martes, 21 de septiembre de 2010

Extra Seis

Cuando faltan apenas un par de minutos para las seis de la tarde de este martes veintiuno de septiembre, comienzo a escribir el Blog. Hoy se cumplen justo los cincuenta días desde el Día Cero, así que estamos justo en la mitad del tiempo que habrá de transcurrir hasta la prueba de la biopsia, que será la que confirme el resultado del tratamiento.

Como recordaréis el viernes pasado tenía consulta en Oviedo con el otorrino por lo del tema de la congestión nasal. En principio, y a la vista de la radiografía y del escáner, unido a la ausencia de alguno de los síntomas más típicos de la sinusitis, se inclinan ahora más a que todo sea debido a una rinitis alérgica. Vamos a ver así si simplemente con un spray que me han recetado podemos solucionarlo. Dentro de dos meses tengo de nuevo consulta para ver si efectivamente el tema está resuelto. Yo espero que sea antes.

Esta semana pasada ha sido bastante tranquila salvo por el hecho de que el jueves me tuve que ir para casa de mis padres puesto que mi mujer incubó un pequeño catarro, así que por precaución decidimos que era mejor no estar demasiado tiempo juntos. De todos modos ya ayer dormí de nuevo en mi casa dado que se encuentra mucho mejor. Lo cierto es que la posibilidad de pillar un catarro o una gripe siempre la voy a tener ahí, y prefiero no comerme la cabeza demasiado por ello, lo que no quiere decir que no extreme las precauciones.

Por otra parte sigo con mis paseos diarios, encontrándome cada mejor y con más fuerzas a pesar de la pequeña anemia que padezco. De hecho el domingo por la mañana caminé cerca de una hora y cuarto a buen ritmo. En realidad no bajo nunca de los tres cuartos de hora, y muchas veces el paseo lo doy tanto por la mañana como por la tarde. Hay que aprovechar estos últimos coletazos del verano, que pronto tocará abrigarse más o quedarse en casa dándole a la cinta de andar.

Ayer una vez más tocaba revisión en Oviedo. Según la médico todo sigue aceptablemente bien, aunque me ha bajado el nivel de hemoglobina, a lo que ella ha restado importancia. Tampoco se la ha dado a unos pequeños pinchazos que me dan de vez en cuando en la zona de las axilas. Parece que si bien es cierto que tengo unos pequeños ganglios, éstos no son como para causar ningún problema. No sé, a veces me da la sensación de que los médicos se lo toman todo como muy normal o carente de importancia, o tal vez pretenden que tú te lo tomes así para no preocuparte. Habrá que creerles.

Sobre la analítica aparte de lo de la hemoglobina, tanto las plaquetas como las defensas parece que siguen en cifras normales. La mejor noticia es que la próxima revisión no la haré hasta dentro de quince días, así que tendré una semana de descanso. Aunque bueno, también es cierto que por otro lado luego lo piensas y te da un poco de respeto el no saber nada durante dos semanas, pero no tiene por qué pasar nada. Supongo que es el protocolo que siguen y ahora, ya transcurrido el primer mes desde que salí del hospital y viendo mi evolución, tocará espaciar más las revisiones.

Como os comentaba en el último blog el pelo ya ha hecho su aparición, con lo que tengo las cejas bastante pobladas y la barba -sobre todo por la zona del bigote y la perilla- casi como antes de empezar con el tratamiento. Y por la cabeza ahora mismo lo tengo como si me hubiera rapado hace unos días, o sea, más o menos al uno. Parece que no pero estos cuatro pelos ya hacen que no sienta tanto las corrientes como cuando estaba completamente al cero.

Sobre el peso, que es otro de los temas que siempre os comento, continuo con mi evolución progresiva. Ahora mismo estoy rozando los setenta kilos, con lo que he recuperado algo más de cuatro. Un par de kilillos más y estaré casi perfecto. Yo sigo comiendo con ganas aunque todavía alguna molestia gástrica sí que noto, pero al menos las nauseas parecen haberme dicho adiós definitivamente.

No quiero dejar de contaros que esta semana unos amigos me han enviado una camiseta de la selección española, con mi nombre en la espalda, y con su estrella mundialista en el escudo. Ya os enviaré alguna foto porque estáis acostumbrados siempre a verme nada más que con la de Italia. Bueno, tengo que decir que la roja no me queda tampoco demasiado mal. La verdad es que es una camiseta preciosa, aunque todo hay que decirlo: todavía le faltan tres estrellas para igualar a la azzurra. ¡Ah!, y hoy también he recibido otro detalle: unas cartas de póker de Ferrari. Habrá que estrenarlas con una buena timba.

Por si alguno se lo pregunta, no he dejado de jugar al parchís. Los buenos hábitos hay que mantenerlos. Lo que ocurre es que ahora gano con más frecuencia que antes. Se ve que estoy cogiendo de nuevo la forma.

Y nada, que seguimos como siempre en contacto a través del Blog y de mi correo electrónico. Hasta entonces, recordad: “y mañana más”.

martes, 14 de septiembre de 2010

Extra Cinco

Faltan apenas diez minutos para las cinco de la tarde de este martes catorce de septiembre cuando empiezo a escribir este Blog. Hemos pasado ya los cuarenta primeros días desde aquel Día Cero y son más de tres semanas las que llevo en casa. Parece que no, pero como siempre digo el tiempo pasa, aunque para mí siga siendo como una película a cámara lenta.

Antes que nada comentaros que ayer tuve la revisión semanal en Oviedo, pero no hubo Blog porque si os soy sincero estuve por Quintes toda la tarde –ahí no tengo conexión- y para cuando llegué era muy tarde para ponerme con ello y además esta mañana tenía el escáner, también en Oviedo, así que preferí esperar por si os podía contar alguna cosa más.

Por partes: la semana pasada la verdad es que me pasó relativamente rápida porque coincidieron los cumpleaños de mi hermano, de mi mujer y de mi madre, así que estuve bastante entretenido. Además desde el miércoles que fue fiesta -¡viva la Santina!-, estuvimos subiendo todos los días a Quintes y allí los días parece que pasan mejor que metido en el piso. Y encima salvo el domingo nos acompañó el tiempo, así que pude dar unos cuantos paseos.

¡Ah!, el jueves coincidiendo con el cumple de mi mujer me tomé mi primer culín de sidra. La ocasión lo merecía. Bueno, en realidad más que un culín fue medio, que tampoco quería emborracharme por la falta de costumbre.

Lo que he preferido no apurar ha sido mi regreso a El Molinón. Tanta gente junta todavía me da un poco de respeto y además el día estaba un bastante gris. Así que me lo vi por la tele y disfruté con la victoria de nuestro equipo, aunque algo menos con el juego. Este sábado contra el Bilbao tampoco iré porque lo han puesto a las ocho de la tarde, y a esa hora y sobre todo a la de acabar el partido, seguro que está fresquillo. Ya veremos si para el próximo domingo que recibimos al Valencia me animo. Depende de cómo me encuentre.

Ayer como os comentaba fui a la revisión semanal. A las ocho y media me estaban sacando sangre –últimamente parece que me resiento un poco más de los pinchazos-. La “gracia” fue que me dijeron que a las diez tendría la consulta, así que desayuné con mi padre en una cafetería cerca del hospital porque no nos daba tiempo evidentemente a volver a Gijón antes de la cita. Al final entré en la consulta a las doce. ¡Dos horas de espera! Estaba acostumbrado a esperar entre hora y hora y cuarto, pero lo de dos horas fue de récord. No sé, me da la sensación de que a la hora de fijar las citas hay una cierta desorganización. Es una pena porque el trato luego es como de costumbre espléndido y sobre eso no puede haber en absoluto ninguna queja, pero la gente en la sala de espera lógicamente se molesta y cuando entras no puedes evitar hacerlo con el ceño torcido. ¡Que de estar en el hospital ya tuvimos seguro todos bastante! Pero bueno, es algo que yo por lo menos tengo ya más que asumido que cuando hay revisión toca “perder” toda la mañana.

Sobre la analítica todo va según lo previsto. Las defensas han vuelto a subir como consecuencia de las inyecciones que pusimos la semana pasada. Ahora habrá que ver cómo están el próximo lunes y si tenemos que poner alguna más. Las plaquetas siguen en los parámetros normales y la hemoglobina se encuentra cerquita de ello, aunque por otra parte tengo un poco de anemia lo que hace que me sienta en ocasiones un poco cansado.

Otra de las cosas que ha cambiado en los últimos días es que me ha comenzado a salir pelo. Primero fueron las cejas y la barba –me afeité el domingo y ya estoy como si no lo hubiera hecho, ¡vaya desgracia!- y luego ha sido por la cabeza, aunque todavía tímidamente. Lo cierto es que me había acostumbrado a mi look rapado, así que no sé si optaré por mantenerlo cuando me crezca más. Me ha comentado además la médico que el pelo me saldrá muy rebelde y rizado. Pues si ya lo tenía yo rebelde y rizado miedo me da éste cómo saldrá entonces...

Cambiando de tema hoy tenía el escáner por lo de la sinusitis –si es que la hay-. En esta ocasión fue todo muy rápido de modo que a las once estaba ya de vuelta en casa, lo que aproveché para darme un buen paseo. Los resultados no los sabré hasta el viernes que es cuando tengo la cita con el otorrino. A ver si me solucionan el problema porque es lo que peor llevo, el no dormir por culpa de la dichosa congestión nasal. Es bastante probable por otra parte que alguna decimilla de más de temperatura y ligero dolor de cabeza que tengo por las tardes sea producto precisamente de esa congestión nasal o sinusitis.

Por lo demás sigo cogiendo peso poco a poco y he recuperado unos tres kilos y medio. Todavía me quedan por lo menos otros tantos para estar en un peso razonable pero seguro que no tardaré mucho en hacerlo.

La próxima revisión como os dije me la han fijado para el lunes que viene, más que nada porque les interesa saber qué me ha dicho el otorrino y actuar en consecuencia. Pero es probable que a partir de esta cita comencemos a espaciarlas cada diez días. ¡Mucho mejor!

Bueno, pues nada más: seguimos en contacto a través del Blog y de mi correo electrónico para lo que queráis. Y como siempre no lo olvidéis: “y mañana más”.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Extra Cuatro

Son poco más de las seis de la tarde de este lunes seis de septiembre cuando comienzo a escribir el Blog. Han pasado ya algo más de dos semanas desde que salí del hospital y se ha cumplido el primer mes desde que realizamos el trasplante. Esta segunda semana me ha pasado bastante más rápida que la primera, aunque todavía el tiempo va algo despacio para lo que a mí me gustaría. Y es que estamos aún a mitad de ese primer mes que marcan como media de tiempo para que vayan desapareciendo las molestias. Y ya no hablo de los seis meses que habrán de transcurrir para que me sienta en perfecto estado, o del año de media para la recuperación total. Eso todavía lo veo demasiado lejos. Aunque llegará.

Mientras, yo sigo con mi congestión nasal. A la espera de que vaya el día 17 al otorrino haremos antes un escáner para confirmar el diagnóstico sobre si hay o no sinusitis, ya que según me han comentado a veces la radiografía puede llevar a engaño. Así que habrá que esperar hasta esa fecha. No es que me importe demasiado pues son diez días lo que ahora quedan, pero sí que me fastidia un poco el saber que durante todo este tiempo seguiré durmiendo un poco a tirones. Bueno, al menos lo que me ha desaparecido casi por completo es la tos. Algo es algo.

En cuanto a las otras molestias, de vez en cuando todavía tengo algunas nauseas, pero en líneas generales puedo decir que estoy comiendo mucho mejor que hace una semana y la prueba es que ya he recuperado algo más de kilo y medio de peso de los ocho largos que había perdido.

Por supuesto mantengo mis paseos, que cada vez son más largos. Este fin de semana he caminado por Quintes un recorrido que tengo marcado en cuatro kilómetros, así que en ese sentido también sigo mejorando. Ya veremos estos días qué hacemos, porque parece que viene el mal tiempo. Bueno, siempre me quedará la cinta. ¡Ah!, por cierto: ya tengo la bici nueva preparada para cuando me encuentre con más fuerzas.

Quizás lo que más me esté costando estos días es beber los tres litros de líquido que me piden que beba al día. ¡Tres litros! No obstante más o menos lo voy cumpliendo sobre todo a base de Acquarius e infusiones. Y es que parece que el agua es lo que peor me entra ahora mismo. Si fuera cerveza seguro que no tenía problemas.

A lo que vamos, esta mañana he tenido una nueva revisión por Oviedo. Es un poco latoso el tener que ir a sacar la sangre a primera hora y tener luego la consulta al final de la mañana, porque eso me obliga a volverme a Gijón ya que lo que menos me apetece es quedarme por Oviedo cinco horas esperando. Así que hoy a las ocho y media estaba con el brazo puesto para que me sacaran sangre y luego a las dos tuve la consulta.

Como ya me habían avisado en la última revisión vamos a tener que poner otro par de inyecciones de Neupogen –hoy ya puse la primera- para ver si espabilamos a las defensas, que están un poco remolonas y hoy estaban raspaditas al haber bajado desde el último análisis. No hay ningún problema en que pueda seguir haciendo vida normal porque como digo están justitas pero todavía dentro de los límites que ellos consideran aceptables. El resto de parámetros están bien, tanto la hemoglobina como las plaquetas que siguen creciendo.

La próxima revisión me la han fijado de nuevo para el lunes que viene. Es un alivio el no tener que pasar por el hospital nada más que una vez a la semana, aunque tampoco canto victoria porque ya veremos cuándo me llaman para ir a hacer el escáner. Lo mismo todavía me toca volver esta semana por ahí, pero bueno, sería por radiología y no por hematología. Y es que aunque no lo creáis, desde que salí del encierro, en todas las veces que he pasado por el pasillo para ir al Hospital de Día en las consultas que he tenido, nunca he girado la cabeza al pasar por delante de la puerta de la habitación 540. No sé, supongo que es normal.

En fin, que aunque lento, el tiempo por supuesto sigue pasando, nosotros seguimos mejorando y el lunes que viene espero poder contaros que estoy todavía mucho mejor. Y recordad que hasta entonces diremos aquello de “y mañana más”.