Cuando son casi las doce del mediodía de este sábado tres de septiembre, comienzo hoy a escribir el Blog. Me acabo de levantar no hace más de media hora. Necesitaba dormir y descansar después de unos día sin hacerlo en condiciones, y si a eso sumamos el que anoche llegamos de la boda pasadas las dos de la madrugada, es lógico entonces que el propio cuerpo no estuviera para despertarse antes.
De la boda contaros que como en la de mi primo, lo que más rabia me dio fue el no sentirme en condiciones para disfrutarla como se merecía, y de paso, para que también la disfrutaran un poquito más los que me rodeaban. Pero bueno, aun así lo pasé muy bien dentro de mis limitaciones, sobre todo la que se refiere a la úlcera famosa en la boca, de la que apenas noto mejoría tras tres días de tratamiento. Sigue la hinchazón y el dolor y con ellos, mi imposibilidad para masticar cualquier cosa que exija demasiado empeño.
Pero como digo, con todo, fue genial ver de nuevo a un montón de gente a la que tengo especial cariño, empezando por los novios por supuesto, todos engalanados a más no poder, como tiene que ser; el primero yo, que ya sabéis lo que me gusta presumir. Ahora no queda más que esperar que los recién casados sean muy felices y que otros que todavía no se han atrevido a dar el paso, se decidan, y de esta forma poder tener la oportunidad de volver a reunirnos para un sarao como el de anoche.
Para el día de hoy no tengo nada especial previsto, más que seguir descansando en la medida de lo posible y si tengo la oportunidad y las fuerzas, tal vez dar un paseo para estirar las piernas un poco. El día de momento ha amanecido con más nubes que claros, pero la temperatura se mantiene muy agradable.
De la ligera febrícula con la que llevo peleando estos últimos días no tengo mucho que deciros. Ayer la verdad es que apenas si sentí nada, pero también es cierto es que iba un poco más dopado de la cuenta para evitar que se me fastidiara la boda. Veremos hoy con alguna dosis menos de paracetamol o ibuprofeno cómo está la cosa realmente.
Ahora os dejo, que va siendo hora de hacer alguna cosilla por casa, que luego se nos acumula el trabajo. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.
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