lunes, 8 de agosto de 2011

Génesis Día 38

Son las cinco en punto de la tarde cuando comienzo a escribir el Blog en este lunes ocho de agosto, que a estas horas nos ofrece nubes y claros.

Ha sido una mañana entera en el hospital: desde las ocho y cuarto -salida de Gijón a las siete y media pasadas- hasta las dos y media -llegada a mi casa y comida a las tres-. O sea, "de las que me gustan a mí". Hemos puesto suero tal y como estaba previsto pero luego la consulta se demoró bastante. Las noticias además han vuelto a ponernos de cara a la realidad: el riñón sigue sin funcionar como es debido. Debe ser que lo de la semana pasada fue un amago o qué sé yo. Para ver de una vez por todas qué es lo que ocurre me han dado cita con el nefrólogo. La gracia es que la cita es para el once de octubre. El miércoles hablaré con mi médico e imagino que moverá el tema para adelantarlo porque para esa fecha el riñón puede estar ya irrecuperable.

Aparte del tema estrella del riñón, el resto está aceptablemente, pero tampoco acaba de arrancar del todo, aunque esto parece que sí que es más normal. Hoy se cumple el día setenta y cinco de trasplante y aunque parezcan muchos días, en tiempos de un trasplante no es apenas nada. Lo que sí ha servido es para que me quiten una pastilla, algo que siempre se agradece.

A pesar de todo, no volveré al hospital hasta el miércoles, con lo que tendré que beber de lo lindo estos dos días si no quiero que pasado mañana me echen la bronca si la creatinina está disparada. Lo malo es que ando con el estómago un poco revuelto y lo de beber lo llevo peor si cabe que antes. Ayer de hecho volví a vomitar, en este caso la merienda; yo creo que fue además por culpa del vaso de agua con limón en vaso de sidra que me tomé junto con unas avellanas. La cosa se revolvió y tuve que acabar por echarlo. Luego casi no pude cenar y hoy ando todavía con el estómago en plan lavadora, que no me entra ni sólidos ni líquidos. Habrá que esforzarse.

Lo mejor de la mañana ha sido sin duda que mientras estaba en el Hospital de Día he visto a Paula, la cría de cuatro años que estaba ingresada al mismo tiempo que yo. Me dio bastante penina luego cuando lloraba porque sabía de sobra que la iban a pinchar -cualquiera engaña a un niño-, pero bueno, fue ese pequeño berrinche, pero el resto del tiempo estuvo como siempre en su línea. ¡Qué carita de pilla!

En fin, que se supone que entramos en la Semana Grande Gijón, con cantidad de actividades para celebrarla que se culminarán el próximo domingo con los fuegos sobre la Playa de San Lorenzo. Yo con tener fuerzas y ganas para salir a dar algún paseín me conformo. No me veo en un concierto precisamente y lo del barullo de los fuegos me da un poco de respeto. Queda tiempo para pensarlo.

Y nada más, que ya es un poco tarde para enrrollarme. Voy a ver precisamente si camino algo, que hoy entre el hospital y dormir después de comer la siesta, me he movido menos que un portero de futbolín. Un abrazo a todos... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Hola Fili: ¿Cómo no te va a sentar mal si en un vaso de sidra bebes agua con limón? Utiliza otro vaso, que tu cuerpo espera la sidra y cuando no llega es cuando se revoluciona. Nosotros llevamos una semana en Vidiago, pero este martes estamos en Gijón. El tiempo es el que es, no vamos a engañarnos, pero hasta ahora sólo he faltado a mi cita con el Cantábrico sólo en dos días. En cuanto a lo del riñón ¿Has probado a beber sidra en lugar de agua? A lo mejor eso resuelve el problema. A ver si hoy sale bueno y podemos verte. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

    ResponderEliminar