jueves, 5 de mayo de 2011

Día CXCVII

Son las cuatro y cuarto de este jueves cinco de mayo, soleado, cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy para quien no lo sepa, es un día de celebración en Gijón, pues es San Eulogio. ¿Cómo que qué tiene que ver San Eulogio con nuestra villa marinera? ¿Acaso no tenemos un monumento que preside el Cerro de Santa Calina, obra del magistral escultor Eduardo Chillida y que responde al nombre de El Eulogio del Horizonte? Vale, vale, chiste malo, muy malo. Pero, ¿quién de nosotros no ha oído alguna vez llamar al Elogio del Horizonte el Eulogio? Yo la verdad que unas cuantas. Y tratándose como se trata de algo tan abstracto bien podía llamarse de una forma como de otra. En realidad, me hace más gracia llamarlo Eulogio. Lo siento más cercano.

Dejando el santoral y los monumentos locales a un lado, lo cierto es que hoy he tenido la segunda sesión consecutiva del tratamiento. Todo ha ido sin ningún problema, salvo quizás el hecho de que estoy notando de forma ligera los mismos efectos que sentía las primeras veces en que me administraban el medicamento, es decir, unas leves taquicardias durante algunas horas después de suministrada la dosis, pero que van remitiendo conforme pasa la tarde. Como es algo que ya conozco ni me preocupo. Ayer también fue un día donde volví a tener aquellos dolores de cabeza de los que os he hablado en alguna ocasión. Van y vienen, lo que hace tampoco me preocupe demasiado por ellos. Pienso además que puede tener relación con la tensión que hago con las mandíbulas al dormir, puesto que a veces me levanto como si hubiera estado toda la noche royendo un hueso. Después de que pase el trasplante me plantearé hacerme un aparato de esos para descargar la tensión en los dientes al dormir.

Poro otro lado, la analítica que hemos realizado de nuevo hoy no refleja nada anómalo. Al contrario, si bien han bajado un poco las plaquetas y la hemoglobina –pero insisto en que muy poco- las defensas han experimentado una ligera mejoría. Quiere esto decir que la primera dosis apenas ha causado “bajas” en mis células sanguíneas. Mañana no está previsto realizar analítica, con lo que la próxima "fotografía" que tendremos será el próximo lunes. Lo que haré entonces mañana será ir directamente al Hospital de Día a eso de las nueve para someterme al tratamiento ordinario, con los 30mg ya de medicamento. Después de tres dosis podremos ver mucho mejor el efecto que esta segunda tanda de tratamiento está produciendo en mí.

Por cierto que será ese mismo lunes cuando mi hermano se someta a la aféresis. Ya os lo había explicado cuando me tocó a mí y creo que hace no mucho volví a hablar del tema, así que no insistiré con ello. Básicamente se trata de recoger en una máquina las células madre que se encuentren en la sangre de mi hermano –para lo que ahora está poniéndose unas inyecciones de Neupogen de modo que salgan todas las que se encuentren dentro de su médula ósea-, posteriormente congelarlas a unos 280 bajo cero, y tenerlas de esta forma hasta que sea el momento de infundírmelas a mí, más o menos una semana después de mi ingreso en la unidad de trasplantes. Es lo que se conoce como Día Cero, y que en mi caso, digo yo que será el Doble Cero, como las tarjetas esas de El Corte Inglés, porque será la segunda vez que me lo hagan.

Así que en resumen, a falta de tener una fecha exacta para el ingreso, seguimos dando los pasos necesarios para tenerlo todo listo para que cuando la tengamos, no nos pille por sorpresa. De momento lo que tengo que hacer es aprovechar muy bien estos días que tengo hasta entonces para seguir cuidándome al máximo. Para empezar nada de descuidar mis paseos, que aunque ahora con el tema del hospital no puedo realizarlos por la mañana, nada me impide por la tarde poder llevarlos a cabo. Menos sofá y más caminar. ¿Os acordáis de aquel menos samba e mais traballar de Emilio Aragón? Pues eso mismo…

Y para los que crean en los milagros, hoy tenéis una cita con el Villarreal, en su partido contra el Oporto, y en el que tendrá que remontar el cinco a uno del partido de ida. Lo dicho: un milagro. Probablemente ni lo vea. Prefiero seguir con la lectura del libro con el que estoy ahora enganchado: Mar de Fuego, de Chufo Lloréns, novela histórica ambientada en la Barcelona de principios de siglo XI, y segunda parte de Te daré la Tierra, que por cierto no he leído. Quizás lo haga cuando acabe éste. Ya os diría luego si el orden los factores altera o no el producto.

Nada más; muchos ánimos a todos, que ya estamos a jueves, probablemente uno de mis días preferidos de la semana, sobre todo cuando trabajaba. ¡Qué lejos queda eso ahora! Pero ya volverá; tampoco hay que tener prisa, ¿no os parece? Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

2 comentarios:

  1. Hola Fili: Pues el Eulogio del horizonte me lo presentaron como algo relacionado con KING-KONG... no recuerdo. Pero ahora conozco una nueva denomición a tan magno monumento. Esta noche milagro, y de los buenos... Puede ser un partido muy divertido, salvo que el Oporto marque un gol... en cuyo caso, creo que será imposible. Saludos. HONOR Y FUERZA

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  2. Pepe, imagino que por prudencia no lo mencionas pero yo que soy una imprudente lo digo. Es el Water de King Kong, exactamente igual de grande que el excusado del mismo primate. Juasss, los de gijón somos gijonudos poniendo motes. Besotes a todos!!! San Eulogio debe ser el segundo patrón de Gijón!

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