jueves, 13 de mayo de 2010

Día 34

Esta mañana me vuelvo a poner delante del ordenador cuando son poco más de las ocho y media. La noche la he pasado bastante bien y habré dormido unas seis horas. Como llevo ya toda la semana por debajo de las ocho horas que me corresponden por convenio, hoy no pienso perdonar la siesta haya F1, tenis o Giro, que por cierto, los hay. De hecho ahora a las diez comienzan los primeros libres en Mónaco.

Ayer cumplí mi tercer día correspondiente a segundo ciclo de tratamiento y apenas hubo diferencias con respecto al día anterior. Quizás un poco más de cansancio al llegar la tarde. Tengo ahí unas horas “críticas” entre las seis y las ocho donde parezco un móvil al que le está sonando la alarma de batería baja. Pero por lo general como digo, fue un día muy tranquilo y sin ningún tipo de molestia. Como siempre repito, son días en principio ganados y que sirven para acumular fuerzas y motivación para cuando vengan las vacas flacas. Que tampoco vamos a engañarnos: si al final no vienen, tampoco las echaremos de menos.

Fue de nuevo mi padre quien me acompañó durante la mañana. Sigue con sus progresos al ordenador y según me cuenta mi madre, en casa tampoco se desengancha de Internet. Tengo pendiente con él la lección sobre el uso del correo electrónico para lo que le estoy preparando un pequeño documento en Word a modo de Manual de Ayuda muy básico, para que luego le sirva también de referencia si tiene alguna duda o problema.

Por la mañana volví de nuevo a realizar la primera de las dos sesiones diarias de cinta. He subido un minutillo a los diez que venía caminando en los últimos días y la idea sigue siendo la de ir progresando poco a poco a medida que me vaya sintiendo con más energía.

La comida de ayer corrió a cargo de mi tía, quien me obsequió con un entrecot tamaño King Size como no podía ser de otra forma, acompañado por un exquisito arroz con verduras. El postre fue sencillo a la par que saludable: compota de fruta, concretamente de manzana y pera. La verdad es que fresquita entra muy bien y no me disgusta en absoluto.

Con semejante homenaje en las tripas, me retiré al salón a descansar un poco aprovechando para escuchar en la radio las noticias del día y dando inicio además a la sesión deportiva por televisión. De este modo, a las dos comenzaba la jornada del Open de Madrid, mientras que a las tres, tenía la crono por equipos correspondiente a la cuarta etapa del Giro D’Italia. En Madrid, lo más reseñable fue la victoria de Nadal, aunque algo menos brillante de lo esperado frente al desconocido hasta ayer Dolgopolov. Por lo que respecta al Giro, victoria para el equipo italiano del Liquigas lo que permite a uno de sus corredores, Vincenzo Nibali, endosar la maglia rosa. ¡Ojo con Nibali que lo mismo le dura la maglia más de lo que algunos pudieran esperar!

Entre tenis y Giro, no es que fuera una siesta de pijama y manta -de esas que duran un par de horas-, pero sí que hubo media horita de “reflexión”; que ya se sabe que tanto ejercicio, produce cansancio mental e invita al reposo espiritual.

Antes de que llegara mi mujer de trabajar por la tarde, aproveché para realizar la segunda sesión de cinta, en esta ocasión de doce minutos. Aquí fue cuando noté que efectivamente parece que comienzo de nuevo como en el primer ciclo a sentirme algo más cansado al llegar ciertas horas de la tarde.

Como sé que muchos andáis pendientes de mi particular campeonato de juegos de mesa –como esto siga así tendré que hacer un Blog paralelo- comentaros que ayer estuvimos un poco justos de tiempo –había que cenar un poco primero de lo habitual para ver luego el partido del Atlético-, y tan sólo pudimos quitar el gusanillo jugando al Chinchón. Mejor me lo hubiera ahorrado porque caí humillado en tan solo seis manos. Yo creo que me pilló en frío.

Tras la cena, nos sentamos así a ver la final de la Europa League –antigua UEFA- que enfrentaba al Atlético de Madrid y al Fulham inglés. Los pronósticos daban como indiscutible favorito al equipo colchonero, pero de nuevo se demostró que una final es una final, y que quien llega a ella, no lo hace por casualidad. De esta forma el partido estuvo mucho más igualado de lo esperado, y sólo un gol -con algo de fortuna- en los últimos minutos de la prórroga libró al Atlético de la lotería de los penalties. ¡Pero qué bien saben las victorias cuando son tan sufridas! Yo creo que los atléticos no lo hubieran pasado tan bien si llegan a ganar el partido por cinco a cero. Lo llevan en los genes.

Hoy ha amanecido algo menos nublado que en los días anteriores, pero las previsiones siguen hablando de lluvias esporádicas, además de temperaturas máximas por debajo de los quince grados. De todos modos parece que pronto volveremos a disfrutar del tiempo primaveral que corresponde a esta época. ¡A ver si es verdad! Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

4 comentarios:

  1. Hola Fili. Acerté de pleno en el pronóstico del Ath. Madrid - Fulham, je, je, 0 - 2 y al final fue un 2 - 1. Pero en lo que no me voy a equivocar es en el pronóstico del enfrentamiento ante el Sr. T que ya va perdiendo a los puntos. Ánimo. Un abrazo. HONOR Y FUERZA.

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  2. Hola cariño!! yo preparándome para mi excursión a las 14:00 horas.
    Acaban de llegarme por correo las entradas para ir a ver a mi Sevilla...espero que estos "eggg que" quedaran reventaos con el partido de ayer y me lleve una alegría en Barcelona. El árbitro es de los de "ye que", así que siendo de la cuenca minera y del mi pueblu, espero que no arme ninguna porque lu matooooooooo!!
    En cuanto vuelva de mi excursión te llamo. Dios mío! cuántos rayitos de sol te estamos mandando esta mañana!! Besinos

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  3. Hola Fili:

    Tranquilo con el chinchón. Además con esas farturas que te pegas me estraña que puedas sentarte a jugar, je,je,je. Lo de la cinta ya me preocupa más, note cebes, poco a poco. Ya haremos el camino de Santiago cuando ganemos el partido. Un abrazo muy fuerte y ánimo CAMPEON.

    Santi

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  4. Me muero de risa con tus piques con los juegos de mesa. Y sigo asombrada con tu menú, me tienes salivando todos los días a cuenta de tu madre o tu suegra... bufff qué bien se come en el Norte.
    Aqui la temperatura también está mucho más baja de lo normal, y no acaba de llegar ese verano anticipado que caracteriza estas tierras. ¿Tendrá algo que ver en eso la gran nube del volcán? No tengo ni idea, pero esto es raro, raro, raro...
    En cuanto salga el sol, te guardo un trozo gigante y te lo mando por seur.
    Un besote para todos.

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