lunes, 12 de diciembre de 2011

Génesis Día 164

A las tres y veinte de la mañana de este lunes doce de diciembre comienzo a escribir el Blog mientras escucho al gran Ray Charles quien con su música, cargada de ritmo y sentimiento, es capaz de hacer que un lunes parezca viernes, aunque bien visto, en mi caso no es que eso tenga mucha importancia. Aun así no hay momento malo para disfrutar de la buena música, sea de este siglo o del pasado.

Me he despertado algo dolorido de la espalda, pero diría que más o menos voy llevando un poquito mejor la disminución de corticoides, salvo por el hecho de que como podéis comprobar, sigo despertando apenas he dormido tres horas. Luego, durante el día, es normal entre esto y el tener la hemoglobina tan baja, que me sienta tan débil. Sé que tengo que esforzarme para no quedarme encerrado en casa, o de hacerlo, moverme algo en la cinta, pero me cuesta -casi podría decir que me deprime- el notarme tan flojo. Pero así es esto como no me he cansado de repetiroslo ni de repetírmelo a mí mismo: una carrera de larga duración donde se suceden los momentos buenos con los menos buenos. Lo que ocurre es que en ocasiones no deja de ser natural el que uno desearía saber cuánto de larga va a ser. 

Ayer fue un día muy bueno, en el que además disfrutamos de un día soleado durante toda la jornada. Fue solo a partir de las once de la noche cuando las anunciadas lluvias hicieron acto de presencia. Lluvias que por lo que se ve, nos acompañarán el resto de la semana.

Pero como os decía fue un día agradable en el que para empezar vibramos con la victoria del Sporting en Vallecas, si bien, no ha servido para sacarnos de los puestos de descenso. Pero eso lo lograremos este sábado cuando desplumemos a los periquitos, nuestro próximo rival.

Subimos a comer a Quintes y allí pude dormir una buena siesta para luego, en compañía de mi padre, que se acercó con mi madre como suelen hacer casi todos los domingos, ver el resto de la jornada futbolera al tiempo que leía los periódicos e interneteaba un poco.

Anoche volvimos a tirar de Los Soprano a la hora de ver la tele. No nos queda ya más que un capítulo para acabar la tercera temporada y la trama se hace cada vez más interesante. Lo mismo me ocurre con el libro Omertá, de Mario Puzo, que me tiene muy enganchado. Es ese tipo de libro que no ganará un premio de literatura, pero que resulta muy entretenido y fácil de leer. Creo que si algún día de verdad me diera por escribir algo, intentaría que fuera ante todo un libro en ese estilo. Y es que a veces los autores no sé si por tratar de demostrar su notable erudismo hacen que casi hagan falta una enciclopedia y un diccionario como herramientas imprescindibles para entender sus obras.

Esta mañana como os anticipé ya en el post de ayer tengo visita a Oviedo, con sesión de radio en primer lugar y posteriormente con la consulta en la Unidad de Trasplantes. Vamos a ver qué tal llevamos lo del virus y si es posible reducir el tratamiento de modo que sea más sencillo el remontar las cifras hematológicas, ahora mismo un tanto disminuidas.

Nada más por este lunes, que seguro que muchos de vosotros os habréis encontrado con un montón de papeles encima de la mesa o con panchos acumulados después de una semana con tanta fiesta de por medio. Os deseo una feliz semana... "y mañana más..."

2 comentarios:

  1. Pues seguimos peleando, arriba unos días abajo otros pero siempre adelante. Besotes.

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  2. ánimo cariño!!
    saca la wii que la tienes abandoná! hay ejercicios que están muy muy bien para corregir las malas posturillas del sofá!!

    miles de besinos

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