viernes, 16 de septiembre de 2011

Génesis Día 77

Ocho en punto de la mañana cuando comienzo a escribir estas primeras líneas del Blog, en este viernes dieciséis de septiembre, día que ha vuelto a amanecer lluvioso y algo desagadable. ¡Qué poco nos duró la alegría del miniverano que disfrutamos a principio de mes! Pero bueno, no desesperemos, que hay todavía mucho día por delante, y no digamos ya, lo que nos queda todavía de mes.

Hoy mi primera dedicatoria tiene que ir obligatoria hacia mi primo, no el de Zumosol, sino el de Bruselas, Roberto. Y es que hoy es su cumpleaños, así que desde aquí un enorme beso para el mejor de los amigos posible, y una de las personas que mejor me ha entendido en todo este sarao en el que ando metido. Siempre pendiente, y siempre subiéndome la moral por la nubes, quizás las mismas que ahora Zapatero ha anunciado que va a dedicare a contemplar. No deja de tener su gracia porque me pregunto si ha hecho algo que no fuera eso durante estos años en el Gobierno. Pero fuera política, y menos mezclada en una felicitación a mi primo Roberto, que aunque él sabe bien de qué pie cojeo, tolera como nadie mis frecuentes salidas de tono o mis particulare excentricidades, que tener las tengo. Así que nada Nino -que es el apodo que se le ha quedado desde nuestra época universitaria, a pasarlo genial hoy, pero como tú siempre has hecho, con moderación, no como uno que yo me sé,,, y no miro para la pantalla del ordenador.

Como veréis hoy he vuelto a madrugar. Los corticoides de verdad me están dando algo de insomnio y a partir de las cinco y media o así, casi no consigo pegar más ojo, pero al mismo tiempo hacen que me sientan como nunca y que me esté volviendo hieractivo. Yo creía que cuando uno es pensionista todo se vuelve más pausado. Pero va a ser que no es así. ¿En realidad habéis visto alguna vez a algun jubilado que no anduviera por el mundo como si fuera el útlimo día de su vida? Sí, eso me casa más.

Por lo que se refiere al inicio del tratamiento con el Rituximab no hubo más problema que la espera, dado que al parecer, la orden enviada a Farmacia el día anterior, se había quedado por ahí traspapelada o directamente perdida, así que hubo que mandar otra. Así que desde las ocho y media que me pusieron la premedicación, tuve que esperar casi tres horas a que llegara la bolsita de marras. El problema además es que siendo la primera vez que la ponía, los tiempos de infusión al principio son muy lentos para vigilar la aparición de cualquier tipo de rechazo al medicamento. Luego, cada media hora te van subiendo la velocidad que parte del mínimo de 40ml/h hasta alcanzar la velocidad punta de 400ml/h. Yo aun así, como tengo mucha confianza con ellos y no notaba absolutamente nada, conseguí los tiempos entre cambio y cambio se fueran acortando. De este modo a las dos y media salíamos mi padre y yo por la puerta del Huca.

Dado que había quedado para comer en el AgU con un amigo -de esos que siempre os he referido como de toda la vida, porque además es cierto-, la vuelta fue un poco rapidita, con mi padre tratando de frenar a través del suelo en plan Pedro Picapiedra en el troncomóvil. No hubo problemas y llegué justo a tiempo. Lo mejor fue que luego se nos unió en el restaurante el tercer mosquetero, así que pudimos disfrutar los tres de una comida juntos, después de más de año y medio sin poder hacerlo. No hace falta que os diga lo que se respiraba en aquella mesa, aparte de los manjares de los que por supuesto dimos todos buena cuenta. Son más de treinta años juntos y eso se quiera o no, crea un vínculo y un apego indestructibles.

Pero no se acabó todavía ahí el día, porque luego me fui con uno de ellos que no tenía asuntos que resolver a ver tiendas. ¡Con lo que a mí me gusta! Eso sí, si no me voy para casa con algo me mosqueo, así que algo sí que vino conmigo.

Total, que entre una cosa y otra puedo decir que ayer salí de casa a las siete y media pasadas de la mañana y regresé cerquita, cerquita, de las siete de la tarde. Todo un récord. Y os juro que para nada me sentí cansado.

Para hoy también tengo algún plan especial, pero que os desvelaré mañana si finalmente sale adelante. Lo primero que querría hacer ahora era dar un paseo, pero para eso, antes tendría que dejar de caer esta lluvia, que como buen orbayu, no moja, pero acaba entrándote por el tuétano. Bueno, ya encontraré algo con lo que entretenerme hasta entonces. Ideas no me faltan.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Hola Fili: Veo que lo de pensionista te ha sentado fenomenal, y has pasado 12 horas fuera de casa con normalidad. Fantástico. ¿Será el momento de volver al Molinón? Casualidad que juegue el Valencia ¿no? Mientras tanto, por aquí estaremos celebrando el día de Asturias, en el cauce del río Turia. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

    ResponderEliminar