sábado, 24 de septiembre de 2011

Génesis Día 85

Apenas superadas las cinco y media de la mañana de este sábado venticuatro es cuando pongo en orden mi cabeza para dar inicio al Blog. Me siento como siempre a estas horas completamente despierto y necesito hacer algo, porque siento que cada vuelta de más que dé en la cama, supone una forma de desprecio al día que tengo por delante. Es como si quisiera devorar cada una de sus horas, cada uno de sus segundos. Así que un poco de música de acompañamiento y a por ello.

Sin duda hoy merece mi primer recuerdo el nacimiento de una preciosa niña, de nombre Olaya, y que ayer trajo a última hora del día la felicidad a dos grandes amigos, y a toda su familia a la que tanto aprecio tengo. ¡Felicidades Natalia y Jose! Dicen que un niño viene con un pan debajo del brazo; no sé si esto será siempre cierto, pero lo que nadie podrá discutir es que Olaya ha llegado con un Betis líder en Primera, lo cual, siendo su familia paterna verdiblanca hasta la médula, es sinónimo de buenos augurios. Ahora sólo falta que también nos ayude con el equipo de su parte materna, que falta nos hace. En serio, que lo principal es que la niña ya está aquí y que a partir de ahora todos los veintitrés de septiembre serán muy especiales en la familia.

Por lo que a mis aventuras y desventuras se refiere -últimamente prevalecen las primeras-, deciros que ayer fue un día casi perfecto, únicamente importunado por la lluvia que por la tarde nos visitó con ganas, pero que en todo caso, lo mismo me ayudó a dormir una siesta de las que no disfrutaba desde hacía tiempo. Porque sí: ayer por fin pude dormirme durante más de hora y media tras la generosa fabada con la que mi suegra nos obsequió. Y es que nada mejor que una fabada para que a uno le entren luego las ganas de entregarse al descanso del guerrero.

Antes, por la mañana, después de más de año y medio, visité las oficinas de la empresa, y así, con la excusa de ir cerrando algunos temas con mi jefe, pude saludar nuevamente a cantidad de compañeros a los que llevaba un montón de meses sin ver. Todos coincidieron en mi buen aspecto a simple vista, aunque no sé, quizás lo dijeran al esperarse a un pensionista encorvado y con bastón... La verdad es que me sentí muy feliz de verles de nuevo, y aunque con muchas caras nuevas, puedo afirmar que sentí la misma sensación que en Segovia cuando hubiera jurado que todo este tiempo en fuera de juego no hubiera nunca existido.

Para cerrar un día como digo que firmaría para hoy mismo, y después de una cena tutta italiana, a base de pasta fresca rellena, para seguir ambientados, nos inclinamos por ver una entrañable pero divertida comedia, Bienvenidos al Sur, en la que un director de una oficina postal del norte de Italia, que ansía un traslado a Milán, se ve de pronto "degradado" por su mala cabeza a transferirse durante dos años nada menos que a Castellabate, un pueblo cercano a Nápoles, ante su desolación y la de su mujer. Surgen así toda clase de estereotipos sobre las diferencias entre la vida y la forma de ser de la gente del Norte y la de sus compatriotas meridionales. La película en realidad es una adaptación de su homónima francesa. Me quedo con la frase de uno de los protagonistas que lo dice todo: un forastero que llega al Sur llora dos veces, la primera precisamente cuando llega... la segunda cuando se va.

Y nada más por este sábado, primero del mes de otoño. Como de costumbre os deseo un gran fin de semana. Yo para esta noche tengo programada una cena también muy especial, así que habrá que intentar volver hoy a dormir la siesta para estar a la altura. Un fuerte abrazo a todos, bienvenida Olaya a este mundo... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Hola Fili: Como madrugas... Enhorabuena a los papis, y bienvenida Olaya. Son tiempos revueltos, pero al mal tiempo buena cara. Estoy rodeado de asturian'ia con lampresencia de mi cuñaaaaooo, asi que este finde patearemos la ciudad. Ya nis contar'as lo de esta noche... parece una cita a ciegas... Reencontrarse con los amigos siempre resulta entrañable, aunque sean los del curro, je,je. Ahora toca recuperarse. Un abrazo. HONOR y FUERZA.

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