viernes, 20 de mayo de 2011

Día 530_5

Son las nueve y cuarto de este viernes veinte de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Seguimos con tiempo nublado y la niebla que cubre la mañana en Oviedo me impide ver el Monte Naranco. En realidad no veo más allá del edificio del hospital que tengo enfrente. Edificio por cierto, que no sé a qué especialidad corresponderá, o quiénes son las personas ingresadas en él, pero que me hace mucha gracia porque cada habitación cuenta con su terracita a la que muchas veces los enfermos salen a tomar un poco el aire. A tomar un poco el aire o a echar un cigarrito, que de todo hay en la viña del Señor, y aunque estemos en un hospital, y con la Ley Antitabaco más dura que nunca, todavía hay quienes se la pasan por el forro de sus virtudes. Para rematar la faena, no hay uno que tras echar esa última furtiva calada, lance la colilla al patio. Anécdotas de hospitales.

En fin, que yendo a lo mío, comentaros que anoche tuvimos la inesperada visita de un mosquito. A pesar de nuestros esfuerzos por localizarle y destruirle, cual unidad del ejército americano en busca de Bin Laden, el susodicho escapó de nuestra trampa, y esta mañana le visto triunfante dándose unos vuelos a mi alrededor. Esta noche habrá que utilizar métodos más contundentes.

Por lo demás la tarde de ayer transcurrió bastante tranquila. Después de la siesta estuve respondiendo unos cuantos correos que tenía retrasados, al tiempo que veíamos el final de etapa del Giro. Al acabar ésta tuvo lugar el primer enfrentamiento al tute entre mi padre y yo. No hay peor enemigo que uno mismo cuando se confía, y yo, experto jugador de tute, infravaloré la tremenda suerte de mi padre en los juegos de azar. De este modo, cada partida que yo ganaba era sudada punto a punto, mientras que él, cantando como Joselito en cada una, se las anotaba con mayor facilidad. Al final todo fue en vano para mí, y perdí por ocho a seis. Hoy jugaremos la revancha y prometo estar mucho más centrado.

La bicicleta estática por otra parte nos sigue dando mucho juego a ambos. Tanto mi padre como yo no fallamos en nuestras sesiones matutinas y vespertinas. Ayer en mi caso completaría unos quince kilómetros entre las dos. Noto que cada día que pasa me cuesta un poquito más porque me siento más cansado, algo lógico porque las cifras van cayendo según el plan previsto para llegar aplasiado al fin de semana.

Ayer lo que me infundieron durante prácticamente cinco horas fueron inmunoglobulinas, o lo que es lo mismo, anticuerpos. La razón es que las tenía un tanto bajas y preferían reforzarlas. Lo que ya no pondremos serán nuevas inyecciones de Neupogen, puesto que las dos últimas apenas lograron que las cifras de neutrófilos mejoraran. Ya se sabe aquello que de donde no hay no se puede sacar. Y bastante se ha sacado ya de mi pobre médula.

Y hoy nos toca quimioterapia. Será hoy y mañana. Al parecer se trata de una quimio que hasta ahora nunca me habían administrado y por lo que he entendido es bastante agresiva con lo que revuelve bastante. Bueno, vamos a confiar en que una vez más superemos la prueba con nota. De todas formas continúan dándome de forma regular tratamiento contra esos posibles efectos secundarios. Por lo general cada seis horas más o menos me administran Zofran, aunque de verdad que a mí lo que mejor me viene para las náuseas es un simple Orfidal. Fue algo que me explicaron en mi anterior ingreso, y es que aparte de su efecto adormecedor que todos conocemos, es muy efectivo contra las náuseas. Conmigo no falla. Y encima las siestas que me echo luego gracias a él.

En cuanto a mi apetito, si bien no está ni mucho menos al cien por cien, algo por lo menos estoy comiendo. Ayer para la comida di cuenta así de un plato de arroz blanco con negritos –fabes negras- y por la noche de un puré de lentejas. ¡Menuda sobredosis de legumbres! Esta mañana he desayunado mi cafetito con galletas de todos los días, aunque sigo sin probar la mantequilla y la mermelada. Es que la mermelada teníais que probarla… Bueno, y el pan…

Otra de las buenas noticias es que sigo sin fiebre, y por otro lado, la mucositis y sequedad que me había producido la radio, la tengo algo más controlada.

Para acabar comentaros que precisamente hoy se cumplen diez años del inicio de Wikipedia en español. No creo que haga falta para la mayoría decir aquí qué es esto de Wikipedia. Pero para quien no lo sepa, lo resumiría en “¡qué fácil habría sido nuestra vida escolar con una Wikipedia en lugar de la Enciclopedia Larousse de tropecientos mil tomos!”. Y lo que se habrían ahorrado nuestros padres...

Bueno, que en breve comenzarán los libres del GP de F1 que se disputa este fin de semana en España, en Montmeló, así que vamos a ver si calentamos motores. Un abrazo muy fuerte… “y mañana más”.

3 comentarios:

  1. Buenos dias!!

    Ese edificio que despierta tu curiosidad creo que es el de Silicosis, a mi siempre me recuerda a esos macrohoteles que hay por Mallorca, Benidorm,...y en cuanto al cigarrito, hay que destruir la prueba del delito, se que no está bien pero todo sea por evitar la tremenda bronca que les puede caer, no? Ya sé, se nota que soy fumadora....

    Besos,

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  2. Silicosis y fumando??? Si es que no tenemos arreglo posible. Fili espero que esa nueva radio no deje muchos efectos secundarios y te aplasien bien para el fin de semana... besotes y mucho ánimo.

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  3. Hola Fili: Ánimo. Lo estás llevando muy bien, pero estamos al principio. Me alegro que la fiebre haya desaparecido, y la mucositis esté controlada. Lo del mosquito no puede tolerarse. Una noche vale, pero confío en que hoy podáis enviarlo a Guantánamo o al retrete: ese mosquito no puede reírse de los Priore. Honor y Fuerza

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