domingo, 25 de diciembre de 2011

Génesis Día 177

Justo a las siete y cuarto de la mañana de este domingo veintinco de diciembre, Día de Navidad, comienzo a escribir el Blog mientras como es de rigor, escucho música acorde con una fecha tan señalada. En concreto ahora mismo suenan de fondo los villancicos interpretados en su día por Los Tres Tenores, Plácido Domingo, José Carreras y el desaparecido Luciano Pavarotti.

Esta noche de dormido mucho mejor en el sentido de que apenas me desperté un par de veces desde que apagara la luz a eso de las dos. Como veréis tampoco es que prolongáramos en exceso la celebración de la Nochebuena, pero en realidad, en mi caso, siempre ha sido así. Comienzas a cenar relativamente pronto, sobre las nueve y media, y para la una y media ya estás cansado de tanta comida, dulces y cava. Bueno, cava lo que se dice beber, apenas tomé una copa, pero para mí ya es bastante.

Pero vayamos por orden: ayer por la mañana me levanté relativamente pronto después de la cena que el día anterior había tenido con mis primos. Estuve largo rato pegado al ordenador hasta que llegó la hora de subir a Quintes. Antes ya me había pasado por el kiosko a por los periódicos y a comprar algunas cosas pendientes para llevar a Quintes para la cena. Hoy para quien no lo recuerde es uno de los días en los que no hay prensa, por lo que ayer compré algún periódico de más para así tener hoy algo más que leer. Manías.

Al llegar a Quintes a mediodía, mi mujer y yo paramos en Casa Kilo a tomar el vermouth porque además había quedado allí precisamente con mi proveedor de bebidas, un viejo amigo, con el que estuvimos charlando hasta que llegó la hora de irse a comer. Aproveché además para hacerme con la Lotería de Reyes, que luego se agota, y no es plan de que toque en el pueblo y uno luego no pueda salir en la tele montando la marimorena con el décimo agraciado.

La comida fue relativamente ligera para ir preparándonos para el banquete que nos esperaba por la noche. Por supuesto no dejé de dormir una modesta siesta, que ojalá hubiera sido un poquito más larga. Con todo la agradecí. Después, mi infusión de todos los días y a las siete nos pillamos el coche para bajar a Gijón para el tradicional brindis que hacemos todos los años con los amigos. Ahí por ejemplo es donde veo la gran diferencia con el año pasado cuando mi estado me hizo saltarme esa tradición que llevamos los amigos llevando a cabo desde hace casi veinte años. Recuerdo que la primera vez, cuando acabábamos de comenzar la universidad, lo que hicimos fue comprarnos en una pequeña tienda frente al famoso Players en la calle Aguado, una botella de cava junto con unos vasos de plástico. Éramos los tres o cuatro amigos inseparables de siempe. Fue así como surgió el brindis navideño entre nosotros que a partir de ese año nunca perdonamos y al que cada vez se fue incorporando más gente conocida hasta superar en ocasiones las veinte personas. Para el año que viene el siguiente paso que tengo que dar hacia la total normalidad es que el brindis pueda volver a hacerlo con una buena copa de cava y no con cerveza cero cero, que parece que no pega tanto.

No estuvimos demasiado tiempo porque teníamos que volver pronto para Quintes dado que la cena estaba prevista algo temprano. No os voy a contar aquí todo lo que comimos, porque seguro que en todas las casas anoche fue una noche de bastantes excesos en ese sentido; lo normal, vaya. Lo importante fue poder compartir con la familia una Nochebuena llena de paz y alegría. Porque lo cierto es que fue una cena de lo más alegre y donde no faltó absolutamente nada, ni siquiera el "entretenido" discurso del Rey poco antes de sentarnos a la mesa. Luego estuvimos siguiendo el especial de La Primera, con Josema Yuste primero, y después con el especial de Sergio Dalma, que para mí fue como un regalo a medida, dado que se centraba en sus dos últimos discos dedicados a la música italiana antigua, con lo que además entre sus invitados pude ver a Umberto Tozzi, Laura Pausini y Nek entre otros.

Así que puedo para acabar decir que ayer fue un día perfecto, sin apenas molestias, y que hubiera firmado que fuera así cuando me levanté a las nueve. Para hoy no espero sino que sea igual, y que podamos celebrar la Navidad de nuevo en familia con la misma alegría.

Como día especial que es, no me enrrollo más. Simplemente volver a desearos a todos unas muy felices fiestas, y que para los que sigáis la tradición de Papá Noel, tengáis hoy un montón de regalos, por lo menos el doble de los que os mereceriáis por lo buenos que habéis sido este año. Está bien así, ¿no os parece? Yo como ya os he comentado, habré de esperar a Reyes, que hay que dar trabajo a todos, que no es plan de mandar al paro según está el tema a unos pobres ancianos como son los Reyes Magos. Un fortísimo y navideño abrazo... "y mañana más".

2 comentarios: