viernes, 19 de agosto de 2011

Génesis Día 49

Son las diez y media de la mañana de este viernes diecinueve de agosto cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy me he vuelto a levantar relativamente temprano y eso que ayer me costó algo más de la cuenta dormirme. Tal vez fue el doble episodio de Castle que nos vimos, y que como decimos nosotros medio en broma, estuvo super cañero, así que te vas para la cama casi con ganas de salvar al mundo de un ataque nuclear como hacían ayer los protagonistas.

También es cierto que desconozco el motivo pero en los últimos días en cuanto toco la almohada parece que se me activa la cabeza y comienzan a llegarme ideas como balas para ese libro que nunca he escrito y que probablemente nunca llegaré a escribir, de forma que me es más difícil conciliar el suelo porque trato de memorizarlas todas. De momento lo que tengo es estancado un pequeño proyecto que tenía en mente que no era sino una breve colección de poemas libres y que tenía la intención de que llegaran por lo menos a cien composiciones. De momento me he quedado en las cincuenta. A ver si además del apetito recupero también la inspiración, que tampoco es que fuera mucha.

Y mientras os escribo, para esta mañana que ha amanecido entre nubes y claros, he elegido poner en la tele el DVD del concierto de Zucchero & Amigos, entre los que se encuentran Fer de Maná, Paul Young, Dolores O'Riordan de Cramberries, Brian May de Queen, Eric Clapton, Luciano Pavarotti (DEP) o Solomon Burke (DEP) entre otros. Un concierto insuperable que se desarrolló en el Royal Albert Hall de Londres en Mayo del 2004. ¿Qué estaría haciendo yo por aquella fecha que no estaba allí? Lo cierto es que a Zucchero lo he visto en dos ocasiones: una en Vigo, prácticamente debajo del escenario, y una segunda en Oviedo, también muy cerquita del escenario. Justo ahora suena Madre Dolcissima -¿puede haber algo más dulce que una madre?- acompañado por los riffs de guitarra inconfundibles de Brian May.

Bueno, y por hablar un poco de lo de siempre, comentaros que esto de no tener que ir al hospital es un alivio, así que intento disfrutarlo dentro de las limitaciones que a veces me vienen a recordar que no tengo que ir tan rápido. Pero es que en ocasiones de verdad que se me olvida hasta que el estómago, la boca, o el puro cansancio me lo recuerda. El otro día me puse como loco a bailar una canción que tenía puesta también en la tele y casi me da un soponcio. Pero la música siempre me ha salvado en los malos momentos, y como ya os he dicho en alguna ocasión, es de las mejores terapias que he encontrado durante todo este tiempo.

Hoy lo que me toca es ponerme la EPO. No es que esté inyectándome mucho. Son creo 40 mil unidades a la semana, cuando en su día llegué a las 60 mil, que tal vez sería lo idóneo para mi peso. Pero así está bien porque tampoco se me dispara el hematocrito. Que este finde empieza La Vuelta y no hay que ir muy pasado, que luego te pillan fijo en el control antidoping.

Así que a disfrutar hasta el lunes, que será junto con el miércoles los días que me toque visitar de nuevo el HUCA para los pertinentes controles. Eso sí, a ver si el tiempo nos ayuda a mover el culo del sofá, que se nos va el verano y es que no hemos tenido casi ni media docena de días de poder decir "estuve todo el día en la playa". Esta noche lo mismo me voy a dar una vuelta con mi mujer y mi primo y su novia a tomar algo. Tengo que entrenarme un poco que dentro de nada tengo otra boda y no conviene llegar fuera de forma. Ayer estuvimos un rato por la Plaza Mayor y aunque no lo creáis tanto bullicio de gente todavía me echa para atrás. Y para volver ya decidimos coger un taxi porque las piernas comenzaban a quejarse.

Bueno, basta de rollos por hoy. Y del Papa ya véis que no he dicho ni mú. Las imágenes hablan por sí solas. Si es que si no lo digo reviento. Ya me conocéis: el Fili de siempre. Eso es bueno. Bueno, un poco descafeinado todavía.

Un fuerte abrazo a todos y buen finde... "y mañana más".

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