viernes, 30 de septiembre de 2011

Génesis Día 91

Rozando las cuatro y media de la mañana, de este último día de Septiembre, viernes treinta, doy, sin el más mínimo atisbo de sueño o cansancio, inicio al Blog. Esto del insomnio empieza a ser casi como una droga; necesitas sacarle horas al día de donde sea, porque tienes infinidad de cosas que quieres hacer y que dando vueltas en la cama no hacen sino crecer y crecer... De todas maneras hoy sí que tengo programada una buena siesta. Espero poder cumplirla.

De ayer comentaros que pasé la mañana completa en el Hospital. No llegué demasiado pronto porque no tenía que hacer analítica, así que me sentaría en el sofá del Hospital de Día a eso de las diez menos cuarto. La medicación llegaría como una hora más tarde, con lo que para cuando acabé eran cerca de las dos, y todavía con la Consulta pendiente, que en cualquier caso no se demoró en exceso.

En ella volvimos a revisar bastantes aspectos, pero como resumen podemos decir que mis valores sanguíneos, tal y como me habían anticipado el lunes, siguen en calma chicha, o sea, que estables, lo cual siempre es positivo. De hecho ayer se decidió que además de seguir sin inyectarme EPO, reduzca a una dosis semanal -de dos que tenía inicialmente- el Neupogen para las defensas. En la próxima analítica, que será ya el jueves próximo, veremos cómo reacciona el organismo.

Del resto todo correcto: la creatinina controlada, los parámetros hepáticos perfectos y el nivel de Tacronimus -el inmunosupresor- también donde tiene que estar. Me echó además un vistazo a la úlcera bucal y la encontró mejorada, aunque insiste en esperar a disponer de todos los resultados, incluyendo el dictamen de la resonancia que hoy me practicarán a eso de la una de la tarde.

Lo único que puedo quejarme es de haber empeorado en parte de mis problemas estomacales, que tampoco es que sean exagerados, pero sí es cierto que he notado un ligero empeoramiento desde que voy reduciendo ya la dosis de corticoide. Esta reducción progresiva de 10mg cada tres días es probable que solucione mi problemas con el insomnio, aunque es factible que por otra parte, pueda volver a sentirme más apático y cansado. No nos anticipemos con cosas o futuribles que no sabemos en realidad cómo vendrán.

De modo que como siempre os digo, seguimos resistiendo y avanzando siempre que podemos, y ciertamente lo avanzado en estas dos últimas semanas, no ya en cifras pero sí en buenas sensaciones, es más que evidente, así que no queda otra que aprovechar este ciclo bueno, como el que disfruta del más efímero rayo de sol, con la esperanza de que no regresen las nubes, pero consciente de que eso será casi imposible.

Luego, por la tarde, en lugar de irnos a Quintes, Mónica yo decidimos quedarnos por Gijón donde teníamos cosas que hacer. ¡Menudo bochornazo que hacía a eso de las seis!, pero aún así estuvimos por ahí hasta la hora de cenar, que en mi caso suele ser pronto, horario cuasi europeo -exagero por supuesto-.

Para esta mañana donde vuelven a anunciarse altas temperaturas, tengo de nuevo la agenda cubierta. Sin duda, después de la resonancia, no faltaremos a la cita con Quintes para una comida agradable al aire libre. Después como ya os dije, tocará intentar salivar una reparadora siesta; hay que descansar bien, que hoy acudiremos por la noche al Teatro de La Laboral -nunca he estado él desde su reforma- para asistir a un concierto de mujeres soprano. Así que sólo me quedaba el caer frito en mitad del espectáculo. Bueno, mientras no roncara....

Ahora os dejo, pero eso sí, os envío un abrazo, tímido, para evitar despertaros. Disfrutad de este último viernes de mes... "y mañana más..."

jueves, 29 de septiembre de 2011

Génesis Día 90

No son ni las cinco de la mañana de este jueves, veintinueve de septiembre, cuando con la compañía del maestro Ennio Morricone, doy inicio al Blog. Como entenderéis a estas horas todavía es un poco prematuro para hablaros del tiempo que va a hacer hoy, pero todas las previsiones apuntan a otro día soleado y con una temperatura nada habitual para esta época. Se anuncia además que el sábado se podrían rozar los treinta grados. Eso sí, ¡a temblar todos!, porque pocos días después podría visitarnos un frente frío que tumbaría las temperaturas del orden de los diez grados o más en zonas interiores... Como para que la gente no coja luego catarros. Yo de mi mascarilla no me separo. Igual me la acabo grapando a las orejas, que por falta de sitio no será...

Ayer, y después del tratamiento interruptus de la mañana -en realidad ni siquiera lo iniciamos-, necesitaba respirar un poco de aire fresco, así que tras la comida me fui para Quintes donde estuvimos ya el resto de la tarde, y que culminamos con una cena de la que prefiero no entrar en detalle, so pena de que comiencen a rugir los interiores y me tenga que levantar a desayunar. También aproveché para dar un buen paseo de los que tanto sigo disfrutando.

Hoy espero que no haya problemas en el Hospital y que en Farmacia no haya la saturación de órdenes que ayer debió ser lo que provocó que me quedara compuesto y sin Rituximab. De todos modos no tengo previsto acercarme por ahí antes de las diez porque sería perder el tiempo. Las bolsas con los tratamientos no llegan nunca antes de las diez y cuarto o diez y media. Pero tampoco puedo dormirme en los laureles -lo que daría yo por dormirme ahora incluso entre ortigas- porque podrías encontrarte con todos los sofás llenos y tener que esperar a que alguno quede libre. No suele suceder, es cierto, pero tampoco sería la primera vez que hay overbooking.

De la consulta que también tendré esta mañana, no espero grandes novedades. Como os adelantaba ayer parece que todo sigue más o menos estable. Nos faltan algunos datos de la biopsia de la úlcera de la boca y hacer mañana la resonancia para completar definitivamente el diagnóstico.

Os había comentado en otros post mi intención durante este año como pensionista forzado de aprovechar el tiempo para mantener la cabeza ocupada en algo que pueda serme útil de cara a mi ansiada reincorporación laboral. Y finalmente ayer recibí la confirmación por parte de una Escuela de Negocios para realizar con ellos, a distancia, un master en Gestión y Comercio Internacional. La verdad es que tiene muy buena pinta y ahora lo que me toca es tratar de sacarle el máximo rendimiento. Como anécdota, deciros también que a través de la UNED he accedido a la próxima edición del curso de Chino, nivel como yo he denominado 0.0, -en honor a las cervezas que puedo tomar-, o sea, para los que no sabemos ni dar los buenos días en el idioma que si todo sigue por estos derroteros, pronto podría ser una ventaja competitiva a nivel profesional. Sí, ya sé que mejor daba el empujoncito definitivo a mi inglés, pero ahora permitidme que busque otras aventuras, que luego reconozco que ya veremos dónde acaban.

Así que ya véis: no dejo de cargarme con buenas intenciones, como si estuviera a punto de comenzar el Nuevo Año. De momento estoy a ver si acabo con un pequeño libreto de poemas y composiciones libres, que espero tener listo precisamente a finales de este año, o quién sabe, tal vez antes. Sobra decir que no es mi intención publicarlo, porque eso es pura utopía, pero sí que buscaré por internet la forma de editar algunos ejemplares, que bien podría sortear entre vosotros, el más importante apoyo que he tenido durante todo este tiempo, para que en esas noches en las que como yo, no consigáis dormir, lo tengáis ya del todo imposible.

Bueno, por ahora nada más, casi ni daros los buenos días, porque aún no son horas. Eso sí, para cuando despertéis tenéis ya aquí vuesrro abrazo diario por mi parte. ¡Y ánimo!, que ya es jueves... "y mañana más, mucho más".

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Génesis Día 89

A punto de ser las tres de la tarde, pongo en sintonía mi emisora favorita en la radio, Rock&Gol, y me dispongo a comenzar el Blog correspondiente a este miércoles veintiocho de septiembre, en el que el sol vuelve a lucir por todo lo alto.

Empezaré por decir que nuevamente me he despertado muy pronto; eran poco más de las cuatro y media cuando tenía los ojos como platos y como de costumbre aproveché para hacer alguna cosilla por Internet –que nadie piense mal, que cree el ladrón que todos son de su condición-. A las siete tiré de las sábanas y como dice la canción me levanté dando un salto mortal disponiéndome así a comenzar de forma oficial el día, que prometía venir también cargado de temas que resolver.

Para comenzar, y ya una vez fuera de casa antes de las ocho, parada estratégica en la pescadería para tener una buena cena esta noche. Creo que no me defraudará. Después mi padre y yo probamos suerte en el Ministerio de Sanidad por un asunto de papeleos, pero como hasta las nueve no abrían –pensábamos que tenían el típico de ocho a tres- nos fuimos entonces directamente a Oviedo, donde tenía en teoría que pasar el resto de la mañana por el tema del Retixumab.

Sin embargo no fue así y os cuento el motivo: después de sacarme la sangre para el correspondiente estudio en el que participo de forma voluntaria desde que estaba ingresado en la Unidad de Trasplantes, me dispuse a esperar a que llegara la medicina, cosa que por lo general, y si Farmacia no tiene el día torcido, suele ser hacia las diez y media, cuarto de hora arriba, cuarto de hora abajo. ¡Cuál sería mi sorpresa cuando la enfermera de mi médico me vino a comentar si prefería ponerlo hoy o dejarlo para mañana! ¿Cómo? Pues eso mismo: que siendo ya las once bien pasadas, por lo que se ve, aún tardaría otra hora y media en llegarme el medicamento. Típico problema de saturación en Farmacia o de fallo en los circuitos hospitalarios de reparto, que todo puede ser. Por supuesto ni lo dudé: mañana vengo, respondí. Porque si tenía que esperar esa hora y media, que tampoco era segura, me plantaba en las doce y media como mínimo, a lo que habría que añadir otras tres horas para la infusión del medicamento. Y francamente, con el día que hacía lo que menos me apetecía era llegar a Gijón pasadas las cuatro y sin haber comido. Así que nada, mañana si la Providencia está conmigo, espero tener el tratamiento en hora. Otra anécdota que contar en ese hipotético libro que algún día lo mismo escribo, aunque me da que no.

En cualquier caso sí que tuve noticias de los resultados de la analítica del lunes y como me esperaba todo sigue más o menos en los mismos valores: un poco más alta la hemoglobina –y eso sin EPO-, bien las defensas, y algo más mermadas las perezosas plaquetas. El riñón está un puntito peor que la semana pasada, pero vamos, que eso es lo mismo que no decir nada. En cuanto al nivel de inmunodepresor parece entrar dentro de la normalidad por lo que no será necesario cambiar de momento la dosis.

Lo que sí estoy ya disminuyendo es la dosis de corticoide. Hoy he pasado de los 50mg –había empezado si recordáis en 65mg- a los 40mg. Espero que eso no influya en mi estado actual, que no me canso de repetir (porque no me canso de hacerlo de verdad), que es francamente bueno, si no fuera porque luego las analíticas dicen que bueno, lo que se dice bueno, no lo es todavía.

Por último me han llamado por fin para citarme este viernes para la resonancia que tenía pendiente, cuyo fin era ver hasta qué punto la úlcera en la boca pudiera haber afectado a otras zonas próximas. Sigo sin dolores así que tampoco es que esté demasiado preocupado que digamos por ese aspecto.

Aun así, sí que me intriga el que todavía falten algunos resultados de la biopsia de la mencionada úlcera. Supongo que algunos de los procesos a los que la someten son bastante lentos, pero es que vamos ya para dos semanas… Bueno, seguiremos pensando que todos los resultados serán positivos.

Así que ya veis: mañana y pasado paseo por el HUCA. Hoy la verdad es que con todo, mereció la pena estar por Oviedo puesto que coincidí con una compañera de la empresa, de fuera de Gijón, que como gran parte de los comerciales se encuentran estos días asistiendo y acompañando a sus clientes dentro del Congreso Nacional de Ortopedia y Traumatología cuyo escenario escogido para esta edición es precisamente el Calatrava de Oviedo, al que cariñosamente yo me refiero como el sillón de Gabinón. Fue como siempre muy agradable reencontrarte aunque fuera por unos minutos con una persona a la que llevaba sin ver más de un año y medio.

Todavía tuvimos tiempo antes de regresar a la capital de la Costa Verde, mi padre y yo, de pasarnos por el Colegio de Ingenieros a resolver un tema referido a mi afiliación a dicho Colegio, y relacionado con mi nueva situación laboral. Y para completar la mañanita, nos detuvimos en la FIAT a recoger el Alfa que tenía ahí por un problema con el climatizador.

Y del día de ayer nada especial. Por la tarde la pasamos por Quintes, que con el día que hacía no estaba para quedarse metido en la ciudad. Luego por supuesto no me perdí la victoria del Napoli frente al Villarreal. Para esta noche más partidos de Champions, con especial atención a lo que haga el Milan, porque vamos, lo del Barcelona está más que cantado y empiezan –si es que no han empezado ya- a aburrir con su abrumadora superioridad.

Por hoy nada más. Mañana espero que todo salga ya como tiene que salir y que os pueda contar más en detalle mi estado después de haber pasado por la correspondiente consulta. Un fuerte abrazo…”y mañana más”.

martes, 27 de septiembre de 2011

Génesis Día 88

Cuando están a punto de ser las cinco de la mañana de este martes veintisiete de septiembre, doy comienzo al Blog. He dormido unas cuatro horas largas y me siento ya como si estuviera saturado de sueño. Pensaba que al bajar la dosis de corticoide iba a dormir algo más, pero de momento no he notado cambios apreciables. Y eso que he pasado de los 65mg diarios de prednisona a 40. Bueno, hoy el madrugón lo dedicaré a irme tomando unas cervezas -igual alguno se lo cree-, a la espera de que a las ocho y media, Italia se enfrente en el Mundial de rugby a los EEUU. Les vamos a dar hasta en el cielo de la boca, pero eso sí, como caballeros. Sé que una de mis primas emplearía para ello una expresión algo más castiza, dado su diría que innato resquemor hacia los yanquees. No nos hemos reído ni nada pocas veces discutiendo sobre el tema. Pero a las personas se las quiere por cómo son, con sus defectillos incluídos, y a ella en particular la tengo en un pedestal

Ayer fue otro de esos días perfectos. Ya os había comentado la mañana de lo más ocupada que tuve, que luego se completó compartiendo mesa con dos grandes amigos del curro. Poco a poco voy restableciendo así las relaciones, que si bien en la mayoría de los casos no se cortaron -siempre estaba el móvil o el mail-, evidentemente nada es comparable a tenerlos delante y poder sentir si cabe más cerca su compañía y su cariño.

Como el día seguía más pareciéndose al de un despistado verano que no sabe que su tiempo se ha acabado, subí a Quintes a esperar a que llegara Mónica de trabajar, para luego, con ella, y después de dios sabe cuánto tiempo, darnos un minipaseo en bici. Que hay que mover otros músculos distintos a los de caminar, o de lo contrario no avanzaremos en la recuperación como es debido.

Tras una espectacular tortilla casera a base de productos de la huerta recién recolectados, bajamos ya a Gijón para acabar de ver la primera derrota de Er Betis. Mal resultado para el Sporting y no digamos ya viendo quién marcó el gol azulón: nuestro añorado Diego Castro. Gracias Presidente por una ¿gestión? que nos conducirá directamente a Segunda.

Del día de ayer destacar también la ilusión que me hizo el recibir inmediata respuesta a unos mails que había remitido a dos hematólogas a las que guardo profunda gratitud. Una en Cabueñes que fue quien me comunicó sin ningún tapujo la gravedad de mi situación cuando acudí por primera vez a su consulta y que siempre me ha dicho las cosas tal y como estaban, pero siempre también invitándome a seguir luchando. Y la segunda, a la que acudí para una segunda opinión en Salamanca, y que con igual franqueza, me dio el mejor consejo que podía ofrecerme en aquellos momentos de incertidumbre: empezar de inmediato con el tratamiento y sobre todo, hacerlo en Asturias, donde tanto el Servicio de Hematología de Cabueñes como la Unidad de Trasplantes de Oviedo se encuentran entre los mejores de España en su campo, sin nada que envidiar a Madrid, Barcelona o la propia Salamanca como habituales centros de referencia. Y es que tener a tu entorno familiar próximo en esos momentos es casi vital para superar los malos días. Muchas gracias a las dos.

Y nada, que para hoy llevo otra vez la agenda más cargada que cuando visitaba hospitales. A ver si este mediodía me pueden decir algo de la análitica de ayer, de la que no tuve noticias, lo cual en principio debería significar que todo sigue estable. Tampoco es que me coma la cabeza con ello, porque para para empezar mañana tengo consulta y para seguir mis sensaciones que son las que mandan, siguen siendo francamente buenas.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más".

lunes, 26 de septiembre de 2011

Génesis Día 87

Recién llegado a casa, cuando son poco más de las doce del mediodía, comienzo a escribir este Blog en un lunes, veintiséis de septiembre por más señas. La mañana ha transcurrido hasta ahora de lo más apacible y si estuviera en activo –laboralmente hablando me refiero-, diría aquello de que he cumplido los objetivos que me había marcado anoche al echarme en la cama. Esa es otra de mis reconocidas manías: planear en la medida de lo posible qué es lo que tengo que hacer al día siguiente. Yo solito me encargo de llenarme el día, a veces he de reconocer que con chorradas, pero de modo que no siento que pierdo el tiempo.

Lo cierto es que la mañana, o mejor decir madrugada, comenzó a eso de las cuatro y media, cuando desperté totalmente despejado como en los últimos días. Así que me entregué al insomnio -paso de discutir con él- y me puse a escribir cosillas mías. Entre eso, leer algunos mails retrasados y ver cómo el 99% de la población normal a esas horas no está por el Facebook, llegó la hora de ponerse en marcha.

En el hospital apenas estuve tiempo, porque hoy únicamente se trataba de realizar la analítica. La consulta y el tratamiento con el Rituximab queda para el miércoles. Quizás a última hora les llame para ver si me dan algún adelanto. Después, nada más salir del HUCA, mi padre y yo nos fuimos a desayunar como auténticos marqueses. Bueno, miento; en realidad fui yo el que se pidió un pincho de jamón york con queso, un yogurt con miel, un canapé de tortilla, todo acompañado del clásico café con leche mediano templado y la botellita de agua de rigor. Casi os puedo asegurar que quedé con ganas de darle también al bizcocho que acababa de salir de la cocina, pero uno tiene que cuidar sus modales, no le vayan a tomar por un glotón insaciable.

Con los estómagos relajados nos fuimos dando un paseo hasta el Colegio de Ingenieros donde sigo inscrito para resolver algunas dudas que me habían surgido en relación a mi cambio de situación laboral. Todo ha quedado aclarado y el miércoles les llevaré los papeles que me han pedido cubrir. Con paciencia, y con todo el tiempo del mundo, no hay problema que no se resuelva, si es que llega siquiera a la categoría de problema lo que os estoy contando.

El siguiente hito en el camino era ya en Gijón, concretamente en el concesionario de FIAT -¿esperabais otro concesionario?- donde tenía pendiente recibir una pieza para reparar el aire acondicionado que llevaba ya con él como dos meses estropeado, pero que por pereza, y por no estar para esas menudencias, lo tenía aparcado –nunca mejor dicho-. Y claro, una vez que estábamos mi padre y yo por la zona, ¿qué mejor forma de culminar la mañana que irnos de compras por Alcampo los dos solos? Y es que cuando nos juntamos los dos en un supermercado, tenemos más peligro que Berlusconi en una despedida de solteras… Vamos, que nos hemos venido de vuelta a casa con el coche lleno como el de aquellos marroquíes que cuando íbamos a Italia, los veías por la autopistas cargados de bultos hasta dos metros por encima de la baca. ¡Qué recuerdos!

Así que ya veis lo que puede dar de sí una mañana bien aprovechada. Y aún son las doce y media…

Del día de ayer resumirlo en que tuvimos un tiempo espléndido –como el que vuelve a hacer hoy-, lo que hizo que las celebraciones en honor a San Antonio que tenían lugar en Quintes fueran un éxito. Como exitosa fue la siesta que ayer me marqué -no merecía menos la comida-, con un tiempo de dos horas, estableciendo así un nuevo récord desde que estoy con los corticoides. Bajamos a Gijón ya con el tiempo justo para llegar al partido de El Molinón, del que prefiero que sean otros los que opinen.

Y para esta tarde, como siga el tiempo así, no nos quita nadie de dar un buen paseo, eso sí, cuando no caliente demasiado. Hoy me llevé además una pequeña alegría al declarar mi báscula que he recuperado un kilito. ¡Medio mundo con la dieta esa de nombre de actor de serie B y yo buscando ganar kilos hasta relamiendo las tapas de los yogures!

Por este lunes nada más. Al ritmo de los barbudos musicales más famosos de la historia, los ZZTop y con la energía positiva que transmiten, os envío un caluroso saludo…”y mañana más”.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Génesis Día 86

Cuando las agujas -se me perdone la licencia literaria porque mi reloj de mesita es digital- marcan las seis y media de la mañana comienzo a escribir el Blog, en este amanecer del domingo veinticinco de septiembre. No han pasado ni cuatro horas desde que mis huesos probaron el sabor de las sábanas, pero parece que a estas horas se dan por satisfechos.

Y es que ayer como ya os había anticipado tenía cena con mi pandilla. En total éramos seis parejas, así que un buen número para pasarlo genial como así hicimos. Comenzamos la noche por el Barrio del Carmen, que sigue estando a reventar como en pleno verano, y luego nos fuimos ya al restaurante que teníamos reservado en la antigua zona de la Ruta de los Vinos. ¿Qué deciros? Sencillamente que fue como volver a nuestros orígenes. Algo que tenemos que repetir siempre que podamos, como hacíamos antes de que este transitorio problema me dejara un poco fuera de mi salsa verdadera. Todavía después de cenar hubo tiempo para esa parada de primera y última copa, aunque lógicamente yo sustituí mi clásico JackDanields con naranja por una mezcla sin alcohol a base de lima y limón. Tengo que decir que apenas noté diferencia porque la borrachera de felicidad es más potente que la embriaguez que produce el alcohol.

En la cena volví a dar muestras de mi buen apetito dando cuenta de un generoso solomillo bañado en salsa de frambuesas y culminándolo con un postre tan dulce como su nombre indica: Trilogía de Chocolate. Aquí el único incidente que se produjo, fruto de mi voracidad, es que me mordí ligeramente en la parte contraria a donde todavía tengo la úlcera en proceso de curación. Espero que lo poco que sangré no sea sino reflejo de una "avería" menor, aunque mi experiencia me dice que cualquier tontería en la boca me tarda un montón en curar y eso si no va a más en los primeros días. Habrá que recurrir por si acaso a las milagrosas gárgaras de agua y sal.

En cuanto a la sección deportiva, en este caso mis alegrías vinieron ayer de deportes considerados menores en campeonatos que se celebraban durante la tarde. De este modo me alegré enormemente de la medalla de oro lograda por las italianas en los campeonatos mundiales de gimnasia artística, desbancando a las mismísimas rusas y por la victoria también de otra italiana -¡que vivan las mujeres!- en los mundiales de ciclismo en ruta que hoy se concluyen con la prueba masculina, donde el cántabro Óscar Freire parte como uno de los favoritos. En mi modesta opinión no lo tendrá nada fácil y sería casi una sorpresa que lograra medalla. Como sorpresa sería que hoy Fernando Alonso sacara algo digno del GP de Singapour o que el Sporting inaugurara su casillero de puntos en esta temporada, en el partido que hoy desde las ocho le medirá a otro necesitado de puntos, el Rácing de Santander. Ya veré si finalmente voy al partido, o si lo veo en casa, que el horario me descentra un poco de mis rutinas habituales a la hora de cenar y de tomar mi medicación.

Y nada más que añadir por este domingo; mañana toca volver por el HUCA, así que hoy relax total. Un fuerte abrazo... "y mañana más".

sábado, 24 de septiembre de 2011

Génesis Día 85

Apenas superadas las cinco y media de la mañana de este sábado venticuatro es cuando pongo en orden mi cabeza para dar inicio al Blog. Me siento como siempre a estas horas completamente despierto y necesito hacer algo, porque siento que cada vuelta de más que dé en la cama, supone una forma de desprecio al día que tengo por delante. Es como si quisiera devorar cada una de sus horas, cada uno de sus segundos. Así que un poco de música de acompañamiento y a por ello.

Sin duda hoy merece mi primer recuerdo el nacimiento de una preciosa niña, de nombre Olaya, y que ayer trajo a última hora del día la felicidad a dos grandes amigos, y a toda su familia a la que tanto aprecio tengo. ¡Felicidades Natalia y Jose! Dicen que un niño viene con un pan debajo del brazo; no sé si esto será siempre cierto, pero lo que nadie podrá discutir es que Olaya ha llegado con un Betis líder en Primera, lo cual, siendo su familia paterna verdiblanca hasta la médula, es sinónimo de buenos augurios. Ahora sólo falta que también nos ayude con el equipo de su parte materna, que falta nos hace. En serio, que lo principal es que la niña ya está aquí y que a partir de ahora todos los veintitrés de septiembre serán muy especiales en la familia.

Por lo que a mis aventuras y desventuras se refiere -últimamente prevalecen las primeras-, deciros que ayer fue un día casi perfecto, únicamente importunado por la lluvia que por la tarde nos visitó con ganas, pero que en todo caso, lo mismo me ayudó a dormir una siesta de las que no disfrutaba desde hacía tiempo. Porque sí: ayer por fin pude dormirme durante más de hora y media tras la generosa fabada con la que mi suegra nos obsequió. Y es que nada mejor que una fabada para que a uno le entren luego las ganas de entregarse al descanso del guerrero.

Antes, por la mañana, después de más de año y medio, visité las oficinas de la empresa, y así, con la excusa de ir cerrando algunos temas con mi jefe, pude saludar nuevamente a cantidad de compañeros a los que llevaba un montón de meses sin ver. Todos coincidieron en mi buen aspecto a simple vista, aunque no sé, quizás lo dijeran al esperarse a un pensionista encorvado y con bastón... La verdad es que me sentí muy feliz de verles de nuevo, y aunque con muchas caras nuevas, puedo afirmar que sentí la misma sensación que en Segovia cuando hubiera jurado que todo este tiempo en fuera de juego no hubiera nunca existido.

Para cerrar un día como digo que firmaría para hoy mismo, y después de una cena tutta italiana, a base de pasta fresca rellena, para seguir ambientados, nos inclinamos por ver una entrañable pero divertida comedia, Bienvenidos al Sur, en la que un director de una oficina postal del norte de Italia, que ansía un traslado a Milán, se ve de pronto "degradado" por su mala cabeza a transferirse durante dos años nada menos que a Castellabate, un pueblo cercano a Nápoles, ante su desolación y la de su mujer. Surgen así toda clase de estereotipos sobre las diferencias entre la vida y la forma de ser de la gente del Norte y la de sus compatriotas meridionales. La película en realidad es una adaptación de su homónima francesa. Me quedo con la frase de uno de los protagonistas que lo dice todo: un forastero que llega al Sur llora dos veces, la primera precisamente cuando llega... la segunda cuando se va.

Y nada más por este sábado, primero del mes de otoño. Como de costumbre os deseo un gran fin de semana. Yo para esta noche tengo programada una cena también muy especial, así que habrá que intentar volver hoy a dormir la siesta para estar a la altura. Un fuerte abrazo a todos, bienvenida Olaya a este mundo... "y mañana más".

viernes, 23 de septiembre de 2011

Génesis Día 84

Cuando apenas faltan cinco minutos para las seis de la mañana de este viernes, -deseado viernes-, veintitrés de septiembre y acompañado por la música de Enigma, -recordaréis sin duda todos su Return to Innocence-, doy comienzo a este Blog. Como habréis intuido sigo con problemas a la hora de dormir, pero trato de sacarle el máximo provecho a esta situación. Ya se sabe aquello de "al mal tiempo buena cara".

Ayer me tocaba la sesión en el HUCA con la posterior consulta. En lo que se refiere al tratamiento en sí, no hubo ninguna incidencia y en esta ocasión todo fue más rápido. Aun así tres horitas enchufado a la bomba de infusión no te las quita nadie. Pero mira, en esta ocasión sí que por lo menos conseguí echar una cabezada. Al acabar pasé a la consulta, donde las noticias que me habían anticipado el lunes se confirmaron: por una parte he experimentado mejoras en todos mis parámetros hematológicos, aunque siguen lejos de la normalidad. En concreto vamos a suspender las inyecciones de EPO, puesto que a la vista de los resultados, es probable que dándole tiempo, la hemoglobina se sitúe por sí misma, y ya sin ayudas, en el rango de una persona normal. Por otra parte mis defensas se mantienen correctas gracias sin duda a los chutes de Neupogen, mientras que como siempre son las plaquetas las más holgazanas a la hora de ir aumentando en número. Con ellas sí estoy más lejos de la normalidad.

Respecto al riñón he conseguido, -a base de muchos litros de líquido, todo hay que decirlo-, situar mi nivel de creatinina en un saludable 1.5, que recordando que hace un par de semanas no bajaba de 2 largos, está más que bien. Y en lo que se refiere a los marcadores hepáticos, éstos muestran que a día de hoy mi hígado está en perfectas condiciones, bueno, dicho esto con las reservas propias de mi situación un tanto particular.

Nos quedan todavía algunos resultados por llegar de la famosa biopsia realizada a la úlcera bucal, pero hay que decir que en los análisis, el nivel de leucocitos no invita a pensar en nada extraño. Además, visualmente creo que está mejorando, y apenas me provoca alguna mínima molestia al comer, o al bostezar por ejemplo...

Lo de comer, y a pesar de mi problemas estomacales, que persisten, sigo llevándolo a rajatabla. Como así con muy buen apetito aunque me desespera no estar consiguiendo recuperar nada de peso, sino al contrario: ayer apenas superaba después de ducharme los 65 kilos. Tal vez influya este estado de permanente hiperactividad que me producen los corticoides o los largos paseos que me doy. Ayer sin ir más lejos, por la tarde, bajé dos veces hasta el Parchís, que desde mi casa hay un trecho aceptable. Sin embargo creo que se acerca el momento de comenzar con ejercicios variados de mantenimiento y musculación. Me da un poco de respeto porque las agujetas pueden ser de campeonato. Comenzaré suave, tirando de la wii, que la tengo más que olvidada.

No quiero cerrar este post, sin enviar mi calurosa enorabuena a la familia Bética, que con su victoria de ayer se sitúa como sorprendente líder. Si ya se sabe: tenemos al Betis arriba, tenemos al Sporting abajo, y en medio, como decimos por aquí, queda toda la puxarra... Es broma por supuesto.

Para hoy tengo algunas citas pendientes. Flecos que resolver, que dicen los futbolistas cuando reclaman más dinero para resolver sus contratos. A ver si acompaña el tiempo, aunque las previsiones para el Principado no es que fueran demasiado optimistas para este inicio de otoño, que hoy sí, de forma oficial, nos saluda en todo su esplendor. Y no lloréis al verano, que antes de que os déis cuenta lo tendremosnde regreso. Tempus fugit, que decían los antiguos. Disfrutad así de estos tres próximos meses, donde no tengo la más mínima duda de que todos viviremos momentos inolvidables. ¿Por qué renunciar a ellos?

Y con este deseo de felicidad para todos vosotros, bajo por hoy la persiana del blog. Muy buen fin de semana... "y mañana más".

jueves, 22 de septiembre de 2011

Génesis Dia 83

Son justo ahora las once y media de esta mañana del veintidós de septiembre cuando comienzo con estas primeras líneas del Blog. Y lo hago enchufado a la máquina de infusión desde la que me administran el Rituximab. Descuidad, que ya vigilo yo para que la velocidad de infusión sea la adecuada y no incurrir así en retrasos inútiles. Que va a ser verdad eso de que cuando eres pensionista te entran prisas pa todo. Así que calculo, que si todo va según lo previsto, y con la consulta incluída, no debería irme más allá de las dos, pero bueno, esto son suposiciones mías, que luego lo mismo no salgo de aquí hasta las tres. Lo fundamental es no estresarse, y nada mejor para evitarlo, que tener puesto como yo ahora, echaos a temblar, los mejores cánticos gregorianos de los Monjes de Silos. Relajan al más hiperactivo.

Anoche no sé si sería la mala leche que me produjo el ridículo del Sporting, pero lo cierto es que esta madrugada el insomnio vino a darme los buenos días a las cuatro, cuando me había echado poco antes de las doce. Un poco pesado este tío, pero espero que ya desde hoy, que me toca bajar la dosis de corticoide, se vayan minimizando esos efectos secundarios. Lo que sí me he levantado es con el estómago algo más revuelto que ayer. La verdad es que ya no me privo de nada y tal vez simplemente se esté quejando un poco a la par que intento quitarle el carboncillo, como se hace con los coches que llevan mucho tiempo rodando por debajo de sus posibilidades. En cuanto a mi peso sigo bajando, y en esta mañana después de ducharme marcaba la báscula poco más de 65 kilos. Más ejercicio físico es lo que necesito. ¡Tengo unas ganas de poder empezar a trotar!

Del día de ayer la palma se la llevó la visita que con mi mujer, mis padres y mis suegros hicimos al Santuario de Covadonga. No hay lugar creo en Asturias donde me sienta más en paz conmigo mismo. Y eso que ya os he confesado en más de una ocasión mi extraño ateísmo católico. Pero la Santina es algo que traspasa para mí cualquier dogma de fe. Es la madre de todos los asturianos, nuestra Señora. La excusa para la visita, que tampoco hay que buscar ninguna, fue que para el cumple de mi madre le había regalado un broche de oro precioso con la imagen de la Santina. Así que tocaba bendecirla, y así lo hicimos. Como manda la tradición llevamos nuestra comida campestre, pero cuál sería nuestra desilusión al comprobar que el merendero donde solíamos quedar, justo pegado a los kioskos de camisetas, lo han transformado en un restaurante más. Cierto es que a su lado han abierto un nuevo merendero, pero la pinta no invitaba a hacer uso de él. Así que como estábamos en tiempo, decidimos volvernos a Quintes y dar allí, en casa de mis suegros, cumplida cuenta de la comida.

Y mira por dónde fue una gran idea, porque por primera vez en mucho tiempo, conseguí dormir una buena siesta tras la comida, y que en parte ayudó seguro a compensar mi falta de horas de sueño. Luego, nada más despertar, paseo por el pueblo. Son unos cuatro kilómetros que recorro en apenas cuarenta minutos. O sea que voy a un ritmo más que aceptable.

Para esta tarde voy a intentar solucionar algunos recados, que normalmente implican el tirar de tarjeta, ya me entendéis. Y no dejaré de echarle un ojo a ese Betis, que de ganar hoy se colocaría líder en solitario. ¡Mutxo Betis! Y si no, seguiremos echando manomdel disco duro multimedia. Sin ir más lejos, antes de ayer vimos nuestro primer capítulo de 24 horas, correspondienteba la primerabtemporada. Tengo ya bajadas las cinco primeras y me da por el buen sabor de boca que nos dejó el aperitivo del martes, que las vamos a fulminar sin piedad. Y lo que ya no dejo tampoco es la lectura de El Primer Hombre de Roma. Llevo apenas doscientas páginas, y aunque me costó al inicio, ahora puedo afirmar que estoy enganchado. La gracia es que el libro en cuestión es el primero de otros seis, de tamaño similar, así que tengo Roma para largo. Justo lo que yo buscaba...

Nada más que contaros, salvo que sigo a la espera de que me citen para la resonancia por el tema de la úlcera en la boca, si bien estoy tranquilo porque a simple vista parece ir mejorano. Supongo que esta semana tendré ya noticias en cualquier caso sobre la resonancia. Ahora os dejo: un fortísimo abrazo casi, casi otoñal... "y mañana más".

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Génesis Día 82

Son las seis menos cuarto de la mañana de este miércoles veintiuno de septiembre, cuando comienzo a escribir el Blog. No tengo dudas sobre que este es el post más tempranero que jamás he escrito, pero como ya habréis deducido, de nuevo hoy el insomnio me ha visitado a partir de las cinco, con lo que me he hecho fiel discípulo suyo, siguiendo aquel dicho de que si no puedes con tu enemigo, únete a él. Así que todos estos días lo que estoy intentando es a aprender a aprovechar este tiempo de más que tengo al día, y a poder ser disfrutarlo también, ¿por qué no?, apreciando la tranquilidad de estos momentos, donde a veces uno encuentra respuestas o incluso inspiraciones que durante el día quedan luego silenciadas por el resto de acontecimientos. En el fondo, estas tres horas de más son como un extra para mi vida, son mías, y lo mejor de todo, es que os juro que no me levanto cansado. Al contrario, sobre las ocho estoy preparando un desayuno "de los míos" y escuchando la radio con la esperanza de que durante la noche se haya obrado el milagro de los pecesny los panes, y esta Economía Global que tanto nos amenaza y preocupa, haya desaparecido como vulgar pesadilla.

De ayer comentaros que me di un buen par de paseos. El primero por la mañana con mi padre por El Muro, bajo un sol precioso, pero eso sí, bien protegido con gorra, gafas de sol y protección solar 90. Y el segundo ya de tarde con Mónica por Quintes, donde el sol también aguantó lo suyo. Estos paseos como siempre os digo, me sirven no sólo para seguir recobrando fuerzas, sino para despejar la cabeza. De verdad que además son por rigurosa prescripción médica, y lo cierto es, que aunque no lo fueran, los haría igual siempre que pudiera.

Respecto al día soleado de ayer, curiosamente si seguimos el calendario, hoy es el último día de este verano. Aunque si hacemos caso a los meteorólogos, en realidad se prolongará hasta dentro de dos días. Y a partir de ahí el otoño; con toda seguridad si hiciéramos una encuesta al respecto, sería la colista entre las estaciones preferidas por la gente, aunque ya se sabe aquello de que para gustos hay colores, y al otoño, colores, no es que le falten precisamente.

Por comentaros algo sobre mi estado actual, de deciros que aparte de lo del insomnio, y que muy probablemente se vaya solucionando a medida que ya desde hoy mismo tengo que empezar a reducir la dosis de corticoide, me han vuelto las molestias estomacales. Pero bueno, de momento no dejan de ser eso, molestias, que a veces te obligan a no alejarte demasiado de un baño, ya me entendéis, pero nada más.

Hoy como sabéis es fiesta en Oviedo, así que al hospital iré mañana. Espero seguir en buen estado porque para este finde habiamos organizado una cena la pandilla de amigos con nuestras respectivas señoras, y después de tanto tiempo, no estoy dispuesto a que se me chafe el plan. Seguro que todo irá sobre ruedas. Y si hay que esforzarse un poquito, pues uno se esfuerza y está, que siempre merece luego la pena.

Y nada, que os dejo seguir durmiendo. Para este día tengo un pequeño plan -tranquilos que no me voy a Segovia- del que os daré cuenta mañana. ¡Ah!, y no me olvido de que hoy juega el Sporting en el Calderón. Imprevisible,,,,

Un fuerte abrazo.... "y mañana más".

martes, 20 de septiembre de 2011

Génesis Día 81

Cuando son poco más de las ocho y cuarto doy inicio al Blog correspondiente a este martes veinte de septiembre, que hoy sí que nos ha amanecido despejado anticipando lo que puede ser un buen día en lo climatológico. De todas formas esta mañana hacía bastante fresco: el termómetro exterior que tenemos en la ventana de la cocina no superaba apenas los trece grados.

De nuevo he tenido una noche algo intranquila, en cuanto a que me he despertado cada hora, hora y media desde que me acostara a eso de las doce menos cuarto. Intento probar de nuevo con la lectura –por fin he comenzado con El Primer Hombre de Roma-, pero no es que me solucione demasiado. Dormir me duermo relativamente rápido, pero como digo, las interrupciones luego son constantes, hasta que llegadas las cinco o cinco y media de la mañana, me resulta imposible retomar el sueño, así que intento aprovechar ese tiempo de la mejor forma posible, y sobre todo, sin revolucionar la casa.

Ayer al mediodía llamé al HUCA para conocer los resultados de la analítica que habíamos hecho a primera hora, y a falta de confirmación, puesto que me los dieron así un poco de memoria, parece que todo sigue en ligera mejoría. El jueves en la consulta profundizaré más en los detalles que más me interesan. Como también me interesa que me citen ya para la resonancia que tengo en cartera y saber así de una vez por todas la posible afectación real provocada por la úlcera en mi maxilar derecho. Doler como ya os he dicho, no me duele demasiado; sigo comiendo sin problemas –aunque no coja kilos-, pero me preocupa que en cualquier momento la cosa se pueda complicar. Mejor pillarlo ahora que parece que quiere darme un respiro.

El otro día en la cena, surgió como anécdota el número de pastillas que actualmente estoy tomando. Lo cierto es que casi perdí la cuenta al contarlas, así que para hoy, que no tengo gran cosa que contaros, hago para vosotros un pequeño resumen para que os hagáis una idea.

Empiezo por la mañana, todavía en ayunas con un comprimido de Acfol (ácido fólico), que no es sino un tratamiento para paliar el déficit de ácido fólico que aparece en algunos procesos como anemias, tal es mi caso. También en ayunas, pero tanto por la mañana como antes de la cena, le llega el turno al Voriconazol, que es un tratamiento de profilaxis contra los agentes fúngicos, que haberlos haylos, y están ahí agazapados para pillar a cualquier alma cándida con las defensas un tanto bajas.

Ya con el desayuno, vienen unas cuantas más: para empezar se impone proteger el estómago con algo de Omeprazol, que el pobre no dará abasto. Luego llega el Aciclovir (dos los comprimidos, que repito igualmente a la cena), y que como su nombre indica, me defiende contra los principales virus, aunque como también se ha demostrado, no siempre puede con todos.

Y no se acaba aquí, porque todavía me quedan las cuatro pastillas de Magnogene, que simplemente es magnesio para estados carenciales de este mineral. En realidad de Magnogene me tengo que tomar otras ocho (cuatro más en la comida y cuatro en la cena)

Seguimos –que todavía no hemos dejado de desayunar, por si alguien se ha perdido- con el Ursobilane, cuya misión es la disolver los posibles cálculos biliares que pudieran aparecerme. Con el Ursubilane son tres las pastillas diarias, o sea, cada ocho horas.

Cerramos el desayuno pastillero con los corticoides, Prednisona en concreto, y sobre todo con el inmunodepresor Prograf (tacrólimus), que dado que viene presentado en comprimidos de 1mg, y tengo que tomar 3mg cada doce horas, ello implica otras seis pastillas.

La comida es lo más relajado que tengo en cuanto a ingestas de medicina, pues únicamente repito con el Ursubilane y el Magnogene.

Para la noche, estas dos últimas de nuevo se repiten, además del Voriconazol previo ya comentado; luego, de nuevo el Aciclovir, para cerrar con el Septrin Forte (una pastilla) que previene de distintas infecciones de lo más variado, pero con especial vigilancia a la Neumonía por Pneumocystis. Por supuesto sin olvidarme de la ingesta de las tres pastillas del Prograf.

¿Menudo arsenal, verdad? Bueno, y eso sin contar con las típicas pastillas estilo Orfidal, Noctamid, etc, que cada noche intentan ser mis aliadas para dormir algo mejor, pero que raramente lo consiguen.

Y por supuesto tampoco me olvido de la inyección de EPO semanal, ni de las dos inyecciones de Neupogen para reforzar las defensas de cara al tratamiento que empezamos la semana pasada contra el Virus EB.

¿Las habéis sumado todas? Yo lo cierto es que me he perdido… Pero tomaría el doble si hiciera falta. Nunca he tenido aversión a medicarme, y quizás en alguna ocasión haya pecado más por exceso que por defecto. Así que nada, mientras el cuerpo aguante, medicina pa dentro pa que sane… cuanto antes.

Bueno, creo que por hoy he tirado demasiado de mi Vademécum particular. Por cierto, que supongo que sabréis del origen de la palabra vademécum, proveniente del latín vade mecum, o sea, va conmigo, y que en realidad se trataba de una especie de libreta en la que cada uno iba anotando aquellas informaciones básicas para la actividad que realizaba. Puesto que se supone que la persona debía llevarlo siempre consigo, la libreta habría de ser de dimensiones reducidas para que su transporte se pueda realizar con comodidad.

Y ahora sí que os dejo, que en nada me empieza el Italia Rusia del Mundial de Rugby de Nueva Zelanda, que no todo en la vida es fútbol o baloncesto. Un fuerte abrazo para todos… “y mañana más”.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Génesis Día 80

No son aún las once menos cuarto de la mañana cuando inicio a escribir el Blog. Esta mañana por Oviedo ha sido mucho más corta de lo esperado, puesto que finalmente nada más que hemos hecho la analítica de control, de la que espero tener noticias sobre las dos de la tarde más o menos. Estoy convencido de que todo seguirá por el buen camino, que este viernes recibí un tratamiento de choque que ha tenido que surtir el mejor de los efectos. En cuanto a lo de la resonancia por lo de la úlcera, que no tenía muy claro si era hoy, al final fue una falsa alarma, y todavía no tengo cita fija para ello.

No sabéis cómo se agradece de vez en cuando tener un día tan cortito por el hospital. El jueves ya será otra historia, e iremos mentalizados para ello. Me toca el tratamiento con el Rituximab por lo del virus EB, y aunque Farmacia esté más diligente en la entrega en planta que la semana pasada, no comenzaría antes de las diez y media u once. A partir de ahí son unas tres horas lo que dura la infusión de la bolsa, de algo más de 600 ml, entre el suero y el medicamento propiamente dicho. Lo bueno es que dado que en la primera sesión no experimenté ninguna reacción –salvo impaciencia por lo lento que iba todo aquello-, este jueves podremos iniciar a más velocidad. Una vez acabe, lo que me tocará será la consulta para programar además los pasos a seguir la semana siguiente.

Pero lo importante es que sigo encontrándome muy bien. Los corticoides siguen manteniéndome activo -demasiado activo diría-, de modo que me encuentro con la fuerza y la moral a tope, pero con el inconveniente de que por las noches duermo bastante mal. A las cinco despierto y ya no hay forma de conciliar el sueño, así que desde el jueves pasado andaré entorno a las cuatro o cinco horas de media. Pero aun así no me encuentro para nada cansado. Es más, si se anima un poco el tiempo, esta misma mañana me iré a dar un paseo con mi padre a hacer unos recados por el centro.

Porque lo cierto es que hoy hemos vuelto a levantarnos con tiempo nublado, y lo que es peor, con una bajada importante de temperaturas. Sin embargo las previsiones hablan de mejoría a partir de esta misma tarde. A ver si por una vez dan en el clavo, que en nada se nos planta Octubre en el calendario y ahí sí que resulta más raro que nos visite un "mini verano" como el que tuvimos a principios de Septiembre.

Por otra parte, y como simple anécdota al no tener nada mejor que contaros, confesaros que hoy he sentido una sensación extraña cuando me han entregado mis primeras recetas coloradas, vamos, las típicas rojas de pensionista. Creo que mandaré a mi padre a por ellas a la Farmacia, porque igual si las llevara en persona el que se pone colorao entonces soy yo. La mayoría de las dependientas son chicas muy jóvenes, y claro, uno tiene su pequeño ego masculino, que ya se sabe que con la edad aumenta, y que no puede tampoco echarse por la borda a las primeras de cambio, ¿no?

Bromas aparte, del día de ayer poco que comentaros, salvo que pasamos la tarde por Quintes, donde Mónica y yo nos dimos un buen paseo, aprovechando el único momento donde apareció el sol, y luego, cuando empezó a refrescar nos volvimos a Gijón, donde os juro que ni vi la final del Eurobasket –felicidades a España; era clara favorita desde el inicio-, ni el partido del Madrid -¡regalando puntos a rivales directos del Sporting-... ¿Que qué vi entonces? Faltaría más: el partidazo entre mi Napoli y el todopoderoso Milan. ¿Resultado? 3-1 para los míos que de este modo se colocan líderes, aunque todo hay que decirlo, únicamente van dos jornadas. Pero siempre prefiero eso que no ver al Sporting también líder, pero en este caso por la cola. En fin, respiremos diez veces antes de escribir algo de lo que luego me arrepienta.

Os dejo por este lunes. Espero que tengáis una semana lo más llevadera posible, y como siempre, os envió un caluroso abrazo a todos… “y mañana más”.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Génesis Día 79

Son exactamente las siete de la mañana de este domingo dieciocho de septiembre, cuando incorporado en la cama, comienzo a escribir el Blog. Llevo ya más de media hora despierto leyendo y contestando muchos comentarios a través del Facebook, del email, o directamente colgados en este blog a raíz del post de ayer, que sin lugar a dudas, creo que ocupa ya un lugar en el TopTen de los que llevo escritos hasta ahora.

Y es que está claro que la gente que te quiere, lo que más desea en el mundo es verte mejorar día a día, que vuelvas aunque sea poquito a poquito a ser la persona que eras, con sus virtudes, sus defectos, sus manías... Y yo ahora mismo siento que de verdad estoy entrando por ese camino, del mismo modo que soy consiciente de que seguro que volveré a encontrarme frente a cuestas que ascender o vados que atravesar, pero si uno llega a ellos en el mejor de los estados posibles, estos obstáculos no serán sino diminutas piedras en medio de una senda cada vez más propicia para alcanzar esa meta, para la que no sabemos cuánto queda, pero de la que estamos seguros que tarde o temprano cortaremos la cinta.

No quiero repetirme, pero de verdad que vuelven a mí las imágenes de lo sucedido el viernes y no me canso de revivirlo. Así que estoy como loco por ver las fotos que se sacaron. Serán instantáneas que ocuparán un lugar de privilegio en este enorme álbum que estoy viviendo en persona con todos vosotros.

Ayer, como os anticipaba, el viaje de vuelta desde Segovia, lo realicé ya con Mónica y mis suegros que vinieron a recogerme en su vuelta de sus vacaciones por la costa mediterránea. Fue también un momento muy divertido encontrarme con ellos tan lejos de casa. Y desde ahí, rumbo directo a Asturias, a Gijón, donde no podíamos faltar a nuestra cita con el Sporting. Del partido poco que decir, que para eso está el Tribuno con su Blog y no quiero pisarle el terreno. Si que os puedo adelantar que ayer no estaba nada satisfecho con lo que había visto sobre el campo.

Pero como no hay nada mejor que enjuague las penas que una buena comida, o cena en este caso, Mónica y yo nos fuimos a devorar unas imponentes hamburguesas a las que mi madre nos invitó en su casa. Y para acabar de endulzar la derrota, ¡qué mejor que una buena tarta de queso con arándanos! No fue así de extrañar, que nada más volver a nuestra casa, apenas besé las sábanas, me quedé frito como un santo bebé.

Hoy habrá que reponer fuerzas después de una semana de diez, que mañana toca volver por el hospital, y me da que aparte de la analítica, pudiera ser que tuviera también la resonancia por el tema de la úlcera, pues quieren ver cómo está realmente afectada toda la zona, no sólo la boca, sino también otras partes vecinas como el oído.

Y nada más; con el rumor en la calle de la lluvia que no cesa, me despido de vosotros. Un fortísimo abrazo y besos para todos... "y mañana más"...

sábado, 17 de septiembre de 2011

Génesis Día 78

Son las nueve y cuarto de este diecisiete de septiembre cuando comienzo a escribir el Blog, en un día que ha amanecido soleado y a estas horas ya con cierto calorcillo en Segovia. ¿En Segovia? Pues sí, porque ahora mismo estoy sentado en una de las habitaciones del hotel Tryp Nayade que forma parte del complejo residencial Los Angeles de San Rafael, en El Espinar, provincia de Segovia. ¿Que cómo diantres he venido a parar aquí? Tranquilos, que ahora os lo explico.

Resulta que durante estos días se reunía aquí todo el personal de la empresa para la que trabajo -o ahora que soy pensionista tal vez debería decir trabajaba-. Y ayer se concluía el encuentro con una cena. Así que dado que mi estado estos días era francamente bueno, y que me sentía fuerte como hacía tiempo que no me sentía, me planteé la posibilidad de dar una sorpresa a mis compañeros acercándome hasta este lugar, por supuesto con el consentimiento de los médicos, que más que poner reparos, me animaron a ello.

Hablado con mi jefe, éste se mostró si cabe más ilusionado que yo mismo por esa posibilidad abierta. Y de este modo lo pusimos todo en marcha en el más absoluto de los secretos. El plan era muy sencillo y salió a la perfección: para empezar yo salí ayer de Gijón con el tren Alvia que une Gijón hasta Alicante, y que en una de sus paradas se detiene en Segovia. Fueron cinco horas y media de viaje pero muy cómodas y que para nada se hicieron pesadas. Partí a las dos de la tarde y de esta forma a las siete y media ponía pie en Segovia, donde un compañero, un gran amigo, venía a recogerme. Sólo él, el jefe y otras poquísimas personas de la oficina de Gijón sabían lo que estábamos maquinando.

De ahí a llegar a mi habitación fue casi como rodar una peli de acción. El propósito lógicamente era aguantar la sorpresa hasta la misma hora de la cena y con todos sentados ya en el restaurante, por cierto, el mejor de Segovia, José María, famoso como a nadie podrá sorprenderle por su magnífico cochinillo.

Así que después de esquivar todos los obstáculos posibles para evitar ser visto, llegué a mi habitación con el tiempo justo para ducharme y ponerme guapo para lo que prometía ser una velada muy emotiva, como resultó ser. Y mientras todo el grupo partía en bus hacia el restaurante, yo volvía a irme por separado en coche unos minutos después de su marcha del hotel.

Afuera en el restaurante nos esperaba mi jefe, quien entró en primer lugar en el salón que teníamos reservado, y con su habilidad natural para promover este tipo de situaciones, de repente anunció ante el estupor de todos quién iba a entrar por la misma puerta que él acababa de cruzar... Y así fue.

No puedo describir lo que sentí al abrazar uno a uno a todos mis compañeros, a la mayoría de los cuales llevaba sin ver desde hacía año y medio. No hay palabras para una emoción tal. Decir que me sentía el tipo más feliz del mundo sería quedarme corto.

Como no podía ser de otra manera la cena transcurrió como todas las que yo recordaba y por las que guardo gran cariño. Hay un fuerte vínculo entre todos nosotros, como en una gran familia, y eso se nota, se respira. Una de las anécdotas que me tocó protagonizar fue que bajo la supervisión del propietario del restaurante, hice los honores con un plato en mano, de partir al estilo tradicional el cochinillo. Creo que no se me dio del todo mal, culminando el rito como manda la tradición lanzando el plato contra suelo haciéndolo mil añicos.

Y después de la cena lo normal en estos casos: vuelta al hotel donde teníamos un salón bar a nuestra disposición. Y ahí la noche se hizo larga, para unos más que para otros. Entre los primeros lo confieso, me incluyo. Cinco horas y media en tren para estar con mis amigos lo merecían. Eso sí, que nadie tema: la mayoría del tiempo la pasé sentadito y no bebí otra cosa que no fuera cerveza sin.

Tengo que deciros también que esta noche he dormido de maravilla, pero con todo, a las ocho y media ya estaba desayunando. No quiero tampoco cambiar mis horarios, aunque supongo que esta noche estaré algo cansado. Pero eso no me va a quitar para a las seis, estar primero en El Molinón para respaldar a mi Sporting, que hoy tendrá un hueso muy duro de roer: el Valencia.

¿Que cómo vuelvo? Bueno, eso algo que tenía ya también planeado, aunque los "afectados" no lo supieran hasta ayer mismo cuando ya me encontraba en Segovia. Lo cierto es que justo hoy -a estas horas estarán de camino- vuelve Mónica con mis suegros de su estancia por Benidorm. Así que cuando ayer por la noche hablamos, le pregunté no sin cierto aire de niño que ha cometido una travesura, si tendrían inconveniente en hacer una parada técnica en Segovia... Tengo que decir que después de la pequeña riña por mi correría, merecida y esperada, Mónica comprendió que algo como lo de ayer es sin duda la mejor de las medicinas y un estímulo inmensurable para seguir luchando y avanzando en mi recuperación. ¡Si encima llevo un regalo para casa! Mis compañeros me obsequiaron con una botella de champagne, Möet Chandon, rosè, para que así lo celebre con ella como se merece, cuando mis restricciones en el consumo de alcohol sean más permisivas de lo que ahora mismo lo son. Gracias Mónica por saber estar siempre a mi lado, aunque a veces haga estas locuras.

Y por supuesto gracias a todos los que ayer lograron que me sintiera como si este año y medio en realidad sólo hubiera sido un suspiro en el tiempo. Un beso a todos.

Y a vosotros, mis fieles lectores, familia y amigos, sólo desearos que paséis un magnífico fin de semana. Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más".

viernes, 16 de septiembre de 2011

Génesis Día 77

Ocho en punto de la mañana cuando comienzo a escribir estas primeras líneas del Blog, en este viernes dieciséis de septiembre, día que ha vuelto a amanecer lluvioso y algo desagadable. ¡Qué poco nos duró la alegría del miniverano que disfrutamos a principio de mes! Pero bueno, no desesperemos, que hay todavía mucho día por delante, y no digamos ya, lo que nos queda todavía de mes.

Hoy mi primera dedicatoria tiene que ir obligatoria hacia mi primo, no el de Zumosol, sino el de Bruselas, Roberto. Y es que hoy es su cumpleaños, así que desde aquí un enorme beso para el mejor de los amigos posible, y una de las personas que mejor me ha entendido en todo este sarao en el que ando metido. Siempre pendiente, y siempre subiéndome la moral por la nubes, quizás las mismas que ahora Zapatero ha anunciado que va a dedicare a contemplar. No deja de tener su gracia porque me pregunto si ha hecho algo que no fuera eso durante estos años en el Gobierno. Pero fuera política, y menos mezclada en una felicitación a mi primo Roberto, que aunque él sabe bien de qué pie cojeo, tolera como nadie mis frecuentes salidas de tono o mis particulare excentricidades, que tener las tengo. Así que nada Nino -que es el apodo que se le ha quedado desde nuestra época universitaria, a pasarlo genial hoy, pero como tú siempre has hecho, con moderación, no como uno que yo me sé,,, y no miro para la pantalla del ordenador.

Como veréis hoy he vuelto a madrugar. Los corticoides de verdad me están dando algo de insomnio y a partir de las cinco y media o así, casi no consigo pegar más ojo, pero al mismo tiempo hacen que me sientan como nunca y que me esté volviendo hieractivo. Yo creía que cuando uno es pensionista todo se vuelve más pausado. Pero va a ser que no es así. ¿En realidad habéis visto alguna vez a algun jubilado que no anduviera por el mundo como si fuera el útlimo día de su vida? Sí, eso me casa más.

Por lo que se refiere al inicio del tratamiento con el Rituximab no hubo más problema que la espera, dado que al parecer, la orden enviada a Farmacia el día anterior, se había quedado por ahí traspapelada o directamente perdida, así que hubo que mandar otra. Así que desde las ocho y media que me pusieron la premedicación, tuve que esperar casi tres horas a que llegara la bolsita de marras. El problema además es que siendo la primera vez que la ponía, los tiempos de infusión al principio son muy lentos para vigilar la aparición de cualquier tipo de rechazo al medicamento. Luego, cada media hora te van subiendo la velocidad que parte del mínimo de 40ml/h hasta alcanzar la velocidad punta de 400ml/h. Yo aun así, como tengo mucha confianza con ellos y no notaba absolutamente nada, conseguí los tiempos entre cambio y cambio se fueran acortando. De este modo a las dos y media salíamos mi padre y yo por la puerta del Huca.

Dado que había quedado para comer en el AgU con un amigo -de esos que siempre os he referido como de toda la vida, porque además es cierto-, la vuelta fue un poco rapidita, con mi padre tratando de frenar a través del suelo en plan Pedro Picapiedra en el troncomóvil. No hubo problemas y llegué justo a tiempo. Lo mejor fue que luego se nos unió en el restaurante el tercer mosquetero, así que pudimos disfrutar los tres de una comida juntos, después de más de año y medio sin poder hacerlo. No hace falta que os diga lo que se respiraba en aquella mesa, aparte de los manjares de los que por supuesto dimos todos buena cuenta. Son más de treinta años juntos y eso se quiera o no, crea un vínculo y un apego indestructibles.

Pero no se acabó todavía ahí el día, porque luego me fui con uno de ellos que no tenía asuntos que resolver a ver tiendas. ¡Con lo que a mí me gusta! Eso sí, si no me voy para casa con algo me mosqueo, así que algo sí que vino conmigo.

Total, que entre una cosa y otra puedo decir que ayer salí de casa a las siete y media pasadas de la mañana y regresé cerquita, cerquita, de las siete de la tarde. Todo un récord. Y os juro que para nada me sentí cansado.

Para hoy también tengo algún plan especial, pero que os desvelaré mañana si finalmente sale adelante. Lo primero que querría hacer ahora era dar un paseo, pero para eso, antes tendría que dejar de caer esta lluvia, que como buen orbayu, no moja, pero acaba entrándote por el tuétano. Bueno, ya encontraré algo con lo que entretenerme hasta entonces. Ideas no me faltan.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más".

jueves, 15 de septiembre de 2011

Génesis Día 76

Son las diez y cuarto de este jueves quince de septiembre, hoy soleado, cuando comienzo a escribir el Blog. Lo hago desde el HUCA, donde hoy empiezo con el tratamiento contra el virus que ayer os comentaba.

Llegué a primera hora con la esperanza de que así se aligerara todo un poco, pero parece ser que desde Farmacia da igual a la hora que llegues, porque ellos tienen sus circuitos establecidos, y aunque la orden esté dada desde ayer, la medicina no ha llegado aún, y por lo que me han comentado, podría no llegar hasta cerca de las once. Espero que no sea tan exagerado, porque eso me dejaría por aquí hasta las dos como mínimo. Y uno tiene ya el culo tieso de estar sentado tanto tiempo en estos sillones. La mala suerte fue que las dos camas del hospital de día están ocupadas por personas que han recaído. Bueno, ellas las necesitan más que yo, eso está claro. Yo procuro de vez en cuando levantarme un poco para estirar piernas y no quedarme anquilosado.

Esta mañana además estuve "entretenido" hasta hace nada, intentando matricular a mi padre en un curso de la Universidad Popular. ¡Qué desastre! Ponen el servicio por internet en funcionamiento a las nueve, pero es imposible acceder a él porque se encuentra tan saturado que continuamente da error. Así que cuando al final conseguí acceder a él, todas las plazas estaban ocupada. Lo dejé en reserva por si falla la gente, aunque son demasiados los que tienen delante. Y me pregunto: para tener un servicio tan precario y obligar así a la gente a acudir a los centros públicos a hacer cola -alguno desde antes de las seis y media de la mañana-, ¿para qué tenerlo? No sé, a mí eso de hacer cola me parece tercermundista. Y luego todo se reduce a tener un programa y un servidor con capacidad. Recuerdo haber sacado entradas para conciertos como el último de U2 en San Sebastián -al que al final no pude ir- apenas abierta la aplicación de venta, y sin ningún problema. En fin...

Por lo demás sigo con un estado físico y mental al máximo, únicamente afectado, aunque muy ligeramente por este pequeño contratiempo que nos ha provocado este virus de nombre extranjero. Pero estoy seguro como os comentaba ayer, que no es más que otra pequeña valla, en esta carrera de obstáculos que estamos corriendo, y que superaremos sin duda. La meta está cada vez más cerca aunque mi tarjeta sanitaria ahora me considere pensionista. Ya veremos si esto no cambia antes de que me la envíen; que para ello echan sus buenos tres o cuatro meses.

Así que como digo mucha paciencia en estas visitas al hospital con tiempos de espera tan largos, que la tarde todavía dará para mucho si sigue así el tiempo. Un paseín por El Muro lo cura todo.

¡Y cómo no!, que nadie piense que hoy me he olvidado de la festividad de Nuestra Señora de los Dolores, así que felicidades de nuevo mamá. Debe ser la primera vez que me acuerdo de tu santo, aunque he de confesar que tuve una buena amiga que me lo recordé. Otra Dolores, por cierto. Felicidades para ti también.

Por último comentaros, porque no son noticias que salgan en prensa precisamente, y ahora con la que está cayendo mucho menos, que hoy se celebra el Día Mundial de la lucha contra el Linfoma. No os voy aquí a dar la coña con nada que no sepáis ya, pero recordar que un linfoma -mucha gente lo confunde con una leucemia o un mieloma- es un cáncer que afecta a los linfocitos, que forman parte del sistema inmunológico de las personas. Para que os hagáis una idea, cada año, se detectan casi 350 mil nuevos casos en todo el mundo, de los cuales, unos 6 mil en España. Con tal motivo, la AEAL, Asociación Española de Afectados por Linfomas, Mielomas y Leucemia, organiza a través de la siguiente página web http://www.aeal.es/diamundial2011/ una serie de actividades, ofreciendo además multitud de información sobre el tema. Os invito a visitarla.

Nada más, un fuerte abrazo,,, "y mañana más".

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Génesis Día 75

Son las doce en punto de la mañana de este miércoles catorce de septiembre, de nuevo con nubes y lluvias, cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de regresar de Oviedo donde como cada miércoles tenía consulta y con las ideas bien fresquitas me pongo a contaros lo más interesante de lo ocurrido desde el día de ayer.

Lo primero sería entonces narraros la sorpresa que me causó ayer de tarde, cuando recibí una notificación del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reconociéndome a todos los efectos desde ya mismo, como pensionista. ¿Una broma más de las mías? Os prometo que no lo es. No hacía ni diez días que me habían pedido más papeles para siguiendo el protocolo ordinario, abrir un expediente de cara a una posible reconocimiento de incapacidad para el desempeño de mi trabajo. Pues se ve que andan con prisa, porque como digo, concretamente me han declarado una incapacidad permanente en el grado de Absoluta para todo trabajo. Hombre, esto a un tío como yo, con treinta y nueve años recién estrenaos, si os soy sincero, no es que le haga excesiva ilusión, pero ahora mismo es lo que hay. De todos modos, como es lógico, esta situación de pensionista se revisaría dentro de un año, para que si en el caso que todos esperamos, o sea, que estuviera ya completamente curado, se cancelaría, incorporándome como deseo a la triste y dura vida laboral, pero que tanto echo de menos. En caso contrario, habría otra nueva prórroga por otro año. Y así sucesivamente.

Así que habrá que tomárselo con el buen humor con el que siempre me tomo las cosas, aunque no me hagan especial ilusión, y me veo así, como un jubilado más, vigilando obras, o yendo a los viajes del Imserso... Lo que nadie me pida es que le saque medicinas con el cuento de que a partir de ahora pasaré a esas recetitas color rojo, clásicas de los pensionistas. Ahí sí que tengo que decir que me voy a ahorrar una pasta al mes, porque no veáis lo que gasto cada vez que entro en la Farmacia. Aunque como siempre he dicho, el dinero en estos casos, es lo de menos. Y pagaría gustosamente diez veces más si eso significara curar diez veces más rápido. Porque curar, más tarde o más temprano sé que voy a curar. Eso os lo garantizo.

Ya os iré contando las anécdotas que puedan surgir de esta nueva situación personal, en la que tendré que plantearme por supuesto muy en serio cosas o proyectos con las que llenar mi tiempo, y que de paso, sirvan para seguir avanzando y ganándole terreno a la enfermedad.

Dejando a los simpáticos jubilados a un lado, en la consulta también hemos tenido alguna novedad. Ha llegado el resultado de la biopsia de la úlcera bucal, y hubiera preferido deciros que no hay nada de nada, pero sí que parece sin embargo que pudiéramos tener una pequeña complicación. Se trataría de un virus, conocido como Epstein-Barr(VEB). Se trata de un bichito de la familia de los herpesvirus (a la que también pertenece aquel virus que había sufrido en su día, el olvidado ya citomegalovirus). Su presencia lo que hace es que proliferen -o puedas proliferar- los linfocitos, en este caso los de clase B, que son menos complicados a priori de contrarrestar que los T que originaron mi enfermedad. Yo de verdad que no tengo ninguno de los síntomas típicos de que el virus esté en fase avanzada, pero una vez más, es mucho mejor como en el caso del rechazo, comenzar con un tratamiento de forma inmediata. Es por ello que mañana mismo tendré que volver a Oviedo para una primera sesión con Rituximab, un anticuerpo monoclonal, del estilo del alemtuzumab, aquel que si recordáis, me administraron con el CMV, aunque mucho más suave y sin apenas efectos secundarios. Lo que hará el medicamento básicamente es evitar esa proliferación de linfocitos B, evitando que el problema se agrave. Esto convencido de que funcionará.

Para completar toda la información, me han hecho unas fotos de la zona afectada para así observar la evolución que se produzca con la administración del Rituximab, que habrá de ser durante cuatro semanas. Además, me llamarán también para realizar una resonancia de la zona maxilar donde tengo la úlcera para ver mejor lo que hay, allá donde la vista no alcanza.

Pero de verdad que quiero remarcar que esto no es sino otra de las múltiples complicaciones que surgen, o pueden surgir, tras un trasplante alogénico, y si se controlan, no habrá ningún problema para seguir mejorando día a día, tal y como ahora estoy haciendo. Es más, la médico no ha puesto en absoluto ninguna restricción para que siga haciendo exactamente lo mismo que hasta ahora. El único cambio que "sufriré" será el tener que volver a estar sentado en un sillón durante cuatro horas, que es lo que dura al parecer la infusión del medicamento, pues va por via venosa. Pero bueno, siendo ahora jubilao, intentaré hacerme con una cama para estar más cómodo.

Y del resto nada nuevo, que las cifras son las que ya os había comentado el lunes, es decir, muy positivas, que el riñón y el hígado han mejorado igualmente, y que de aquel otro virus, el BK, no hemos vuelto a tener noticias. Parece así que el tratamiento contra el rechazo está claramente cumpliendo con su misión. Me ha sorprendido también comprobar que mi número de pulsaciones por minuto vuelve a estar incluso por debajo de las sesenta, cuando debido a la anemia y a todo lo demás, no hace mucho, era casi imposible que bajara de ochenta. Otro buen síntoma de mi recuperación.

Pasando a la sección deportes -ya sé que hay gente que se la salta directamente y agradezco enormemente su sinceridad-, del partido de ayer entre el Barcelona y el Milán, deciros que cuando empataron los rossoneri en el último suspiro, fue tal el grito que di, que mi madre entró para decirme que no recordaba haberme visto celebrar un gol así desde hacía muchísimo tiempo. Yo creo que desde que Italia ganó el Mundial de Alemania en el 2004. Es que uno lleva mucha tensión acumulada dentro y hay que soltarla. Vayan aquí también por ello mis disculpas a los lectores culés.

Y para esta tarde con el tiempo que hace la verdad es que no tengo nada previsto. Quizás ver los cuartos del Eurobasket, donde España juega a las cinco contra Eslovenia. Pero casi prefiría que dejara de llover, y poder así salir a dar un buen paseo. Ya habrá tiempo para decidirse. Y si no, parafraseando a Casablanca, "siempre nos quedará la cinta".

Un fuerte abrazo a todos... y mañana no más: ¡mañana mucho más!

martes, 13 de septiembre de 2011

Génesis Día 74

Son las nueve y media de este martes –y trece- de septiembre cuando comienzo a escribir el Blog. El día ha amanecido entre nubes y da la impresión de que hoy no veremos demasiado al astro rey, al que por estos lares, conocemos cariñosamente bajo el nombre de Lorenzo.

Anoche como no podía ser de otro modo estuve con mi padre viendo el partido de Nadal frente a Djokovic. Hacía tiempo que no se veía nada igual en una final del Grand Slam: partidazo con máxima intensidad en todo momento, golpes imposibles, y los dos jugadores demostrando por qué ahora mismo son los mejores del mundo. Pero como ayer os decía, creo que en este momento el serbio, como tocado quizás por una varita mágica, está un punto por delante de Nadal. De este modo, y a pesar de que el mallorquín realizó un partido impresionante y no arrojando nunca la toalla –todo un ejemplo para muchos entre los que me incluyo-, llegó a un fatídico cuarto set donde mientras muchos confiaban en el bajón físico de su rival, lo que se encontraron sin embargo fue con un Nadal al que sencillamente se le habían acabado las pilas. De este modo, victoria para Djokovic que continúa con su increíble récord de haber perdido únicamente dos partidos en todo lo que va de temporada. De verdad que quien no haya trasnochado, si puede, que vea las repeticiones que a buen seguro ofrecerá hoy Eurosport porque merece la pena.

Y para esta noche qué decir del partido que enfrentarán a Barcelona y Milán. Entiendo que no hace ni falta que os diga cual sería mi resultado ideal, pero admito de igual modo que el Barca también está en este caso un puntito –y probablemente alguno más- por encima de un Milán al que la marcha de Pirlo a la Juve, ha dejado sin su referente en el centro del campo. Lo que es seguro es que el conjunto rossonero venderá cara su piel.

Volviendo de nuevo atrás en el tiempo, ayer por la tarde, después de cumplir con el blog y con otros temas pendientes, subí con mi padre de nuevo hasta la huerta, donde nos esperaban mi madre y mis tíos. Aproveché así para llevar la cámara y hacer algunas fotos graciosas de los animalillos y plantas que ahí tienen, pero también para plasmar la visión magnífica que desde allá arriba se disfruta cuando uno camina por la senda peatonal que bordea toda la costa.

Os preguntaréis cómo es posible que en apenas una semana mi cambio en las condiciones físicas haya sido tan radical. No sé, ni yo mismo sabría daros la respuesta. Insisto en que probablemente mucho de esto tenga que ver con las altas dosis de corticoides que estoy tomando a diario para tener controlado el rechazo. Pero bueno, mientras dure, yo feliz, y los que me rodean, aún más. Lo que parece más asombroso es el hecho de que durmiendo menos horas que nunca –no más de cinco al día-, me sienta sin embargo con tantas fuerzas y ganas de hacer cosas.

Esta mañana por ejemplo, después de haberme acostado muy tarde por el partido de tenis, estaba ya levantado a las siete y media preparándome un buen desayuno: café con leche, dos tostadas con aceite y mermelada, un yogurt natural, unas galletas de avena y por si eso no bastara, un pedazo de tarta de almendra casera. ¡Como para no andar luego sobrado de fuerzas!, ¿no os parece?

Después, estuve echándole un ojo a un viejo documento que mi madre me había encontrado entre la cantidad de papeles que todavía tengo en su casa. Ese documento sí que me llevó atrás el tiempo. Se trata nada más y nada menos de una certificación firmada por parte de D. Alfredo Villa González, Secretario General del Ilustre Ayuntamiento de Gijón allá por el 1984, donde acredita y da fe, que D. Filippo Priore aparece en la inscripción de la hoja familiar correspondiente, siendo residente actual en Gijón junto a sus padres, dejando constancia de este hecho –no os lo perdáis-, a petición del interesado y a los efectos de acreditarlo ante la Federación de Fútbol.

¿De qué iba todo eso, os preguntaréis?, ¿qué me traía entre manos? Muy sencillo –y a la vez muy complicado-: por aquel entonces yo tenía doce años y entrenaba –que no jugaba- en el equipo alevín del Codema, el equipo de mi colegio. Y no jugaba porque no se admitía en aquel tiempo el que un jugador extranjero pudiera jugar en categorías que no fueran profesionales. Así que la única forma de lograr que me permitieran jugar era realizar una petición personal, probando que a pesar de ser extranjero, había nacido y residido siempre en España. La petición se cursaba a la Federación Asturiana que luego la remitía a la española. Fueron recuerdo más de tres meses, toda la primera vuelta del campeonato, entrenando sin poder jugar el domingo, y esperando una respuesta. Cuando ésta llegó, fallando a mi favor, creo que fui el niño más feliz del mundo en ese momento. ¡Vaya historia! En fin, que como uno es como es, aquellos problemas no me hicieron variar en absoluto mis conductas ni mis intenciones de mantener la nacionalidad italiana con todos los problemas que ello pudiera ocasionarme en el futuro, como el no recibir becas a pesar de mis notas hasta bien entrado ya en la Universidad, amén de otras complicaciones, que para mí, no eran sino pequeñas molestias que debía pagar por aquella voluntad mía, o tal vez simple capricho. Y así sigo casi treinta años después. Afortunadamente ahora todo es mucho más sencillo, pero no os creáis, que de vez en cuando todavía me mujer me lanza indirectas –más bien directas- para que de una vez por todas obtenga la nacionalidad española. Pero ni con esas.

Bueno, y después de este rollo, seguro que lo más os ha gustado es que apenas he hablado de mi enfermedad. Mañana tengo que volver a Oviedo para la consulta y espero que de nuevo el post que escriba sea de lo más aburrido. Serían buenas noticias, seguro.

De momento os dejo. Que tengo esta mañana también cargada de recados por hacer. Por cierto, que no sé si será el martes y trece de marras, pero lo primero que me he encontrado al encender el ordenador es que la pantalla está de tal forma pixelada que apenas puedo leer en ella, así que no sé lo que saldrá de aquí. En cualquier caso ya os comenté en una ocasión que lo las supersticiones es muy relativo y si aquí el trece trae mala suerte, en Italia por ejemplo es al contrario. Soy de los que piensa que la suerte es poder vivir y disfrutar de cada día, sea el que sea, y si luego se ha de torcer, se torcerá sea trece, diecisiete, veinticuatro o cuarenta y cinco si lo hubiera. ¿O no?

Un fuerte abrazo a todos,,, “¡y mañana más!”.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Génesis Día 73

A las tres y cuarto de este doce de septiembre, con un sol radiante y una temperatura exterior que supera los veintiséis grados, comienzo a escribir el Blog. Lo de la temperatura tan elevada quizás se explique por el quemazo general que se respira en Gijón después del partido del Sporting de ayer. Pero vamos a lo que de verdad es importante: hoy es otro de esos días que siempre tengo marcados en el calendario, ni más ni menos que el cumpleaños de mi madre. Así que vayan por delante todas las felicitaciones del mundo posibles. Por supuesto, además de las felicitaciones, hemos cumplido como tiene que ser con los regalillos correspondientes, la comida familiar y por supuesto tampoco faltó la tarta con velas con las fotos de rigor.

Esta mañana ha sido también fructífero en cuanto a recados que he llevado a cabo junto con mi padre. Hay que aprovechar estos días en los que me vuelvo a encontrar francamente bien. Para empezar, de nuevo madrugón, para a las ocho menos cuarto salir hacia Oviedo para la analítica de todos los lunes. Después, nos fuimos a dar un pequeño homenaje en honor a mi madre, en forma de generoso desayuno. La siguiente cita la teníamos ya en Gijón, donde tenía unos cuantos asuntos que resolver. Y para acabar, antes de que llegara la hora de la comida, todavía tuvimos tiempo de subir hasta la Providencia para después de pasar por la huerta que allí tiene mi padre con su hermano, darnos una vuelta por la senda peatonal que bordea toda la costa. Los médicos me insisten una y otra vez que es fundamental para mi recuperación el que me mueva todo lo que pueda, y que me dé el aire. Hay que hacerlo incluso cuando las fuerzas o la cabeza no están a buen nivel, así que mucho más cuando como ahora, estoy en el polo opuesto. Sin embargo, siempre digo lo mismo: mantengamos los pies en el suelo; entra dentro de lo normal que con el tratamiento de choque que desde el miércoles pasado comenzamos para luchar contra el rechazo, mis condiciones hayan mejorado. Lo que no quita para que dentro de una semana, el cuerpo pueda haberse habituado a este mismo tratamiento, y vuelva un poco a las andadas de semanas pasadas.

De momento lo que sigue preocupándome más es la evolución de la úlcera. No acaba de mejorar y más bien diría que está algo más fea, pero dado que me duele menos, puedo comer y sigo sin tener noticias de la biopsia que me extrajeron, seremos positivos y pensaremos que esa pinta que ahora tiene forma parte de su recuperación, que aunque lenta, acabará por llevarse a cabo.

Como el miércoles pasado había quedado además un poco mosca con la bajada de cifras hematológicas, no he querido esperar a la consulta de pasado mañana para tener noticias de la analítica practicada hoy, y por ello, me decidí a llamar a última hora para tener los datos encima de la mesa. Y las noticias no han podido ser más satisfactorias: todos mis valores han mejorado, muy especialmente las defensas, que animadas por las dos inyecciones de Neupogen –que no es que sea una gran dosis- se han disparado hasta cifras que me sitúan en la franja alta del intervalo considerado como normal. Por otra parte, las plaquetas han remontado para situarse de nuevo cercanas a las cincuenta mil, de la misma forma que la hemoglobina supera los diez puntos por primera vez desde que salí del trasplante.

Tampoco ha estado mal el dato de la creatinina, que demuestra que mi función renal continúa progresando satisfactoriamente, de modo que me falta poco para meterme también en un rango normal. Por último, el problema que teníamos con el inmunodepresor, con el que que no conseguíamos alcanzar un nivel mínimamente seguro, después del último aumento en la dosis, parece también haberse resuelto.

Así que en líneas generales hoy han sido todo buenas noticias, y no espero más que confirmarlas el próximo miércoles. Y a ver si se completan con el resultado de la biopsia de la úlcera.

Esta tarde habrá que volver a salir algo de casa, aunque esperaré a que sean por lo menos las seis, porque antes no habrá quien lo aguante. Para mañana además anuncian un empeoramiento del tiempo, pero sin en principio riesgo de lluvias. No nos podemos quejar del septiembre que llevamos.

Que nadie dude que de noche estaré muy pendiente de la final del Open USA que disputarán Nadal y Djokovic. Las últimas cinco confrontaciones cayeron del lado del serbio, con lo que seguro que el mallorquín saltará a la pista hipermotivado. ¿Mi pronóstico? Creo que hoy por hoy Djokovic está un puntito por encima.

Y eso es todo. Tomaos con tranquilidad la semana que tenemos por delante,,, “y mañana más”.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Génesis Día 72

Son ni más ni menos que las seis y media de la mañana cuando comienzo a escribir el Blog en este domingo 11 de septiembre, fecha por todos recordada hasta la saciedad, y de no ser así, ya se encargarán otros de recordárnosla. Siempre se dice que cuando ocurre una tragedia como la que ocurrió el 11S en Estados Unidos –es especial nos quedamos con el derrumbe de las Torres Gemelas-, uno tiene a recordar dónde estaba o qué hacía. Yo lo recuerdo perfectamente: estaba en Grecia, con Mónica, visitando a unos tíos míos, que ya os he presentado en alguna ocasión, y que viven en Corinto. Recuerdo que estábamos sentados a la mesa, cuando empezamos a ver escenas extrañas en el televisor que pronto captaron nuestra atención. Mi tía nos iba traduciendo pero hasta que no nos volvimos al pequeño apartamento que nos habían dejado, también en Corinto, y pudimos poner TVE Internacional, no caímos en la cuenta de la verdadera envergadura del atentado. Han pasado diez años y muchas heridas han quedado todavía abierta, y lo que es peor, tardarán por cerrar. La amenaza sigue latente.

Os preguntaréis qué hago a estas horas ya levantado. Bueno, lo cierto es que ya os había comentado que en estos últimos días me estoy desvelando bastante pronto y luego ya no consigo recuperar el sueño. Pero aparte de eso, hoy Mónica se iba con sus padres a pasar unos días de vacaciones, y de este modo, intentar desestresar un poco, porque nadie como ella ha estado a mi lado durante estos más de quince meses que llevamos en la pelea. Se lo merece y yo era el primero que quería que se olvidara un poco de mí, aunque sé que será imposible. Lo mismo que yo de ella. Así que me tocó despedirla a primera hora, y ya puestos, me he enganchado a un deporte de los de verdad, el rugby. Estamos en el inicio del mundial de rugby que se disputa en Nueva Zelanda, y la diferencia horaria hace que los partidos sean sólo para grandes aficionados al deporte más caballero de todos cuantos existen. ¡Y qué mejor que un Australia-Italia para empezar a abrir hoy boca! No tenemos nada que hacer, pero por supuesto venderemos como siempre cara la piel. De momento resultado honroso, que espero aguante hasta la finalización del partido, aunque estos kivis tienen un nivel muy por encima de la azzurra.

Ayer ya os conté nuestro fantástico viaje sobrevolando Asturias durante una hora. Estamos tan contentos con la experiencia –también es cierto que tuvimos mucha suerte con el tiempo- que no vemos la hora de repetir. Lo mismo me da la paranoia si me entra el gusanillo de verdad en el cuerpo e intento sacarme el titulillo básico de piloto. ¿Se atrevería alguien a subirse conmigo?: “ El Capitán Filippo les desea un feliz vuelo”

Por la tarde estuvimos básicamente descansando y Mónica y sus padres ultimando detalles para el viaje, que aunque sean cuatro días, uno nunca quiere dejarse nada, y acaba llevándose cosas como si se fuera para quince días. Así que desde hoy me toca de amo de dos casas. Porque además, si hace buen tiempo, seguro que me subo por Quintes para estar un poco por ahí tomando el aire, y viendo a la gente.

De mi estado seguimos en las mismas: las pequeñas molestias ahí siguen, aunque muy mitigadas por el corticoide. Quizás lo que más me preocupe ahora mismo sea la ya archiconocida úlcera, que lejos de empequeñecer, parece que aumenta de tamaño, aunque curiosamente apenas me duele y sigo pudiendo comer con relativa normalidad.

Para esta tarde tenemos varias citas ineludibles: F1 con una vez más los RedBull en cabeza, con Alonso siempre con la lengua fuera intentando sacar de donde no hay; luego el final de La Vuelta, con Juanjo Cobo como sorprendente y virtual ganador de esta ronda, un tanto extraña; y sin olvidarnos por supuesto el Osasuna Sporting, en el que nos jugamos muchísimos, aunque suene a dramatismo barato cuando estamos en la segunda jornada. ¡Cuidado!, que estos puntos son los que luego se echan en falta. Además, ayer uno de los famosos grandes, de cuyo nombre no quiero acordarme –del otro tampoco- nos hizo una pequeña faena dejándose un punto en un partido que tenía ganado contra un rival, de esos que se dicen de “nuestra liga”.

Y nada más, que ahora mismo nos han clavado tres ensayos en siete minutos y hemos pasado de un 6-6 a un 25-6. Lo de resultado honroso igual fue soñar demasiado. Y hablando de soñar, a ver si después de desayunar me echo un poco y sigo soñando.

Disfrutad del domingo,,, “y mañana más”.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Génesis Día 71

Son las tres y cuarto de la tarde, de este sábado diez de septiembre cuando comienzo a escribir el Blog. Después de una copiosa comida, ahora mismo estamos en familia viendo el video que esta mañana grabamos desde nuestro paseo en avioneta, uno de los regalos de cumpleaños que se ganó ayer Mónica. Fue absolutamente espectacular y estamos como locos por repetir la experiencia. La avioneta, para cuatro personas, la ocupábamos tres: el piloto, Guti -no confundir con el díscolo exjugador del Madrid-, el copiloto, quien esto escribe, y detrás Mónica. O sea, imposible mejor.

El vuelo fue de lo más tranquilo - con un tiempo perfecto-, y durante el mismo sobrevolamos Gijón, Les Mariñes, en especial Quintes (por donde dimos un par de vueltas), La Ría de Villaviciosa, para luego volver por el interior por la Pola y volver a Llanera pasando por encima de Oviedo. Lo dicho: que ya estamos planificando el próximo vuelo. Tal vez hacia Galicia, siempre por las villas costeras.

Por cerrar el día de ayer, comentaros que organicé como pequeña sorpresa de cumpleaños, una cena con nuestros padres en el Restaurante DobleQ del Hotel BAL de Quintueles. Hubo incluso hasta minipostre con vela para la agasajada. Me gustó el lugar -nunca había estado- aunque como es casi moda ahora en todos los locales, el aire acondicionado lo tienen que por la puerta entraban los pingüinos. No sé qué trabajo cuesta regular por Ley la temperatura mínima en un local público. No es por exagerar, pero ayer el termostato no lo tenían por encima de los 20 grados ni de lejos. De hecho al salir, se estaba más agusto fuera.

Por mi parte sigo de lo más estable. La úlcera ahí sigue, aunque creo que va mejorando. Me ha salido otra pequeña herida debajo del labio superior, que esa sí tengo fichada de un mordisco, hará unos diez días. Y es que cualquier afección bucal en mi caso necesita de muchp más tiempo del normal para curarse. Habrá que seguir con las gárgaras de agua y sal y el tratamiento específico que me había recetado el de maxilofacial.

Pero bueno, las molestias más graves parece que con el corticoide han remitido notablemente. Supongo que el lunes me dirán si tengo que seguir una semana más con el tratamiento de choque contra el rechazo. La verdad es que no hablamos de ello, pero a mi juicio no creo que antes de un par de semanas me lo quiten. Ya os iré diciendo.

Hoy de momento, por la mañana, me he puesto la inyección de defensas, así que se supone que en ese sentido estaré mucho mejor el lunes cuando acuda a Oviedo a hacer la analítica. En cualquier caso, como más vale prevenir que lamentar, yo la mascarilla no la poso.

Y nada más, que toca disfrutar de lo que queda de finde. Y con el tiempo que hace... mucho más. ¡Menudo veranito que nos ha traído Septiembre! Un fuerte abrazo... "y mañana más".

viernes, 9 de septiembre de 2011

Génesis Día 70

Son las dos menos cuarto de este viernes 9 de septiembre, cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy es otro día muy especial, diría que de los más especiales, pues hoy es el cumpleaños de Mónica. Así que esta mañana, lo primero que tocaba era el desfile de regalos. No os voy a detallar todo lo que este año cayó por casa, aunque sí os daré una pista sobre uno: en realidad la pista ya la había dado ayer en la pequeña composición que adjuntaba en el blog. Esperemos que el tiempo siga acompañando, como hoy lo hace, y de este modo podamos los dos disfrutar de lo que más nos gusta: nuestra Asturias.

Del día de ayer comentaros que lo pasé sin problemas, celebrando en Quintes con comida familiar, el Día De Asturias. El corticoide ha hecho su efecto y ha conseguido de un plumazo eliminarme las ligeras décimas de temperatura que por la tarde y de noche siempre me molestaban, además de ayudar a bajar la inflamación de la úlcera bucal, con lo que estoy comiendo con mucha calma, pero masticando de nuevo. De hecho ayer después de no sé cuánto tiempo, a la cena nos preparamos una pizza, bien crujientita.

Y hoy parece que la tendencia es la misma, en el sentido que me encuentro mucho mejor de lo que me encontraba hace apenas unos días. Podré así aprovechar el día como se merece. A ver si podemos repetir el paseo que ayer nos dimos, que entre los problemas
de estómago, la úlcera y otros achaques, lo tenía algo abandonado.

Para la noche si sigo con la batería cargada como ahora mismo, quizás culminemos el cumple con una cena en algún restaurante digno de tal evento. No nos anticipemos, que de momento tenemos por delante una comida que promete.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más".

jueves, 8 de septiembre de 2011

Génesis Día 69

Son las diez y media de la mañana de este ocho de septiembre, Día Grande del Principado de Asturias, de esa Asturies a veces deprimida por la precariedad en muchos aspectos, pero siempre alegre y dispuesta a abrir sus brazos a todos los que quieran venir a visitarla. Digo pues que son las diez y media de este día grande entre los grandes de España, ¡y qué narices!, del mundo, cuando comienzo a escribir el Blog.

Quería aprovechar un día como este de fiesta para comunicaros que ayer por la tarde, una vez había publicado ya el post diario, me llamo personalmente la doctora que me había atendido por la mañana en consulta. ¿El motivo? Habían llegado los resultados de la biopsia y si bien se ve un número de linfocitos ligeramente por encima de lo normal, pero nada alarmante, lo fundamental y lo que de verdad ahora mismo nos interesa, es que no se diagnostica linfoma. Vamos, que en teoría hemos vencido este primer round tan largo y duro. Pero que nadie se vaya: toca volver a la silla, esperar a que suene la campana, y volver al cuadrilátero para seguir luchando para que nunca más se vuelva a levantar de la lona. De momento nuestro próximo objetivo es superar el rechazo injerto contra huésped -como sabéis ocurre al rechazar las células de mi hermano las mías propias, o en general a mi cuerpo-. Eso será como derrotar a un peso pluma, ya veréis.

Lo cierto es que pasé una noche más que aceptable. La cantidad de corticoide que tengo que tomar para combatir el rechazo ha hecho que desaparezcan algunas de las molestias que tenía, y eso ya el primer día. Incluso la úlcera parece haber mejorado y comienzo a poder masticar, eso sí, con mucho cuidado. Mantengo todavía los dolores estomacales, pero tampoco vamos a pedir milagros, aunque si hay que pedirlos: ¡qué mejor día que hoy Día de Nuestra Santina!

Os decía que había pasado una noche aceptable, y no buena como podría haber sido de no haberme desvelado a eso de las seis y media de la mañana. A esa hora y con la cabeza con un montón de ideas rondándome, me fue imposible conciliar de nuevo el sueño. No hay diazepam que valga, ni lorazepam, lormetazepam, o añadid todos los pam que conozcáis. Así que resignado a mi suerte, estuve entretenido escribiendo un poco y tratando de resolver unos quiz matemáticos, un tanto complicadillos, de modo que casi nunca lo consigo; pero de verdad que nunca miro las soluciones, porque algún día me vendrá la idea feliz y ese día yo seré el más feliz del mundo. Resolver problemas sencillos en un minuto no motiva y no sirve para nada, salvo cuando estabas en un examen de la Universidad, claro está. Lo que presta –permitidme hoy el término autóctono- es ser capaz de dar con la solución de algo complejo, que parecía casi imposible de resolver.

Y nada más, que como os comentaba aparte de los problemas matemáticos estuve completando una pequeña composición que ayer había iniciado por la noche en la cama. Ese es otro de los momentos donde más me trabaja la sesera, y si me viene algo que no quiero olvidar al despertar el día siguiente, inmediatamente me levanto y corro a apuntarlo.

Como hoy es un día tan especial, y en el que os he contado además una buena noticia, espero no abusar de vuestra bondad infinita si os dejo a continuación lo que escribí en concreto entre ayer y hoy. Me vino como un recuerdo de mis ya lejanos viajes en avión, cuando volvía a Asturias y experimentaba una sensación que los que sois de aquí, entenderéis perfectamente.

Un fuerte abrazo, Feliz Día de Asturias a todos… “y mañana más”. ¡PUXA ASTURIES!

No tengo miedo a volar,
sobre todo si la vista es bella;
por eso al llegar a ella,
desde lo más alto,
al llegar a mi Asturies,
no sé si despierto estoy soñando,
o si sueño y no quiero despertar.

Y si llegado el momento
mi muerte hubiera de elegir,
entre hacerlo en la cama enfermo,
o en fatal accidente de avioneta,
no lo dudo que por ella,
por mi Asturies,
rasgaría con mi alma el cielo
para besar con el cuerpo mi tierra;
paraíso que fue de Adan y Eva,
donde hasta la gadaña cuando llega,
te hipnotiza con su mortal belleza.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Génesis Día 68

Son la una y media de este caluroso miércoles siete de septiembre cuando doy inicio al Blog. Esta mañana, como todos los miércoles he tenido consulta en Oviedo, así que no hace ni cinco minutos que he entrado por la puerta.

Sé que muchos estáis esperando por los resultados de la biopsia, que en definitiva es lo más importante -o casi-, así que siento desilusionaros pero todavía no tenemos nada. Como mañana es fiesta y el viernes cantidad de gente hace puente, lo más probable es que hasta la semana que viene no sepamos nada. En fin, como siempre, paciencia.

De lo que sí tenemos noticias es del TAC, o sea, del escáner, que no muestra nada anómalo, vamos, que es normal. Como única particularidad tengo el tamaño del bazo lindando el límite superior, pero como digo dentro de la normalidad.

Por lo que respecta a la úlcera, he acudido en primer lugar a la consulta de maxilofacial donde tampoco hemos tenido suerte, ya que tampoco tenemos resultados de la muestra extraída el miércoles pasado. El médico sin embargo me ha comentado que él piensa que no se trata de un afta, pero que hasta que no tengamos esos resultados –que también llegarán la semana que viene- mejor es no aventurarse en nada.

Posteriormente, me volvieron a ver el afta, úlcera, o como queráis llamarlo, en Salud Bucondental, donde también coincidía que hoy tenía consulta. Ahí sin embargo sí que se inclinaron porque se trate de una úlcera causada porque sencillamente me muerdo yo mismo, por lo que se me inflama y causa dolor, provocando además que no cure. Yo estoy más con esta opción porque es verdad que me muerdo con relativa frecuencia en esa zona, pero no ahora, sino de toda la vida, y estando inmunosuprimido como estoy, parece más lógico pensar en esto. Esperaremos no obstante, también en este caso, como prueba definitiva, a los resultados de la próxima semana.

Volviendo a la consulta del trasplante propiamente dicho, comentaros que después de ver las cifras hematológicas –que han descendido de forma apreciable aunque no alarmante- y de referirle los síntomas que mantengo desde hace algunas semanas: malestar estomacal, picores en la piel, la conocida úlcera en la boca y que ahora me duelen los ganglios de la garganta –tengo uno ligeramente inflamado-, todo hace indicar que puedo estar sufriendo un inicio del conocido en el argot como rechazo injerto contra huésped. Por los síntomas sería de tipo agudo más que crónico, pero aquí la barrera entre uno y otro es a veces un poco difusa. Aun así lo vamos a tratar como si fuera agudo, que por un lado sería lo ideal, puesto que la duración del tratamiento es menor y por tanto también la de las molestias que trae aparejadas, en el caso de que seamos capaces de controlarlo, claro está.

Lo del rechazo aunque suene un poco feo, tampoco es para asustarse más de lo debido. Es algo que ocurre con muchísima frecuencia e incluso resulta positivo si se controla, puesto que sirve para reforzar el propio sistema inmunitario. Como os decía, lo vamos a tratar con bastantes variaciones en el tratamiento de pastillas que estaba tomando, añadiéndose por ejemplo una buena dosis de corticoides. Con lo metódico que soy yo para las pastillas, espero adaptarme rápidamente a todos los cambios, fundamentalmente en cantidades y tiempos de toma.

Poco más que deciros, salvo que la semana que viene volveré a repetir visitas al hospital el lunes y el miércoles. Tendremos ahí una primera fotografía del efecto que pudieran producir todos estos cambios.

¡Ah!, del riñón parece la cosa seguir yendo aceptablemente y casi con toda seguridad, que con los corticoides todavía podría mejorar otro poquito, lo mismo que las pequeñas desviaciones en los parámetros hepáticos que ahora mismo presento, y que también son síntoma de ese presunto rechazo.

En cuanto a lo que os refería de las cifras un tanto bajas, no es tampoco nada anormal, y podría estar con estos picos o ciclos bastantes meses; incluso más allá del año y medio o los dos años. Hoy hemos puesto una dosis de Neupogen para subir algo las defensas y seguiré con la EPO, si bien el hematocrito sí que se mantiene estable. Para las plaquetas no queda más que esperar.

Bueno, pues ahora a descansar, intentar comer bien –que sigo sin ganar peso, sino más bien lo contrario- y ya veremos si por la tarde estamos con ganas para dar un paseo, aunque con este calor que hace no es que me apetezca demasiado.

Un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.