sábado, 1 de mayo de 2010

Día 22

Hoy es sábado, así que por ese motivo me he retrasado un horita más a la hora de levantarme, pero más por deferencia hacia mi mujer -a la que hoy le vuelve a tocar afrontar otra dura jornada de limpieza en la casa-, que por mí mismo, ya que a las ocho menos cuarto estaba con los ojos abiertos de par en par.

Ayer durante la mañana sobre todo, estuve un poco preocupado porque a las molestias del día anterior en la garganta se habían unido pequeños dolores en los oídos. Cuando uno se encuentra tan bien en los días anteriores, parece que le fastidie más que en un momento dado las cosas pudieran torcerse un poco, así que te encuentras en un pequeño estado de alerta ante el más mínimo síntoma. De todas formas, al final la cosa no fue a mayores y de hecho cuando me fui por la noche a dormir, me encontraba incluso mejor que cuando me había despertado esa mañana. Y lo fundamental: 36,5 grados de temperatura. Como un reloj suizo.

Del estómago sigo bien, así que yo creo que finalmente ha habido un establecimiento de status quo entre la acción normalmente demoledora de los antibióticos sobre mis tripas y el efecto astringente que parece haber causado en mí la quimio. Por mí que no se rompan los acuerdos entre ambos “contendientes” porque me encuentro francamente muy a gusto en esta situación de "bandera blanca". Y porque por encima de todo, me permite comer sin ningún problema lo que más me apetezca en cualquier momento. Todo un lujo.

Por tercer día consecutivo tuve a mi padre conmigo en casa hasta la hora de comer. Como andaba yo con la garganta algo tocada, apenas hablamos nada salvo lo imprescindible, así que para la próxima semana -si me encuentro como espero plenamente recuperado-, armado de paciencia trataré de explicarle el maravilloso mundo de los emails y de sus correspondientes adjuntos. Ya me lo estoy imaginando llenándome luego la cuenta de correos con ppts del año de cuando acabé la carrera en la Universidad. Es lo típico, ¿no?

Por otra parte, finalmente este próximo lunes vendrá únicamente mi hermano conmigo para realizar la prueba que determinará si somos compatibles de cara a un posible transplante de médula ósea. El resto de posibilidades quedan relegadas para el caso en que finalmente mi hermano y yo no fuéramos compatibles. A ver si tenemos suerte, aunque si lo pienso bien, sería casi la primera vez en que mi hermano y yo fuéramos compatibles en algo con lo distintos que somos para todo. Pero al final la sangre es la sangre, y además es lo que de verdad une a dos hermanos. Seguro que nos llevamos una sorpresa.

Aprovechamos además para que nos facilitaran el informe del PET junto con la última analítica realizada antes de someterme al primer tratamiento con quimio. En el informe del PET aparece reflejado textualmente que no parecen evidenciarse signos que sugieran la existencia de enfermedad maligna –sólo me falta meter al diablo en esto- macroscópica activa en el momento actual. No sé, pero suena bien. Lo que sigo teniendo es el bazo y el hígado un poco hinchados, pero nada grave, puesto que de momento, no me parece que se me estén saliendo por los costados...

En cuanto a la analítica, sigue mostrando que tengo entre otras cosas, un hematocrito que sería el hazmerreír en el Tour de Francia: 27%. El resto de parámetros sanguíneos siguen también en los niveles de una uva seca. De todos modos aquí lo interesante será el poder compararlos con la analítica que me harán el lunes durante mi visita al Hospital. Quieren además ver cómo van las defensas, en especial para ver si esas molestias en la garganta pudieran tener algo que ver con un bajón excesivo en ellas.

Como no podía ser de otro modo, después de la siesta de obligado cumplimiento, me dispuse a asistir a una jornada intensiva de tenis. Se disputaban los cuartos de final del Open de Roma donde cuatro españoles podían hacer historia en el caso de clasificarse todos ellos para las semifinales del torno que habrán de disputarse hoy. Habría sido la primavera vez en que esta situación se hubiera dado en un Masters1000 de la ATP. Comenzaron muy bien Verdasco, Ferrer y Nadal deshaciéndose de Djokovic, Tsonga y Vavrinka respectivamente, pero por desgracia para lo que hubiera sido la gesta del año en el tenis español, Feliciano no pudo con el joven letón Gulbis –del que ya os he hablado en anteriores Blogs-. Así que no habrá cuatro semifinalistas en la jornada de hoy, pero sí tres, que no está en absoluto nada mal. Teniendo en cuenta que Nadal se enfrenta precisamente a Gulbis, todo hace pensar que mañana pueda verse una final 100% española en el Campo Centrale del Foro Itálico de Roma.

Sigo por otro lado con los avances sobre la cinta de andar, y ayer ya cumplí una pequeña doble sesión, con diez minutos por la mañana y el mismo tiempo por la tarde. Hoy volveré a repetir la doble sesión subiendo a quince minutos en la sesión vespertina, que además coincidirá con la previa del Málaga Sporting; así de paso podré soltar algo de tensión antes del partido, porque lo mismo si no, me cargo el televisor como volvamos a perder.

Para acabar el día, ayer antes de irnos a dormir nos vimos una película de animación: Lluvia de Albóndigas. Me apetece ver o leer siempre cosas alegres antes de irme a la cama, y la verdad es que la película, aparte de ser muy original, es divertida por momentos. Y un detalle que se me quedó grabado al final: la canción con la que se abren los créditos, “It’s raining sunshine” –llueven rayos de sol-. Una canción alegre cargada de un mensaje que invita al optimismo cuando pudiera parecer que éste no tiene sentido. La verdad que me fui con muy buen cuerpo a dormir, tarareando aquella melodía y confiado en que no tardará mucho en llegar esa tormenta perfecta de rayos de sol a mi vida. Cada día que pasa la siento más cerca.

El día ha amanecido por cierto de nuevo nublado, pero parece que las temperaturas no han bajado de momento a pesar de lo que se había anunciado. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

2 comentarios:

  1. Qué chula la expresión "llueven rayos de sol", la voy a utilizar en el futuro y estoy segura que no será una tormenta cualquiera, sino un "chaparrón" de esos rayos de sol lo que te llegará a tu vida .(De verdad, así lo presiento).
    Buen finde, Fili.

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  2. Hola cariño! van a llover miles de rayos de sol para ti, porque estamos todos dispuestos a mandarte un rayito de sol todos los días!

    A ver si esa garganta deja de darte la lata; aunque si no tienes fiebre y te permitió dormir, es buena señal.

    Besinos para mi Mo y uno enoooooooooooooooorme para ti.

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