de 2011

Día CXXV

Faltan diez minutos para que sean las cuatro de este lunes veintiuno de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. He pasado toda la mañana en el hospital y ahora siento que necesito una buena dosis de música que me trasmita buenas vibraciones. Así que por una vez dejaré a un lado mi colección del baúl de los recuerdos y voy a pinchar algo más actual: Black Eyed Peas. Comienzo con su The Time, una canción que incluye un reconocidísimo sample del que fuera tema central de la película Dirty Dancing. ¡Ay si Patrick Swayze levantara la cabeza! Seguramente le pasaría lo mismo que a mí cuando miro las listas de grandes éxitos y no conozco ni al ochenta por ciento de los que aparecen en las primeras posiciones, y al otro veinte, desearía no conocerlo.

Ayer tal y como os había adelantado repetí paseo por El Rinconín antes de subir a Quintes a comer a casa de mis suegros. Cincuenta minutos caminando bordeando el mar y respirando el aire puro del Cantábrico es la mejor medicina. Eso, y unos buenos culines de sidra natural para acompañar la comida. Bueno, tampoco fueron tantos: dos, tal vez tres.

Volviendo al presente, hoy como sabéis tenía la ecografía a primera hora. Los resultados supongo que los conoceré el próximo miércoles cuando me toque volver al hospital. A ver si para entonces tenemos también el resultado del análisis de serología que también me han realizado hoy. Sería muy raro que el virus se hubiera reactivado de nuevo, pero aun así si ello sucediera lo sabríamos casi de inmediato puesto que todos los lunes repetiremos las pruebas.

Por lo que se refiere al hemograma hay buenas noticias y previsibles noticias. Las previsibles noticias son que las defensas han pagado con su tierna vida el salir al descubierto con tanta alegría estando el medicamento de por medio y al acecho. Así que con la misma facilidad con la que la semana pasada se habían multiplicado, en apenas un fin de semana han vuelto a verse diezmadas. Aun así las pocas que quedan seguro que aguantarán lo que les echen. Las buenas noticias es que tanto las plaquetas como la hemoglobina siguen con su crecimiento, como siempre más tímido en el caso las primeras. En relación a la hemoglobina, dado que ha alcanzado los catorce puntos –dentro del intervalo normal de cualquier persona sana- vamos a reducir la dosis de EPO, de forma que en lugar de inyectarme una vez a la semana, pasaré a hacerlo una vez cada diez días. Que no es cuestión de que ahora me pase por exceso.

Da inicio así una nueva semana, la última completa del mes de febrero, en la que seguramente la actualidad periodística a nivel nacional girará entorno al recuerdo del 23F. Quizás así se pasen por alto otros acontecimientos no menos importantes y que hace años tiñeron con sangre días como los que ahora estamos viviendo. Fue así también un veintiuno de febrero, concretamente de 1965, cuando en Nueva York caía asesinado mientras pronunciaba un discurso uno de los afroestadounidenses más influyente que jamás haya dado la historia: Malcom X. Tenía 39 años. Para unos fue el más firme defensor de los derechos de la comunidad negra; para otros no fue sino un alborotador que incitaba a la violencia y al odio entre razas. Condenado a prisión por su relaciones con el hampa, se convirtió al Islam durante su estancia entre rejas, abandonando la organización de la Nación del Islam de la que llegó a ser jefe. Un año después fue asesinado. Antes tuvo tiempo de viajar a la Meca y fundar su propia organización religiosa.

Bueno, basta de escribir, que tengo que moverme un poco aunque sea en la cinta. Tantas horas tirado en una cama me deja un anquilosado. Primero eso sí una buena infusión. Un fuerte abrazo, que tengáis una buena semana… ”y mañana más”.

domingo, 20 de febrero de 2011

Día CXXIV

Son las diez menos cuarto de este domingo veinte de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. El día ha amanecido con grandes claros, así que puede que repitamos el paseo matutino que ayer disfrutamos mi mujer y yo por la zona del Rinconín. En concreto dejamos el coche en el parking de lo que era el Rocamar, y desde ahí comenzamos a caminar en dirección a la Madre del Emigrante, sin duda uno de los monumentos más representativos de toda la ciudad. En realidad fue la primera escultura de arte moderno podemos decir, que fue instalada en Gijón y en su época, allá por 1970, como sabéis creó un gran revuelo entre los habitantes de la villa.

Lo del arte en Gijón daría para un blog entero. En su afán por diferenciarse de la capital aquí se ha optado por un estilo modernista, distinto, que tal vez no acabe de gustar a los más clásicos. Aunque por supuesto hay obras y obras. Sigo sin comprender muy bien por ejemplo el sentido de El Imanón, en el mismo parque del Rinconín, mientras que me encantan Las Cadenonas situadas un poco más adelante justo al comenzar la senda que lleva a la Ñora. Habréis observado que me refiero a esos monumentos con el nombre con el que los gijoneses los han bautizado, y no con el que recibieron de sus autores, mucho más metafóricos y fáciles de olvidar. Aquí ya sabéis que todo es grande: El Molinón, La Iglesiona, La Muyerona… Pero a lo que iba, yo soy más de gustos clásicos, casi renacentistas, pero supongo que todo se debe a que no soy capaz de entender nada que se escape más allá de mis primeras percepciones visuales.

Después del paseo subimos a Quintes a comer, donde nos esperaba un contundente pote asturiano. Y es que hay que seguir cogiendo fuerzas. Hoy después de la ducha he comprobado en la báscula que por fin he recuperado mi peso ideal: los setenta y cinco kilos. A partir de ahora habrá que tener cuidado de no caer tampoco en el sobrepeso.

Ayer por la tarde nuestro Sporting logró un más que meritorio empate frente a un Valencia, que todo hay que decirlo, me defraudó enormemente por su escasa capacidad para general peligro ante la bien plantada defensa gijonesa. Mejor así. Con este punto y el sumado la semana pasada frente al Barcelona el Sporting gana sobre todo en autoestima de cara al partido importantísimo que este próximo sábado disputará en El Molinón frente al Zaragoza.

Mañana como ya os he comentado me toca volver por el hospital. Antes de la analítica tendré que pasar por radiología para que me hagan una ecografía. A ver si me da tiempo a todo y no me da por ahí la hora de la merienda, que antes de las tres nunca me voy. Luego me pasa lo que me pasa, que con las prisas a veces me olvido de hacer las cosas bien y el viernes por ejemplo, al quitar la vía, no apreté el tiempo suficiente con lo que se me formó un moratón de considerable tamaño. Nada que no se solucione con un poco de agua de Burow y Trombocid, pero que podría haber evitado apretando algunos minutos más antes de echar a correr.

Bueno, como es domingo no os doy más la lata. Yo ahora mismo estoy concentrado con la última de las pruebas de los campeonatos mundiales de esquí: el slalom masculino. Disfrutad del día como pienso hacerlo yo … ”y mañana más”.

sábado, 19 de febrero de 2011

Día CXXIII

Son las once y cuarto de este sábado diecinueve de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. He pasado una buena noche después de haber visto antes de acostarnos una película de lo más sencilla, de esas que no te hacen pensar, El Nuevo Karate Kid, con el hijo de Will Smith como protagonista acompañado de Jackie Chang. Luego todavía estuve leyendo media hora El Cementerio de Praga. Las pesadillas en vida de su personaje, cargado de mil prejuicios y odios, que no logra recordar ni quién es crean un clima de angustia y al mismo tiempo de cierta complicidad hacia un individuo por momentos perverso y amoral, y siempre misógino, antisemita, anticatólico, lo que le ha valido no pocas críticas al autor del libro. Ambientada en el París de finales del XIX e inicios del XX seguro que hará las delicias de quienes conozcan la ciudad francesa como la palma de su mano, tal y como la conoce nuestro capitán Simonini.

Esta mañana como todos los sábados y domingo me ha tocado ración completa de pastillas para desayunar. La verdad es que tomo pastillas como el que toma cereales. Ayer recuerdo que mientras desayunaba esperando a que me dieran una habitación en el Hospital de Día, dos ancianas allí sentadas conmigo, me miraban con cierta envidia. Primero pensé que era por el pedazo desayuno que me llevo siempre conmigo, donde no faltan un trozo de tarta, un plátano, un yogurt y alguna barrita energética, además de un batido de vainilla. Pero luego me di cuenta de que lo que de verdad les llamaba la atención y causaba envidia era mi caja de mis medicinas. ¿Dónde iba a parar en comparación con sus pequeños pastilleros? ¡Aficionadas! ¡Me doblaréis en edad pero yo os doblo o incluso triplico en pastillas!

Hagamos recuento: para empezar tenemos mi protector gástrico, que no sé si en realidad me protege o si se esconde acongojado en una esquina del estómago a sabiendas de lo que luego se le viene encima. Sigo con una pastillita de corticoide a la que acompaño de algo de alimento sólido para después tomarme el antibiótico con algo ya en el estómago. Después viene el ácido fólico para ayudar a la síntesis del hierro, por lo del tema de la anemia. Seguimos con algo más fuerte: el antiviral. Dos pastillas para machacar cualquier bicho que quiera jugármela. Todavía no hemos acabado; rematamos con una pastilla hemostática con el fin de reforzar las paredes de mis venas para evitar hemorragias vistas mis pobres plaquetas y culminamos el menú con un antibacteriano que el mismo nombre describe perfectamente su misión. No está mal, ¿verdad?

Luego para la comida todavía me quedan otras dos novedades: un antifúngico y un medicamento que ayuda a mi riñón a soportar todo la tralla que le estamos metiendo.

En la cena repito ración de antivirales y antibacterianos, además de añadir una pastilla para un feliz descansar.

Estoy pensando así seriamente que cuando llegue el momento futuro en que todos nos alimentaremos a base de pastillas, yo ya estaré más que preparado. Además, se ahorra un montón de tiempo. Ya veis por ejemplo los astronautas. Por cierto, que tal día como hoy en 1986 se lanzó la MIR al espacio. No sabía que MIR significa en ruso paz o mundo. ¡Qué poéticos estos rusos! ¡Y qué eficientes! Porque la estación que inicialmente estaba prevista para que aguantase cinco años al final estuvo sobrevolando nuestras cabezas trece años. Si la hubiesen construido españoles seguro que habría sido al revés. Es broma, por supuesto. Más que nada porque probablemente no habría siquiera despegado. Y si hubieran sido italianos todavía estarían a estas horas buscando el dinero con el que se iba a financiar el proyecto.

El día hoy parece que está un poco inestable. Al levantarme a las ocho estaba completamente nublado, luego despejó pero ahora parece que vuelven a verse nubes en el horizonte. La temperatura no es mala, quince grados, ideal para un paseo. A ritmo del rock de Lef Deppard, que espero sirva de inspiración para que hoy el Sporting saque algo grande en Valencia me despido de vosotros. Un fuerte abrazo … ”y mañana más”.

viernes, 18 de febrero de 2011

Día CXXII

Son las cinco y media de este viernes dieciocho de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de regresar de Quintes donde he comido con mis suegros después de que mi mujer pasara a recogerme por Cabueñes a la finalización del tratamiento. Hoy ha ido todo perfecto, sin ningún problema, y ahora lo que toca es descansar durante este finde para afrontar la próxima semana con la misma energía o más si cabe.

Porque parece increíble pero ya tenemos delante otro fin de semana que nos recibe con los brazos abiertos y al que todos acudimos ansiosos y emocionados como un niño corre hacia su madre aunque únicamente hayan pasado apenas unos minutos sin verla. Bueno, en realidad habrá gente a la que no le gusten los fines de semana; que todo hay como se suele decir en la viña del Señor. El gran locutor radiofónico Carlos Herrera siempre repite una y otra vez que su día favorito es el lunes. No sé, no acabo de creérmelo.

La analítica que esta mañana hemos realizado no ha hecho sino confirmar la progresión que ayer habíamos ya percibido en el número de mis neutrófilos. De este modo de cuatrocientos que tenía el miércoles han subido hasta más de dos mil que presentaba hoy, no muy lejos de unas cifras normales. Igual estaban por ahí todos escondidos y ahora han salido respondiendo a la llamada del tratamiento iniciado ese día, ya que como sabéis, aparte de linfocitos el medicamento se lleva por delante todo tipo de glóbulos blancos. A ver si alguno me resiste, que falta me hará.

En cuanto a las plaquetas mantienen ese ligerísimo ascenso que también llevamos viendo en los últimos análisis. Finalmente la hemoglobina continúa en una cifra más que aceptable superior a los doce puntos y medio.

El planning para la siguiente semana son tres sesiones: lunes, miércoles y viernes a lo que añadiremos el lunes mismo la realización de una ecografía para comprobar el estado de mi hígado y bazo, aunque por la exploración que me realizaron el miércoles en el hospital parecen en principio no estar inflamados, o al menos no tanto como la última vez. La ecografía nos dará más datos. También el lunes aprovechando el análisis de control volveremos a realizar la prueba de serología para seguir vigilando que el virus que me tuvo tres semanas en el dique seco no presente indicios de reapararecer.

Por otra parte, y siguiendo la petición del público -que al final es el que me mantiene escribiendo-, a los que me preguntáis por mis partidas de parchís os diré que ahora hemos instaurado la modalidad de vencedor semanal. Quiere esto decir que jugamos una partida diaria resultando vencedor final el que más victorias consiga durante la semana. Hoy nos tocaría así la quinta partida y con sumo placer os anuncio que de momento llevo la delantera por tres juegos a uno. Quiere esto decir que me sirve con una única victoria más para ser el brillante ganador. Si es que hasta en esto parece que voy mejorando.

Por hoy viernes me despido, que a estas horas ya es un poco tarde. A Innerhofer lo dejamos para mañana, junto con alguna historia de la Filippedia -me ha encantado Lu-. Lo hago mientras escucho a David Bowie, otro de mis cantantes favoritos. Un personaje cuya naturaleza camaleónica le ha acompañado durante las décadas que lleva siendo uno de los más grandes del panorama musical internacional. Sesenta y cuatro años que tiene el bueno -que no abuelo- de David. No está mal. Su triple Álbum, The Platinum Collection resulta imprescindible en cualquier colección de música que se precie. Disfrutad del fin de semana… ”y mañana más”.

jueves, 17 de febrero de 2011

Día CXXI

Son las cuatro y media de este jueves diecisiete de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. El día ha amanecido lluvioso y durante la mañana han caído unos cuantos chaparrones. Para la tarde no parece que vaya a mejorar demasiado el panorama. Habrá que estar atento a las previsiones para el fin de semana.

Empecemos hoy con una pequeña adivinaza: ¿qué tienen que ver Eros Ramazzotti con los fundadores de Roma, que como todos sabéis según la leyenda se dice que fueron Rómulo y Remo? Bueno, hagamos un poco de historia, pero prometo que intentaré ser breve. Y es que desde Caín y Abel, tampoco es demasiado novedoso el que entre hermanos a veces no exista la mejor de las sintonías que serían deseables. Así fue empezó todo en nuestra historia: con un rey, Numitor, destronado y desterrado por su propio hermano Amulio, quien para asegurarse frente a posibles represalias ordenó matar todos sus sobrinos a excepción de la única mujer entre estos: Rea Silvia. Para evitar descendencia obligó a ésta al culto de la diosa Vesta. Sin embargo el dios Marte le jugó una mala pasada a Amulio dejando embarazada a su sobrina Silvia mientras ésta dormía. De ese embarazo nacieron Rómulo y Remo quienes fueron abandonados por su madre en una cesta en el Tíber temerosa que sus vidas hubieran corrido serio peligro de enterarse Amulio. La cesta fue encontrada por una loba quien crió a los dos gemelos amamantándolos hasta que ya mayores fueron recogidos por unos pastores. Más tarde Rómulo y Remo descubrieron su origen y decidieron reponer en el trono a Numitor quien en agradecimiento les entregó a ambos territorios. Cada uno eligió donde fundar su ciudad pero una disputa entre ambos provocó que Rómulo amenazara a su hermano con matarle a él o a cualquiera que se atreviera a cruzar el límite de sus territorios. Remo no hizo caso de sus advertencias y Rómulo sin vacilar acabó con su vida. Arrepentido, decidió enterrar a su hermano en la cima del monte Palatino y comenzó su era como único rey de Roma.

¿Y a qué viene todo esto? Bueno, en realidad me lo podía haber ahorrado perfectamente, porque aunque hoy se celebra la onomástica de San Rómulo, como podéis imaginaros perfectamente aquel Rómulo que matara a su hermano, de santo tenía más bien poco. Lo curioso es que nuestro Santo Rómulo, quien llegara a ser Obispo de Génova, murió en la ciudad de Matuta, conocida en nuestros días como Sanremo.

Llegados a este punto, cualquiera podrá ya llegar muy fácil a la solución de la adivinanza: Eros Ramazzotti ganó el festival de Sanremo -que por cierto se celebra en estos días y por eso me acordado de todo esto- en 1986. El festival comenzó a celebrarse en 1951 y nombres como Claudio Villa, Domenico Modugno, Tonny Dallara, Gigliola Cinquetti, Bobby Solo, Iva Zanicchi, Adriano Celentano, Matia Bazar, Albano y Romina y un largo etcétera de cantantes italianos lograron coronarse en él, incluyendo al citado Eros. Quizás la historia más trágica que se recuerde del festival sea la del suicidio de Luigi Tenco, quien en 1967 tras ver rechazada su canción para participar en el festival, cayó en una profunda depresión, encerrándose en su habitación del Hotel Savoy ubicado en el mismo Sanremo y suicidándose de un disparo en la cabeza.

¡Pero basta ya de historias! Que no me queda apenas espacio para comentar las noticias deportivas. Bueno, vale, las dejaremos para otro día. Pasemos a los resultados de los análisis efectuados hoy: de forma casi increíble las defensas han multiplicado sus valores casi por cuatro; ¡en un día! Mañana veremos si ha habido algún error porque ciertamente es un resultado un tanto sorprendente. Por otra parte plaquetas y hemoglobina siguen estables. A ver si las plaquetas toman ejemplo de las defensas, que no estaría nada mal que subieran un poco.

Lo más importante es que en la sesión de hoy, con 10 mg de alemtuzumab, no he tenido ninguna incidencia, y en estos momentos que os escribo, me encuentro realmente bien, sin atisbos de febrícula ni de ningún otro posible efecto secundario. Mañana con la dosis de 30 mg nos despediremos hasta la semana que viene.

Hemos también recibido el resultado del análisis de serología practicado el lunes y que confirma que el citomegalovirus ha decidido dejar por el momento de darme la lata. No obstante, para evitar que caiga en la tentación de volver a entrometerse en mis planes, la hematólogo ha decido que voy a cambiar los comprimidos antivirales que estaba tomando por otros si cabe más efectivos para prevenir cualquier tipo de virus. Comenzaré hoy mismo con ellos y durante una semana estaré con la dosis máxima terapéutica para no correr riesgos. Posteriormente pasaría a una dosis menor simplemente como profilaxis.

Y nada más por hoy, que ya escribí bastante. Con Eros Ramazzotti de fondo -como no podía ser de otro modo después del rollo que os solté-, me despido. ¡Ánimo a todos que ya es jueves! Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Día CXX

Son las cinco menos cuarto de este miércoles dieciséis de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. No hace ni diez minutos que he vuelto de casa de mis padres donde he comido después de pasar una larga mañana en Cabueñes. No ha estado nada mal como nueva toma de contacto con el hospital: desde la ocho y cuarto hasta las tres y media. Y mañana segunda sesión. Así que toca coger fuerzas y sobre todo ganas, por lo que he elegido algo animado que me acompañe mientras os escribo estas líneas, todo un clásico: Blondie. Call Me puede estar bien, en realidad mejor que bien para empezar a calentar los dedos.

Como digo, a primera hora estaba preparado para la extracción de sangre. Repetiremos los análisis todos los días que acuda al tratamiento para ver cómo éste va afectando a mis cifras. Si recordáis de la otra vez, además de producirme algo de febrícula y ligeras taquicardias, a nivel hematológico el tratamiento provocaba una bajada en la mayoría de mis parámetros sanguíneos, especialmente en las defensas.

Hoy de mano los resultados han sido muy similares a los que habíamos visto el lunes, sin apenas variaciones significativas. Perdonad que vuelva a la música, pero ¡realmente son buenos los Blondie! La pegadiza One Way Or Another hace que no pueda evitar que mis pies casi vayan tan rápido como mis manos. Bueno, tampoco es tan difícil. Nunca se me dio demasiado bien escribir al teclado, aunque desde que estoy enfermo creo que es algo que he mejorado sustancialmente. Algo bueno tenía que tener esto.

Por otra parte y volviendo a lo nuestro, finalmente hemos pedido cita para realizar una ecografía para conocer cómo están mi hígado y bazo. Veremos lo que tardan ahora en dármela, puesto que aunque la hematólogo ha cursado la orden como muy preferente todos sabemos que a veces eso puede significar igualmente algunas semanas. Confiaré de todas formas en el buen quehacer de la gente de radiología del hospital, que hasta ahora nunca me han fallado, y que de este modo cuanto antes podamos tener esa "foto" del interior del abdomen.

En lo que al tratamiento se refiere, todo ha ido bien, o al menos hasta el momento, que ya sabéis que suelo ser muy precavido a la hora de emitir juicios sobre mi estado. Lo único que he vuelto a notar es esa leve taquicardia de la que antes os hablaba, sobre todo cuando he tenido que subir las escaleras de mi casa. Pero no es nada grave y si sigue la misma tendencia que seguía en su día, se irá pasando conforme pase la tarde.

Me ha hecho especial ilusión que una de las enfermeras que me ha atendido durante todo este tiempo en mi casa, viniera a verme esta mañana a la habitación del Hospital de Día. Eso debe querer decir que no he sido un mal paciente.

Por lo que se refiere a los mundiales de esquí -é que lo estabais esperando con impaciencia-, hoy era una jornada un tanto especial, con una prueba por equipos mixta, más fiesta que otra cosa, donde la medalla de oro se la han llevado nuestros vecinos los franceses batiendo en la final a los poderosos austriacos. Tercera ha sido Suecia que ha dejado a Italia a un paso del podium; lástima. España no tomó parte en la prueba. La noticia negativa sin embargo ha sido la grave lesión del esquiador austriaco Benny Raich, con rotura del menisco y del ligamento cruzado de la rodilla izquierda. Se acabó la temporada para el austriaco y lógicamente también su participación en estos mundiales. Mañana se vuelve a la competición “seria” con la prueba del gigante femenino.

Siguiendo con el deporte, para quienes no hayáis tenido la oportunidad de verlo en directo anoche, no os perdáis el recital que dio el centrocampista del Milan Gennaro Gattuso. Para ser exactos, recital de boxeo. Tres agresiones en un mismo partido y salir con una única tarjeta amarilla está al alcance de muy pocos. No obstante el ex de la selección no saldrá airoso porque a buen seguro que las imágenes vistas en televisión harán que la UEFA entre de oficio. Se espera una dura sanción.

Dejemos la sección deportes y pasemos a la sección libros. Ayer comencé El Cementerio de Praga. Todavía es pronto para valorarlo pero las primeras páginas que he leído me han gustado, si bien es cierto que Umberto Eco sigue haciendo alarde de una escritura digamos que en ocasiones demasiado erudita para mí. ¿Por qué los escritores a veces se empeñan en utilizar una palabra que sería merecedora al bote del rosco de Pasapalabra habiendo sinónimos de ésta que cualquiera podría entender? Si algún día me decido a escribir un libro prometo no utilizar ni una sola palabra que no se pudiera encontrar en un tutorial de Aprenda Castellano en Mil Palabras. Bueno, ahora os tengo que dejar, que tengo un montón de mails que responder. Blondie también se despide de vosotros con The Tide Is High. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

martes, 15 de febrero de 2011

Día CXIX

Son las cinco en punto de este martes quince de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Seguimos con el tiempo un poco inestable lo que ha hecho que optara de nuevo hoy por caminar sobre la cinta en lugar de salir fuera de casa. Fueron nada menos que cincuenta y cinco minutos para cerca de tres kilómetros y medio. El tiempo justo para ver un precioso documental de la National sobre la vida de los leones. Siento auténtica debilidad y pasión por los felinos en general, y muy especialmente por los leones. Verlos en libertad como tuvimos ocasión mi mujer y yo de hacer en nuestro viaje a África fue una de las experiencias más bonitas y emocionantes de mi vida. Aunque no te das cuenta hasta que ves un documental más en profundidad de lo dura y cruel que en ocasiones es la ley de la naturaleza. Pero los animales lo asumen como lo que es: natural. A la especie humana por el contrario siempre le ha apasionado jugar a ser dios y luchar contra la naturaleza o dominarla.

Al mediodía he conocido los resultados del hemograma correspondiente al día de ayer. La hemoglobina continúa mejorando, cierto que en parte por las inyecciones de EPO, pero sin que ello sirva de menoscabo para no saber apreciar el que mi médula sea capaz de fabricar glóbulos rojos aunque sea como digo con algo de ayuda externa. Hemos superado de este modo los doce puntos, un valor que nunca había alcanzado desde mi recaída allá por el mes de octubre. Por otra parte las plaquetas también han mejorado, aunque no de forma ostensible, por lo que siguen en niveles en los que se mantiene el riesgo de sangrados. Finalmente los neutrófilos apenas han variado con respecto al último análisis; aun así esperaremos a ver estos días cómo reacciono de nuevo al tratamiento para ver si es necesaria alguna inyección de Neupogen.

Porque mañana está confirmado que retomamos el tratamiento principal. Después de tres semanas de “descanso” obligado volvemos a la batalla principal. ¡Ojalá fuéramos capaces de acabar con el infame Mr. T con la misma facilidad con la que hemos acabado con el megavirus de marras! Bueno, mejor no cantar tampoco victoria antes de la confirmación definitiva, no vaya a ser que haya quedado algún restillo del virus, aunque sea en versión mini.

Así que si todo va según lo previsto los próximos tres días me toca hospital durante toda la mañana. Mañana iniciaremos con la dosis de 3 mg y espero que mi cuerpo no extrañe en demasía el medicamento, puesto que recuerdo que fue precisamente esa primera dosis con la que quizás más reacciones tuve en su día, con algo de febrícula incluso.

Hablando con mi hematóloga ésta me ha comentado la posibilidad de realizar alguna prueba diagnóstica para valorar el estado actual de la enfermedad. No en vano llevo bastante tiempo sin experimentar síntomas evidentes de la misma, por lo que podría ser posible que en parte la médula no estuviera tan infiltrada como la encontramos en la última biopsia que efectuamos. La idea sigue siendo que en cuanto obtengamos una buena respuesta en forma de remisión parcial, o por supuesto total, pasar al trasplante cuanto antes.

Una de las cosas que más me fastidia de tener que subir a Cabueñes estos próximos tres días es que me perderé las pruebas del mundial de esquí. Pero que no cunda el pánico: lo dejaré grabando y así podré manteneros debidamente informados, que sé lo mucho que lo agradecéis. Bromas aparte, para entretenerme en la largas horas del hospital volveré a las películas que tengo grabadas en el iPad. En estos tres días en concreto voy a aprovechar para ver la trilogía de Bourne, que aunque no lo creáis, nunca vi ninguna de ellas.

Lo que empecé ayer fue un nuevo libro con el que coger sueño todas las noches antes de apagar la luz. El elegido ha sido El Cementerio de Praga, de Umberto Eco. Ya os contaré qué tal porque os confieso que El Nombre de la Rosa fue uno de los escasos libros que una vez empezados, no conseguí acabar. Demasiado espeso para mi gusto. Puede que también influyera el que en mi época de Bachillerato en la asignatura de latín no fui que digamos un alumno avezado.

Un fuerte abrazo para todos… ”y mañana más”.

lunes, 14 de febrero de 2011

Día CXVIII

Son las cinco pasadas de este lunes catorce de febrero, Día de San Valentín, cuando comienzo a escribir el Blog. El día a estas horas vuelve a estar nublado después de haber comenzado con sol. Eso sí, las temperaturas han bajado de lo lindo. Esta mañana entre los once grados que marcaba el termómetro y el viento que apretaba lo suyo, preferí dejar para mejor ocasión el paseo. Lo sustituí por cincuenta minutos en la cinta, que tampoco estuvo mal, aunque por supuesto no es lo mismo.

Lo del Día de San Valentín, que ahora parece tan asentado en nuestras costumbres, en realidad es una tradición anglosajona, que como ocurre con el Halloween, poco a poco se ha ido introduciendo en otros países. Sea como fuere, lo que no está muy claro es a qué santo se refiere exactamente este día, puesto que de los nada menos que catorce san valentines reconocidos por la Iglesia, son tres los que aparecen hoy en el santoral. Así que ni los entendidos en el tema se ponen de acuerdo en qué San Valentín es el que tiene relación con los temas amorosos.

En cuanto al angelito con alas que todos conocemos con el nombre de Cupido, en realidad no guarda relación directa con San Valentín, sino que simplemente se trataba del dios romano del amor, es decir, lo mismo que Eros era para los griegos. De Cupido precisamente recuerdo que no hace mucho que salí disfrazado en unos carnavales. Ataviado con una túnica blanca, con una película rubia a lo afro y "armado" por supuesto con mi arco con flechas de plástico, tuve un enorme éxito, sobre todo entre el público femenino que no sé por qué se empeñaba en que le lanzara flechas, de lo que deduje que o entre las mujeres hay mucho afán por encontrar al amor de su vida o lo que hay es mucha guasa. Más bien va a ser lo segundo.

Ayer volvimos a subir a Quintes a pesar de que en todo el día no dejó de llover. Pero bueno, al menos sales algo de casa y cambias la rutina de todos los días. Bajamos justo a tiempo para ver por la tele cómo el filial del Sporting daba buena cuenta del Oviedo en el Tartiere redondeando así un fin de semana excepcional para la parroquia rojiblanca y que comenzaba ya el viernes con la victoria de los veteranos del Sporting sobre sus homónimos carbayones.

Pasando al parte médico, esta mañana me han extraído sangre, si bien no tengo los resultados todavía del hemograma. El próximo análisis si no hay cambios lo haré ya en Cabueñes el miércoles como paso previo a la reanudación del tratamiento. Como ya os dije me da mucha pereza tener que volver a las mañanas eternas en el hospital, entrando a las ocho y saliendo a veces cerca de las tres, pero es lo que hay. Lo que pasa es que nos acostumbramos con suma facilidad a lo bueno, y estas tres semanas en casa han sido como unas pequeñas vacaciones dentro de las circunstancias. No tengo palabras para agradecer el que la gente de la Unidad de Hospitalización a Domicilio se hayan portado tan bien conmigo durante todo este tiempo. Realizan un trabajo excepcional que probablemente para muchos resulte desconocido por completo. Ahora me tocará volver a trabajar con las personas del Hospital de Día, que también son encantadores.

Y aunque sé que de verdad el esquí al 90% de los que leéis el blog os trae sin cuidado, si no lo escribo reviento: hoy se ha disputado la supercombinada masculina de los mundiales de Garmisch con victoria para el noruego Aksel Lund Svindal. La alegría para la expedición italiana la protagonizaron el increíble Christof Innerhofer, plata, y Peter Fill que fue tercero. Innerhofer con sus tres medallas iguala el récord italiano en unos mundiales establecido por Zeno Colò en 1950. Lo que ha llovido desde entonces, o en este caso nevado. Por su parte el español Ferrán Terra ocupó una honrosa decimosexta plaza, muy por encima de lo que él mismo hubiera esperado. Y tranquilos todos, que mañana hay jornada de descanso.

Nada más por hoy. Mientras comienzo a escuchar en mi ordenador las primeras notas de November Rain de los Guns N’Roses me despido. ¡Feliz Día de los Enamorados a quienes lo estén! Y a quienes no, también. Aunque en el fondo todos estamos enamorados de alguien o de algo, ¿no? Un abrazo… ”y mañana más”.

domingo, 13 de febrero de 2011

Día CXVII

Son las once de la mañana de este domingo trece de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Parece que el sol se ha tomado un pequeño descanso después de habernos acompañado durante la última semana. Hoy el día ha amanecido nublado, con un gris que lo cubre todo, y con las temperaturas que a estas horas no pasan de los doce grados. Apenas si sopla el viento lo que parece complicar que las nubes puedan abrirse dejando claros por donde pudiera llegarnos algún rayo de sol.

Como anecdotario del día, un trece de febrero, allá por 1976, se inauguraba en Asturias la autopista Oviedo-Gijón-Avilés, conocida por todos como la i griega. La de kilómetros que habré recorrido por ella. Pero más importante que esa efeméride lo es el que hoy sea el cumpleaños de mi tío Gabriele. Con él me ha unido desde muy pequeño una relación muy especial. Me lo pasaba –y lo sigo haciendo- genial con él por su carácter siempre contento y con esa frase perfecta para definir cualquier situación de un modo cómico y conciso. Frase que luego repetía una y otra vez sin dejar de provocar mi sonrisa. Recuerdo también como un flash cuando siendo yo aún muy pequeño, él que todavía vivía en el extranjero, me trajo una caja de Lego cuando vino a vernos. Parece que todavía me veo en una esquina de la cocina abriendo aquella caja que para mí era como abrir un tesoro.

Ayer tal y como os avanzaba finalmente subí con mi mujer a Quintes para comer con mis suegros. ¡Qué brutalidad de fabada que comí! Y por supuesto no me faltó tampoco ese culín de sidra para abrir apetito. Antes de subir habíamos tenido la oportunidad de darnos otro paseo por El Muro donde el sol calentaba lo suyo, lo que hacía que aquello estuviera lleno de gente como si estuviéramos en pleno verano.

A estas horas ha comenzado la prueba de descenso femenino de los campeonatos del mundo de esquí. En la masculina disputada ayer, la victoria contra todo pronóstico fue para el canadiense Eric Guay, siendo la medalla de plata para el veterano suizo Didier Cuche, y el bronce para el flamante campeón de la puebra del supergigante, el italiano Christof Innerhofer, que de este modo logra su segunda medalla en los campeonatos y la segunda también para Italia. El único español que participaba, el navarro Ferrán Terra, concluyó en la trigésimo segunda posición.

Pero lo mejor del día sin lugar a dudas vino a las ocho con el partido del Sporting. ¿Quién hubiera apostado al inicio del partido a que seríamos capaces de empatar al Barcelona de todos los récords? ¿Y quién se imaginaría que después de haberlo logrado nos habría quedado un cierto regusto amargo por lo cerca que estuvimos del premio gordo? No me canso de repetir que esto es fútbol, once contra once, y aunque seguramente los milagros cada vez escasean más por la enorme diferencia que se ha abierto entre los dos grandes y los clubes modestos, todavía hay un lugar para las grandes gestas. Ayer el Sporting era consciente de que tal vez no tendría más que una oportunidad entre cien de lograr algo positivo. Pero creyó en ella y luchó por ella. Y esta vez la fortuna quiso además que tuviera recompensa por ese esfuerzo y esa fe.

Para hoy no tenemos nada especial previsto. Decidiremos sobre la marcha. El día nublado nos ha chafado un poco los planes, pero si no puedo pasear por la calle, me moveré un poco en la cinta. Luego ya veremos qué hacemos. Hay que aprovechar estos últimos días por casa, que la semana que viene toca volver al hospital por las mañanas.

¡Ah!, casi se me olvidaba: me sigo encontrando muy bien. Es que a veces se me pasa que estoy enfermo. Pues eso, que disfrutéis de lo que queda de este fin de semana… ”y mañana más”.

sábado, 12 de febrero de 2011

Día CXVI

Son las once de la mañana de este sábado once de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Ahora mismo luce un sol espléndido pero esta mañana cuando me levanté a las ocho el suelo estaba mojado, signo evidente de que había llovido durante la noche. A ver si tenemos suerte y aguanta así el resto del día.

Esta mañana hemos decido con la enfermera cambiar la vía porque llevaba con ella una semana y comenzaba a sentir alguna pequeña molestia, pero sobre todo, veíamos un pequeño puntito rojo en la zona de inserción. Así que mejor prevenir que luego tener que lamentar. Además esa vía había batido récords puesto que me había aguantado nada menos que quince dosis de antiviral, cuando lo habitual es que duren entre siete y diez, aunque por supuesto esto depende bastante de cada uno. Con esta nueva espero ya finalizar el tratamiento para lo cual debería soportar ocho dosis. Luego el miércoles, cuando suba al hospital, probablemente tengamos que coger otra.

Mientras os escribo me entretengo también viendo la prueba de descenso de los campeonatos del mundo de esquí. Sin duda es la disciplina más espectacular. Si ya de por sí es una competición que entraña mucho riesgo para los participantes, hoy más si cabe puesto que la pista está en unas condiciones no demasiado óptimas debido a las altas temperaturas. Esperemos que no se produzcan accidentes, o de producirse, que no sean graves. ¡Vaya!, justo ahora se produce la primera caída. El protagonista ha sido el francés Adrien Theaux. No parece nada de importancia.

Pero sin duda hoy el plato fuerte lo tendremos por la tarde, a las ocho, cuando comience el partido del Sporting contra el todopoderoso Barcelona. No me ha gustado para nada leer esta mañana en la prensa que a los cambios obligados por las sanciones, el entrenador de nuestro equipo prepara introducir otros no se sabe muy bien con qué intenciones. Espero que no se repita el mamoneo que pudimos contemplar en el partido disputado en el Camp Nou y que los jugadores que salgan, lo hagan al 300%.

Hoy lo más probable es que vayamos a comer con mis suegros. Tal vez aprovechemos antes para dar un paseo por El Muro ahora que hace bueno, que luego nunca se sabe, aunque realmente no tiene pinta de que vaya a cambiar demasiado el tiempo. Un poco de aire con aroma a salitre me vendrá de maravilla para mis pulmones.

Y por este sábado nada más, que tendréis un montón de cosas pendientes acumuladas durante toda la semana. A ver cuántas conseguís hacer. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

viernes, 11 de febrero de 2011

Día CXV

Son las cuatro y media de este viernes once de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de despertar de una provechosa siesta que me ha venido de perlas después del paseo de casi una hora que me di esta mañana con mi padre. Y es que seguimos con muy buen tiempo y con una temperatura que al sol rozaba los veinte grados. Ayer por la tarde de hecho, estaba tan bueno que repetí paseo, en esta ocasión con mi mujer. Pero se notaba en parte ya el fresquito del atardecer y eso que no eran más de las seis. De todas formas fue agradable salir otro poco de casa, sobre todo por la compañía.

Hoy se celebra el día de Nuestra Señora de Lourdes. Quería recordar esta fecha, no porque de repente me haya vuelto un devoto cristiano, sino porque es el santo de una buena amiga e infalible seguidora de este blog. ¡Felicidades Lu! Creo además que a estas horas no voy a descubrir nada nuevo si me pongo aquí a contar la historia de la Vírgen de Lourdes, considerada por la Iglesia Católica como la patrona por antonomasia de los enfermos. De todos modos no sé por qué tenía en mente que las supuestas apariciones de la Virgen eran más antiguas. En realidad se produjeron entre 1844 y 1879, que tampoco es que fueran ayer, y tuvieron lugar en la gruta de Massabielle, a los pies del río Gave, muy cerca de la población pirenaica de Lourdes. Recuerdo muy bien la única vez que estuve allí. Lo cierto es que me impresionó ver a tanta gente y a tantos enfermos acudir con la esperanza de lograr una curación en la que tal vez ya sólo ellos creían.

Cambiando de tema, este mediodía me han dado los resultados del último hemograma realizado hoy mismo. Como me esperaba no ha habido variaciones sustanciales con el que habíamos hecho el miércoles. Ahora toca esperar al lunes para un nuevo control junto con el análisis de serología para comprobar que efectivamente el virus ha desaparecido y que podemos retomar el miércoles el tratamiento contra el linfoma según lo previsto.

Por la mañana he seguido enchufado a los mundiales de esquí de Garmisch. Debo de ser uno de los pocos que lo que está siguiendo en este país donde no es que haya mucha tradición en deportes de invierno. Hoy se disputaba en féminas la supercombinada que es una prueba que consta de dos mangas, la primera de descenso y la segunda de slalom. La victoria ha sido para la atractiva esquiadora austriaca Anna Fenninger, mientras que el podium lo han completado la eslovena Tina Maze, otra de las caras bonitas del circuito femenino, y la veterana sueca Anja Paerson. Muy retrasadas las italianas, sólo con Johanna Schnarf, octava, entre las mejores. La española Andrea Jardi finalizó en una meritoria decimoséptima plaza, mientras que la otra participante en la prueba, Carolina Ruiz Castillo, no consiguió concluir la primera manga. Para mañana plato fuerte con el espectacular descenso masculino donde se superarán como es habitual los ciento diez o ciento veinte kilómetros por hora.

Bueno, y como quien no quiere la cosa tenemos otro fin de semana por delante. Sin duda la gran cita deportiva para muchos de nosotros será el partido que mañana enfrentará al Sporting con el Barcelona. Sólo espero que salgan con la misma determinación que en su día demostraron contra el Madrid, y que si hay que dar una patada la den y se dejen los autógrafos para el final del partido. No son dioses y se les puede ganar, pero para lograrlo primero de todo hay que creérselo.

Aprovecharé además el fin de semana para empezar un nuevo libro ahora que he acabado con el que estaba estos últimos días: El Ejército Perdido de Valerio Máximo Manfredi, una novela histórica de las que me gustan, que sabe combinar el rigor histórico de los acontecimientos en los que se basa -la expedición de un ejército de mercenarios conocidos como los Diez Mil-, con una trama novelesca que engancha.

Así que nada, lo dicho, a disfrutar del fin de semana todo lo que podáis, que gane el Sporting… ”y mañana más”.

jueves, 10 de febrero de 2011

Día CXIV

Son las cuatro y cuarto de la tarde de este jueves diez de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Seguimos con un tiempo increíble para la estación del año en la que nos encontramos -¿de verdad estamos en invierno?- y por ello esta mañana me he dado un buen paseo para estirar las piernas. Resulta casi increíble de creer pero poco menos que me vi obligado a salir de casa por el calor que hacía dentro a mediodía. No me extraña porque afuera rozábamos los diecinueve grados a esa hora. La pena es que por lo que se ve a partir mañana volverán las nubes aunque en principio las temperaturas no deberían verse por el momento demasiado afectadas. Ya veremos: tal vez todavía pueda darme alguna caminata. Y si no parafraseando al mítico Bogart: siempre nos quedará la cinta.

Hoy he conocido los resultados del hemograma realizado ayer. Más o menos me mantengo en las mismas cifras del que había hecho el lunes. Estoy algo más bajo –no mucho- de neutrófilos y plaquetas, mientras que la hemoglobina se mantiene por encima de los once puntos y medio. Esta tarde me toca precisamente la dosis semanal de EPO. La idea sería que en cuanto pasemos de los doce puntos bajar la dosis que ahora mismo me estoy inyectando. Mañana toca nueva analítica aunque no creo que vaya a ver muchas variaciones.

Por otra parte la hematólogo para mi tranquilidad, ha optado por retomar el tratamiento con el alemtuzumab el próximo miércoles. De este modo acabaría el martes primero con el antiviral y luego miércoles, jueves y viernes iría por el hospital a poner las dosis progresivas del tratamiento. Dispondremos así además ya del resultado del último análisis de serología que me habrán de practicar el lunes, por lo que tendríamos para el miércoles la confirmación más que definitiva de que efectivamente el virus ha pasado a la historia. Creo que es la mejor solución que podíamos elegir.

Para los amantes como yo de las efemérides, y más sin son curiosas, comentaros que tal día como hoy hace sólo dos años, tuvo lugar la primera gran colisión entre satélites artificiales orbitando la Tierra. ¡Mira que es grande el Espacio! Los satélites en cuestión de nombres Iridium 33 y Cosmos 2251 vieron cómo sus caminos se cruzaban a casi ochocientos kilómetros de altura cuando sobrevolaban Siberia. Tal vez el hecho de que el primero fuera estadounidense y el segundo ruso hizo que ninguno quisiera ceder el paso al otro. Es broma por supuesto, y seguro que provocó algún que otro revuelo a nivel diplomático entre las dos grandes potencias del que nunca nos enteraremos. De lo que sí nos enteramos fue de la enorme cantidad de residuos que quedaron depositados en la atmósfera al quedar ambos satélites completamente destruidos.

Y después de esta tontería, sin nada más que contaros, me despido de vosotros. Que paséis bien lo que queda de día y ánimo, que el fin de semana está ya a las puertas. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Día CXIII

A las cuatro y cuarto de la tarde de este miércoles nueve de febrero comienzo a escribir el Blog. A pesar de que esta mañana nos despertamos con un día predominantemente nublado, a medida que fue pasando la jornada de nuevo el sol ha ganado su particular batalla a las nubes. Además hoy si cabe todavía tenemos una temperatura más agradable, por encima de los quince grados.

Así que como ayer me había sentado de maravilla el paseo, esta mañana he vuelto a repetirlo. En un día laborable el Parque Fluvial de Viesques es de lo más tranquilo que te puedes encontrar, con muy poca gente. Apenas algunas jóvenes madres paseando a sus niños o jugando con éstos en las zonas que el parque dispone para los más pequeños; los típicos deportistas, que bien en bici o corriendo, te vas encontrando de forma esporádica y por supuesto los que sacan a pasear a sus perros. ¿O tal vez son éstos quienes les sacan a ellos? A veces no sabrías jurar quién lleva a quién.

A mediodía para salir un poco de la rutina fui a comer a casa de mis padres. Aproveché para buscar por si estaba allí un documento del que ando detrás desde hace tiempo, y que por supuesto no apareció. Pero lo que sí me encontré –suele pasar siempre que buscas algo que al final acabas hallando otra cosa- fue una vieja carpeta que contenía un montón de canciones o pseudocomposiciones que había escrito entre los dieciocho y los veintipocos años. Serán unas treinta o cuarenta. Me ha hecho gracia volver a releerme a mí mismo después de tanto tiempo. En realidad pensaba que las había tirado. Quizás opte por dejarlas de nuevo donde las encontré para volver así a leerlas dentro de otros veinte años.

Por otro lado, esta mañana he hablado con mi hematóloga quien me ha confirmado que a la vista de los análisis realizados el lunes, el virus habría pasado a mejor vida. No obstante seguiremos con el tratamiento antiviral hasta cumplir las tres semanas, es decir, hasta el martes que viene. Aun así, es probable que el lunes retomemos las sesiones del tratamiento principal. Tendríamos que hacerlo otra vez desde el principio, es decir que tendría que acudir al hospital tres días seguidos para que me administraran las dosis de 3, 10 y 30 mg de forma progresiva. Quedamos de todas formas en hablar el viernes para definirlo con exactitud. Por una parte no sé si preferiría acabar con el antiviral primero y así olvidarme de él, que no estar con los dos tratamientos al mismo tiempo, que además, desde el punto de vista "logístico" iba a ser un poco complicado y estresante. En cualquier caso, es una buena noticia el que hayamos acabado con el virus. Ahora esperemos que no nos dé más la lata en lo sucesivo.

La otra alegría del día me la llevé viendo los mundiales de esquí alpino. Contra todo pronóstico la medalla de oro fue para el italiano Christof Innerhofer. Segundo fue el austriaco Hannes Riechelt, completando el podium el croata Ivica Kostelic. Entre los diez mejores otros dos italianos, Werner Hill octavo y Peter Fill, noveno. Por su parte, los dos españoles que participaban en la prueba no consiguieron finalizarla. Y es que el trazado se las traía, con muchísimo hielo y con zonas muy complicadas que hicieron que por ejemplo el máximo favorito, el suizo Didier Cuche, tuviera que conformarse con la cuarta plaza.

Habréis visto que vaya nombres y apellidos italianos, ¿verdad? Bueno, pues en realidad son muy comunes en el norte de Italia, donde no son pocos los que hablan casi mejor el alemán que el italiano. Esto se hace especialmente patente en la provincia autónoma de Bolzano, donde ambas lenguas son reconocidas como oficiales, por lo que como ocurre aquí en Cataluña, Galicia o el País Vasco, los carteles por ejemplo están en los dos idiomas, si bien luego, en Bolzano más de un tercio de la población usan el alemán de forma cotidiana por encima del italiano. Hay un tercer idioma, el ladino, que apenas usa un cinco por ciento de la población, pero que es también oficial en Val Gardena y Val Badia, famosas ambas por sus estaciones de esquí.

Y hablando de Alemania e Italia, hoy nos jugamos un amistoso con sabor a revancha. Será precisamente en el Westfalenstadion en Dortmund, lugar donde en el mundial del 2006 Italia eliminó a los germanos en una semifinal histórica y donde hasta ese día Alemania no había perdido ni un solo partido. ¡Cómo recuerdo aquel día! Creo que disfruté más esa semifinal que luego la final contra Francia.

En fin, que por hoy nada más, que me estoy extendiendo demasiado y eso que no tenía apenas nada que contaros. Me debo estar haciendo viejo. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

martes, 8 de febrero de 2011

Día CXII

Van a ser las cuatro y media de la tarde de este martes ocho de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Nos estamos acostumbrando a los días de sol con la facilidad con la que uno siempre se acostumbra a lo bueno, o a lo que más le gusta, porque estoy convencido de que habrá gente que por el contrario estará deseando que vuelvan las lluvias. Todavía ayer escuchaba en la radio que para los alérgicos la concentración de polen en el aire se había disparado tres veces por encima del límite máximo aceptable; hablaba concretamente de la Comunidad de Madrid. Ellos seguro que están esperando que llueva como agua de mayo, aunque estemos en febrero. Casi ni recuerdo la última vez que tuve alergia, pero durante mi época en la universidad era algo constante que me levantara y empezara a estornudar hasta bien entrada la mañana. Yo creo que era la alergia que me daba estudiar. Debía ser de lo más sensible, eso sí, porque estudiar lo que se dice estudiar, tampoco es que lo hiciera demasiado. Pero lo dicho, un día la alergia matutina desapareció y hasta hoy.

Así que yo por mi parte estoy encantado con este tiempo. Ayer sin ir más lejos aprovechamos que subimos de nuevo a Quintes, para detenernos antes por la zona de El Rinconín y dar un paseo por allí. Desde las caminatas que daba con mi padre después de lo del trasplante de médula no había vuelto. De eso hacía más de tres meses. Y hoy he vuelto precisamente con mi padre a dar otro paseo, aunque en esta ocasión por el Parque Fluvial de Viesques. Noto que las piernas no van tan rápido como quisiera mi cabeza, pero todo se andará, nunca mejor dicho. De momento disfruto de estas escapadas al aire libre mientras pueda. Y no lo digo por mis condiciones físicas -que ya sabéis que soy optimista por naturaleza aunque también bastante realista-, sino por las climatológicas, que por lo que he visto hasta el viernes permanecerán bastante estables. Luego volveremos a tirar probablemente del paraguas para alivio de los alérgicos.

Mañana se cumplirán las dos semanas del tratamiento contra el citomegalovirus. De la prueba realizada ayer dependerá el que tenga que seguir una semana más o el que tal vez podamos dar por finiquitado al inoportuno virus y reanudar la lucha contra el principal enemigo. Los resultados a ver si los podemos tener cuanto antes. Mientras éstos llegan, los que sí he conocido fueron los del último hemograma también realizado ayer. Reconozco que me sorprendieron un poco y hasta le pregunté medio en broma a la hematólogo si no se habría confundido con los de algún otro paciente, pero parece que no. Esperaré a los próximos para confirmar que no son algo puntual o que de verdad no ha habido algún error, pues si los de ayer se confirman, estaríamos ante una subida general en todos los parámetros, tanto en la hemoglobina –que habría superado los once puntos y medio-, de las defensas, así como de las plaquetas.

Por otro lado, como os había anticipado en el blog de ayer, hoy comenzaron los mundiales de esquí alpino que se celebran en la ciudad alemana de Garmisch. Lo hicieron con la prueba de SuperGigante para mujeres resultando vencedora la austríaca Elisabeth Goergl. La acompañaron en el podium la americana Julia Mancuso y la local María Riesch. Bien las italianas, con una espléndida Elena Curtoni, sexta, y que con diecinueve años venía de ganar el Mundial Junior en esa misma disciplina. Merighetti décima y Fanchini decimoctava fueron las otras dos transalpinas que se colaron entre las veinte mejores. Algo peor las dos españolas que participaban en la prueba: Carolina Ruiz Castillo fue vigésimo sexta mientras que la veterana María José Rienda fue vigésimo octava. Mañana tocará a los hombres con el suizo Didier Cuche como máximo favorito.

Y después de esta incursión en el deporte os dejo por hoy. Ya sabéis: son más de la cinco y toca preparar el té. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

lunes, 7 de febrero de 2011

Día CXI

Son las once de la mañana de este lunes siete de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. De nuevo nos hemos despertado con los buenos días de un sol radiante que parece habernos tomado cariño. Y es que habría que hacer memoria para recordar tantos días seguidos sin apenas una nube en el cielo.

Ayer aprovechando el buen tiempo decidimos subir otra vez a Quintes. Antes ya me había dado un buen paseo de media hora en la cinta, pero aun así al llegar, no pude evitar la tentación de caminar un poco por los alrededores de la casa de mis suegros. Hoy quizás nos animemos a media mañana a acercarnos hasta la zona de El Rinconín y estar por ahí un rato tomando el aire. Bien abrigado por supuesto, porque aunque dé el sol y la sensación sea de calorcillo, el aire sigue fresco. A estas horas la temperatura aún no ha superado los once grados, pero para cuando vayamos seguro que ya habrá ascendido a los catorce o quince que disfrutamos en la jornada de ayer.

Lo que no habrá hoy es tanta gente caminando por las calles. Se notaba que ayer era domingo y que todo el mundo tenía ganas de sol. Cuando subíamos por Viesques aquello era un hervidero de parejas con carritos. Es el paisaje característico de Viesques: jóvenes parejas paseando con sus hijos, algunos todavía en el carrito, otros en bicicleta. ¡Ah!, y la mayoría también con un perro para completar la familia, si no dos.

De los domingos de Quintes lo que más echo de menos sin duda son las mañanas de vermouth. De una y media a tres; todos los domingos. Primera parada obligada en Casa Lalo y segunda en Casa Kilo. Siempre las mismas personas, las mismas tertulias, y el volumen de éstas que se eleva a medida que se vacían las botellas de sidra y los vasos de vino. Un clásico.

Esta mañana me han realizado una nueva analítica. Los resultados del hemograma es probable que los tenga a última hora. Para los de serología habrá que esperar al miércoles, aunque viendo que el de la semana pasada se demoró hasta el viernes, tampoco pondría la mano en el fuego. Lo importante una vez más, y no me canso de repetirlo, es que me siento bien, quizás un poco impaciente por seguir cuanto antes con el tratamiento, pero en definitiva bien.

Ahora voy a ver si me subo a la cinta mientras veo cualquier cosa por la tele. Estos próximos días tengo cita con los campeonatos del mundo de esquí alpino, así que estaré más que entretenido por las mañanas.

Bueno, que como todos los lunes sólo desearos que tengáis una semana lo más llevadera posible, que ya veréis cómo en nada tendremos otro finde a las puertas. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

domingo, 6 de febrero de 2011

Día CX

Son las once menos cuarto de este domingo seis de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. Seguimos con un tiempo soleado y con temperaturas, que sin ser las que pueden ya disfrutarse en otras zonas de la Península, permiten ciertas alegrías, sobre todo en las horas centrales del día.

Esta noche he dormido un poco peor, más que nada porque me desperté un montón de veces. Pero bueno, al final, sumando, sumando, habré dormido mis siete u ocho horas. Además, últimamente, cuando la enfermera se va por la mañana después de colocarme el medicamento a eso de las ocho y media, aprovecho la hora que tarda aproximadamente en pasar todo el frasquito para dormitar tirado en el sofá. Esa hora extra es casi la que más disfruto, acurrucado debajo de una manta mientras oigo la televisión como un rumor lejano que se cuela en mis sueños.

Quizás hoy me encuentre algo más cansado que en los últimos días. Puse el termómetro a primera hora y no llegaba a los 37, aunque sí que tenía alguna décima más de lo habitual. Es curioso el que luego, a medida que pasa el día, en lugar de subir más, que es lo habitual con la fiebre, suele bajarme. Al menos así ha sido durante todo este tiempo que llevo en casa sin ir al hospital.

Ayer finalmente subimos a Quintes a comer. Lo que más ilusión me hizo fue bajar en coche hasta Playa España. Llevaba sin ir allí desde hacía más de un año. Mis últimos veranos están llenos de recuerdos por aquella playa, y por su chiringuito, donde cantidad de veces parábamos a tomarnos una cervecita antes de retirar para casa. Ayer la mar estaba embravecida, como tantas veces que me bañé en ella. Queda mucho para el verano, aunque los meses van pasando más rápido de lo que parece, y no puedo evitar preguntarme si este año podré de nuevo aunque sea mojar los pies por la orilla dando un paseo.

Del partido del Sporting poco que contar. Después de tres victorias seguidas llegó una derrota. Tampoco ahora vamos a rasgarnos las vestiduras por perder en San Mamés contra el Bilbao. Peor que la derrota, que como digo entraba dentro lo previsible, han sido las victorias de equipos que iban por debajo y que han hecho que nuestro pequeño colchón con la zona de descenso haya desaparecido. Y el sábado que viene recibimos al Barcelona. Casi nada.

Para los amantes de las efemérides y de la música, deciros que el seis de febrero de 1945 nació en Jamaica Robert Nesta Marley Broker, más conocido como Bob Marley. La vida del más famoso artista que jamás haya dado el reggae está plagada de anécdotas de lo más variopinto que sin duda contribuyeron a agrandar su leyenda. Hijo de una joven negra de diecinueve años y de un blanco de clase alta y que superaba los cincuenta, de Bob Marley se dice que a los tres años era capaz de leer en las manos. Su muerte a los 36 años conmocionó el mundo de la música y fue una tragedia nacional en Jamaica. Contra lo que aún muchos hoy pudieran pensar Marley no murió por sobredosis ni nada por el estilo, sino por un cáncer contra el que luchó con todas sus fuerzas hasta que éste le venció. Sus últimas palabras a uno de sus hijos fueron: “el dinero no puede comprar la vida”.

Por hoy nada más. Salid a tomad el sol que seguro que estáis casi tan blancos como yo. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

sábado, 5 de febrero de 2011

Día CVIV

Son justo las diez y media de este sábado cinco de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. De nuevo parece que vamos a poder disfrutar de un espléndido día de sol. Ayer aprovechando el buen tiempo fuimos a comer con mis suegros y hasta me animé a dar una vuelta por las cercanías de su casa. Un poco de aire sano siempre viene bien, sobre todo cuando te pasas la mayoría del tiempo encerrado en casa.

Hoy quiero tener un especial recuerdo para mi ahijada Águeda, pues hoy se celebra su santo. La historia de Santa Águeda habla de que fue una hermosa joven siciliana procedente de buena familia que vivió allá por el siglo III. El senador Quintianus intentó aprovecharse de ella, de fe cristiana, dado que por aquella época los cristianos eran perseguidos. Sin embargo la joven le rechazó en incontables ocasiones por lo que Quintianus decidió enviarla como castigo a un prostíbulo, donde a pesar de todo logra mantener su virginidad. Enfurecido por este hecho el senador ordena que se torture a la joven a la que le cortan ambos senos. Santa Águeda siguió siendo torturada hasta que acabó arrojada sobre carbones al rojo vivo en Catania. La tradición dice que un año después el Etna entró en erupción y los lugareños pidieron la intercesión de la Santa logrando así que la lava se detuviera justo a las puertas de la ciudad. Desde ese día Santa Águeda es patrona de Catania y de toda Sicilia, considerándose además protectora de todas las mujeres. Como última curiosidad añadir que es la patrona de las enfermeras.

Volviendo al día a día, comentaros que esta noche la he dormido bastante mejor. Estuvimos viendo una película hasta casi las doce y luego todavía estuve leyendo un buen rato, así que para cuando apagué la luz no tardé apenas diez minutos en dormirme.

Por precaución ayer por la tarde decidimos cambiar la vía, que aunque no me estaba dando problemas en particular, sí que por otra zona del mismo brazo notaba molestias que prefería poder tratar con agua de Burow sin tener la vía tan cerca. Así que hemos cambiado de brazo y la verdad es que hoy me he levantado ya mucho mejor. Controlo periódicamente la temperatura para ver qué todo va bien, puesto que la fiebre sería un síntoma claro de flebitis. De momento no he pasado nunca de 37, así que esperemos que siga así.

Ayer por la mañana tuve noticias por fin de los resultados del análisis de serología. Si bien todavía existen pequeños restos del virus, éste se ha negativizado, lo que es señal de que estamos en la buena dirección para acabar con él. La idea es seguir una semana más con este tratamiento y esperar a ver qué sale del análisis que realizaremos este lunes. Lo que parece claro ahora mismo es que todavía no podremos reanudar el tratamiento contra el linfoma la semana que viene.

En cuanto al hemograma, más o menos todo se mantiene estable, aunque me han bajado un tanto las defensas y de nuevo también las plaquetas. Aun así son variaciones muy pequeñas que lo mismo el lunes pueden ir en el otro sentido. La hemoglobina sí que parece en ese sentido más constante.

¡Ah!, no os olvidéis de la cita que tenemos hoy a las seis con el partido del Sporting. ¿Seremos capaces de sacar algo positivo de San Mamés? La cosa no parece sencilla, pero yo ya no digo nada. Hace cuatro semanas pensaba que éramos carne de Segunda y sin embargo ahora no sé qué pensar. La situación sigue siendo complicada y queda mucho por delante, pero evidentemente no es equiparable a la que nos encontrábamos antes de navidades.

Bueno, por hoy nada más. No seáis remolones y disfrutad todo lo que podáis de este fin de semana de sol que se nos presenta. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

viernes, 4 de febrero de 2011

Día CVIII

Es la una de la tarde de este viernes cuatro de enero cuando comienzo a escribir el Blog. En el termómetro que tengo colgado afuera, el mercurio ha ascendido hasta situarse en la línea que sirve para marcar unos agradables catorce grados. El sol sigue mandando sobre las nubes, y tal como ayer ya os anticipaba, al contrario de lo que suele habitual, la situación para el fin de semana no hará sino mejorar.

Esta noche he dormido algo peor que en las pasadas. Creo que ha influido el hecho de que andaba un poco molesto con una de las vías retiradas, concretamente la que me habían quitado el domingo. Ayer no sé por qué la notaba hinchada y algo dolorida. Antes de irme a la cama coloqué sobre ella durante unos minutos una gasa impregnada en agua de Burow que me alivió bastante. Tengo que ser muy constante en el cuidado de las vías y de las heridas que quedan cuando éstas se retiran, porque son puntos críticos a la hora de poder servir como caldo de cultivo para una infección. Ya sé lo que es pasar una semana en el hospital por una absurda flebitis y no quisiera volver a verme en la misma tesitura.

Lo que tengo también es que volver a bajar un poco el número de horas que me paso al ordenador escribiendo o simplemente interneteando, porque no sé por qué me da que en parte, algunos de los dolores que siento por los antebrazos pudieran deberse a pequeñas tendinitis que me han ido surgiendo por estar demasiado tiempo dándole al teclado y al ratón.

Cambiando de tema, por la mañana me han vuelto a realizar una analítica de control, aunque no creo que sus resultados difieran mucho de los obtenidos ayer. Me interesaría más conocer de una vez por todas el resultado de la serología. A mediodía intentaré volver a llamar a Cabueñes por si supieran algo. A este paso voy a tener antes los resultados de la que me toca hacer el próximo lunes.

Estos últimos días os hablaba de la música que escuchaba mientras me dedicaba a escribir el blog. La música para mí ha sido siempre una fiel compañera de viaje en toda mi vida. Recuerdo por ejemplo cuando de niño, todavía en el colegio, me levantaba media hora antes de lo necesario y después de desayunar, me iba a la habitación donde teníamos nuestra cadena musical, me ponía los cascos, apagaba la luz, y escuchaba música mientras soñaba con aventuras de todo tipo conmigo como protagonista. De hecho es algo que todavía en ocasiones hago.

Hoy he escogido algo muy particular. Se trata de un grupo que ha montado un compañero del trabajo y la verdad es que suenan muy bien, aunque todavía se les resista el gran éxito. No obstante ya han tenido sus minutillos de gloria al haber servido una de sus canciones como banda sonora en la última temporada de Los Hombres de Paco en Antena3, si bien eran otros la que la cantaban. Pero por algo se empieza. Alguna vez bromeaba con él que en realidad a mí me gustaba más el primer trabajo que hicieron que los que vinieron después, demasiado “comerciales”. Lo cierto es que aquel primer CD de Neotic, que así es como se llama el grupo, allá por el 2005, me trae muy buenos recuerdos. Eran para mí días de gloria que cantaría el gran Boss. Luego llegaron las nubes, y ahora me pregunto como lo hacía la Creedence, Who'll Stop The Rain.

Pero bueno, no hablemos de lluvia en un día espléndido como el de hoy. Espero que disfrutéis todos de un magnífico fin de semana… ”y mañana más”.

jueves, 3 de febrero de 2011

Día CVII

Son las tres y cuarto de este jueves tres de febrero cuando comienzo a escribir el Blog. El día ha amanecido con un sol espectacular y por lo que han comentado, será nuestro fiel compañero durante todo lo que queda de semana. Podemos decir que este mes de febrero ha empezado con buen pie.

Ayer os comentaba que escribía al son de Iron Maiden, y hoy sin embargo para que veáis qué cambio, lo hago escuchando a todo un soulman, Mr. Joe Cocker, quien acercándose ya a los setenta años, sigue sonando con una voz imponente. Al final la voz sale de dentro, y si uno se siente joven por dentro, no hay años que acaben con esa juventud.

Esta mañana además del tratamiento contra el virus hemos realizado una nueva analítica de la que he conocido hace nada los resultados. Por una parte la hemoglobina se mantiene estable y cercana a los once puntos –hoy me tocan por cierto las inyecciones de EPO-. Y por otro lado mientras que los leucocitos han descendido un poco, las plaquetas han superado por primera vez en mucho tiempo la franja de las veinte mil, una ridiculez para una persona sana, pero todo un incremento para mí. Espero que se trate sólo de un inicio, de unos "brotes verdes" por utilizar un símil que todos conocéis, y muy pronto podemos aspirar a cotas mayores.

De lo que no tenemos noticias todavía es del análisis de microbiología, en el que tendría que reflejarse el estado actual del virus. Veremos si para mañana podemos saber algo. De todas formas el lunes me tocaría una nueva prueba. Lo cierto es que no sé -ni la hematóloga tampoco-, el motivo del retraso. Este tipo de análisis lo hacen en Oviedo y por ello desde Cabueñes no pueden controlarlo tanto. Pero otras veces lo tenían dos o tres días a lo sumo. Paciencia.

La idea que me había hecho era la de tal vez poder retomar la semana que viene el tratamiento con el alemtuzumab. Pero bueno, para eso tendríamos que tener primero el resultado de serología. Y tampoco va a pasar nada en cualquier caso si tenemos que esperar un poco más. A fin de cuentas yo me encuentro muy bien y para qué os voy a engañar, muy cómodo en casa sin tener que subir al hospital.

Cambiando de tema, y ya que más de uno me lo pregunta, deciros que por supuesto sigo fiel a mis partidas de parchís. Lo que pasa es que si no os comento nada es por dos razones: primera por no cansaros siempre con la misma historia, y segunda y fundamental, porque a día de hoy es más complicado que yo gane una partida al parchís que el Madrid le gane al Barcelona un partido. Dicho esto con todo el respeto y cariño para los madridistas, que ya sabéis que en ese sentido yo soy neutral al cien por cien. Bastante tengo con mi Sporting. Lo que sí reconozco es que me da un poco de fastidio el que todo en este país se haya reducido a los dos grandes, y que en la liga, con una vuelta todavía por delante, parezca incluso que ni a eso. A los amantes del fútbol nos gusta que haya siempre emoción. Menos cuando está nuestro equipo de por medio, claro está.

Bueno, pues nada más por hoy. Disfrutad los que podáis hacerlo de este día precioso… ”y mañana más”.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Día CVI

Son las cinco menos cuarto de este miércoles dos de febrero cuando comienzo a escribir el Blog, en un día soleado y con el termómetro que no sin mucho esfuerzo, parece que quiere ir mostrando un pequeño aumento en las temperaturas. Algo así como ocurre con mi plaquetas.

Esta noche he dormido francamente bien, sobre todo porque apenas me he despertado un par de veces. Aun así no he perdonado la siesta de la que acabo de levantarme. Mientras comienzo a centrar las ideas sobre qué contaros hoy, escucho nada menos que lo último de Iron Maiden, The Final Frontier, publicado el año pasado. Increíble lo de la banda británica fundada allá por 1975 y que tras más de tres décadas sigue sacando nuevos temas para los amantes del heavy. Yo no es que me considere muy entendido de este tipo de música, pero como toda la música, la que es buena sé apreciarla, y por eso de vez en cuando escucho algo de ellos o de algún otro grupo de los clásicos del heavy metal.

Al final hoy no me han llamado del hospital, así que eso debe significar que no tenemos todavía los resultados de serología. Tampoco me he preocupado yo en llamar porque prefiero esperar a mañana y aprovechar el que probablemente realicemos una nueva analítica de control, aunque la enfermera no sabía muy bien si sería mañana o el viernes. En realidad me tocaba hacerla hoy miércoles pero el haber tenido que repetir ayer la del lunes, ha cambiado toda la programación un poco.

De todos modos mi estado general no ha variado en absoluto y me siento muy bien. Esta mañana he aprovechado incluso para caminar veinte minutillos en la cinta y ahora por la tarde es probable que repita con otra sesión. Lo único que llevo peor es lo de tener una vía siempre puesta, ya que la necesitamos para el tratamiento antiviral que me vienen a poner dos veces al día. Yo creo que desde que tuve aquella flebitis hace tiempo, le he pillado algo de miedo a lo de las vías y me he vuelto un poco hipocondríaco con ellas, de modo que a la menor molestia prefiero que me la retiren y me cojan otra nueva.

Por otro lado hoy en España el día viene marcado por la firma del Acuerdo Social y Económico para el Crecimiento, el Empleo y la Garantía de las Pensiones y que desde el Gobierno han querido equiparar a aquellos famosos Pactos de la Moncloa de 77. “Creo, señores, que nos podemos felicitar todos mutuamente” dijo en aquel entonces Adolfo Suárez. No sé si hoy será motivo para mucha felicitación. Personalmente siempre he desconfiado de las comparaciones interesadas, de los nombres largos y de los políticos en general, que no de la política, así que con estas premisas a nadie debería sorprenderle que lo de hoy me parezca la escenificación de un auténtico paripé y que ya veremos a dónde nos conduce. De momento, si de lo que se trata es en otras cosas de garantizar las pensiones, aquí les dejo mi propuesta radical: eliminarlas. ¿Cómo? Pues nada, muy fácil, trabajando hasta que dejemos este maravilloso mundo. Porque con el camino que llevamos tampoco vamos a notar mucho la diferencia. En fin, que espero que nadie se tome en serio esta absurda propuesta. Pero con el ganado que hay por ahí suelto tomando decisiones cualquiera se fía.

Bueno, que mejor recordar este dos de febrero por ejemplo por algo mucho más histórico, pero acaecido hace unos cuantos años. Y es que justamente tal día como hoy, allá por el 850, en Oviedo fue coronado como rey de Asturias Ordoño I, sucediendo a su padre fallecido, Ramiro I. Se transformó así en el primer rey de Asturias que subió al trono por herencia y no como los anteriores, que lo habían hecho por elección de los nobles. De vez en cuando no está de más echarle un ojo a nuestra historia; que no sólo van a presumir de ella otras regiones o comunidades.

Y nada más hoy, que es ya la hora del té. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.