sábado, 7 de mayo de 2011

Día CXCIX

Son las diez menos cuarto de este sábado siete de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Esta mañana ha amanecido entre nubes y claros, después de que en la tarde de ayer cayeran algunas tormentas puntuales que nos hicieron tener que buscar refugio en un taxi para volver a casa cuando estábamos dando un paseo por el centro. Una pena, porque la temperatura era de lo más agradable.

De todos modos el volver pronto para casa sirvió para que antes de la cena pudiéramos dar cuenta de nuestra partida diaria el parchís, y que esta semana tan sólo se suspendió el miércoles. De momento, después de cuatro enfrentamientos, llevo una cómoda de ventaja de tres a uno. ¡Esta es la mía!

Por supuesto ayer el día giro en torno a la noticia de mi más que probable ingreso para el día quince o dieciséis de este mes. A la satisfacción por mi parte de poder entrar cuanto antes se une como es lógico también el nerviosismo por la cercanía de la fecha. Afortunadamente tengo guardada la lista de las cosas que me llevé en el anterior ingreso, hace ahora diez meses, así que en ese sentido tengo los deberes hechos con la seguridad de que no me olvidaré nada importante. Además, mientras que en unas vacaciones ordinarias por decirlo así, lo que más abulta en la maleta es la ropa que uno lleva, en este caso no es así, puesto que únicamente tanto mi acompañante como yo tenemos que acordarnos de meter ropa interior y zapatillas nuevas, ya que durante toda nuestra estancia nos proporcionan a ambos el pijama típico de hospital. Ya os contaré cuando tenga la maleta preparada en qué consistirá fundamentalmente toda la carga, aunque seguro que ya lo habéis imaginado. ¡Ah!, y no penséis en comida. Que está totalmente prohibido llevar comida de fuera.

Mi hermano por su parte sigue con sus inyecciones de Neupogen. Parece increíble lo que un hermano es capaz de hacer por otro. Mi hermano que es de los que se tapa los ojos cuando ve una aguja en la tele, resulta que ahora es él mismo quien se pone sus inyecciones. Si no lo veo no lo creo. Mañana acabará con ellas y el lunes será cuando tenga que ir a Oviedo para el proceso de aféresis, en el que tendrá que estar conectado con los dos brazos a la máquina, tirado en una cama, durante unas tres horas aproximadamente.

Yo por mi parte no tengo más que esperar ya a que me llamen de radioterapia para ir a la consulta previa, así que hasta que eso ocurra, podemos decir que estoy libre. Al final ya veis, lo de la reanudación del tratamiento ha quedado un poco en un amago, puesto que sólo hemos puesto las tres dosis iniciales. Aun así a algo habrán servido, que si alguna celulilla juguetona pensaba que se había ya librado, seguro que se llevó un buen susto al ver aparecer de nuevo por el torrente sanguíneo a su “amigo”.

POr otra parte, en este preciso momento comienzan los entrenamientos libres –los terceros- de F1. Lo importante vendrá como siempre a la una con la sesión de calificación donde veremos si los Ferrari son capaces de darnos alguna sorpresa -complicado parece-. Para la tarde tenemos también cita con el Giro D’Italia –por Veo7-, sin olvidarnos del Master de Tenis de Madrid-, y por supuesto con el Sporting, que a las seis recibe al Dépor. Hombre, si el tiempo siguiera así de agradable como hasta ahora, lo mismo me da por hacer una pequeña locura… Ya veremos. Sería un bonito reencuentro y que seguro que me traería suerte de cara al ingreso. No quiero finalmente dejar de hacerme eco de la noticia triste en el mundo del deporte, y diría que también fuera de él, que ha supuesto el fallecimiento esta noche del golfista Severiano Ballesteros tras una lucha contra el cáncer en la que llevaba inmerso más de dos años. Descanse en paz.

Bueno, pues nada más por este sábado. Despegaos de las sábanas, que va siendo hora. Un buen desayuno y a comerse el mundo, pero eso sí, masticando despacito, como no se cansa de repetirme mi madre. Muy buen fin de semana a todos… “y mañana más”.

1 comentario:

  1. Hola Fili: No había pensado que la Reina del Cubilete también lleva los pijamas del hospital, esos que apenas se abrochan... pero tú ni caso. Ahora comprendo que siempre perdieras al parchís, y es que no estabas en lo que había que estar... Esperemos que este fin de semana nos traiga muchas alegrías deportivas. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

    ResponderEliminar