jueves, 19 de mayo de 2011

Día 530_4

Son las diez y cuarto de este jueves diecinueve de mayo cuando comienzo a escribir el Blog. Después de tres días en los que tenía dos excursiones diarias hasta radioterapia, hoy es el primer día de descanso. Mañana empezaremos con quimioterapia durante dos días. Lo que más echaré de menos de estos paseos, es que tanto en el de ayer como en el de antes de ayer, mi mujer me acompañó en ambos, con lo que tuvimos la oportunidad de vernos aunque fuera por unos minutos.

La noche ha sido un poco larga, sobre todo al inicio, porque tardé un montón en dormirme. Supongo que influiría el hecho de que por la tarde, me sentía tan cansado y algo revuelto del estómago, que decidí echarme un poco, y lo que iba a ser una pequeña siesta acabó siendo dos horas durmiendo a todo trapo. Lo del cansancio tiene que ver con la anemia que me está induciendo la radio, que acaba con todo, lo bueno y lo malo.

Lo cierto es que sigo sin nada de apetito aunque intento forzarme a comer, pero ayer de verdad que me resultó del todo imposible comer. Luego lo compensé tomándome un par de yogures a media tarde. Y para la cena, aunque no tenía ganas, di cuenta de la sopa de verduras que trajeron y de parte de la tortilla –o eso decían que eran- de patatas. De postre una manzana.

Hoy por la mañana me he tomado el café habitual con algunas galletas pero ahora mismo tengo el estómago totalmente cerrado así que no sé lo que podré comer. Espero que esto sea una situación transitoria, como así me han explicado, porque quiero mantenerme en el mejor estado posible para afrontar lo más duro que será a partir de la próxima semana cuando después del trasplante, me encuentre en aplasia durante cuatro o cinco días como mínimo.

Para prevenir la mucositis, que de todos modos ya me ha aparecido en parte por la radio, realizo enjuagues cada cuatro horas con unas ampollas que me han facilitado. Además de eso intento tener la boca siempre hidratada, bien bebiendo bastante agua, bien haciendo lavados con agua salina.

En cuanto al catéter central de momento estoy contento con él. Me lo limpian a diario y me permite tener siempre las dos manos libres, aunque como es lógico, cuando quiero caminar, una de las manos la tengo que emplear en arrastrar el mítico palo de peregrino, con todos sus frascos colgados en él. Por lo general tengo siempre conectado el suero salino además del bicarbonato. Luego van añadiendo otros frascos puntuales, como el que sirve para prevenir las náuseas, o el que ya me están administrando a diario para ir preparando al cuerpo para que llegado el momento, sean menores las posibilidades de rechazo. Y luego por supuesto tomo más pastillas que las que encontraríais en una fiesta bakaladera. Pero bueno, nada que no supiera.

En estos días todavía no os he hablado de mis vecinos. Justo pegado a mi habitación, tengo a una preciosa niña –no la he visto pero sé que será preciosa- de tres añitos, a la que oigo a diario reírse, o cantar, como si nada. Es increíble cómo los niños son capaces de superar cualquier prueba que se les presente con la misma naturalidad e inocencia con la que juegan. Y en otra habitación más al fondo tengo a un crío de nueve años, al que también oigo cuando juega con la persona con la que está en la habitación. A veces me da la sensación como si los dos niños estuvieran juntos. No sé, igual tienen alguna sala conjunta para estudiar o jugar… Para mí el oír sus risas y sus vocecitas es una fuente de motivación. Así que el otro día cuando hablaba con las enfermeras les decía: tenéis esto lleno de niños; una de tres, otro de nueve, y conmigo a uno de tres y nueve… A la cuarta persona de momento no la tengo fichada, ya que son cuatro las habitaciones dedicadas a trasplantes alogénicos, pero sí que es una persona ya mayor. Bueno, mayor que yo al menos. No se me vaya a ofender nadie en el foro…

Ayer de noche acabamos la película que habíamos iniciado el día anterior: El Tigre y la Nieve. Una bonita historia de amor, mezcla de drama y comedia, que protagoniza Roberto Benigni, en el papel de un poeta que acude a Bagdag en plena guerra de Irak para salvar la vida de su amada. No alcanza ni de lejos el nivel de la oscarizada La Vida Es Bella, pero se ve con gusto.

Nada más por este jueves. Como quien no quiere la cosa ya tenemos ahí el finde asomando por la ventana. Un abrazo muy fuerte… “y mañana más”.

2 comentarios:

  1. Hola Tito Pippo y compañia

    Y como dices que se llama el farmaco ese que te dan para las nauseas? Se a una que no le vendría nada mal....

    impresiona que tengas de vecinos a una niña de tres años y otro de nueve, pero fijo que el peor el de 39 pero con diferencia

    ResponderEliminar
  2. Hola Pipi!!

    Hoy me engancho un poco tarde al blog!! Espero que pases una buena noche y que el tiempo vaya pasando rapidín para que pronto puedas estar fuera!!! De momento el sol parece que te está dando una tregua!! :)
    Buenas nochesssss!

    ResponderEliminar