lunes, 10 de octubre de 2011

Génesis Día 101

Son las cuatro en punto de la mañana de este lunes diez de octubre cuando comienzo a escribir el Blog. Comenzamos de esta forma una nueva semana en la que parece que volveremos a disfrutar por estas latitudes de un tiempo soleado y con temperaturas de lo más agradable. Y aunque quizás no sean aún horas, me apetece empezar la semana con algo animado, así que aquí estoy, escribiendo mientras escucho Sultan of Swings, lo mejor de Dire Straits.

Esta noche ha vuelto a ocurrirme lo de siempre: después de leer durante no más de media hora, y nada más sentir que el sueño hacía mella en mí apagué la luz. Serían las once y media. No tardaría ni cinco minutos en caer dormido y poco después ya estaba soñando a todo soñar... De repente, como cuando el cuerpo está más que servido de horas de sueño, me despierto... Miro el reloj imaginando que al menos serán las tres o las cuatro, pero me encuentro con la sorpresa de que apenas si son las doce y cuarto. Y a partir de ahí comienza la lucha contra el insomnio en la que tras alguna batalla ganada, en la que consigo dormir nunca más de una hora del tirón, acabo sin embargo por perder la guerra. En fin, que voy a esperar a dejar definitivamente los corticoides para ver si se soluciona el tema. En caso contrario ya veríamos el modo de tratarlo. No obstante sigo aguantando bien el día, sobre todo si hay una buena siesta de por medio.

Ayer fue uno de esos domingos que para los aficionados al fútbol es casi como un castigo, al no haber Liga. ¡Mira que podemos llegar a ser básicos! Como si no hubiera cosas mejor que hacer un domingo que pasarte el día viendo fútbol. Pero así nos hemos ido haciendo con el paso de los años; ¿somos o no animales de costumbres? Yo de todos modos tuve suficiente ración de deporte, pues como ya os anticipaba en el post de ayer, desde primera hora de la mañana estuve compaginando tenis -con la paliza de Murray a Nadal-, F1 -campeonato para Vettel- y rugby -victorias de Australia y Nueva Zelanda frente a Sudáfrica y Argentina, respectivamente-. Y sí, vale, lo confieso: por la tarde algo de fútbol de segunda, cual sucedáneo, sí que cayó. Pero poco, de verdad.

Subimos a Quintes a comer, no sin antes respetar la tradición del vermouth dominguero. Un poco de vida social en el pueblo es otro buen remedio contra el aburrimiento y que sirve siempre para que te eches unas cuantas risas, que son como vitamina para el cuerpo. Después de degustar una excelente pasta con calamares, con la tripa llena, me fui a echar un rato y de nuevo logré descansar como el sábado durante hora y media larga. Me levanté así como nuevo, lo que aproveché para dar un agradable paseo por los alrededores.

Por la noche, ya en nuestra casa, opté por darle un poco de tregua al estómago con una cena ligerita acompañada de su correspondiente infusión. Y después, nuevo capítulo de 24h antes de irme ya para la cama. En definitiva, un domingo de lo más tranquilo y agradable.

En cuanto a mis actuales "frentes" abiertos, en lo que se refiere a mis problemas estomacales, ayer tuve un día más relajado, sin duda ayudado por una pastillita que tengo para cuando quiero cortar un poco por lo sano con este tipo de problemas. Tal vez no sea la mejor idea del mundo, pero necesitaba al menos un día despreocupado de mis tripas, y además, confio en que de este modo le dé tiempo a la flora intestinal a recuperarse en parte, que debo tener menos flora que la que puedas encontrarte en un desierto.

Y del ganglio inflamado diría que está mejor, o al menos yo lo veo menos abultado, incluso al tacto. Sigue además sin dolerme por lo que no estoy excesivamente preocupado.

De la úlcera, que hace tiempo que no os comento gran cosa, deciros que igualmente compruebo casi a diario cómo va mejorando, y el enorme hueco que me había dejado, poco a poco se va rellenando de forma natural. Veremos qué me dicen mañana en la consulta de Radioterapia, a la que voy con la lógica incertidumbre de no saber muy bien por dónde me saldrán.

De lo que no tengo duda es de que la disminución en la dosis de corticoides -mañana la bajaré aún más, hasta los 5mg- está provocando que no acabe el día tan fresco como al principio del tratamiento, sintiendo por la noche algunas sensaciones que ya casi tenía en el olvido. Nada serio, pero que te vienen como si fueran un mero recordatorio de tu estado. Pero bueno, he aprendido a convivir con ello. El cuerpo se acostumbra a todo. ¿No se ha habituado acaso a dormir cuatro o cinco horas diarias? Pues al resto lo mismo.

Para hoy pocos planes de mano en la agenda, aunque habrá que empezar a ir cogiendo la rutina de dedicarle como mínimo una hora al estudio del master. No faltará seguro el paseo, o los paseos, según esté el día para ello. Por la tarde si el tiempo fuera realmente bueno, lo mismo subo hasta Quintes para estar aún más tranquilo. Pero vamos a esperar primero a ver cómo transcurre la mañana, que para pensar en lo que haremos de tarde hay tiempo más que de sobra.

Nada más por este lunes. Seguro que la semana no será tan dura para alguno de vosotros sabiendo que el miércoles es fiesta. Es probable que incluso más de uno haya cogido algún día extra para organizarse un buen puente. Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más..."

1 comentario:

  1. Hola Fili: La radio hablaba de subida de temperaturas en el norte... Que así sea y podamos disfrutar del aire libre. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

    ResponderEliminar