martes, 11 de octubre de 2011

Génesis Día 102

Cuando pasan algunos minutos de las cinco menos cuarto de la mañana, doy comienzo al Blog correspondiente a este martes once de octubre. De momento hemos logrado así retrasar en una hora el inicio del día. Veremos durante los próximos días si se trata de algo puntual o si representa una tendencia hacia la normalización de mis horas de sueño.

Ayer tal y como estaba previsto, disfrutamos de un día espectacular, que si no hay sorpresas volverá a repetirse hoy. De este modo ayer por la mañana, junto con mi padre, batí mi propio récord de tiempo de paseo, pues estaríamos no menos de una hora y media caminando. Y es que con un tiempo así, y encontrándote bien, la casa se te viene literalmente encima.

Hoy no podremos repetir semejante caminata pues como ya sabéis me toca consulta en Oviedo en Radioterapia a las diez y media, lo que unido al hecho de que luego tengo que pasarme por la Unidad de Trasplantes, me arruina prácticamente toda la mañana. Pero como se suele decir en estos casos, lo primero es lo primero. Luego ya tendré toda la tarde para resarcirme convenientemente.

Tengo además especial interés en conocer en primer lugar la valoración que de la resonancia extraen en Radioterapia y saber a ciencia cierta si vamos a necesitar algo de radio puntual, o si por contra dejaremos que la úlcera acabe de curar por sus propios medios. Y en segundo lugar aprovecharé la visita a Trasplantes para comentarles mis sensaciones en los últimos días, en los que me da la impresión de haber llegado a un punto de inflexión del que ahora estoy descendiendo. Anoche, después de ver la tele y antes de echarme, sentí un notable bajón en mis fuerzas con algunos atisbos de molestias que hacía tiempo no sentía, lo que me llevó a acostarme con bastante mal cuerpo. Curiosamente ya véis: hoy ha sido el día que he conseguido dormir más horas seguidas.

Hubiera preferido por ello tener esta mañana la analítica, para tener la fotografía más actual de mi estado, pero habrá que esperar hasta el viernes que es cuando tengo la cita en la agenda para ello. Y no será hasta el jueves siguiente, día veinte, cuando tenga la Consulta en la que siempre tratamos todos los temas relacionados con la analítica y en general, mi evolución. Pero bueno, luego los días pasan sin darte casi cuenta, y en cualquier caso, si hubiera de por medio cualquier incidencia, tengo libertad total para llamar o acudir directamente a la Unidad. En realidad son los propios médicos los que te "obligan" a hacerlo, instándote a que no dejes de avisarles si notas algún tipo de empeoramiento importante en tu estado. Confío en que no tendré que utilizar ese "comodín" del paciente.

De nuevo ayer de tarde subí a Quintes donde estuvimos hasta el oscurecer. ¡Cómo se nota que a pesar del buen tiempo los días son ya mucho más cortos! ¿Influirá eso en el estado anímico de las personas? Mi impresión es que sí, y no digamos ya cuando a finales de mes se cambie la hora y nos encontremos con que a las siete ya es de noche. Creo que como a mí, este cambio de horario, en la mayoría de las personas provoca en mayor o menor medida, llamémoslo así, un brote de depresión nostálgica al ver desaparecer por completo cualquier traza del verano que dejamos atrás. Es cuando en realidad nos hacemos cargo de que estamos más que metidos en el otoño y dirigiéndonos hacia un nuevo invierno.

Pero no tengamos prisa por irnos ya tan lejos, que todavía queda mucho para eso, y aunque no puedo en ocasiones dejar de imaginarme cómo estaré para entonces, intento volver rápido a poner los pies en el suelo y centrarme en el día a día, algo que hasta ahora me ha ido funcionando y dando buenos resultados. Así que para hoy, a tomarse con calma la mañana para luego aprovechar la tarde.

Poco más que deciros en esta madrugada todavía, que no quiero que se me desmadre el post como en pasados días, que acababa por parcerse más a una epístola pastoral que a otra cosa. Un fuerte abrazo a todos...."y mañana más..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario