jueves, 8 de diciembre de 2011

Génesis Día 160

Con lo mejor de Madonna por compañía musical, comienzo a escribir el Blog cuando apenas faltan diez minutos para las cinco de la mañana, en este jueves ocho de diciembre, festivo, Día de la Inmaculada Concepción. Como sabréis esta fiesta de carácter religioso y católico, tiene por motivo el hacer hincapié en el dogma que allá por 1854 estableciera el Papa Pío IX en su bula Ineffabilis Deus, según el cual, la virgen María fue concebida sin pecado original. Existen personas que confunden este hecho con que la concepción de Jesús fuera del mismo modo libre de pecado.

Dejando las clases de catecismo aparcadas y ciñiéndonos a lo que nos ocupa en este blog, comentaros que he pasado una noche bastante complicada. Ayer al atardecer comencé a sentirme mal, con muchos escalofríos, dolores generales y el estómago como una lavadora. Está claro que al haber comenzado con una dosis aún menor en los corticoides ha provocado que lo que antes me ocurría en la mañana de los días pares, ahora se me adelante a la noche anterior. No queda otra que apretar los dientes y concienciarse que lo que sufro no es más que un vulgar mono por los mencionados corticoides. Esta mañana, en cuanto desayune y me tome la dosis pico de 60mg todo irá solucionándose.

Ayer por la mañana como sabéis tenía a primera hora una nueva sesión de radio que transcurrió como siempre sin incidencias. Luego, tocaba esperar un poco hasta la hora de la consulta de Trasplantes. Las noticias allí no fueron excesivamente positivas en el sentido de que me han bajado tanto los niveles de hemoglobina como las defensas. Para solucionar esto último retomaremos las inyecciones de Neupogen, una cada 72 horas durante tres semanas. En cualquier caso nos hemos citado para el viernes de cara a realizar una nueva analítica y comprobar que por lo menos, no hay más bajadas. 

Del resto apenas hay novedades: el riñón, los niveles de inmunosupresión y el virus parecen controlados. Respecto al virus habrá que esperar todavía una semana antes de modificar el tratamiento con Ganciclovir y reducirlo a la mitad de dosis. No veáis las ganas que tengo, porque es este dichoso medicamento el que junto con la disminución de los corticoides, peor llevo.

Saldría del hospital sobre las once y media y todavía me quedaba pasar por el Ministerio de Cultura para arreglar lo del registro de la propiedad intelectual del libreto que ya os he sacado a colación repetidas veces. No fue demasiado complicado y puedo ya decir, no sé si con orgullo, que la obra en cuestión está ya registrada a mi nombre. Ahora queda lo más difícil: darle al botoncito para enviarla a todas aquellas personas de buena fe y comprensivas, y con capacidad de digerir algo así. En fin, ya tendréis noticias muy pronto. La idea es que enviaré por email un PDF que bajo formato DinA5 recoge todas esas pequeñas composiciones. Quien esté interesado y no lo reciba puede solicitármelo a través de un comentario en este Blog, por Facebook o por email. No admito devoluciones.

Me hizo mucha ilusión al irme a casa de mis padres el encontrarme con un viejo amigo del colegio, ahora médico, y con el que a pesar de ser algo mayor que yo, coincidí en algún partido con el Codema cuando siendo infantil me subían en alguna ocasión muy puntual a jugar con el juvenil. De aquella estaba yo como un xatín capaz de bregar con lo que me pusieran por delante, de modo que con catorce años estaba aguantando la cera que me daban rivales tres y cuatro años mayores que yo. Pero bueno, a lo que iba; lo que me llenó de satisfacción fue que mi amigo me dijera que me sigue a diario en el blog. Sin duda el que haya tanta gente detrás apoyándome es para mí la mejor motivación para por ejemplo superar noches como la de hoy.

Después de comer me dediqué a colocar el árbol navideño junto a un pequeño Belén bajo el mismo. Hay que ir dándole ambientillo al salón. Luego ya fue cuando empecé a notar esas sensaciones que anticipan que voy a sufrir mi particular borrasca interior, así que apenas me levanté del sofá.

Pude cenar eso sí sin mayores problemas, pero os confieso que estaba tan hecho polvo que me dormí con el partido entre el Villarreal y mi Nápoles. Cuando desperté el marcador ya nos era favorable y de este modo, hemos conseguido por primera vez en nuestra historia clasificarnos para unos octavos de final de la antigua Copa de Europa, algo que no se lograra ni en los tiempos de Maradona. Estoy convencido que anoche la ciudad del Vesubio fue una auténtica fiesta que tal vez se prolongue todavía a estas horas que os escribo.

Para el día de hoy como podéis suponer simplemente me planteo descansar y confiar en que mi estado mejore conforme pasen las horas. Seguro que será así.

Disfrutad de este día festivo, del puente si os lo habéis cogido y recordad que... "y mañana más..."

1 comentario:

  1. un beso muy grande, acuerdate que el que tuvo retuvo, asi que el que fue xatín ahora es xatu y esta listo para bregar con lo que le pongan por delante, lo estas demostrando

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