domingo, 28 de agosto de 2011

Génesis Día 58

Apenas son las nueve y cuarto de la mañana de este de momento despejado domingo, veintiocho de agosto, cuando comienzo a escribir el Blog. Una de las cosas que más me gusta por la mañana, cuando no tengo prisampor levantarme, es subir la persiana y quedarme un poco incorporado en la cama mientras veo por la ventana el día que me recibe, y siempre dominándolo todo, el pedazo abeto de la parroquia de San Nicolás. Es una forma relajada de empezar el día y de esta guisa es como hoy me encuentro escribiendo el blog.

Del día de ayer hubo varias cosas a destacar, pero la principal es que salvo un pequeño bajón tras la siesta, aguanté el resto del día, no voy a decir como en mis mejores tiempos, porque os estaría mintiendo, pero sí de forma bastante honrosa.

En Quintes nos aguardaba una de mis comidas preferidas: pasta -¡qué raro!, ¿no?- con almejas. Con la excusa de que las almejas son muy sanas y tienen mucho hierro, me empeñé en ello, y como mi suegra, como mi madre, me cocinan prácticamente a la carta, no tuve más que llevar las almejas, porque eso sí, quería ejemplares aquejados de gigantismo. Y a fe que los conseguí. Resultado: "fartura" de las buenas. Consecuencia: siesta de una hora.

Como os comentaba antes me levanté de la siesta algo revuelto, con escalofríos y mal cuerpo. Sigo pensando que es el inmunosupresor al que mi cuerpo todavía no se ha acostumbrado. Pero bueno, como la cosa no era renunciar a mi vuelta al Molinón, me tomé un Efferalgan para controlar de paso el dolor de la úlcera en la boca, y de este modo, a las seis menos cuarto volvía a verme delante de la Puerta 1, dispuesto a entrar en el estadio, después de más de quince meses sin pisarlo. Saboreé así cada momento como el que va por primera vez y de hecho hicimos fotos, dando seguro esa impresión de primerizos. Lo mejor sin duda fue el volver a sentarme en mi asiento y encontrarme al descanso con los amigos de siempre. Lo peor, está claro que fue el resultado, pero era algo que se veía venir y que no es sino el amargo aperitivo de una temporada que puede ser muy complicada por la necedad e incompetencia de algunos responsales del club. O tal vez por su avaricia por ingresar dinero sin gastar nada a cambio. A estos lo del déficit presupuestario o les pilla seguro.

Con la derrota consumada, la siguiente cita era a las nueve y media, cuando teníamos mesa reservada en el AgU, un restaurante en plena Plazuela San Miguel, y que después de abrir sus puertas a finales del año pasado, es ya todo un referente en la restauración de Gijón. Su cocinero, es un buen amigo además de un artista en los fogones -lo de artista no es un eufemismo-. Y el servicio es magnífico. El local, decorado de forma muy moderna, como es habitual se llenó, lo que demuestra una vez más que cuando algo es bueno, no hay crisis que impida que triunfe. No sé si sería el ambiente tan agradable o que tenía sencillamente el día, pero fue la prmera vez que devoré con ganas todo lo que me sirvieron: un pastel de espárragos con centollos desmigados para comenzar y un generoso cochinillo deshuesado para seguir, todo culminado con mi postre preferido, Tiramisú. La única pena es que sigo sin poder beber algo de vino por la úlcera, pero bueno, un sorbín al blanco que pidió mi mujer sí que di, y parece que hasta me calmó en el momento el dolor. Preferí de todas formas no tentar la suerte.

Así que después de una gran cena, ¿qué mejor que un paseín para ayudar a la digestión? Fue lo que hicimos y yo creo que entre lo uno y lo otro, consiguieron que esta noche durmiera algo mejor.

Mañana me espera un día duro, con la analítica a primera hora y la biopsia de médula ósea a continuación. Perdí hace tiempo el respeto a las biopsias, porque tengo la suerte de que no me duelen demasiado, pero reconozco que lo peor es estar ahí esperando a que sean capaces de extraer el aspirado, lo que en principio es un buen indicio, ya que como sabéis, cuando se encuentra fibrosada por la enfermedad, es prácticamente imposible extraer nada.

Así que hoy lo que haremos será disfrutar de este domingo sin pensar en lo que vendrá mañana, y para ello la programación de deportes me echará un buen cable con motos desde ya mismo, F1 a la hora de comer, ciclismo para compaginar con la siesta y fútbol, fútol y más fútbol, que con los cambios de horarios uno puede empezar a las doce del mediodía y ver partidos hasta irse para la cama. Un poco exagerado. Yo con el Sporting por esta jornada tuve bastante.

Nada más. A disfrutar del último domingo de agosto... " y mañana más".

1 comentario:

  1. Hola Fili: Una pena lo del Sporting, pero este año pintan bastos para casi todos los equipos. Buena cena y mejor compañía la del sábado. Gijón tiene mucho encanto en el verano. Lástima que este año no hayamos podido disfrutarlo más días. Estaremos muy atentos al resultado de la analítica. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

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