martes, 31 de mayo de 2011

Día 530_16

Son las siete y media de la tarde de este martes treinta y uno de mayo. Me encuentro en este preciso momento después de una jornada muy similar a la de ayer bastante bien. Quizás haya enfluenciado un montón el hecho de que hace como una hora mi mujer se haya acercado al HUCA para dejarme algunas cosillas, de modo que hemos disfrutado de nuestro momento "prisión", porque es más o menos como dije en su momento, lo que sentirán los presos y sus allegados a través de un cristal. Bueno, ella está mucho más tranquila sabiendo que su reserva para este Luxury está absolutamente confirmada.

Novedades no podemos decir que haya habido muchas. Parece ser en la conversación diaria que he tenido esta mañana con los médicos se ha desvelado que uno de los riñones está sufriendo algo más de lo requerido, así que han tenido que sustituirme la medicación referida a las posibilidades de rechazo.

Por otra parte, los tres efectos secundarios que más me siguen quitando el sueño -y nunca mejor dicho, tanto en mi caso xomo en el de mi padre- son: la mucositis, los edemas en miembros inferiores y la cistitis vesical.

Sobre la mucositis de verdad que cada vez la llevo con menos paciencia, pero es que a la incapacidad de comer o beber, se une el estar todo el tiempo escupiendo flemas. Claro quizás éstas serían también menos si hiciera algo de bici, y si soplara las famosas bolas, peeeeeero, claro, lo de la bici, parece ser que teniendo las piernas como las tengo de hinchadas, no sea la mejor opción. En cuanto a las bolas, a la dificultad de soplido teniendo los labios en carne viva, tengo también el inconveniente desgraciado de que mi recuperación de Oxígeno muy baja, por lo que he estado casi todo el día conectado a la bombonilla de Oxígeno que todos hemos visto junto a la cabecera de cualquier habitación de hospital.

En cuanto a lo de la cistititis vestical, de lo que nadie podrá ya acusarme es de no echarle un par de cojones -de los de toda la vida- como dos melocotones. Bromas aparte, que la parte en cuestión no está para hacer chistes fáciles con el tema, no hay que negar es que en este aspecto en particular sí que parece que hay mejoría, aunque como todas, lentas.

En cuanto a la temperatura más o menos estoy todo el día entorno a los treinta y siete, tres décimas arriba o abajo. Pero luego sufro de un pico al día que obliga a recurrir a Paracetamol o Nolotil. Con eso suele ser suficiente. Aunque no faltan los remedios caseros en forma de paños fríos para la cabeza.

Finalmente lo que ya esperábamos se está produciendo: el pelo rapao con el que había llegao al hospital está cayendo a mechones. Mi petición a la pelu que la Unidad dispone ha llegado demasiado pronto en este caso, dado que sigo todavía por debajo de la veinte mil plaquetas.

Bueno, nada más, que se hace tarde. Mañana empezamos junio, que es uno de esos meses queridos por todos. Por algo será. Un fuerte abrazo "y mañana más".

lunes, 30 de mayo de 2011

Día 530_15

Son las seis y media de este lunes 30 de mayo cuando comienzo a escribrir el Blog. Va a ser si cabe un blog más lento de lo normal porque ciertamente el día ha sido muy intenso, y no podemos afirmar precisamente que la noche hiciera que nos relajáramos lo justo. A eso de las cuatro y media y con treinta y ocho y cuatro de fiebre pusimos un Nolotil, además de aprovechar también para colocar una Buscapimna para constribuir al control del número de plaquetas, que hoy después de los análisis, son las que demuestran una mejor cara, no llegando casi a las treintra mil que serían el número mínimo que precisara.

Por otro lado puesto que mis cólicos cistíticos siguen poniéndome a bailar el Baile de San Benito, se han tomado otras dos medidas: por un lado hemos suspendido los lavados de la propia sonda que habíamos colocado hoy por tercera vez, puesto que parecían ser éstos los desencadenantes de estos cólicos. Y por otra parte, dar aviso serio a Urología para que sean ellos quiene vengan entre esta noche y mañana a ver ellos mismos en primera persona cómo está la cosa. Les voy a peguntar si hay forma de paso de saber a ciencia cierta de forma natural e instantánea, porque vamos, tengo los huevos cocidos y del tamaño de un avestruz. ¿Que os exagero?. Tal vez, el otro día conocí un documental en el que había cuatro o cinco no bajaban de ahí.

Finalmente por comentaros la última, hoy me han suministrado mi primera bolsa de plástico con alimentación parenteral muticapa. Básicamente es como cualquier bolsa de suero, en este caso de 3000ml y que te entra por vena sin necesidadad de que tengas que levantarte siquiera de la cama para ir al baño.

Bueno, después de este blog lleno de dificultades, espero para mañana, vísperas de junio, podamos hablar de otros temas diversos.

Reconozco que a veces me desespero porque tengo la sensación de que los pequeños problemas soy yo quien los transforma en grandes problemas. Así que nada de eso: hay que volver a hablar de santos, de cumpleaños,etc...Un fuerte abrazo y "mañana más".

domingo, 29 de mayo de 2011

Día 513_14

Son las doce y cuarto de este domingo veintinueve de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Justo lo hago después de que la médico a la que hoy le tocaba guardia, saliera de la habitación. La impresión que le he causado es sin duda hoy estaba mucho mejor que ayer, sobre todo el mental. Porque ayer ya os había comentado.

La noche había sido de nuevo un coñazo con la sonda úrica, que además fue cambiada a una con tres luces, para que desde este modo, constantemente la sonda sea limpiada de forma de evitar cualquier coagulación indeseable.

Por otra parte, ya de nuevo me había anticipado a ello: llevaba dos o tres días en los que la pantorrillas, gemelos, plantas y dedos de los pies un tanto hinchados. Sin embargo ayer fueron ellos los que no pudieran evitar considerarlo ya un problema. Habrá que ponerse las pilas y moverse más por la habitación, aunque claro, cuanto más camino más me asaltan los cólicos en la vejiga.

En fin, que si tuviera que definir el día de ayer, diría que fue un día raro se con descansos por ambos partes. No hubo partidas al Parchís ni al Tute -¡y ojo, que nos trajimos de casa el Parchìs -. Pero lo que sí me gustaría comentar seria el hecho de que el otro día, aprovechando que Mónica se pasaba por el hospital a traerme, le dejamos un pequeño detallín a Paula, la encantadora compañera de hospital, de tres añinos, que tenemos a nuestro lado. No pude verlo en su totalidad, que ya sabéis el tema de esterilidad, pero se trata de un puzzle educa formado si no recuerdo mal por doce cuadratitos de plásticos –a prueba de de Bomba, a prueba de niño ya sería otra cosa. Recuerdo que el primer puzzle que tuve del estilo era con piezas de cartón y se formaban escenas de Rin Tin Tin.

Esta mañana he puesto la primera de las dos bolsas de plaquetas. Hemos tardado un poco más de lo previsto inicialmente dado que la última medida de temperatura se iba por encima de las 38,3. Así que Nolotil para aliviar de paso dolores y esperar a que la temperatura esperando mientras nos poníamos por debajo de los 38/37,5. Me ha hecho gracia saber que a alguno de vosotros os han llamado estas semanas algún teléfono para recordároslo. A ver, en esto todos somos iguales: por más que os digo que bastante apoyo me dais con vuestros ánimos continuos, luego vosotros, cabezones seréis los primeros en estar allí en cuando se os cita. Se me agotan las palabras para daros las gracias. Lo que sí me gustaría deciros –no porque no esté convencido de que lo habrán hecho mucho mejor que yo en la propia sección de Extracción de Órganos y Transfusiones del Principado, hubicado en el mismo HUCA- es de la necesidad permanente. Sé ahora suena vetajosista solicitar que donéis, pero de verdad que es desesperante ver cómo la gente se moviliza a veces en algunos ámbitos de la vida, mientras que en otros, o nos movilizamos con igual eficiencia, o algo de pasa porque a la hora de la verdad.

Y nada más, que mientras tengo a mi padre en la cama, voy a ver si aviso para que esta mañana o mañana, pasen a darme el último remate al pelo, que sobre todo el de la poca barba que traía, se comienza a caer e puñaos.

Y por supuesto a las dos todos pendientes de la tele para ver la carrera con mayor Glamour de F1, el GP de Monaco.… Sin olvidarnos tampoco, ¡imposible hacerlo!, la última etapa del Giro de Italia, con un Contador que ha puesto a todo el mundo tras su rueda como prueba a su inocencia. Y para al que esta sesión de deportes le resulte todavía escasa, que sepa a la cuatro Nadal se juega su pase a cuartos en Roland Garros. Un muy fuerte abrazo, feliz finde “y mañana más”.

sábado, 28 de mayo de 2011

Día 530_13

Son las seis menos cuarto de este domingo veintinueve de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy ciertamente mucho más viernes de lo habitual, porque estando alojados en una suite tan buena como ésta el tiempo se te pasa volando. Jejejejeje, por supuesto, sabéis que es broma. El tema fundamental ha sido que de nuevo la mañana ha estado revuelta por el tam de la dichosa sonda úrica.

Finalmente entre los médicos de la Unidad de Traplante y los del Servicio de Urología, han optado por cambiármela a un modelo resistente, y que ademas, podría proporcionarnos información adicional sobre mi estado actual.

Aparte de las llamadas diarias a mi madre y a mi mujer, recibimos la visita de los médicos dirias, en los que no dejan de ofrecerme todos sus buenos augurios para que el trasplante sea positivo.

Posteriormente, a eso de las once relizamos una nueva infusión de plaquetas. Hoy ya me han comentado mis valores, que ahora mismo se sitúan en una ocho mil tratándose de plaquetas, el mismo valor para la hsmoglobina, y muy en aplasia total, o sea, cero zapatero, para los neutrófilos.

No dejamos tampoco de ver los últimos entrenamientos libres del GP de F1 de Mónaco, antes de que a la una se dirimiera la clasificación verdadera. Pero como era todo demasiado hermoso, justo al acabar de comer, vinieron a recogerme para tratar de realizarme la ecografía a la vejiga. Así que nada, fueron como dos horas esperando. De la vejiga no pudieron obtener mucha información, pero bueno, de la riñón y otras estructuras del sistema urinario sí se infiere que no parece que haya restos.

FORZA MILÁN!!! FORZA JUVE!!!! Y FORZA PAULA!!!!!

U fuerte abrazo y mañaña más!!!!!

viernes, 27 de mayo de 2011

Día 530_12

Son las doce y cuarto de ese viernes veintisiete de mayo cuando comienzo a escribir el Blog Justo en este momento ha entrado la enfermera a tomarme de forma regular la temperatura delatando el termómetro que estoy más cerca de los treinta y ocho –treinta y siete con nueve exactamente-, que lo de los treinta y siete.

La noche había sido bastante revuelta, entre las transfusiones de sangre, las de plaquetas, y el nuevo antibiótico al que me han cambiado. A eso había que sumarle los dolores de la dichosa sonda sonda urinaria, que en contra de lo que pensaba, la única ventaja que te aporta es el no tener que echar a correr al baño, pero poco más. Es decir, que los dolores cada vez que un pequeño coágulo de sangre alcanza las proximidades del exterior de mi cuerpo, veo las estrellas.

Esta mañana llevo ya una bolsa de plaquetas, y me consta que habrá otra dentro de doce horas. Lo que no habrán serán bolsas de sangre.

A primera hora como andaba también con treinta y ocho justos, me tomé un paracetamol y a sudar un poco a la cama. Luego hasta las nueve y pico de la mañana estuve reposando un buen rato. De verdad que aunque se os haga difícil de creer me cuesta plasmar mis actos durante el día con un mínimo de sentido, puesto que la morfina por momento superando los 55 ml/h me deja totalmente drogrado.

Lo que sí me ha dicho Ana Pilar, al ser hoy quien ha venido a visitarme, es que tengo que tomármelo con mucha paciencia, puesto que dentro de lo que cabe, todas estas son complicaciones que entrar dentro de la normalidad.

Para rematarlo ha venido a verme también un miembro de digestivo para volver a proponerme el tema de la sonda gástrica. De verdad que no me hace ninguna gracia y nos hemos dado un plazo hasta el lunes para decidir.

Anda, ¡qué ilusión! Justo ahora aparecen por la puerta las bandejas de comida… Últimamente lo que me están dando son purés y papillas, tirando a dulce, porque cualquier cosa que tenga más sal de la cuenta, me destrozaría las papilas gustativas.

Y nada, que todas estas aventuras, o más bien desventuras, o las narro mientras veo el partido de turno por TeleDeporte de Roland Garros. De momento no hemos visto ninguna sorpresa, salvo la del primer día de Nadal, que a punto estuvo de abandonar el torneo parisino a las primeras de cambio.

En cuanto acabemos con la comida, tocará el postre “speciale”, que espero sea el mítico arroz del año pasado.

Y nada más por este viernes. Tenemos ahí otro maravilloso fin de semana, en el que espero el tiempo sea más clemente, así que un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.

jueves, 26 de mayo de 2011

Día 530_11

Son las tres en punto de este jueves veintiséis de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Lo mejor que puedo decir en estos momentos de este día es eso, que estamos a jueves y queda menos para el fin de semana, porque por lo demás, ha sido una noche complicada y un día que de momento situaría en el número uno del ranking de días fastidiados, o para entendernos mejor, jodidos.

Lo cierto es que ya ayer durante la visita de los médicos les había anticipado que sentía ciertos resquemores –algo más intenso incluso- cada vez que iba al baño a orinar. Temía así que pudiera haber alguna infección de por medio. Sin embargo, lo que más me había alarmado es que parecía que se colaban algunas gotitas de sangre junto con la orina, algunas como formando pequeños coágulos.

En principio, no le dieron más importancia y nos limitamos a tomar algunas muestras para su análisis que desestimaron cualquier tipo de virus.

En realidad, fue por la noche cuando la cosa fue a más, de modo que cada veinte minutos o media hora me despertaba con unas ganas horribles de ir al baño. Pero lo peor era el dolor que sentía al hacerlo, a pesar de la morfina que me estaban administrando para combatirlo.

Esta mañana de esta forma decidieron a la vista de el tema no mejora, colocarme una sonda para controlar de forma mucho más fehaciente todos los coágulos sanguíneos que voy expulsando. Como podéis suponer, no es algo agradable, y aparte del mayor control, no aporta nada más, en el sentido de que sigues sintiendo el mismo dolor que sin ella. Bueno, siendo sinceros, sí es verdad que lógicamente te puedes permitir no levantarte por la noche cada dos por tres para ir al baño.

La idea era además realizar una ecografía de la vejiga, puesto que es más que probable que todo venga como consecuencia de la quimioterapia agresiva suministrada previa al trasplante. Desgraciadamente, el paseo a la zona de ECOs fue inútil puesto que en el estado actual la urólogo me comentó que no podía verse la vejiga con claridad, puesto que para verse bien, hay que beber y tenerla llena, mientras que yo, es beber medio vaso e ir al baño.

En fin, que ahora me tocará estar unos cuantos días con la sonda úrica puesta y esperar a que mejore para poder realizar la ECO de la vejiga y descartar cualquier complicación añadida a la que ya supone esta que os describo.

Y como a pesar del día difícil, siempre me gusta daros alguna buena noticia, deciros que por lo menos esta noche la pasé sin ningún paracetamol. Y hoy en todo lo que llevo de día no he sobrepasado los 37,2. Algo es algo.

Disculpad si mi escritura pueda parecer –seguro que lo es- algo inconexa pero es el efecto de la morfina, que te hace estar como groggie. Prácticamente se me cierran los ojos a cada momento.

Nada más por este jueves. Tenemos ahí otro fin de semana a las puertas, así que un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Día 530_10

Son las diez menos cuarto de la mañana cuando comienzo a escribir el Blog en este veintiocho de mayo. Por cierto, que esta mañana escuchando la radio me he enterado que este veinticinco de mayo para algunos debería ser en realidad el día de Asturias frente al actual ocho de septiembre. En aquel día, allá 1808, en la sala capitular de la Catedral se proclamaba la soberanía de la Junta Suprema de Asturias, y se declaraba la guerra a los ejércitos de Napoleón. Yo en cualquier caso me quedo con el ocho de septiembre.

La tarde de ayer transcurrió tranquila, sin fiebre, y pude así volver a perder con mi padre al tute. ¿Qué posibilidades hay que en tres partidas que llevamos hasta la fecha en dos me haya cantado Tute de Reyes? Está claro que de tal palo tal astilla, y ahora muchos se explicarán la suerte que normalmente tengo a las cartas. Eso sí, por lo menos me pude desquitar a la escoba.

No faltó tiempo para ver el final de la cronoscalada del Giro de Italia, con una nueva exhibición de Contador. Ni tampoco el durísimo partido que Nadal tuvo que lidiar en su primera intervención en la arena de Roland Garros. Y es que el mallorquín necesitó de cuatro horas de juego para deshacerse en cinco sets del coloso americano Isner, un portento físico por encima de los dos metros de altura.

Al final de la tarde comencé a sentirme un poco más revuelto y de repente me volvieron las nauseas, así que tuve que salir por piernas al baño. Entre la mucositis y el batido que me había tomado para merendar se me había formado una mezcla en el estómago que mi cuerpo se negaba a digerir.

El tema de la comida sigue siendo mi mayor preocupación. Al poco apetito que tengo, se añade que tengo toda la boca afectada ya por la mucositis, con lo que me cuesta mucho tanto masticar como tragar, y cualquier exceso de sal por ejemplo, me abrasa la lengua. De todos modos siguen intentando darme menús acordes a mi situación para tratar de que pueda comer por mi cuenta el mayor tiempo posible. Lo siguiente sería ya como os comenté recurrir a la morfina, aunque tal vez se inclinen también por colocarme una sonda naso gástrica con lo que me olvidaría ya para siempre de mis problemas con la comida. Ya veremos qué decidimos.

Por la noche apenas pude cenar porque notaba el estómago todavía cerrado a cal y canto. Aun así intenté comer un poco del puré que me habían preparado junto con algo de manzana asada.

Después, llegó la hora de ver un poco la tele. Ayer empezamos a ver una de esas series que me había traído en el disco duro multimedia: Hermanos de Sangre. Como muchos sabréis, se trata de una serie de diez capítulos coproducida por Steven Spielberg y Tom Hanks, ambientada en la Segunda Guerra Mundial.

La noche fue como todas hasta ahora: me despierto cada hora u hora y media con la esperanza de que haya pasado por lo menos la mitad de la madrugada. Además, nunca he soñado tanto como estos días. Es como un bombardeo. Sueños muy claros y absurdos que además al despertar cada poco, recuerdo perfectamente. A eso de las cuatro y media, me encontraba ya muy cansado y preferí que me tomaran la temperatura para salir de dudas. Como tenía treinta y ocho me administraron un paracetamol y como sucediera el día anterior sirvió para que descansara tres o cuatro horas casi del tirón, y para que ahora me encuentre realmente bien.

En fin, que seguimos sumando, y ya veis, ya estamos a miércoles. Hoy es mi décimo día de ingreso y para celebrarlo me he puesto un pijama amarillo. Aquí te van dejando azules, verdes,,, y luego tú ya decides. Hoy me apetecía algo alegre.

Y mientras veo por la ventana el Monte Naranco con El Cristo imponente, en este día soleado, os envío un fuerte abrazo… “y mañana más”.

martes, 24 de mayo de 2011

Día 530_9

Comienzo temprano a escribir el Blog cuando apenas son las nueve y media en este veinticuatro de mayo. Quiero hacerlo así porque ahora mismo me encuentro aceptablemente, pero la experiencia de las últimas horas me dice que en cualquier momento esto puede cambiar.

Ayer de hecho, por la tarde decidimos mi padre y yo echar nuestra particular partida al tute. Yo no sé si sería que empecé a notarme mal, o que él comenzó en su línea a cantar a todas las vueltas, o si lo uno llevó a lo otro, pero lo cierto es que para cuando acabamos ahí estaba yo con una febrícula que no hacía presagiar nada bueno porque ya iba acompañada de mis típicos escalofríos.

Así que en esta ocasión serían las siete cuando la fiebre alcanzó los treinta y ocho y optaron por administrarme un paracetamol. Sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, apenas pareció hacerme efecto. Prácticamente no pude además cenar porque tengo la garganta que me duele horrores, y es probable que hoy mismo empiecen con pequeñas dosis de morfina. Mientras, sigo con mis batidos energéticos, que todavía los puedo tragar.

La fiebre como os comentaba no parecía remitir a pesar del paracetamol y los paños de agua que mi padre me iba colocando en la cabeza. Así que a eso de las doce, con la fiebre rozando ya los treinta y nueve, decidieron ponerme otro paracetamol.

Pero tampoco éste pareció ser capaz de hacer frente al subidón de temperatura, porque prácticamente no pude dormir en toda la noche. Me encontraba enormemente cansado y soñando estupideces que no hacían sino cansarme más. Esa típica sensación de que quieres echar a correr pero tus pies te arrastran como un caracol, y que hace que todavía te canses mucho más. Sueños absurdos para una fiebre nunca por debajo de treinta y ocho.

A las cuatro llegué al “clímax” porque a la fiebre se unió la revoltura de estómago que me hizo levantarme al baño con fuertes náuseas. La verdad que el vomitar me alivió un poco. Avisamos de nuevo a la enfermera y me proporcionó un Orfidal para las náuseas y de nuevo otro paracetamol.

Curiosamente éste sí funcionó, lo que noté al poco, al empezar a sudar. De esta forma, desde las cuatro y media o así he podido descansar casi diría que como ningún día hasta hoy a las nueve que me he levantado para la ducha. Ahora mismo como os comentaba no me da la sensación de tener siquiera febrícula y espero que dure.

Todo esto que puede parecer bastante duro, y que por supuesto lo es para quien lo sufre, y para quien tiene que verlo sufrir –en este caso mi padre que se está portando como el mejor enfermero posible-, no deja de ser la consecuencia lógica de mi estado actual de aplasia total, con un nivel de defensas cercano a cero. Es por eso que los médicos insisten en que aunque me sienta muy mal tengo que forzarme a hacer los ejercicios respiratorios –con aquel aparatito de bolitas de la otra vez- y la bicicleta. De todos modos ellos siguen insistiendo en que todo entra dentro de la normalidad.

Bueno, que espero que en el blog de mañana os pueda contar más alegrías, aunque más mal que bien, al final hemos pasado otro día. Estamos a martes y cuando nos demos cuenta otra semana habrá pasado. Eso seguro.

¡Ah!, y quería pediros un pequeño favor para así tenerme entretenido. Por aquello de que lo cortés no quita lo valiente, y que el hecho de estar enfermo no me impide intentar estar siempre a la última, lo último que ha caído justo antes de ingresar ha sido un iphone –blanco por más señas-. Así que me encantaría si pudierais mandarme alguna foto vuestra simpática –no importa si no es tipo carnet- para asociarla a vuestro número de teléfono de modo que cuando me llaméis os vea vuestra carita. A mi padre a ver si le hago una con el pijama del hospital, que le queda que ni pintado. La foto me la podéis mandar por email sin ningún problema, ya sabéis: priorefilippo@yahoo.es

Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

lunes, 23 de mayo de 2011

Día 530_8

Son las dos y media de la tarde de este lunes veintitrés de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy me he retrasado un poco más de lo habitual para poder así contaros de primera mano que el trasplante de médula realizado este mediodía ha transcurrido sin problemas. Ahora no queda sino esperar que en los próximos días no existan rechazos ni infecciones. El tiempo normal para que los valores hematológicos se estabilicen vienen a ser tres semanas.

Lo cierto es que no las tenía todas conmigo porque ayer por la tarde volví a tener un pico de fiebre, con toda seguridad provocado por la administración de timoglobulinas, cuyo propósito es el de evitar el rechazo del trasplante en un primer momento. Pasé así una noche bastante revuelto y esta mañana me levanté otra vez muy cansado y con mal cuerpo, y por qué no admitirlo, con la moral un poco baja. Pero para eso tengo a mi padre, ahí el pobre sin dejar que me deje vencer, y luego todo el equipo de la Unidad, que no paran de darme ánimos si me ven algo más cabizbajo de lo normal. ¡Claro!, los tengo acostumbrados a estar todo el día con bromas que si me ven algo bajo, ya se les hace estraño.

Con todo, después de ducharme y de que vinieran los médicos a verme y a darme también ellos muchos ánimos, poco a poco me fui recuperando. También fue un apoyo muy importante el que mi mujer viniera hasta el hospit al, aunque por supuesto no pudiera entrar a verme. Pero el sólo saber que estaba ahí ya hizo que me subiera la moral por las nubes. Tuvo además la oportunidad de hablar con varios médicos y todos le confirmaron que mi evolución va según lo previsto, o incluso mejor, porque con todo la tralla que llevo desde hace un año, no hubiera sido descartable alguna complicación. Crucemos los dedos para que sigamos así.

Así que a las doce estaba todo preparado para el trasplante. En primer lugar me administraron una premedicación y con posterioridad me monitorizaron para vigilar mis constantes vitales. Y luego, ¡a por las bolsas de sangre! Fueron un total de cuatro bolsas y como ocurriera en el trasplante autólogo no hubo ninguna complicación. A ello contribuyeron el equipo que me atendió en todo momento, que sin duda hicieron que todo fuera mucho más fácil.

Los próximos días seguramente necesitaré de transfusiones de plaquetas y sangre, ya que las células madres infundidas tardarán algunos días en comenzar a diferenciarse en los distintos componentes hematológicos. Es probable también que tengamos que recurrir a alguna inyección de Neupogen.

Quizás lo que más me preocupe sea la mucositis, que ya ha dado sus primero síntomas. Es algo que te afecta desde la boca hasta todo el tracto digestivo, por lo que se hace en ocasiones un suplicio comer o ir al baño, pero bueno, intentaremos llevarlo lo mejor posible. Han venido además ya de Nutrición para ir haciéndome menús a la carta de modo que me sea más fácil ingerir alimentos. Si llegado el momento no pudiera hacerlo, recurriríamos a la alimentación por vía parenteral. Y si los dolores fueran ya muy intensos, como ocurrió en el trasplante autólogo, iríamos tirando un poco de morfina. Que sufir pudiendo evitarlo, es de tontos, no de valientes.

Pero bueno, que todos los efectos secundarios y molestias serán bienvenidos si contribuyen a que este trasplante sea todo un éxito. Yo estoy convencido de que con la materia prima insuperable que suponen las células madre de mi hermano, es algo que está más que asegurado.

Y ahora nada, a descansar un poquito, ver el Giro –que sigue siendo coto de Contador- y echarle un ojo al correo electrónico, que os tengo muy abandonados. ¡Ah!, y por segundo día ya veis que de política, ni pío.

Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

domingo, 22 de mayo de 2011

Día 530_7

Son las once menos cuarto de este domingo veintidós de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy se cumple de este modo mi primera semana en el hospital, así que una menos que nos queda para salir. El día sigue como ayer nublado aunque la temperatura en la habitación está perfectamente controlada y se mueve entorno a los veinticinco grados. El aire de la habitación entra filtrado para evitar que se puedan introducir cualquier tipo de bacterias y del mismo modo el agua de los grifos es estéril.

La noche no ha sido en este caso tampoco demasiado buena. Debido a la retención de líquidos que estaba manifestando me dieron algo para que fuera al baño con más asiduidad, de modo que prácticamente me pasé la noche en danza de la cama al baño. Eso sí, esta mañana había bajado como dos kilos y medio de peso, sólo en líquido.

Por lo que se refiere a los problemas estomacales ahí sigo con ellos. Persisten tanto la diarrea como las náuseas, aunque confío en que una vez acabada con la quimio poco a poco vayamos mejorando. Lo que ocurre es que como todos sabéis, en estos casos uno queda como si le hubieran dado un paliza.

Yo de todos modos, intento en cuanto me siento un poquito mejor moverme algo. Porque igual que reconozco que soy muy quejón –siempre lo he sido-, luego en cuanto me encuentro mejor, lo mismo me subo a la bici y me pongo a subir el Angliru. Ayer sin ir más lejos, entre la sesión de la mañana y de la tarde cubrí veinte kilómetros. Hablando de bici, ¡menudo recital que está dando Contador en el Giro! Intratable. No os voy a negar que tenía mis esperanzas en que Nibali pudiera ponerle en aprietos, pero cuando uno es así de superior, es imposible luchar contra él. Me está recordando a aquel Pantani que en cada cumbre se iba como un águila en pos de la cumbre, dejando a todos sus rivales rumiando su frustración.

Hoy lo que nos toca es poner una serie de globulinas para culminar el acondicionamiento del trasplante. Se trata de una bolsa que pasará en unas dieciocho horas, o sea, que va gotita a gotita. Ha de ponerse doce horas antes del trasplante, que como sabéis, será mañana. En principio no debería darme ningún efecto secundario salvo tal vez un poco de fiebre, para lo que me han administrado ya paracetamol, que además servirá para aliviar mis dolores de tripa.

Por otro lado según me he enterado, el crío de nueve años recibirá mañana el alta. ¡Qué alegría! Todo ha ido perfecto y seguro que en nada estará disfrutando del verano con sus amigos. Por lo que me han comentado en el caso de los niños, el ingreso es todavía más largo porque los tratamientos tienen que administrarse de forma más lenta. Pero bueno, todavía me queda la cría de tres añitos al lado de mi habitación, que esta mañana ya estaba cantando y riendo a primera hora. Sólo espero que a ella también le vaya todo lo bien que se merece una ricura como ella, que al parecer tiene a todas las enfermeras cameladas. No sé si celarme…

Ayer por supuesto nos dimos una mega-ración mi padre y yo de fútbol. Comenzamos a las seis con el partido del Barca, luego a las ocho con el Sporting, para acabar con el plato fuerte que eran los partidos que a las diez dirimirían qué equipo sería finalmente quien acompañaría a Hércules y Almería a Segunda. Y al final el drama se vivió en La Coruña. Tras veinte años en primera, con una Liga en sus vitrinas, el SuperDepor se va al pozo de la Segunda. Una lástima, porque era un viaje precioso para las peñas sportinguistas.

Del tute deciros que ayer mi padre, en un alarde máximo de fortuna, me cantó Tute de Reyes, que como sabéis consiste en tener los cuatro reyes en la mano y que al hacer baza te otorga la partida completa. Ni siquiera luego en la escoba pude desquitarme. Día para olvidar en ese sentido.

Y nada, que ahora a mediodía a ver si podemos ver un poco la F1. Alonso se defendió del dominio de RedBull colándose justo por detrás de Hamilton, de modo que hoy podría optar de nuevo al podium. La cita a las dos. Y como siempre no faltará tampoco el final de etapa del Giro.

Así que con esto se acaba esta primera semana de ingreso. Le daremos de nota un seis. A ver si para la próxima podemos optar al notable. ¡Ah!, y como os habríes dado cuenta -raro para mí- hoy de política ni pío. No está el horno pa bollos. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

sábado, 21 de mayo de 2011

Día 530_6

Son las once y cuarto de la mañana de este sábado veintiuno de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. El tiempo sigue nublado por lo que sigo sin poder disfrutar de la vista del Monte Naranco desde mi habitación.

Justo ahora ha venido a visitarme el médico, que ha coincidido que hoy es el Jefe de la Unidad, el Dr. Vallejo. Es curioso, porque la primera vez que estuve ingresado para el trasplante autólogo, ese primer fin de semana también se lo tragó él de guardia. Predicar con el ejemplo se llama eso.

Hemos estado hablando largo y tendido sobre la evolución que estamos llevando, y que entra dentro de lo programado. Las cifras siguen bajando y es muy posible que mañana, o a más tardar el lunes, tengamos que empezar con alguna transfusión de plaquetas o sangre, con independencia de que el lunes sea la infusión de células madre de mi hermano. Pero como digo, todo entra dentro de la normalidad en este tipo de acondicionamiento.

Esta noche he dormido regular. Me encontraba revuelto y con dolor de cabeza. Ya me habían avisado que la quimio de ayer, y la de hoy, la Ciclofosfamida, es peor que un whisky de garrafón. ¡Y vaya si lo es! Esta mañana nada más levantarme he ido al baño de frente con fuertes náuseas. Como embarazado que yo sepa no estoy, está claro que la quimio era la que me daba los buenos días. Luego le tocó el turno a la tripa, con lo que ahora mismo estoy con náuseas y diarrea. Un cóctel explosivo que como entenderéis me ha dejado un poco K.O.

He estado así tumbado en la cama más tiempo de lo habitual, aunque en cuanto acabe con estas líneas tengo el firme propósito de subirme a la bici. Es algo que me ha vuelto a recordar el Dr. Vallejo: la importancia de moverme para la prevención de infecciones. Así que bueno, haremos lo que podamos, y un poquito más si cabe.

Con el ciclo de quimioterapia de hoy, que finalizará en apenas una hora y media, daremos por concluidas las sesiones de radio y quimio. Para mañana es probable que los efectos secundarios sean todavía más evidentes, pero paulatinamente irán desapareciendo.

Lo que sí me ha indicado el Dr. es que no fuerce en exceso a la hora de comer estos días. O sea, que coma lo que buenamente pueda, porque forzar significa inexorablemente ir de frente al baño. La verdad es que ahora mismo no tengo nada de apetito. Quizás influya en parte también el que me están hidratando a base de bien con tanto líquido que me meten por la vena. De hecho he ganado cerca de dos kilos de peso, por lo que van a administrarme un fármaco que provoque que elimine ese líquido sobrante, y de este modo, se filtren bien los riñones.

Respecto a la sección variedades, comentaros que ayer le devolví la paliza a mi padre al tute, aunque luego fue él quien me ganó a la escoba napolitana. Ésta, se diferencia de la escoba española, en que mientras en la española para robar del centro la cartas deben sumar quince, en la napolitana, la carta que tiras tiene que sumar los mismos puntos de las que robas. Es decir, que con un rey podrías coger un seis, un tres y un as por ejemplo –siempre que no haya otro rey en la mesa, pues entonces estarías obligado a cogerlo-. Luego la puntuación es idéntica: cartas, oros, sietes y siete de oros, aparte de las escobas.

Para la tarde espero poder ver tranquilamente los entrenamientos de F1 que empiezan a las dos, luego el final de etapa del Giro, y por la noche tendremos el plato fuerte con la conclusión de la Liga con una plaza de descenso en juego. ¿Mi favorito para hundirse en el pozo de la Segunda? Diría que el Getafe.

¡Ah!, por cierto. Del mosquito dimos cumplida cuenta en la mañana de ayer. Nos desplegamos mi padre y yo por la habitación, lo localizamos, lo inmovilizamos y lo ejecutamos. Somos peor que los SEAL del Obama.

Bueno, por este sábado ya os he contado bastante. Disfrutad del fin de semana… “y mañana más”.

viernes, 20 de mayo de 2011

Día 530_5

Son las nueve y cuarto de este viernes veinte de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Seguimos con tiempo nublado y la niebla que cubre la mañana en Oviedo me impide ver el Monte Naranco. En realidad no veo más allá del edificio del hospital que tengo enfrente. Edificio por cierto, que no sé a qué especialidad corresponderá, o quiénes son las personas ingresadas en él, pero que me hace mucha gracia porque cada habitación cuenta con su terracita a la que muchas veces los enfermos salen a tomar un poco el aire. A tomar un poco el aire o a echar un cigarrito, que de todo hay en la viña del Señor, y aunque estemos en un hospital, y con la Ley Antitabaco más dura que nunca, todavía hay quienes se la pasan por el forro de sus virtudes. Para rematar la faena, no hay uno que tras echar esa última furtiva calada, lance la colilla al patio. Anécdotas de hospitales.

En fin, que yendo a lo mío, comentaros que anoche tuvimos la inesperada visita de un mosquito. A pesar de nuestros esfuerzos por localizarle y destruirle, cual unidad del ejército americano en busca de Bin Laden, el susodicho escapó de nuestra trampa, y esta mañana le visto triunfante dándose unos vuelos a mi alrededor. Esta noche habrá que utilizar métodos más contundentes.

Por lo demás la tarde de ayer transcurrió bastante tranquila. Después de la siesta estuve respondiendo unos cuantos correos que tenía retrasados, al tiempo que veíamos el final de etapa del Giro. Al acabar ésta tuvo lugar el primer enfrentamiento al tute entre mi padre y yo. No hay peor enemigo que uno mismo cuando se confía, y yo, experto jugador de tute, infravaloré la tremenda suerte de mi padre en los juegos de azar. De este modo, cada partida que yo ganaba era sudada punto a punto, mientras que él, cantando como Joselito en cada una, se las anotaba con mayor facilidad. Al final todo fue en vano para mí, y perdí por ocho a seis. Hoy jugaremos la revancha y prometo estar mucho más centrado.

La bicicleta estática por otra parte nos sigue dando mucho juego a ambos. Tanto mi padre como yo no fallamos en nuestras sesiones matutinas y vespertinas. Ayer en mi caso completaría unos quince kilómetros entre las dos. Noto que cada día que pasa me cuesta un poquito más porque me siento más cansado, algo lógico porque las cifras van cayendo según el plan previsto para llegar aplasiado al fin de semana.

Ayer lo que me infundieron durante prácticamente cinco horas fueron inmunoglobulinas, o lo que es lo mismo, anticuerpos. La razón es que las tenía un tanto bajas y preferían reforzarlas. Lo que ya no pondremos serán nuevas inyecciones de Neupogen, puesto que las dos últimas apenas lograron que las cifras de neutrófilos mejoraran. Ya se sabe aquello que de donde no hay no se puede sacar. Y bastante se ha sacado ya de mi pobre médula.

Y hoy nos toca quimioterapia. Será hoy y mañana. Al parecer se trata de una quimio que hasta ahora nunca me habían administrado y por lo que he entendido es bastante agresiva con lo que revuelve bastante. Bueno, vamos a confiar en que una vez más superemos la prueba con nota. De todas formas continúan dándome de forma regular tratamiento contra esos posibles efectos secundarios. Por lo general cada seis horas más o menos me administran Zofran, aunque de verdad que a mí lo que mejor me viene para las náuseas es un simple Orfidal. Fue algo que me explicaron en mi anterior ingreso, y es que aparte de su efecto adormecedor que todos conocemos, es muy efectivo contra las náuseas. Conmigo no falla. Y encima las siestas que me echo luego gracias a él.

En cuanto a mi apetito, si bien no está ni mucho menos al cien por cien, algo por lo menos estoy comiendo. Ayer para la comida di cuenta así de un plato de arroz blanco con negritos –fabes negras- y por la noche de un puré de lentejas. ¡Menuda sobredosis de legumbres! Esta mañana he desayunado mi cafetito con galletas de todos los días, aunque sigo sin probar la mantequilla y la mermelada. Es que la mermelada teníais que probarla… Bueno, y el pan…

Otra de las buenas noticias es que sigo sin fiebre, y por otro lado, la mucositis y sequedad que me había producido la radio, la tengo algo más controlada.

Para acabar comentaros que precisamente hoy se cumplen diez años del inicio de Wikipedia en español. No creo que haga falta para la mayoría decir aquí qué es esto de Wikipedia. Pero para quien no lo sepa, lo resumiría en “¡qué fácil habría sido nuestra vida escolar con una Wikipedia en lugar de la Enciclopedia Larousse de tropecientos mil tomos!”. Y lo que se habrían ahorrado nuestros padres...

Bueno, que en breve comenzarán los libres del GP de F1 que se disputa este fin de semana en España, en Montmeló, así que vamos a ver si calentamos motores. Un abrazo muy fuerte… “y mañana más”.

jueves, 19 de mayo de 2011

Día 530_4

Son las diez y cuarto de este jueves diecinueve de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Después de tres días en los que tenía dos excursiones diarias hasta radioterapia, hoy es el primer día de descanso. Mañana empezaremos con quimioterapia durante dos días. Lo que más echaré de menos de estos paseos, es que tanto en el de ayer como en el de antes de ayer, mi mujer me acompañó en ambos, con lo que tuvimos la oportunidad de vernos aunque fuera por unos minutos.

La noche ha sido un poco larga, sobre todo al inicio, porque tardé un montón en dormirme. Supongo que influiría el hecho de que por la tarde, me sentía tan cansado y algo revuelto del estómago, que decidí echarme un poco, y lo que iba a ser una pequeña siesta acabó siendo dos horas durmiendo a todo trapo. Lo del cansancio tiene que ver con la anemia que me está induciendo la radio, que acaba con todo, lo bueno y lo malo.

Lo cierto es que sigo sin nada de apetito aunque intento forzarme a comer, pero ayer de verdad que me resultó del todo imposible comer. Luego lo compensé tomándome un par de yogures a media tarde. Y para la cena, aunque no tenía ganas, di cuenta de la sopa de verduras que trajeron y de parte de la tortilla –o eso decían que eran- de patatas. De postre una manzana.

Hoy por la mañana me he tomado el café habitual con algunas galletas pero ahora mismo tengo el estómago totalmente cerrado así que no sé lo que podré comer. Espero que esto sea una situación transitoria, como así me han explicado, porque quiero mantenerme en el mejor estado posible para afrontar lo más duro que será a partir de la próxima semana cuando después del trasplante, me encuentre en aplasia durante cuatro o cinco días como mínimo.

Para prevenir la mucositis, que de todos modos ya me ha aparecido en parte por la radio, realizo enjuagues cada cuatro horas con unas ampollas que me han facilitado. Además de eso intento tener la boca siempre hidratada, bien bebiendo bastante agua, bien haciendo lavados con agua salina.

En cuanto al catéter central de momento estoy contento con él. Me lo limpian a diario y me permite tener siempre las dos manos libres, aunque como es lógico, cuando quiero caminar, una de las manos la tengo que emplear en arrastrar el mítico palo de peregrino, con todos sus frascos colgados en él. Por lo general tengo siempre conectado el suero salino además del bicarbonato. Luego van añadiendo otros frascos puntuales, como el que sirve para prevenir las náuseas, o el que ya me están administrando a diario para ir preparando al cuerpo para que llegado el momento, sean menores las posibilidades de rechazo. Y luego por supuesto tomo más pastillas que las que encontraríais en una fiesta bakaladera. Pero bueno, nada que no supiera.

En estos días todavía no os he hablado de mis vecinos. Justo pegado a mi habitación, tengo a una preciosa niña –no la he visto pero sé que será preciosa- de tres añitos, a la que oigo a diario reírse, o cantar, como si nada. Es increíble cómo los niños son capaces de superar cualquier prueba que se les presente con la misma naturalidad e inocencia con la que juegan. Y en otra habitación más al fondo tengo a un crío de nueve años, al que también oigo cuando juega con la persona con la que está en la habitación. A veces me da la sensación como si los dos niños estuvieran juntos. No sé, igual tienen alguna sala conjunta para estudiar o jugar… Para mí el oír sus risas y sus vocecitas es una fuente de motivación. Así que el otro día cuando hablaba con las enfermeras les decía: tenéis esto lleno de niños; una de tres, otro de nueve, y conmigo a uno de tres y nueve… A la cuarta persona de momento no la tengo fichada, ya que son cuatro las habitaciones dedicadas a trasplantes alogénicos, pero sí que es una persona ya mayor. Bueno, mayor que yo al menos. No se me vaya a ofender nadie en el foro…

Ayer de noche acabamos la película que habíamos iniciado el día anterior: El Tigre y la Nieve. Una bonita historia de amor, mezcla de drama y comedia, que protagoniza Roberto Benigni, en el papel de un poeta que acude a Bagdag en plena guerra de Irak para salvar la vida de su amada. No alcanza ni de lejos el nivel de la oscarizada La Vida Es Bella, pero se ve con gusto.

Nada más por este jueves. Como quien no quiere la cosa ya tenemos ahí el finde asomando por la ventana. Un abrazo muy fuerte… “y mañana más”.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Día 530_3

Son las doce menos cuarto de este miércoles dieciocho de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Justo ahora acabo de recibir la visita diaria de los médicos. Todo parece ir según lo habitual en estos casos, así que de momento seguimos adelante con el plan previsto.

Esta noche he dormido ya bastante mejor, aunque despertando bastantes veces. Pero bueno, entre una cosa y otra creo que seis o siete horas las habré descansado más o menos. Después, he completado esta mañana con otra horita justo después de volver de la sesión de radio.

Hoy por la tarde me toca la sexta y última sesión de radio, así que después de lidiar con los seis miuras que me han colocado delante, mañana me dejarán descansar un poco. Lo cierto es que la radio noto que me deja mucho más cansado que la quimio y que sobre todo, a parte de la sequedad de garganta, me ha quitado el apetito. Intento no obstante forzarme a comer en la medida de lo posible, aunque tampoco quiero exagerar con esto, no vaya a ser que luego sea peor el remedio que la enfermedad, que ayer estuve con la comida dándole vueltas en el estómago casi hasta la hora de la cena.

Del día de ayer lo que más ilusión me hizo sin duda fue la visita de mi mujer. Sí, es cierto que no se admiten visitas… pero claro, en el trayecto que va desde la Unidad de Trasplantes a la zona donde recibo la radioterapia, nadie puede impedir que alguien vaya conmigo, lo mismo que me llevan los dos celadores, porque además, el trayecto se hace por zonas comunes del hospital. Así que cuando me sacaban de la Unidad para llevarme a la “lámpara”, ahí estaba mi mujer con su mascarilla puesta esperándome para acompañarme en la excursión. Sobra decir que se me hizo todo muchísimo más llevadero.

Ayer también inauguramos el disco duro multimedia por la noche. Lo que ocurre es que cuando lo decidimos, era ya un poco tarde, así que comenzamos a ver una película pero luego se hacía un poco tarde y preferimos dejar el final para esta noche. No, si al final tanto traer películas y series y casi ni tenemos tiempo para ver nada…

Mi padre sigue con sus sudokus, hace algo de bici –lo mismo que yo-, lee y sobre todo le da al ordenador. Le he bajado ahora un programa estilo a aquel famoso Acutype que servía para mejorar la rapidez al escribir al teclado. Hoy a ver si por la tarde me encuentro bien y aprovechamos que ayer mi mujer nos trajo el parchís para comenzar nuestra particular competición.

Así que nada, lo mejor es que desde el lunes no he vuelto a tener fiebre, y todos los demás síntomas que estoy padeciendo son producto de la radio, así que habrá que llevarlos lo mejor posible. Esto acaba de empezar y nuestro arma principal es la constancia y la paciencia.

Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

martes, 17 de mayo de 2011

Día 530_2

Son las once y cuarto de este martes diecisiete de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de despertar después de haberme quedado dormido tras volver de la sesión de radioterapia de esta mañana.

Lo cierto es que esta noche dormí regular porque desde ayer por la tarde he estado con fiebre. Es probable que sea la radioterapia la causante, aunque por si acaso me han tomando hemocultivos para descartar cualquier tipo de virus.

El hecho es que ayer antes de la comida ya comencé a notar que me subía la temperatura, pero fue al volver de la segunda sesión cuando la cosa fue a más, hasta que pasadas las seis superé los treinta y ocho, por lo que me suministraron un paracetamol, que eso sí, me hizo efecto relativamente rápido. Aun así como digo, durante la noche estuve siempre por encima de los treinta y siete, así que a las cuatro y media, para que pudiera descansar mejor, me dieron otro paracetamol.

El mayor problema que estoy notando es la sequedad que tengo tanto en la garganta como en la nariz, que yo creo que es producto de la propia ventilación filtrada que tiene la habitación para prevenir la entrada de bacterias. Será cuestión de beber mucho y a ver si poco a poco me voy también acostumbrando a ello.

Por lo demás hoy por la tarde me queda una nueva sesión de radio que espero no me revuelva demasiado. Aunque es verdad que quitando la fiebre –que ya es bastante molestia- de momento no he notado ningún otro efecto secundario.

Los médicos, que acaban de pasar a visitarme, me han comentado que mis defensas siguen aceptables, si bien para mantenerlas todavía un poco más tiempo así, me van a poner una inyección de Neupogen esta misma tarde. De momento ellos tampoco le dan mayor importancia a la fiebre y salvo que se volviera a repetir de forma continuada en los próximos días, no está previsto que me den antibióticos.

Así que habrá que pasar estos días más complicados lo mejor posible. Ya en el anterior trasplante me tocó lidiar con unos cuantos. Recuerdo el segundo día donde la fiebre se me disparó por encima de los treinta y nueve.

Ahora por ejemplo, que me encuentro mejor, voy a tratar de aprovechar para hacer un poco de bicicleta estática. Ayer por la mañana ya la había estrenado con veinticinco minutillos a ritmo tranquilo.

Mi padre de momento lo está llevando bien. Le explicado la mecánica para hacer sudokus –ese pasatiempo adictivo que todos conocéis- y ahí lo tengo rompiéndose la cabeza con ellos gracias a un librito de sudokus que le había traído para la ocasión. Entre eso, leer, el ordenador, la tele y dar paseos por la habitación, va pasando las horas. Yo por mi parte espero esta noche poder empezar con algo de lectura, que de momento no he leído una página.

Y nada más por este martes. Comentaros simplemente que quizás estos días igual me retraso un poco en la contestación de los mails, porque sobre todo si tengo algo de fiebre, el ordenador me levanta dolor de cabeza e intento por ello no abusar de él. De todos modos, que sepáis que leer sí que los leo todos a través del móvil y como siempre son mi mejor medicina.

Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

lunes, 16 de mayo de 2011

Día 530_1

Son diez de la mañana de este lunes dieciséis de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Me encuentro desde ayer a las seis de la tarde en la habitación 530 (de ahí la nueva numeración de los post) de la Unidad de Trasplantes. Acabo de desayunar después de volver de la primera sesión de radioterapia, para la cual, me han llevado en silla -como a un marqués- por todo el hospital hasta la zona de Policlínicas, eso sí, bien abrigadito, que por la mañana todavía hace fresco. Por la tarde tendré otra excursión. Estos tres primeros días haremos así dos pequeñas excursiones que me servirán para escapar de la rutina que me espera las próximas semanas. El cuarto día será de descanso y luego habrá dos días con quimio.

Ayer comimos en familia en Quintes y aguantamos hasta que acabó la etapa del Giro, con la espectacular victoria de Contador, antes de coger el coche y venirnos al HUCA. Nada más llegar lo primero que hicimos mi padre y yo fue comenzar a desplegar todo nuestro equipaje. Después de algunos problemas técnicos con la televisión, que pudimos solucionar, comprobamos con sorpresa y por supuesto con suma satisfacción, que disponemos de GolTV en abierto. De este modos estuvimos siguiendo el final de la jornada de ayer, donde como sabéis, el Sporting ha logrado matemáticamente su permanencia, no exenta de suspicacias por la relajación evidente con la que llegaba el Racing. Antes habíamos seguido también el desenlace de la final de tenis entre Nadal y Djokovic. El serbio parece que le tiene de verdad la medida tomada al mallorquín. Cuidado porque en caso de perder en Roland Garros el número uno podría esfumarse. Y como en cualquier viaje que se precie, algo siempre se queda en casa, en esta ocasión lo que nos dejamos fue el mando a distancia del televisor. Menos mal que se podía programar desde la propia pantalla. De todos modos un día de estos me lo acercará mi mujer.

Por otra parte, inicialmente me habían tomado una vía para comenzar a administrarme suero y alguna que otra cosilla, hasta que vino una médico de la UCI para proceder a cogerme una vía central. Fue realmente indoloro y por lo que todo el mundo dice será mucho más cómodo para mí de cara a mi estancia. Es una vía que se toma un poco por debajo de la clavícula y por encima del pecho, para que os hagáis una idea. De ella salen tres luces –tres cables- por lo que pueden administrarme varios componentes al mismo tiempo sin necesidad de tener varias vías. Además, este tipo de vías centrales, que van directas al corazón, rara vez se estropean, por lo que si todo va bien no será necesario coger ninguna otra vía. Además minimizan el riesgo de flebitis que con las otras es más habitual.

La noche la pasamos aceptablemente, aunque precisamente la vía central me dio un poco la lata para dormir, por la anestesia local que me habían puesto y por los puntos que te dan para mantenerla fija y que no se mueva. Pero bueno, supongo que en dos o tres días el dolor habrá remitido. La verdad es que ni me dio por pedir un calmante o un paracetamol para el dolor como me comentó esta mañana la enfermera.

Hablando del personal de la Unidad, me ha hecho especial ilusión que sean prácticamente los mismos que me encontré hace un año. Eso hace todo mucho más fácil si cabe. Ahora en nada supongo que pasarán los médicos a verme, aunque no creo que tengan mucho que contarme en este primer día.

La habitación deciros que es aceptablemente amplia, aunque tiene un pequeño inconveniente para el acompañante: su cama es de quita y pon. Cada noche hay que desplegarla y cada mañana replegarla. Bueno, así mi padre tiene algo en lo que entretenerse. Desde nuestra ventana tenemos una vista privilegiada hacia el Monte Naranco. Parece que tampoco pasaremos ni mucho menos el calor que pasamos el año pasado, porque la habitación está mejor orientada. Por otro lado, la cena de anoche sí que me trajo “gratísimos” recuerdos sobre el nivel que aquí se destila y que me hace preguntarme cómo este espectacular restaurante no tiene tres estrellas Michelín. Como mínimo…

Y de momento poco más que contaros de este primer día de vacaciones. Espero que los efectos secundarios de la radioterapia me permitan seguir tranquilamente pasando el día como hasta ahora. De momento me voy a hacer unos kilómetros en la bici. ¡Ah!, y que no se me olvide: ¡¡¡felicidades a Diego!!! El ahijado de mi mujer y que hoy cumple tres añitos. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

domingo, 15 de mayo de 2011

Día CCVII

Son casi las doce y cuarto de este domingo quince de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Me he levantado no hace mucho, cosa rara en mí. Supongo que ha tenido que ver que ayer por primera vez en más de un año, mi mujer y yo entramos por la puerta pasada la una de la mañana.

Lo cierto es que por la tarde como os había comentado ayer, había organizado una pequeña reunión con los amigos de la pandilla. Así que a las seis y media de la tarde ya estábamos todos delante de la mesa charlando y contado las mil historias que siempre se repiten en cada reunión, y que siempre producen las mismas carcajadas. Una pena que no estuviera el padre de mi ahijada, y su mujer, claro, porque Luis es como un notario que almacena en su cabeza todo lo que sucede y luego lo repite al cabo de años como si de un disco duro se tratara. Eso sí, tiene un pequeño defecto de fábrica: los recuerdos que tienen que ver con él los distorsiona un poco. Pero ahora ya está tarde para cambiarlo: está fuera de garantía.

Bromas aparte lo pasamos genial. La reunión la hicimos en Quintes, y por supuesto no faltó sidra para celebrar tan agradable reunión de viejas glorias. Y picoteando aquí y allá, llegamos sin darnos cuenta a las nueve cuando comenzaba Eurovisión. Así que, ¿por qué no verlo todos juntos? Eurovisión visto con amigos es de lo mejor que puedes ver, porque es como ver una película cómica en la mejor de las compañías. Nos tragamos todas las canciones y cómo no las posteriores votaciones. Yo creo que si hubieran metido una cámara a grabarnos sin duda habría causado éxito nuestra particular retransmisión del evento. ¡Qué manera de despellejar a todo el mundo! Lo que más criticamos -los hombres, claros- es que en esta edición han sido mayoría los cantantes varones, y las pocas mujeres que cantaron, más allá de sus virtudes como cantantes no es que tuvieran otras... Si es que ya se sabe que en cuanto nos juntamos unos cuantos los comentarios son siempre los mismos...

Supongo que muchos de vosotros ya sabéis la debacle de la canción española, como era de esperar: tercera por la cola. Habrá que darle las gracias a Portugal y Francia que otorgaron doce puntos a la interpetración de Lucía. Me sorprendió que Italia no diera ni un solo punto, Italia que por su parte finalizó en un segundo puesto más que meritorio habida cuenta de los tejemanejes que todos conocemos que rigen Eurovisión.

Así que para cuando acabó todo, con la repetición de la canción ganadora incluida, la de Azerbaijan, eran casi la una de la mañana. El tiempo voló realmente.

Para hoy toca comer con la familia y luego hacia las cinco nos iremos hacia el hospital. Todavía tengo que rematar algunas cosas pendientes. No estoy nervioso aunque ya veremos cómo reacciono cuando se cierre la puerta de la 530 conmigo dentro. Será cuestión de respirar profundo y empezar a distraerme desde el primer momento. A las nueve empieza el partido del Sporting, así que a esa hora, si nadie me molesta, estaré enganchado seguro al ordenador.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más"... desde el hospital.

sábado, 14 de mayo de 2011

Día CCVI

Son casi las doce de la mañana de este sábado catorce de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Tenemos un día bastante nublado y durante las primeras horas del día ya han caído algunas lluvias.

Ayer como os comentaba en el post que finalmente colgué casi a medianoche, tuvimos problemas durante todo el día con la plataforma que Google ofrece para escribir el Blog, de modo que me fue imposible hasta el último momento cumplir con mi compromiso diario.

Por resumiros un poco, comentaros que ayer la analítica mostró que mis valores siguen más o menos estables, aunque quizás los leucocitos se encuentren un poco por debajo de lo que sería aconsejable para afrontar el trasplante, o mejor dicho, el acondicionamiento previo al mismo. Por ello me han dado unas inyecciones de Neupogen para que me las ponga hasta mañana justo antes de irme para el hospital. Al llegar me harán una nueva analítica y en ella verán si he respondido a este pequeño tratamiento de choque. En caso contrario si os soy sincero no tengo muy claro lo que podría pasar. De todas formas estoy seguro que no habrá problemas.

Después de la analítica tuve la charla con el psicólogo. Una señora charla porque estuvimos hablando durante casi una hora. La verdad es que era un persona muy maja, más o menos de mi edad -quizás algo más joven-, y que me cayó especialmente simpático cuando me reconoció que era también de Gijón, y por supuesto del Sporting. Ha quedado a mi disposición por si en cualquier momento pudiera requerir de su apoyo, aunque me ha visto muy centrado y con las ideas muy claras según sus propias palabras. No sé, yo creo que muy centrado nunca he estado en mi vida...

Bromas aparte, luego tocaba la consulta de radioterapia. Allí me atendió otro facultativo muy agradable y que me explicó al detalle lo que íbamos a hacer, los motivos para ello, y por supuesto los efectos secundarios a corto y medio plazo que habré de padecer por la radioterapia. De todos modos, como comprenderéis, todo lo que pudiera decirme no iba a cambiar mi voluntad firme de tirar adelante. La idea como os había comentado es que lunes, martes y miércoles me sacarán de la habitación en cama a las ocho de la mañana y a las tres de la tarde para ir hasta el lugar donde me meterán la radio. Cada sesión durará no más de quince minutos. Algo por supuesto me va a revolver, pero me han comentado que quizás la que más revuelva curiosamente sea la primera sesión. Luego es como si el cuerpo se acostumbrara. Así que después de tomarme medidas de cara a las sesiones que comenzaría el lunes, me despedí de él para irme de nuevo a la consulta de la Unidad de Trasplantes.

Allí repasamos algunas cuestiones referidas al ingreso, como la conveniencia de que me rape el pelo, dado que sin duda volverá a caerme con el tratamiento y con los medio rizos que tengo ahora, queda mejor si llego al ingreso con el pelo mucho más corto para no poner aquello como si fuera un gato perdiendo pelo. Por otro lado, como os avanzaba ayer a última hora, ya tengo número de habitación: será la 530. Me han dicho que es algo más grande que la que estuve el año pasado, y que sobre todo, no es ni de lejos tan soleada. Incluso que puede que haga algo de fresco por las mañanas.

La tarde la dediqué ya a los primeros preparativos de la maleta, con los que he seguido esta mañana. No ha sido muy complicado porque guardaba la lista de lo que había llevado en la anterior ocasión. De todas formas juraría que esta vez todavía voy más cargado. No sé si me dejarán meter tanto en la habitación.

Y para hoy he quedado por la tarde con los amiguetes y sus señoras para una pequeña fiestuca, que si no luego no los veré hasta dentro unas cuantas semanas. Me encargaré personalmente de que no falte ni un culín de sidra. Es una pena que no pueda venir mi ahijada, porque me apetecía verla un montón, pero bueno, la llevaré conmigo igualmente en unas cuantas fotos suyas que tengo grabadas en el marco digital.

Bueno, os tengo que dejar que todavía me faltan un montón de cosas y luego se me hace tarde. Un fuerte abrazo... "y mañana más".

viernes, 13 de mayo de 2011

Día CCV

Cuando está a punto de acabar este viernes trece de Mayo, comienzo a escribir el Blog. Será un tanto especial por lo corto del mismo, porque a estas horas casi espero mejor al día de mañana para contaros más cosas.

Lo cierto es que hoy el Blogger no ha funcionado durante todo el día de modo que me ha sido imposible colgar nada hasta esta hora.

Aun así he querido publicar aunque fuera un pequeño comentario, un poco por superstición, y un poco por no perder la numeración de los días.

A estas horas me encuentro viendo el programa de Atrapa un Millón en Antena3 con Carlos Sobera, y lo cierto es que a la pareja concursante no le van demasiado bien las cosas cuando sólo llevan cuatro preguntas y únicamente conservan setenta y cinco mil euros del millón con el que partían.

Hoy el día ha trasncurrido entre el hospital donde por la mañana realicé más pruebas de cara al ingreso y Quintes, donde comimos y por supuesto, aproveché para dormir una buena siesta. Tengo que entrenarme para mi ingreso, porque en el hospital la siesta es de obligado cumplimiento.

No faltó la cita con el Giro d'Italia, donde hoy los corredores circulaban por las carreteras próximas al pueblo del que es originario mi padre, de modo que la mayoría de los nombres de los pueblos que atravesaban me eran familiares. Y sobre todo la llegada, en alto, a Montevergine, un lugar paradisíaco donde estuve cuando debía tener unos cinco o seis años y donde se encuentra un santuario dedicado a la Virgen. Justo hoy que precisamente se celebraba Nuestra Señora de Fátima, donde por cierto también estuve hace algunos años.

Bueno, vamos a ver cómo acaba el programa y después a ver si yo también acabo el libro con el que estaba estos últimos días, y del que apenas me quedan cincuenta páginas. Mañana ya veré si empiezo uno nuevo o si me espero al domingo, ya en la habitación del hospital. Por cierto, que ya conozco el número: la 530. Este año tengo claro la terminación que me voy a jugar en la Lotería de Navidad.

Buenas noches... "y mañana más".

jueves, 12 de mayo de 2011

Día CCIV

Son las cuatro en punto de este jueves doce de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. El tiempo sigue un tanto variable, aunque con predominio de nubes y sobre todo bastante viento. Según las previsiones mañana tendremos un viernes pasado por agua, aunque para el finde la cosa mejorará ligeramente. Eso sí, a partir del lunes, será cuando con más probabilidad veamos el sol.

A mí tocará verlo ya desde mi suite presidencial en el HUCA -quinta planta por más señas-, puesto que esta misma mañana me han informado que el domingo por la tarde tendrán preparada mi habitación. Como no hay alegría completa, lo siguiente que he comprobado es que el partido del Sporting es a las nueve de la noche, o sea, que tendré que conformarme con escucharlo por la radio. Bueno, quién sabe, tal vez la conexión a Internet sea lo suficientemente buena como para engancharme a alguna emisión del partido en la red.

Como veis el hecho de que ingrese el domingo no ha hecho que varíe mi rutina, ni mi cabeza. Mañana me espera además una mañana de pruebas por el hospital, de modo que lo mejor es llevarlo con humor y sobre todo, con la certeza de que todo esto servirá para lograr esta vez sí mi curación.

Como digo, mañana a primera hora tengo analítica en Oviedo, a la que seguirán una serie de pruebas adicionales preingreso. Posteriormente tengo cita en la consulta de radioterapia. Y para acabar según me han comentado también, están interesados en que tenga una charla con el psicólogo de la Unidad de Trasplantes. Parece ser algo habitual en el caso de trasplantes alogénicos, donde a la duración propia del ingreso, se une un postrasplante duro y que hace muchas veces aconsejable tener el apoyo de un especialista que haga que tu cabeza sume siempre y nunca reste. Es increíble, no por sabido, pero todos, absolutamente todos los profesionales que he tratado hasta la fecha, hacen especial hincapié en la vital importancia que tiene el estado de ánimo y el positivismo para favorecer la curación. No hay estudios clínicos que lo avalen pero es algo que es reconocido por todos ellos. Tampoco me sorprende y aunque ahora mismo me siento en ese sentido sobrado, nunca viene de más cualquier ayuda o consejos que puedan aportar.

Por lo que se refiere al tratamiento en sí, lo que ya me han adelantado es que durante los primeros tres días recibiré sendas sesiones de radioterapia, para lo cual, me trasladarán desde la habitación hasta donde recibiré la sesión por la mañana y por la tarde. Bueno, en el fondo tendré así la oportunidad de salir un par de veces de mi aislamiento al inicio de éste para darme un paseíto –figurado, porque iré en cama- por el hospital. Posteriormente a estas sesiones, vendrían probablemente dos o tres de quimio suave para dejar ya el cuerpo en la mejor disposición para el trasplante. Ya os iré comentando a medida que tenga noticias.

Como podéis imaginar, estos próximos días los aprovecharé al máximo, sin que ello signifique hacer ninguna locura, claro está, pero que nadie dude que este fin de semana caerá algún culín de sidra extra. Forma parte de mi tratamiento previo. Como todos sabéis, la sidra cura cincuenta males. Esos, que se sepan…

Un fuerte abrazo… “y mañana más”, mucho más.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Día CCIII

Son las cuatro y media de este miércoles once de mayo, algo lluvioso, cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy, por alterar un poco el orden, prefiero empezar por lo que suelo dejar para el final: mi nueva derrota a manos de mi mujer en nuestro particular duelo al parchís; dos cero a su favor por tanto y la semana que empieza a complicarse. Por cierto, que hablando de parchís me ha hecho gracia ayer leer en La Nueva España, cómo el diario asturiano ofrecerá a sus lectores a partir de este domingo un parchís con motivos asturianos. Estoy casi por hacerme con uno a ver si tengo un poco más de suerte.

Esta mañana a pesar de que el tiempo no era muy allá he salido a dar un paseo, acompañado en esta ocasión por mi padre y mi tío. Hemos tenido suerte porque cuando estábamos ya próximos a regresar lo que era un ligerísimo orbayu comenzó a ser algo más serio. El tiempo sigue un tanto loco para estas alturas ya de la primavera en la que nos encontramos. No sé por qué me da que en cuanto ingrese, por obra y gracia de la naturaleza comenzará a hacer sol a rabiar. Recuerdo bien los calores que pasé el año pasado allá por agosto y confío en que esta vez el tiempo sea un poco más clemente en ese sentido. Que un poco de solete para levantar la moral está bien, pero que la habitación sea una sauna es algo muy distinto.

Hablando del ingreso sigo sin noticias de Oviedo. Este mediodía de todos modos he conversado con Cabueñes y han quedado en ponerse en contacto con ellos para ver si pueden confirmarme algo mañana mismo. Mientras llega el momento, yo sigo a lo mío, o sea, por un lado a cargar bien el disco duro de series y películas para no aburrirme, y por otro a no descuidar en absoluto mi alimentación –todo lo contrario- ni mi forma física. Sigo así en unos setenta y cinco kilos muy saludables.

Ayer por supuesto, tal y como os había comentado, estuve viendo por la noche el partido del Sporting, aunque lo cierto es que mejor no lo hubiera visto. Nuestro querido entrenador optó por hacer rotaciones en el equipo titular como si nuestra plantilla fuera la del Madrid o el Barcelona, lo que sin duda dio más facilidades de las debidas al Málaga, que de este modo, certificó su permanencia. Nosotros habremos de esperar a este próximo fin de semana, para que en una reedición de aquel famoso Pacto de Llanes, sea el Racing este año quien nos devuelva los tres puntos que tan cordialmente como buenos vecinos que somos, le regalamos en la última jornada de la temporada pasada, ahora que son ellos quienes están salvados después de su victoria de ayer frente al Atlético de Madrid.

Hoy no dejaré de ver el más que probable alirón del Barcelona, aunque preferiría que se aplazara hasta la próxima jornada, mucho más bonito para ellos, al disputar el partido en casa, y por si las moscas, mucho más interesante para nosotros, ya que será contra el Dépor.

Poco más que contaros en este once de mayo, San Evelio. ¿Qué quién fue este santo? La verdad es que me llamó la atención al leer su nombre en el calendario. Parece ser que era pariente nada más y nada menos de Nerón, el famoso emperador patrón de los bomberos en Roma –por supuesto es broma esto último-. El tal Evelio, al contemplar el martirio de un cristiano, supuestamente se habría convertido también él al cristianismo, lo que no fue del agrado del emperador, que ordenó su decapitación. Manías del bueno de Nerón.

Y ahora que salió el tema del famoso incendio de Roma, es curioso que ayer circulaba por la red –en realidad lo hacía desde hace tiempo- una profecía según la cual durante la jornada de hoy se produciría un seísmo en la Ciudad Eterna. A estas horas el único pequeño temblor que se ha producido en Roma ha sido el que Nadal perdiera sorprendentemente el primero de sus sets ante el local Paolo Lorenzi en el Open de Roma, y que a punto estuvo éste también de darle un disgusto en el segundo. Pero al final lo que hubiera sido un terremoto en toda regla se quedó en eso, un ligero movimiento de tierra –tiera batida en este caso-, al vencer Nadal finalmente con un rotundo seis a cero en el tercer y definitivo set.

Me despido así de vosotros al tiempo que me voy a ver el final de etapa del Giro. Es que de verdad que no doy abasto. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

martes, 10 de mayo de 2011

Día CCII

Son las cuatro y media de la tarde de este martes diez de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Tenemos hoy un día nublado a pesar de que las previsiones habían apuntado a que al menos disfrutaríamos de una mañana con predominio de claros. Por lo menos aquí han errado de pleno en su pronóstico. Aun así la temperatura no es del todo mala, lo que me ha permitido esta mañana salir a dar un paseo acompañado por mi padre. Sí que se ha levantado a estas horas que os escribo un fuerte viento que no parece presagiar nada bueno. Ya veremos cómo acaba la tarde.

La de ayer transcurrió sin novedades en lo que se refiere a que seguimos sin fecha fija para el ingreso, del mismo modo que esta mañana tampoco he recibido ninguna notificación al respecto. La verdad es que esperaba que hoy se pusieran en contacto conmigo pero no ha sido así. Supongo que no hacerlo mañana eso podría significar que tal vez el ingreso se retrase algunos días. Ni qué decir que ahora que ya estoy como quien dice con la maleta en la puerta, no veo la hora de alojarme en ese maravilloso Luxury Resort, como acostumbro a llamar irónicamente al HUCA. Hombre, siendo sinceros, tal vez hace cincuenta años las habitaciones tuvieran su encanto, pero ahora lo cierto es que cuando te introduces en ellas sientes la misma sensación que si retrocedieras en el tiempo. En cualquier caso, aquí se cumple más que nunca aquello de que lo que importa de verdad es el contenido y no el continente, y en ese sentido, tengo que decir por mi anterior experiencia, que estaré en las mejores manos posibles para el tratamiento de mi enfermedad y que contaré con los mejores medios, aunque luego las mesitas estén oxidadas y las cortinas de la habitación y el resto del mobiliario parezcan sacadas de un episodio de Cuéntame. Es curioso el contrate que en ese entorno retro producirá toda la tecnología que llevaré conmigo.

Bueno, no sólo tecnología; que ya hemos hablado de que llevaré algún que otro libro. De momento hoy he recibido un pedido que había realizado especialmente para la ocasión. Hace tiempo, una buena amiga del trabajo, me había regalado el primer tomo de la colección que la autora Colleen McCullough ha dedicado a la historia de Roma, en concreto El Primer Hombre de Roma. Como no quería quedarme a medias, decidí así hacerme con el resto de los libros que componen dicha colección: La corona de hierba, Favoritos de la fortuna, Las mujeres de César, César, El caballo del César y la más reciente, Antonio y Cleopatra. Así que a una media de ochocientas páginas por novela creo que voy más que sobrado para las cinco o seis semanas que pasaré en el hospital. ¿No os parece?

Para esta tarde vuelve el fútbol con la Liga, y cómo no, toda mi atención estará puesta a partir de las nueve en el partido que el Sporting disputará en Málaga. No sé por qué me da que podemos ver repetirse el pacto que ya vimos en Levante, y si no fuera así, que nadie dude que el próximo domingo en El Molinón, frente al Racing, ese pacto de no agresión entre dos equipos a los que le valdría el empate, volverá a plasmarse sobre el terreno de juego.

Mientras, sigo viendo por la tele la etapa de hoy del Giro, que se desarrolla totalmente neutralizada en homenaje al corredor belga ayer fallecido. Está previsto que sean sus compañeros de equipo quienes crucen todos juntos la meta en primer lugar cuando el pelotón llegue al final del recorrido. Por cierto, que fue precisamente el padre del malogrado Wouter Weylandt quien les convenció para que siguieran en carrera puesto que así lo habría querido su hijo. Un ejemplo de entereza sin duda.

Y con un último apunte, el de mi derrota ayer en la primera partida de la semana de Parchís, para felicidad de los cada vez más, seguidores de la Reina del Cubilete, me despido de vosotros. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

lunes, 9 de mayo de 2011

Día CCI

Son las cinco de la tarde de este lunes nueve de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Después de una mañana espléndida, soleada, han llegado las nubes que en cualquier caso no parecen portadoras de agua.

Para quien no lo sepa, hoy es el Día de Europa. Reconozco que no sabía ni que existía, pero al pasar la hoja del calendario hace una semana, me encontré con que el día nueve estaba rodeado por estrellitas que venían a representar tal conmemoración. Es curioso que una festividad como ésta pase tan desapercibida para la mayoría. Supongo que es más que evidente que cada estado miembro del viejo continente, o sus ciudadanos, siguen siempre más pendientes de su propio país que de lo que pueda ocurrirle o acontecer a esa Europa que nunca llegarán a sentir como suya. Sea como sea, el Europe Day –vamos a utilizar su denominación internacional para parecer más modernos- se celebra todos los años (aunque parezca mentira) en esta misma fecha para recordar aquel lejano 1950, cuando un nueve de mayo el ministro francés de Exteriores, Robert Schuman, realizó la célebre declaración que originó la creación de la primera Comunidad Europea: la del Carbón y Acero. Aquella propuesta, conocida desde entonces como Declaración Schuman, es considerada como la primera piedra en el nacimiento de lo que actualmente es la Unión Europea. Yo creo sinceramente que sobre todo en el caso de los países latinos, o el Día de Europa se celebra como Dios manda, o sea, con fiesta al canto y nada de ir al trabajo, o el año que viene volveremos a olvidarnos de ella.

Por lo que se refiere al día de ayer no os voy a enumerar todo el deporte que me tragué –alguno lo agradecerá-, porque no tendría espacio en el blog. Fútbol, F1, tenis, ciclismo… Da gusto cuando un domingo viene tan cargado de eventos para alguien como a mí que se entretiene hasta con el campeonato local de dardos. Simplemente me limitaré a destacar ese fenomenal tercer puesto de Fernando Alonso para Ferrari en Turquía y la victoria de Djokovic sobre Nadal en el Master de Tenis de Madrid. ¡Ah!, sin olvidarme al ciclista Alessandro Petacchi, un viejo rockero, que a sus 37 años consiguió ayer imponerse al sprint en la etapa del Giro igualando en victorias al legendario Eddy Merckx en la ronda italiana.

Justo ahora acabo de terminar de ver la etapa del Giro, donde la noticia aparte de la victoria del español Vicioso, está a estas horas en la dramática caída del belga Weylandt, quien en un peligroso descenso se fue al suelo, golpeando violentamente sobre el asfalto y quedando inconsciente. Las imágenes del corredor mientras le realizaban un masaje cardíaco seguramente darán hoy la vuelta al mundo. Por desgracia, según las últimas noticias parece que se confirma los peores presagios y el ciclista, de 26 años, habría fallecido. Todo un mazazo para el ciclismo.

Como se suele decir, la vida sigue, así que por contaros algo más alegre, comentaros que esta mañana mientras mi hermano estaba en Oviedo acompañado de mi padre, sometiéndose al proceso de aféresis para la extracción de sus células madre, yo me fui a dar un paseo acompañado en esta ocasión por mi tío Gabriele aprovechando el buen día que hacía. Él, al igual que yo y mi padre, es un amante de las largas caminatas, así que anduvimos más de una hora y media entre el Parque Fluvial, el Piles, la Madre del Emigrante y la vuelta a casa. Por lo que se refiere al proceso de aféresis ha transcurrido sin problemas y ahora las células madre de mi hermano –que me han dicho que se ha portado como un campeón- esperan bien al fresco a mi ingreso para serme reinfundidas en cuanto llegue el momento. A ver si se me pega todo lo bueno de mi hermano, que no es poco, pero también espero que me respete lo menos bueno. Es broma, por supuesto.

Sigo por otra parte a la espera de que me llamen para citarme para la consulta previa de radioterapia. Tendría que ser esta misma semana si de verdad pretenden que ingrese entre el domingo y el lunes. Lo cierto es que a medida que se acerca la fecha me noto un poquito más nervioso pero intento llevarlo lo mejor posible. No tengo miedo al ingreso porque a lo único que podría tener miedo es a aburrirme, cosa que no pienso hacer. Pero reconozco que sí que me preocupa más el postrasplante y le tengo mucho respeto. Sin embargo, voy a seguir la misma filosofía que me ha traído hasta aquí: pasito a pasito. De momento vamos a por el trasplante. Luego ya tendremos tiempo de pensar en el postrasplante. De uno en uno y en orden. ¿No os parece? Seguro que así no habrá problemas.

Y nada más por este lunes, insisto, Día de Europa. Comienza una nueva semana en la que por cierto, intentaré repetir mi triunfo al parchís de la pasada. Ahí queda eso. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

domingo, 8 de mayo de 2011

Día CC

Son las nueve y media de este domingo ocho de Mayo, que amanece con lluvias intermitentes, cuando comienzo a escribir el Blog. De todos modos parece que el tiempo en principio tenderá a mejorar en los próximos días, aunque quizás tengamos que esperar un poco para volver a esos espectaculares días soleados que disfrutamos no hace mucho.

Precisamente ayer por la mañana, aprovechando que hacía una mañana soleada, mi mujer y yo salimos a dar un paseo por el centro de Gijón para acabar embocando como siempre en el Muro de San Lorenzo. Tuvimos además la agradable sorpresa de encontrarnos a la vuelta en Begoña con una pareja de buenos amigos, que como otros tantos, llevaba un montón de tiempo sin ver, más de un año. Es una sensación muy tranquilizadora y agradable ver cómo a pesar del tiempo transcurrido, cuando te encuentras con tus amigos, éstos hacen que todo parezca como si el tiempo se hubiera detenido y en realidad, no llevaras más de unos días sin verlos.

Como no podía ser de otro modo a la una en punto estaba sentado en Quintes delante de la televisión para ver la clasificación de F1. Nada nuevo bajo el sol, ni aunque sea el de Turquía. Los RedBull siguen imponiendo su martillo pilón, mientras que McLaren, especialmente con Hamilton, y algo más lejos Alonso, tienen que conformarse con esperar a que las "balas energéticas" cometan algún fallo. Para hoy a las dos la carrera. Parece lógico pensar que si no ocurre nada anómalo Vettel se llevará la tercera victoria de la temporada.

Pero antes de esa cita tendremos otra un tanto especial. Por primera vez un partido de la Primera División española se disputará en horario matinal, concretamente a las doce del mediodía. Será el Mallorca Villarreal. ¿Que a qué viene este horario tan extraño? A razones comerciales: es horario de máxima audiencia en el continente asiático, uno de los principales consumidores de nuestro fútbol. Acostumbrémonos, porque a partir del año que viene será algo continuo. La idea es que todos los partidos se disputen a horarios distintos –empezando desde mediodía-, de modo que quien quiera, pueda verlos absolutamente todos, pagando, claro está. Una locura.

Del encuentro de ayer del Sporting poco que comentar. Al final opté por quedarme en casa y verlo por la tele porque justo cuando bajaba de Quintes cayó una buena tormenta, así que preferí no arriesgarme. Además sabía que habría demasiado barullo, algo a lo que ahora tampoco estoy acostumbrado. Del partido en sí, decir que fue una pena que quedara un poco manchado por las críticas a mi modesto entender demasiado exageradas contra el árbitro, por parte del Deportivo. Cierto es que el primer penalti que nos señala a favor no era, pero eso no quita que el equipo mereciera el empate por juego y que lo lograra en un segundo penalti en tiempo de descuento, por un empujón tan innecesario como absurdo, pero totalmente punible. Empate por tanto que sigue sin ser suficiente para certificar nuestra permanencia, pero que nos acerca un poquito más. Quien ayer se despidió de la categoría fue el Almería. El Hércules tiene todas las papeletas para ser el siguiente.

Ya os había avisado que este era finde de deportes, así que sigo con ellos, porque hoy tenemos la final del Master de Tenis de Madrid, con un Nadal que ayer derrotó por enésima vez a Federer, y que buscará la revancha ante el jugador más en forma del circuito, el serbio Djokovic. Será a partir de las seis y media de la tarde. Antes, para los amantes del ciclismo, la cita será con el Giro, que tras su crono por equipos de ayer, hoy presenta una etapa en línea con final más que probable al sprint después de recorrer los ciclistas la friolera de 244 km para llegar a Parma. Por cierto, que no me he olvidado que ayer el Milán ganó el Scudetto –su número 18-. Ha sido una pena para los seguidores del Nápoles entre los que me incluyo, porque hasta no hace mucho, parecía que el sueño podía ser posible. En fin, enhorabuena al campeón.

Y nada más. Que menuda brasa deportiva que os he metido. Ahora en nada a prepararse y si el tiempo lo permite quizás salgamos a dar un pequeño paseo antes de que comience la F1. Disfrutad de lo que queda de domingo… “y mañana más”.

sábado, 7 de mayo de 2011

Día CXCIX

Son las diez menos cuarto de este sábado siete de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Esta mañana ha amanecido entre nubes y claros, después de que en la tarde de ayer cayeran algunas tormentas puntuales que nos hicieron tener que buscar refugio en un taxi para volver a casa cuando estábamos dando un paseo por el centro. Una pena, porque la temperatura era de lo más agradable.

De todos modos el volver pronto para casa sirvió para que antes de la cena pudiéramos dar cuenta de nuestra partida diaria el parchís, y que esta semana tan sólo se suspendió el miércoles. De momento, después de cuatro enfrentamientos, llevo una cómoda de ventaja de tres a uno. ¡Esta es la mía!

Por supuesto ayer el día giro en torno a la noticia de mi más que probable ingreso para el día quince o dieciséis de este mes. A la satisfacción por mi parte de poder entrar cuanto antes se une como es lógico también el nerviosismo por la cercanía de la fecha. Afortunadamente tengo guardada la lista de las cosas que me llevé en el anterior ingreso, hace ahora diez meses, así que en ese sentido tengo los deberes hechos con la seguridad de que no me olvidaré nada importante. Además, mientras que en unas vacaciones ordinarias por decirlo así, lo que más abulta en la maleta es la ropa que uno lleva, en este caso no es así, puesto que únicamente tanto mi acompañante como yo tenemos que acordarnos de meter ropa interior y zapatillas nuevas, ya que durante toda nuestra estancia nos proporcionan a ambos el pijama típico de hospital. Ya os contaré cuando tenga la maleta preparada en qué consistirá fundamentalmente toda la carga, aunque seguro que ya lo habéis imaginado. ¡Ah!, y no penséis en comida. Que está totalmente prohibido llevar comida de fuera.

Mi hermano por su parte sigue con sus inyecciones de Neupogen. Parece increíble lo que un hermano es capaz de hacer por otro. Mi hermano que es de los que se tapa los ojos cuando ve una aguja en la tele, resulta que ahora es él mismo quien se pone sus inyecciones. Si no lo veo no lo creo. Mañana acabará con ellas y el lunes será cuando tenga que ir a Oviedo para el proceso de aféresis, en el que tendrá que estar conectado con los dos brazos a la máquina, tirado en una cama, durante unas tres horas aproximadamente.

Yo por mi parte no tengo más que esperar ya a que me llamen de radioterapia para ir a la consulta previa, así que hasta que eso ocurra, podemos decir que estoy libre. Al final ya veis, lo de la reanudación del tratamiento ha quedado un poco en un amago, puesto que sólo hemos puesto las tres dosis iniciales. Aun así a algo habrán servido, que si alguna celulilla juguetona pensaba que se había ya librado, seguro que se llevó un buen susto al ver aparecer de nuevo por el torrente sanguíneo a su “amigo”.

POr otra parte, en este preciso momento comienzan los entrenamientos libres –los terceros- de F1. Lo importante vendrá como siempre a la una con la sesión de calificación donde veremos si los Ferrari son capaces de darnos alguna sorpresa -complicado parece-. Para la tarde tenemos también cita con el Giro D’Italia –por Veo7-, sin olvidarnos del Master de Tenis de Madrid-, y por supuesto con el Sporting, que a las seis recibe al Dépor. Hombre, si el tiempo siguiera así de agradable como hasta ahora, lo mismo me da por hacer una pequeña locura… Ya veremos. Sería un bonito reencuentro y que seguro que me traería suerte de cara al ingreso. No quiero finalmente dejar de hacerme eco de la noticia triste en el mundo del deporte, y diría que también fuera de él, que ha supuesto el fallecimiento esta noche del golfista Severiano Ballesteros tras una lucha contra el cáncer en la que llevaba inmerso más de dos años. Descanse en paz.

Bueno, pues nada más por este sábado. Despegaos de las sábanas, que va siendo hora. Un buen desayuno y a comerse el mundo, pero eso sí, masticando despacito, como no se cansa de repetirme mi madre. Muy buen fin de semana a todos… “y mañana más”.

viernes, 6 de mayo de 2011

Día CXCVIII

Son la cuatro menos cuarto de este viernes seis de mayo, cuando comienzo a escribir el Blog. Y lo hago desde Quintes, donde en este momento me encuentro plácidamente reposando después de un buen cocido de garbanzos. No creo que vaya esta tarde a cumplir con mi siesta diaria, porque esta mañana en el Hospital de Día he dormido más de dos horas y media, así que voy más que servido.

La mañana comenzó a eso de las nueve cuando llegué a Cabueñes. Como hoy no tenía que pasar por la consulta -no hice analítica-, fui directamente al Hospital de Día y de esta forma, hemos podido acabar el tratamiento con una hora de antelación respecto a otros días. La mejor noticia sin duda la he recibido precisamente ahí, ya que me han casi confirmado que el ingreso para el trasplante podría ser el día 16 o incluso el 15. Como digo es una gran noticia y que para empezar supone que hoy haya sido el último día de tratamiento previo al trasplante. La semana que viene me llamarán para una consulta previa en radioterapia y ese mismo día en el que me citen, acudiré también a la consulta de trasplantes para las últimas pruebas previas.

El tema de la radioterapia tiene que ver con el protocolo que vamos a seguir en este caso para el trasplante alogénico. En el anterior, en el autólogo, me sometieron a quimioterapia intensiva, y por ello, ahora se prefiere optar una quimio más débil con una radioterapia total. Confío en que no me dé demasiadas molestias, aunque lo importante es que funcione. Parece ser que serían tres sesiones que entiendo que recibiría ya una vez ingresado.

Así que la semana que viene habrá que ir preparando la maleta con todos los trastos que me voy a llevar conmigo, que no son pocos. Para empezar, esta misma mañana me he comprado otro gadget para la colección: un marco de fotos digital. La idea es llevármelo cargado de imágenes que me sirvan de motivación para que el ingreso sea más llevadero. No creáis que fue fácil decirme por uno, ya que lo que buscaba por encima de todo era su capacidad de autonomía para funcionar sin tener que estar conectado a la red eléctrica.

Este finde viene además cargadito de deportes. Al Máster de Tenis de Madrid, donde en este preciso momento Nadal comienza su partido para acceder a las semifinales, se une por supuesto la jornada liguera -habrá tiempo de hablar de los cinco partidos de sanción que le han caído a Mourihno por parte de la UEFA-, el GP de F1 e Turquía que Vettel no ha empezado de la mejor forma posible y cómo no, del Giro de Italia que mañana comienza, con Contador entre los favoritos.

Por ahora nada más. Disfrutad de este finde, aunque parece que el tiempo no acompañará demasiado. Un fuerte abrazo..."y mañana más".

jueves, 5 de mayo de 2011

Día CXCVII

Son las cuatro y cuarto de este jueves cinco de mayo, soleado, cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy para quien no lo sepa, es un día de celebración en Gijón, pues es San Eulogio. ¿Cómo que qué tiene que ver San Eulogio con nuestra villa marinera? ¿Acaso no tenemos un monumento que preside el Cerro de Santa Calina, obra del magistral escultor Eduardo Chillida y que responde al nombre de El Eulogio del Horizonte? Vale, vale, chiste malo, muy malo. Pero, ¿quién de nosotros no ha oído alguna vez llamar al Elogio del Horizonte el Eulogio? Yo la verdad que unas cuantas. Y tratándose como se trata de algo tan abstracto bien podía llamarse de una forma como de otra. En realidad, me hace más gracia llamarlo Eulogio. Lo siento más cercano.

Dejando el santoral y los monumentos locales a un lado, lo cierto es que hoy he tenido la segunda sesión consecutiva del tratamiento. Todo ha ido sin ningún problema, salvo quizás el hecho de que estoy notando de forma ligera los mismos efectos que sentía las primeras veces en que me administraban el medicamento, es decir, unas leves taquicardias durante algunas horas después de suministrada la dosis, pero que van remitiendo conforme pasa la tarde. Como es algo que ya conozco ni me preocupo. Ayer también fue un día donde volví a tener aquellos dolores de cabeza de los que os he hablado en alguna ocasión. Van y vienen, lo que hace tampoco me preocupe demasiado por ellos. Pienso además que puede tener relación con la tensión que hago con las mandíbulas al dormir, puesto que a veces me levanto como si hubiera estado toda la noche royendo un hueso. Después de que pase el trasplante me plantearé hacerme un aparato de esos para descargar la tensión en los dientes al dormir.

Poro otro lado, la analítica que hemos realizado de nuevo hoy no refleja nada anómalo. Al contrario, si bien han bajado un poco las plaquetas y la hemoglobina –pero insisto en que muy poco- las defensas han experimentado una ligera mejoría. Quiere esto decir que la primera dosis apenas ha causado “bajas” en mis células sanguíneas. Mañana no está previsto realizar analítica, con lo que la próxima "fotografía" que tendremos será el próximo lunes. Lo que haré entonces mañana será ir directamente al Hospital de Día a eso de las nueve para someterme al tratamiento ordinario, con los 30mg ya de medicamento. Después de tres dosis podremos ver mucho mejor el efecto que esta segunda tanda de tratamiento está produciendo en mí.

Por cierto que será ese mismo lunes cuando mi hermano se someta a la aféresis. Ya os lo había explicado cuando me tocó a mí y creo que hace no mucho volví a hablar del tema, así que no insistiré con ello. Básicamente se trata de recoger en una máquina las células madre que se encuentren en la sangre de mi hermano –para lo que ahora está poniéndose unas inyecciones de Neupogen de modo que salgan todas las que se encuentren dentro de su médula ósea-, posteriormente congelarlas a unos 280 bajo cero, y tenerlas de esta forma hasta que sea el momento de infundírmelas a mí, más o menos una semana después de mi ingreso en la unidad de trasplantes. Es lo que se conoce como Día Cero, y que en mi caso, digo yo que será el Doble Cero, como las tarjetas esas de El Corte Inglés, porque será la segunda vez que me lo hagan.

Así que en resumen, a falta de tener una fecha exacta para el ingreso, seguimos dando los pasos necesarios para tenerlo todo listo para que cuando la tengamos, no nos pille por sorpresa. De momento lo que tengo que hacer es aprovechar muy bien estos días que tengo hasta entonces para seguir cuidándome al máximo. Para empezar nada de descuidar mis paseos, que aunque ahora con el tema del hospital no puedo realizarlos por la mañana, nada me impide por la tarde poder llevarlos a cabo. Menos sofá y más caminar. ¿Os acordáis de aquel menos samba e mais traballar de Emilio Aragón? Pues eso mismo…

Y para los que crean en los milagros, hoy tenéis una cita con el Villarreal, en su partido contra el Oporto, y en el que tendrá que remontar el cinco a uno del partido de ida. Lo dicho: un milagro. Probablemente ni lo vea. Prefiero seguir con la lectura del libro con el que estoy ahora enganchado: Mar de Fuego, de Chufo Lloréns, novela histórica ambientada en la Barcelona de principios de siglo XI, y segunda parte de Te daré la Tierra, que por cierto no he leído. Quizás lo haga cuando acabe éste. Ya os diría luego si el orden los factores altera o no el producto.

Nada más; muchos ánimos a todos, que ya estamos a jueves, probablemente uno de mis días preferidos de la semana, sobre todo cuando trabajaba. ¡Qué lejos queda eso ahora! Pero ya volverá; tampoco hay que tener prisa, ¿no os parece? Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Día CXCVI

Son las tres y media pasadas, de este miércoles soleado, cuatro de mayo, cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de comer hace bien poco porque como sabéis esta mañana tenía cita en Cabueñes para la reanudación del tratamiento de cara a mantenerme estable hasta el momento del trasplante.

Lo cierto es que a primera hora, a las ocho y cuarto, estaba ya con mi padre en Oviedo porque lo primero de todo era pasar por una prueba de aspirometría. No hubo ningún problema, aunque con respecto a la que había hecho hace un año, también con motivo por aquel entonces del trasplante autólogo, hay una pequeña pérdida de capacidad pulmonar, lo que es absolutamente lógico habida cuenta de todo el tratamiento y medicación que he recibido en este último año.

Nada más finalizar en Oviedo nos trasladamos a toda pastilla a Cabueñes para que luego la estancia ahí no se demorara demasiado. En la consulta me dieron los resultados de la analítica practicada ayer, y seguimos en un estado más que estable. De hecho las plaquetas han aumentado otro poquito, lo mismo que las defensas, mientras que la hemoglobina –que me esperaba que hubiera disminuido de forma notable por no poner ya EPO- apenas ha bajado menos de un punto.

Con todo, a las diez ya estaba en el Hospital de Día, dispuesto para que me tomaran una vía; ni me acordaba de la última vez. Casi dos meses hacía que mis venas llevaban sin depender de una vía, y ya se sabe que a lo bueno se acostumbra uno muy pronto. De todas formas esta vía la mantendré hasta el viernes, así que al final serán sólo tres días con ella. Como os había contado, la idea es mañana recibir una nueva dosis –de 10mg, la de hoy era de 3mg-, y el viernes si todo va bien recibir la normal de 30mg. A partir de la semana que viene serían lunes, miércoles y viernes, siempre con la dosis de 30mg, hasta que llegue la hora del trasplante.

De momento seguimos sin conocer fecha definitiva para el trasplante, o mejor dicho para el ingreso, aunque hay una remota posibilidad para que pudiera ser el día dieciséis, una semana antes de la mejor previsión que teníamos hasta ahora. Sería genial, pero no me hago muchas ilusiones. Prefiero seguir pensando que será hacia el veintitrés, o incluso más tarde. Luego, si se anticipa el ingreso, bienvenido será. No os podéis ni imaginar las ganas que tengo de coger al toro por los cuernos, si me permitís el símil, aprovechando que estamos en plena Feria de Abril.

Del partido de ayer creo que se ha comentado ya tanto en estas últimas horas, que poco puedo añadir. Simplemente que para muchos es un alivio que se haya puesto fin a estos enfrentamientos, porque corríamos serio riesgo de que en el mundo pensaran que fuera de Madrid y Barcelona no existe nada. Y sobre la eliminatoria, felicitar una vez más a los culés, pero también a los merengues porque supieron dar la cara en todo momento. Si se me permite un último inciso, quizás con algo de mala leche –la que siempre me ha caracterizado- creo que el Barca juega demasiado bien al fútbol como para que su pase a la final haya quedado empañado –o pueda haber quedado, que nadie se ofenda- por dos acciones puntuales, una por partido, y en ambas ocasiones con el cero a cero en el marcador. Hoy conoceremos quién será su rival, aunque todo apunta al Manchester. Una gran final sin duda.

¡Ah!, y enhorabuena a Inés por haber desvelado la cuestión sobre el origen de la expresión no caerá esa breva que os comentaba ayer.

Como siempre, no me queda sino enviaros a todos un fuerte abrazo… “y mañana más”.