miércoles, 9 de febrero de 2011

Día CXIII

A las cuatro y cuarto de la tarde de este miércoles nueve de febrero comienzo a escribir el Blog. A pesar de que esta mañana nos despertamos con un día predominantemente nublado, a medida que fue pasando la jornada de nuevo el sol ha ganado su particular batalla a las nubes. Además hoy si cabe todavía tenemos una temperatura más agradable, por encima de los quince grados.

Así que como ayer me había sentado de maravilla el paseo, esta mañana he vuelto a repetirlo. En un día laborable el Parque Fluvial de Viesques es de lo más tranquilo que te puedes encontrar, con muy poca gente. Apenas algunas jóvenes madres paseando a sus niños o jugando con éstos en las zonas que el parque dispone para los más pequeños; los típicos deportistas, que bien en bici o corriendo, te vas encontrando de forma esporádica y por supuesto los que sacan a pasear a sus perros. ¿O tal vez son éstos quienes les sacan a ellos? A veces no sabrías jurar quién lleva a quién.

A mediodía para salir un poco de la rutina fui a comer a casa de mis padres. Aproveché para buscar por si estaba allí un documento del que ando detrás desde hace tiempo, y que por supuesto no apareció. Pero lo que sí me encontré –suele pasar siempre que buscas algo que al final acabas hallando otra cosa- fue una vieja carpeta que contenía un montón de canciones o pseudocomposiciones que había escrito entre los dieciocho y los veintipocos años. Serán unas treinta o cuarenta. Me ha hecho gracia volver a releerme a mí mismo después de tanto tiempo. En realidad pensaba que las había tirado. Quizás opte por dejarlas de nuevo donde las encontré para volver así a leerlas dentro de otros veinte años.

Por otro lado, esta mañana he hablado con mi hematóloga quien me ha confirmado que a la vista de los análisis realizados el lunes, el virus habría pasado a mejor vida. No obstante seguiremos con el tratamiento antiviral hasta cumplir las tres semanas, es decir, hasta el martes que viene. Aun así, es probable que el lunes retomemos las sesiones del tratamiento principal. Tendríamos que hacerlo otra vez desde el principio, es decir que tendría que acudir al hospital tres días seguidos para que me administraran las dosis de 3, 10 y 30 mg de forma progresiva. Quedamos de todas formas en hablar el viernes para definirlo con exactitud. Por una parte no sé si preferiría acabar con el antiviral primero y así olvidarme de él, que no estar con los dos tratamientos al mismo tiempo, que además, desde el punto de vista "logístico" iba a ser un poco complicado y estresante. En cualquier caso, es una buena noticia el que hayamos acabado con el virus. Ahora esperemos que no nos dé más la lata en lo sucesivo.

La otra alegría del día me la llevé viendo los mundiales de esquí alpino. Contra todo pronóstico la medalla de oro fue para el italiano Christof Innerhofer. Segundo fue el austriaco Hannes Riechelt, completando el podium el croata Ivica Kostelic. Entre los diez mejores otros dos italianos, Werner Hill octavo y Peter Fill, noveno. Por su parte, los dos españoles que participaban en la prueba no consiguieron finalizarla. Y es que el trazado se las traía, con muchísimo hielo y con zonas muy complicadas que hicieron que por ejemplo el máximo favorito, el suizo Didier Cuche, tuviera que conformarse con la cuarta plaza.

Habréis visto que vaya nombres y apellidos italianos, ¿verdad? Bueno, pues en realidad son muy comunes en el norte de Italia, donde no son pocos los que hablan casi mejor el alemán que el italiano. Esto se hace especialmente patente en la provincia autónoma de Bolzano, donde ambas lenguas son reconocidas como oficiales, por lo que como ocurre aquí en Cataluña, Galicia o el País Vasco, los carteles por ejemplo están en los dos idiomas, si bien luego, en Bolzano más de un tercio de la población usan el alemán de forma cotidiana por encima del italiano. Hay un tercer idioma, el ladino, que apenas usa un cinco por ciento de la población, pero que es también oficial en Val Gardena y Val Badia, famosas ambas por sus estaciones de esquí.

Y hablando de Alemania e Italia, hoy nos jugamos un amistoso con sabor a revancha. Será precisamente en el Westfalenstadion en Dortmund, lugar donde en el mundial del 2006 Italia eliminó a los germanos en una semifinal histórica y donde hasta ese día Alemania no había perdido ni un solo partido. ¡Cómo recuerdo aquel día! Creo que disfruté más esa semifinal que luego la final contra Francia.

En fin, que por hoy nada más, que me estoy extendiendo demasiado y eso que no tenía apenas nada que contaros. Me debo estar haciendo viejo. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

3 comentarios:

  1. Lo que demuestra que hay un Norte y un Sur de Italia que no tienen nada que ver, y que la reunificación Italiana es algo bastante relativo... VIVA VERDI!!! Besitos, me he reído con tu faceta de compositor. Si es que eres un romántico...

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  2. jejeje..a ver para cuando nos cantas una!!! :)

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  3. Hola Fili: Pues por la época de tus composiciones, imagino a un Claudio Baglioni o un Sandro Jacobe, ja,ja, con canciones lentas, muy románticas. Eres una caja de sorpresas Fili. Como siempre, también en Italia los del Norte tienen sus "peculiaridades"... Es lo que decía una amigo: si Napoleón hubiera ganado la guerra, ahora todos hablando francés y tan contentos... Pero sólo de pensarlo ufffff. Mejor tal como somos. HONOR Y FUERZA

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