miércoles, 12 de octubre de 2011

Génesis Día 103

Cuando faltan apenas diez minutos para la cinco de la mañana, doy inicio al Blog, en este miércoles doce de Octubre, Fiesta Nacional de la Hispanidad, Día de España, o como queráis denominarlo. Hoy tiene que ser un día en el que los españoles se sientan orgullosos de serlo más que nunca, sin ningún tipo de complejo y con independencia de la situación económica que atraviesa el país. ¡Felicidades a España y a todos los españoles!

Como veréis por la hora a la que escribo, parece que no sin dificultades, voy recuperando en parte alguna hora de sueño. Por contra, sigo con mis molestias estomacales y estas últimas noches al acostarme lo he hecho con bastante mal cuerpo. Y es que la reducción en la dosis de corticoides causa una especie de síndrome de abstinencia que afecta no sólo al estado físico sino al anímico. Pasas de un estado eufórico en el que te encontrabas a sentirte débil y sin muchas ganas de nada. En mi caso lo estoy notando bastante.

Ayer tuve una mañana algo más complicada e intensa de lo que esperaba a partir de mi llegada al HUCA a eso de las diez y cuarto. En Radioterapia apenas tuve que esperar diez minutos para que me llamaran. Lo primero que me dijeron para mi sorpresa fue que ellos ya daban por hecho el que íbamos a realizar sesiones de radioterapia para consolidar los resultados obtenidos con el Rituximab, al parecer, tal y cómo habían pedido desde Trasplantes. Yo sin embargo lo que había entendido desde el inicio es que la Consulta era para que ellos vieran también la resonancia y valoraran en virtud de ella esa necesidad. Pues parece que estaba equivocado o que había entendido mal, que la realidad era que desde Trasplantes desde el primer momento tenían en la cabeza añadir al Rituximab las sesiones de radio que fueran necesarias. Sin embargo, a la doctora que me atendio le entró un poco la duda viendo que efectivamente el aspecto de la úlcera no es ni mucho menos malo y que parece estar en vías de curación por sus propios medios. El problema lo plantea la hinchazón del ganglio, que además se palpa bastante duro. Con todo, me despidió diciendo que hablaría con mi hematóloga y que entre ambas tomarían una decisión.

Me fui entonces para la Unidad de Trasplantes para hablar con ella, tal y como habíamos acordado en la última Consulta. Sabéis que nunca he tenido otras palabras que no fueran de agradecimiento al trato siempre recibido en la Unidad, aunque ya en alguna ocasión os había puesto en antecedentes de las largas esperas que había tenido que tragarme algún día. Pues bien, ayer fueron nada menos que dos horas las que tuve que esperar, cuando sinceramente, contaba con llegar, hablar el tema y marcharme, pues se trataba al final de una cuestión de diez, quince minutos a lo sumo. No sé, creo que podían haber obrado de otra forma que no dejándome el último a la hora de entrar. Pero bueno, vamos a lo importante, que igual era mi estado un poco nervioso después de la conversación con Radioterapia lo que me hacía pecar de impaciente.

Cuando mi hematóloga me atendió lo primero que me dijo fue que efectivamente ellos consideraban lo de poner las sesiones de radio casi desde el primer momento, a lo que yo contesté preguntando que si era de verdad extrictamente necesario, o si se trataba como pensaba más bien de una medida para asegurar la curación del presunto linfoma que se me habría generado a raíz de la úlcera. Porque ya no hablamos -o no me hablan- de una proliferación anómala de linfocitos B sino directamente de un linfoma, pequeño y localizado por el momento pero linfoma a fin de cuentas. Y vale que no es algo anormal el que aparezcan en personas sometidas a trasplantes por su inmunosupresión, pero que comprenderéis que no te hace la más mínima gracia oír esa palabreja de nuevo, con independencis de que sea de tipo B o del que sea.

Pero otra vez, también ella, viendo la evolución de la úlcera -ella sí la ha visto en sus momentos de máximo "explendor"- se quedó también con dudas. Así que teniendo en cuenta mis reticencias a meterme más basura en el cuerpo si no es estrictamente necesario acordamos algo intermedio: esperar a la Consulta de la semana que viene para tomar una decisión definitiva y que como digo tendrá más que ver con el ganglio que con la propia úlcera: si para entonces el ganglio sigue igual o peor me mandan a radiar de forma inmediata con el fin de que la cosa no se desmadre y pudiera migrar a otras partes del cuerpo; en caso contraio, es decir, si mejora, lo aplazaríamos.

Soy plenamente consciente de que serían sesiones puntuales y localizadas, a mucha menor intensidad de la que me dieron en el acondicionamiento para el trasplante, pero no dejarán de poder causarme trastornos que en algunos casos podrían ser importantes: quemadura en la piel radiada, sequedad bucal, dolores más o menos importantes en las muelas próximas a la zona radiada, dificultades para masticar y tragar... Así que considero mejor tener la plena certeza de su necesidad antes de meterme en ello; de que no hay otra solución posible. Y si es así, lo asumiremos y afrontaremos con la máxima convicción de que no se trata sino de otra pequeña piedra que se interpone en el camino, que hay que saltar, y que saltaremos. La próxima semana tendremos el dictamen definitivo. Hasta entonces y aunque no resulte fácil, trataremos de olvidarnos del tema.

Nada más abandonar el hospital puse rumbo con mi padre a Quintes, donde pasé ya el resto del día, por supuesto mucho más relajado. Hubo tiempo para ese paseo de rigor, bajo un cielo totalmente despejado; el mismo que tendremos hoy según todo apunta a ello. La única precaución que debo tomar como es lógico a la hora de salir a caminar con este tiempo es untarme en crema y evitar las horas de mayor bochorno. De modo que por las tardes, las seis o seis media, para mí es una hora perfecta.

Y para hoy tenemos programada una comida con los padres de mi ahijada y cómo no, con ella también. Sin duda me servirá para distraer un poco la cabeza y no estar dándole más vueltas a algo sobre lo que a fin de cuentas, no tengo forma de influir.

Nada más por este post. Me despido de vosotros deseándoos que paséis una feliz festividad. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

1 comentario:

  1. No había leído esto... Fili, piensa que no radian a nadie por gusto, eso es claro. Estoy seguro que lo que ellos decidan será lo mejor, como hasta ahora lo está siendo. La palabra linfoma y radio es como una pesadilla recurrente. Pero peores plazas has toreado ya. Un abrazo amigo.

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