sábado, 27 de agosto de 2011

Génesis Día 57

Diez y media de la mañana de este sábado veintisiete de agosto cuando comienzo a escribir el Blog. En la tele los entrenamientos libres de MotoGP –este finde tenemos doble ración de motor con motos y F1- y sonando el concierto Eros 21:00, un concierto al que asistí en Madrid y del que el artista italiano ha editado de su actuación en Roma. Todo muy tranquilo como podéis ver, o leer en este caso.

La noche podemos decir que ha sido algo mejor que las anteriores, aunque persisten los dolores producidos por la úlcera de la boca, que se extienden por mandíbula y oído. El spray que me dio el dentista de momento no es que me haya aliviado demasiado pero hay que ser paciente, que estas cosas sí que necesitan tiempo para curarse. Lo que sí noto mucho mejor es la uña del pie que tenía encarnada. Sigo no obstante con el agua y sal y el betadyne como aliados para que no recaiga.

Es curioso como tanto las uñas de las manos como las de los pies me crecen a una velocidad mucho mayor que la normal, o la que era normal para mí. Supongo que será alguno de los medicamentos o tal vez el cacao celular que tengo dentro, que hace que algunas células se multipliquen a una velocidad anormal, porque por ejemplo el pelo va más o menos a su ritmo. Y las células que más me interesa que se multipliquen, las hematológicas, sin embargo van un tanto rezagadas.

Ayer el día fue bueno, como suelen ser todos los días que pasamos por Quintes. Buena comida, buena siesta y buena compañía. Además no hizo mal tiempo del todo aunque sí que en parte se estropeó el día por la tarde por el fuerte viento que se levantó. Hoy parece que está algo más calmado, aunque todavía no tengo claro qué tiempo tendremos, porque miras por una ventana y ves despejado, por otra y ves nubes negras y por una tercera y hay nubes y claros. Es lo que tiene tener una casa que te permite mirar a los cuatro puntos cardinales.

Al atardecer volví a sentir ese mal cuerpo que notaba los primeros días en los que me tomaba el inmunosupresor. Creo que es algo que tiene que ver con este nuevo sistema de tomas cada ocho horas al que el cuerpo todavía no se ha acostumbrado del todo. Aun así, como os decía, a pesar de los ligeros escalofríos que tenía cuando me fui para la cama, dormí relativamente bien. Seguro que influyó el que cerraba los ojos y veía únicamente guacamayos azules, los protagonistas de Río, la película de dibujos animados que vimos ayer por la noche después de cenar. Un film espectacular en imagen –te apetece irte a Río de Janeiro mañana mismo- y divertido. Ideal para los niños…y los no tan niños.

Esta tarde si el tiempo lo permite, tal y como os anticipaba ayer, acudiré al partido del Sporting. A ver si lo aguanto, no ya por el juego que despliegue nuestro equipo, sino por verme en semejante bullicio. Todavía no estoy acostumbrado y para mí es un poco duda saber cómo reaccionaré y si a los quince minutos no me iré cansado del griterío. Pienso más bien que en cuanto entre por el estadio y me asome a la grada se me pasarán todos los males.

Y nada más por este sábado, inicio del último fin de semana de agosto y que podemos decir que cierra prácticamente esta temporada estival, que en lo climatológico, en esta tierra de Pelayo, no es que haya sido especialmente buena, más bien todo lo contrario.

Buen fin de semana a todos,,, “y mañana más”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario