lunes, 4 de julio de 2011

Génesis Día 3

Son las cuatro y media de la tarde de este cuatro de julio, cuando comienzo a escribir el Blog. Un día en el que allá por 1776 en Filadelfia los delegados de las 13 colonias británicas (que darían origen posteriormente a los Estados) reunidos en el Congreso Continental aprueban la Declaración de la Independencia. Así que gran día de fiesta hoy en EE.UU.

Yo sin embargo me quedo con que este cuatro de julio ha sido el primer día donde me ha tocado acudir a revisión a Oviedo, lo que como siempre, se hace un poco pesado, por lo largo. Para empezar a las ocho y cuarto ya estábamos en el HUCA para la correspondiente extracción de sangre. Luego nos indicaron que podíamos irnos a desayunar, porque hasta las diez y media no tendrían los resultados, que serían los que dictaminaran si necesitaba alguna transfusión.

Así que mi mujer y yo nos fuimos tranquilamente a desayunar y luego a dar una pequeña vuelta hasta el Centro Cívico, un pequeño Centro Comercial, muy cerca del mastodóntico Calatrava. Lo cierto es que me sentía en todo momento muy cansado, teniendo que parar cada poco, pero quiero obligarme en ese sentido para recuperar cuanto antes mi movilidad normal.

Fue curioso –para que luego no digan que el mundo es un pañuelo-, que justo al pasar por delante de la parada de Llamaquique, fuimos a encontrarnos con el padre de mi queridísima ahijada. Son de estos encuentros que no te esperas, y supongo que él, después de dos meses sin vernos, el que menos. Fue una pena que llegara tarde a su entrada al trabajo, por lo que apenas pudimos decirnos cuatro banalidades. Me hubiera imaginado otro tipo de encuentro. Igual es que soy muy peliculero o tal vez sea que ahora estoy más sensible de la cuenta.

Cuando llegó la hora de volver al hospital, serían las once y media. No nos habían llamado por teléfono así que supusimos que no habría que poner nada. Estuvimos esperando a la consulta donde como en los chistes, recibimos una noticia buena y una mala. La buena es que los parámetros resisten, por lo que efectivamente no íbamos a tener que meter ninguna bolsa de plaquetas ni de sangre. La mala es que el riñón está algo más tocado que lo tenía el viernes. ¿La solución? Que pase de los tres litros de bebida a los cuatro. ¿Están locos estos romanos? Si fueran de sidra… Pero en serio, si alguien de los que leéis este blog, bebéis cuatro litros diarios, que me lo diga, pero sobre todo cómo lo hace. Porque yo mezclo, agua, Acqurius, zumos, infusiones,,, pero aun así llega un momento en que no puedo más. Y lo peor es que luego no tengo apetito porque tengo el estómago encharcado. En fin, lo intentaremos. Es vital para no tener que cambiar el tratamiento anti rechazo.

Hablando de apetito sigo comiendo bastante bien. El único problema es que todavía mantengo algunas heridas en la lengua que hacen que siga sufriendo al tomar algo que esté salado o ácido. Hoy mismo al tomar un zumo de manzana, no me preguntéis por qué, veía las estrellas cada vez que le daba un sorbo. No os podéis imaginar las ganas que tengo de volver a comer con normalidad.

Y nada, que ayer hubo partidilla al Parchís y no pude lograr la tercera victoria de la semana. Bueno, tampoco hay que abusar, que luego se hace todo muy aburrido, como cuando Nadal no dejaba de ganar torneos. No me digáis que ahora las finales del mallorquín no son mucho más interesantes.

Bueno, pues nada más por este cuatro de julio, salvo felicitar por su cumple a una gran amiga del trabajo, a la que le han tocado unas semanas un poco complicadas en lo personal. Pero aun así, siempre ha estado preocupada por mi estado. Un beso y muchísimas felicidades Cris.

Y al resto os emplazo como siempre a mañana, aunque la siguiente revisión la tendré el miércoles. De momento voy a seguir en esta ocasión escribiendo a diario, visto que la otra vez, el interrumpir el blog no es que me trajera muy buena suerte, y uno, además de creer en la ciencia, algo supersticioso sí que es. Un fuerte abrazo a todos, y lo dicho, “y mañana más”.

2 comentarios:

  1. Si hay que beber, hay que beber.. que como bien dices, si fuera sidra no ponías tantos inconvenientes ;-) 4 por la mañana, 4 vasos a media mañana, 4 vasos para la merienda y 4 para antes de acostarse... y por la noche croac croac croac... madre mía la charca! No quiero ni pensar los paseinos que debes dar al baño. Ainss Fili ánimo fuerza y a por ellos!!!

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  2. Hola Gustavo: Porque con la cantidad de agua que has de beber vas a terminar como la rana de los Teleñecos. Pero bueno, si hay que beber, se bebe. Ahora agua, otrora sidra. En agosto te acompañaré con un culín de sidra. Y peliculero o sensible, lo importante es que hasta ya paseas por la calle... Menudo cambio. Lo de recuperar la vida normal tiene que ser poco a poco. Lo del cansancio es lógico. Más paciencia, como siempre. Pero los parámetros resisten, y eso es una buena noticia. Ánimo. Ya sólo faltan unos repechos. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

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