viernes, 9 de diciembre de 2011

Génesis Día 161

A las tres en punto de la mañana de este viernes nueve de diciembre doy inicio al Blog, al tiempo que el díscolo Lorenzo Jovanotti me acompaña con su particular estilo de música, a veces imposible de identificar, pero que tanto éxito le ha procurado durante los más de veinte años que lleva en el candelero.

Ayer os había anticipado lo que tenía previsto con toda seguridad que me ocurriera durante el día y no me equivoqué lo más mínimo. Después de una noche que ya os referí como complicada, lo cierto es que el inicio de la mañana no fue mucho mejor, más bien al contrario. Me levanté con 38,1 a desayunar a eso de las siete para tomar cuanto antes la medicación. A partir de ahí, también como tenía previsto, hora tras hora mi estado fue mejorando hasta el punto de que cuando llegamos a Quintes a mediodía, la fiebre y el resto de molestias habían desaparecido. Pero es así como funcionan los corticoides. Ayer gracias a ellos tuve un día muy llevadero, lo mismo que hoy dado que tomaré la dosis mínima, harán que a partir de media tarde comience a revolverme. Con un poco de suerte estas subidas y bajones que experimento irán atenuándose a medida que el cuerpo se vaya haciendo a la disminución de la dosis. Y bueno, de no ser así, al final en realidad el tiempo en el que me encuentro mal no va más allá de algo más de medio día por cada dos. Pero realmente se pasa mal, y cuando te da, te olvidas de si es normal, de que te pasará... Te olvidas de todo. Sólo sientes que ojalá no pudieras sentir.

Lo que hice ayer fue una buena cura de sueño, supongo que motivada por lo cansado que me encontraba después de esa llamémosla crisis. Para empezar antes de la comida me quedé dormido en mi sofá preferido de Quintes, tan profundamente que cuando me desperté no sabía si había comido, si era hora de irse o siquiera dónde me encontraba. 

Pero es que fue comer e irme a dormir la siesta. Y nada menos que otra hora y media pude sumar a mi particular balance de sueño. Me levanté como nuevo, aunque sigo encontrándome en general un tanto cansado, lo que no deja de ser normal para alguien con una hemoglobina por debajo de los nueve puntos. Aun así intento mantenerme activo de algún modo para que no se me atrofien los músculos. Procuro moverme aunque sea en la misma habitación o por el pasillo de casa cada poco, con la menor excusa. Para paseos ahora mismo no me encuentro con fuerzas, aunque volveré a ellos tan pronto como me note mejor.

De tarde le estuve echando una mano a Mónica para rematar el pedazo belén que todos los años monta en Quintes. Apenas coloqué unas figurillas pero eso sí, muy bien colocadas en su sitio. Comentaba por email con un amigo precisamente los recuerdos de infancia que me trae esto de los belenes, cuando para mí uno de los días más felices de esta época era cuando me iba con mi padre a buscar musgo, arena y alguna pequeña piedra con los que montar el belén en casa. Recuerdo como si fuera ayer cuando mi padre confeccionó en escayola una montaña que añadir al paisaje y donde yo año tras año colocaba la misma figura de una cabra, o cuando con cartón hicimos cantidad de casitas con las que poblar el belén. No faltaba por supuesto tampoco el árbol, aunque de él lo que más me atraía como a cualquier niño eran las lucecitas, cuantas más mejor.

Volviendo al día de ayer, con todo lo que había descansado durante el día, pude aguantar sin problemas tras la cena el ver la tele sin caer rendido como otros días. De hecho anoche volvimos a la fórmula de doble sesión de series, primero con un capítulo de Los Soprano y luego con otro de Eureka. Me fui a la cama todavía sin muchas ganas de dormir con lo que estuve leyendo hasta bien pasadas las doce.

Para hoy a primera hora tengo cita en Oviedo para realizar una nueva analítica con el fin de vigilar el que mis parámetros no hayan descendido aún más con respecto a la última que hicimos este mismo lunes. Confío en que no sea así y no tengamos que recurrir por ejemplo a nuevas transfusiones de sangre, más que nada porque se me hacen eternas. Las defensas supongo que con las inyecciones de Neupogen habrán remontado en parte, y en cuanto a las plaquetas, con que se mantengan me conformo. Veremos qué sale.

Luego, sin apenas tiempo para la siesta, a las cuatro tengo que estar de nuevo allí, en esta ocasión para la sesión de radio y posterior consulta. Bueno, viendo los precedentes, calculo que con todo antes de las seis y media estaré ya de vuelta, aunque lo mejor siempre es no hacer planes. Además, para esta noche en previsión de que me tocará "noche de bajón",  no tenemos nada programado. Si acaso cena tranquilos en casa e intentar ver alguna película si el cuerpo está para ello.

Se va concluyendo de esta forma esta semana un tanto particular con sus festivos, puentes o directamente acueducto. Ayer leía que todos estos días libres suponían un coste para la economía de unos mil doscientos millones de euros en pérdidas de competitividad. No sé como lo calcularán, pero si fuera cierto no deja de ser una pasta. Bueno, lo tomaremos como un pequeño desquite  y una forma de tomar fuerzas en previsión del año tan duro que nos espera en el 2012.

No me queda más que enviaros un fuerte abrazo... "y mañana más..."

2 comentarios:

  1. Hola Fili: Ánimo Fili, a pesar de los momentos difíciles, seguro que los puedes superar. No desfallezcas, y sigue peleando. Dale un beso a la Reina del Cubilete y no aceptes ninguna partida si no te encuentras bien... que no se aproveche esa "Reinona". Un besazo a los dos. HONOR Y FUERZA.

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  2. Aún no hemos puesto el belén en mi casa, ni el árbol. Esperamos encontrar tiempo para hacerlo mañana. Yo también recuerdo cuando íbamos a por musgo y piedras para el belén, y arena a la playa San Lorenzo. Ahora creo que está prohibido coger musgo. Espero que todo vaya mejorando poco a poco. Feliz fin de semana. Besotes Fili.

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