domingo, 9 de octubre de 2011

Génesis Día 100

Son en este preciso momento las cuatro y cuarto de la madrugada de este domingo, nueve de octubre, cuando doy inicio a este Blog, un tanto especial, puesto que si os habéis fijado en su nombre, con él se cumplen mis primeros cien días en casa tras recibir el alta una vez realizado el trasplante. Lo primero que he hecho por ello antes de ponerme a escribir, ha sido releer aquel Génesis Día 1 que escribiera un sábado dos de julio, después de llegar a casa el día anterior. Cien días dicen que es el margen de confianza que se le da a un nuevo Gobierno antes de valorar sus actuaciones. En mi caso, si tuviera que autoevaluarme una vez transcurrido este tiempo, diría que la calificación sería de un Notable al menos. Cierto es que queda camino por recorrer -no sabemos cuánto-, pero tras unos inicios bastante duros, día a día, creo que estamos colocando las piedras en su justo lugar, de modo que aunque persisten molestias, aparecen otras nuevas mientras algunas se van, en general como digo, aquel dos de julio hubiera firmado encontrarme así cien días después.

Ya sabéis que mi objetivo siempre trato de focalizarlo en el corto plazo, tan corto como sea posible. Sin embargo como entenderéis mi mirada también apunta al próximo hito importante que supondrán los ciento ochenta días post trasplante donde nuevamente realizaremos las correspondientes pruebas -biopsia de médula incluída- para comprobar mi estado a los seis meses. Eso será a finales de noviembre, principios de diciembre -ni siquiera me he preocupado de comprobar la fecha exacta-. Desde ese momento, y si todo estuviera como tiene que estar, empezaríamos con el programa de vacunas, idéntico al que todos hemos ido pasando desde niños. Y por supuesto, significaría que ciertamente estaríamos mucho más cerca de cumplir nuestro sueño, que no lo es tanto a cada día que pasa.

Del día de ayer comentaros que de nuevo me levanté con las tripas revueltas, pero que me fui encontrando mejor a media que fue transcurriendo la jornada. Tengo casi la convicción de que estos problemas estomacales tienen que ver con la reducción en los corticoides, con lo que puede que mi etapa de rechazo injerto contra huésped no esté superada del todo. Eso será algo que tendrán que valorarm en el HUCA y tomar la decisión correspondiente en función de ello.

Aparte de eso, y del ya manido insomnio, por lo demás me encuentro bien aunque algo de merma en mis fuerzas también he ido notando igualmente con la bajada en la dosis de prednisona. Pero con todo, conservo las suficientes como para seguir llevando una vida relativamente normal. De momento la previsión es seguir bajando esa dosis hasta que en unos diez días la eliminemos por completo.

Así que volviendo a ayer sábado, la mañana la transcurrí entre la F1, el tenis y el rugby, o lo que es lo mismo, básicamente tirado en el sofá, para luego a mediodía subir a Quintes, donde tras la comida pude de nuevo saborear una siesta como siempre digo "reglamentaria", de unos noventa minutos, ¡vaya!, lo que viene a durar un partido de fútbol.

Lo cierto es que teníamos previstos una serie de compromisos que casualmente parecía como si se hubieran puesto todos de acuerdo para fijarlos el mismo día, pero que dado mi estado del estómago, un tanto imprevisible, decidí posponer para mejor ocasión. En su lugar y dado que de tarde me encontraba recuperado, nos decantamos por una cena familiar tranquila en casa de mi hermano y su mujer, a la que también asistieron mis padres. Resultó de lo más agradable poder juntarnos para disfrutar de una velada que simplemente resultó perfecta. Quizás el único problema fue que la cena fue tan buena tanto en calidad como en cantidad, que ya veremos hoy si pago de nuevo mis excesos. Y eso que por momentos me contuve, os juro que me contuve aunque no lo creáis.

Para hoy tengo curiosidad en primer lugar por ver si se cumplen las previsiones que hablan de la vuelta a un tiempo despejado y con recuperación en las temperaturas y que podría prolongarse durante toda la próxima semana. Ojalá sea así porque sería todo un lujo sentirnos en plena semana de la Fiesta Nacional, como si estuviéramos en Canarias. 

Si como digo se cumple el pronóstico, que no os quepa la menor duda de que caerá un buen paseo -o dos-. Pero eso ya lo veremos. De forma más inmediata tengo cita a las ocho, o sea, en tres horas, con la carrera de F1, donde los Ferrari parten desde la cuarta y quinta posicón, si bien veo complicado que alguno de los bólidos de Maranello alcance el podium. Lo que sí es casi seguro es que Vettel será hacia las nueve y media, campeón del mundo por segundo año consecutivo. Tras la F1, al igual que ayer llegará el rugby. Del mismo modo que Francia y Gales  dejaron en la cuneta a Inglaterra e Irlanda respectivamente, hoy le toca a los países del hemisferio sur dirimir quiénes son los que alcanzan las semifinales. Mis favoritos para ello son Sudáfrica, que se enfrenta a Australia, y la anfitriona Nueva Zelanda, que hará lo propio con Argentina. ¡Uf!, casi se me olvida: antes de la F1, a las siete,  también en Japón, tenemos otra cita ineludible con la final del Torneo de Tokio que medirá a Nadal con Murray. Así que en nada comienza el espectáculo. ¡Qué suerte que tengo que me guste cualquier deporte! 

Bueno, por hoy os dejo, no sin antes enviaros mis mejores deseos para este domingo. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

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