domingo, 30 de octubre de 2011

Génesis Día 121

Son las cuatro y veinticinco de la mañana -hora ya cambiada- de este domingo treinta de octubre, cuando comienzo a escribir el Blog. Me he despertado con algo de dolor de estómago y las tripas sonándome como las cañerías de un viejo desagüe. A estas horas, como decía aquel viejo chiste, sería McGyver si fuera capaz de anticiparos el tiempo que vamos a tener hoy, aunque todo apunta a que será muy similar al de ayer, es decir, nubes y claros, con predominio de los primeros, y con una temperatura agradable a mitad de día,  refrescando algo más por culpa del viento, tanto a primera hora como a medida que se ponga el sol, algo que hoy lo hará sobre las seis y cuarto o seis y media.

Ayer después de ver la calificación de F1 -nada nuevo bajo el sol, en este caso bajo el de la India- nos fuimos para Quintes. Allí en primer lugar, y tras echar un vistazo a la prensa diaria, nos dimos un pequeño paseo de media hora antes de procurarnos un pequeño homenaje en la comida -los primeros centollos de la temporada-, si bien tengo que confesaros que me entusiasmaron mucho más los anillos de calamar fresco, rebozaditos, que les acompañaron después. Tras un buen helado para bajar la fartura, decidí echarme un rato a dormir, algo que conseguí sólo en parte, por un lado por los corticoides que me tienen más despierto que nunca y por otro por las risas de Diego, el pequeño ahijado de Mónica, por el que ya os he confesado que tengo debilidad. Así que si duermo apenas veinte minutos de siesta y me despierto por sus risas, que siga ríendo, que eso me anima más que cualquier otra cosa, y no digamos ya, que una siesta que puedo echar cualquier otro día.

No tardamos mucho en bajar de nuevo a Gijón, adonde llegamos con el tiempo justo para ver el final del Valencia Getafe, con victoria para los ché, resultado que nos beneficia al Sporting. Luego, siguiendo con mi veto a los grandes, optamos por un nuevo capítulo de Los Soprano para hacer tiempo hasta la hora que habíamos quedado con dos primas de Mónica para ir a cenar. Por cierto, que seguirá habiendo toda la crisis del mundo, con la escalofríante cifra de cinco millones de parados, pero ponte tú a conseguir mesa para cenar un sábado.

Lo cierto es que ayer tenía dos opciones: una cena de antiguos alumnos del Codema y la opción más relajada de una cena más íntima. No me sentía con fuerzas para la primera, así que opté por la segunda, igual de divertida pero más tranquila sin duda según estoy todavía. Les tengo especial cariño a estas dos carriñanas -¿se denomina así a quienes proceden de Carreño?-, de las que todavía guardo la imagen de cuando las conocí en aquel café de Marqués de Casa Valdés donde todos los chavales parábamos a echar nuestras partidas a diferentes juegos de tablero, en especial de Trivial. ¿El Cafesón, tal vez? Tendrían por aquel entonces no más de trece años la mayor y uno menos la pequeña.

Si a eso unimos el que antes de pasar a cenar tuve la dichosa sorpresa de encontrarme con cuatro de las más guapísimas y sobre todo buenas amigas que uno pueda imaginarse en su empresa, puedo afirmar que la noche era ya redonda sin necesidad casi de pasar a cenar, pero como a uno el sentimentalismo le dura hasta que tiene una paletilla de lechal encima del plato, pues eso, que tampoco era cuestión de hacerle un feo a aquella cena. 

Llegamos entre una cosa y otra a casa cerca de la una por el horario viejo. Aun así, todavía le di a la lectura durante más de media hora al menos. Me encuentro en una fase muy interesante en el libro, cuando los germanos les están dando cera por arriba y por abajo a unos romanos un tanto desorganizados y más sumidos en rencillas internas de tipo político que en otras cosas que son las que de verdad preocupaban al pueblo de Roma. 

Para la mañana de hoy ya tengo la agenda apretada: a las diez y media la salida de la F1. No podré ver más de media carrera porque a las doce toca estar en El Molinón para animar a los nuestros, que hoy se la juegan frente al Bilbao -pongo Bilbao y no Athletic porque sé que les fastidia lo mismo que cuando se refieren a nosotros como el Gijón y no el Sporting-. Partido de alto voltaje y donde siempre, no falla, hay enfrentamientos fuertes entre las aficiones más radicales. Habrá que estar con los sentidos bien despiertos para que no nos pille enmedio de uno de ellos.

Con la victoria más que garantizada luego ya veremos qué hacemos, aunque a nadie sorprenderá si pienso que lo más probable es que subamos para Quintes a pasar el resto de la tarde, tarde que hoy se verá mermada en sus horas de sol por el despreciado cambio de horario de invierno. Todavía no he conocido a nadie en mi vida al que le guste este cambio.

Mañana, aunque muchos seguro que haréis puente, en mi caso me toca pasarme por el HUCA para realizar la analítica de control. Quizás haga una última intentona por ver si puedo saltarme la radio, porque aunque de forma muy lenta y casi inapreciable, noto que el ganglio me está disminuyendo de tamaño, y no digamos ya la mejora que experimenta día a día la úlcera. Bueno, ya veremos, que eso lo dejo como tema para mañana. De momento os deseo un feliz domingo, y lo dicho: "y mañana más..."

3 comentarios:

  1. Hola Fili: Me alegra mucho ver que tu estado general va mejorando con los corticoides, y que el tiempo te permite salir. Por aquí cayó una buena por la mañana... Si, ayer fue la primera vez que mi equipo ganó por una diferencia superior a la mínima, ja, ja, menos mal: el Getafe no debía puntuar porque de lo contrario ya sabes... Sólo espero que hoy Sporting y Levante ganen sus respectivos encuentros, aunque ambos lo tienen difícil. Suerte a ambos. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

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  2. Hola Fili, a mi y a Carmen realmente nos gustó la opción que escogisteis para la noche del sábado ;-) respecto a cómo se nos denomina a los habitantes de Carreño, yo diría que carreñenses, pero si soy sincera no se si es correcto.
    Si la memoria no me falla nos conocimos en el Cafesón una tarde de cabalgata de reyes...

    1 besazo y a disfrutar del domingo.

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  3. Si te sirve de consuelo, yo no tengo puente... es que los andaluces de tópico somos muy vagos pero sólo de típico tópico... mañana muchos docentes andaluces trabajan, eso que piensa la gente que no hacemos... y tampoco tendremos viaducto de la Constitución... pero la fama es la fama. Ojalá mañana todo bien en el HUCA.

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