viernes, 26 de agosto de 2011

Génesis Día 56

Son las diez y cuarto de este sorprendentemente despejado viernes, veintiséis de agosto, cuando comienzo a escribir el Blog. La noche no ha sido del todo buena por culpa de la famosa úlcera. En realidad ayer por la tarde fui al dentista y me confirmó que era un afta, eso sí, muy grande, y que eran normales todas las molestias y dolores que le refería. El tema es que para su curación no hay más que armarse de paciencia y aplicar un colutorio específico para este tipo de dolencia del que me proporcionó muestras. No se puede hacer nada más y menos en mi situación. En cuanto al motivo de su aparición lo más probable es que sea simplemente el estado de inmunosupresión en el que me encuentro.

Esta mañana por otro lado he ido al podólogo, y es que empiezo a parecerme al pupas. Resulta que se me ha vuelto a infectar la uña del pie que tanta guerra me daba siempre al encarnárseme en la carne. Ayer por la tarde prácticamente no podía caminar del dolor que sentía cada vez que apoyaba el pie. De verdad que hay días en los que a uno le apetecería pegarse un tiro, pero vamos, que en mi caso es sólo unos segundos. Luego suelto un par de “perlas” por mi boca y me quedo más tranquilo. Pero bueno, como os digo, he bajado esta mañana a primera hora y me han desinfectado toda la zona afectada, eliminando la presión que me producía el dolor por la acumulación de pus. Ahora no tengo más que seguir con los lavados de agua fresquita con sal y aplicarle betadyne en gel rodeando toda la zona con una gasa para que actúe durante el mayor tiempo posible. ¡Ah!, y por supuesto calzado lo más ligero posible, a poder ser chanclas para que no me oprima la uña.

Así que en esas estamos, con tonterías, porque al final no dejan de ser eso, pero que todas juntas te fastidian lo suyo. De hecho ayer de noche me encontraba de verdad hecho polvo entre una cosa y otra, e incluso tenía alguna decimilla de más. Pero bueno, firmo con seguir con estos pequeños desajustes y que no haya incidencias realmente importantes que me impidan continuar con esta vida pseudonormal que llevo ahora y que ayer de tarde por ejemplo, me permitió quedar con los padres de mi ahijada Águeda, y con ella por supuesto. Hacía tiempo que no los veía. Ella sigue tan guapa y simpática como siempre, o más si cabe, aunque un poco caprichosina como todos los niños a su edad. Esa es una etapa que todos pasan y hay que saber llevar muy bien para que no se te suba a la chepa, como se dice vulgarmente. A veces me pregunto si yo tendría la paciencia necesaria que hay que tener con un crío. No sé, supongo que cuando es tuyo todo es distinto y te vuelves menos egoísta volcándote en tu hijo y pensando menos en ti. Sea como sea, fue genial volver a verles y ya estoy esperando a que me manden las fotos que nos hicimos.

Hoy, con el buen día que tenemos. no sé si podré aguantarme sin salir a dar un paseo; aunque no debería hacerlo teniendo el pie dolorido como lo tengo. Ya veremos. Quizás me conforme con alguna pequeña caminata por Quintes por debajo de los pumares que hay detrás de casa de mis suegros. Eso ya me relaja bastante. Si no tengo a los dos perros detrás ladrándome, uno pidiéndome galletitas y el otro que le tire la pelotita de turno. En realidad no son nuestros, sino de las primas de mi mujer, pero ya sabéis que yo soy muy de animales, y parece que a ellos les caigo también bien. En realidad a un animal le cae bien cualquiera que le haga un poco de caso o que le llene el estómago. Son así de fieles y sencillos.

Lo que es casi seguro es que mañana volveré al templo del fútbol, más bien La Catedral -lo de Bilbao no pasa de Capilla-, El Molinón. Se reanuda la Liga, y el Sporting recibe a la Real Sociedad a las seis de la tarde, un horario muy apropiado para mí, si el tiempo no refresca. Habrá que ir preparando la camiseta para tan notable evento.

Y nada más por hoy. Esta mañana cuando casi no habían colocado las carreteras, se fueron mi primo y su novia de vuelta a Bruselas y sólo espero ya volver a verles, porque para entonces, seguro que me encontraré todavía mucho mejor. Les echaré mucho de menos durante este tiempo.

Un fuerte abrazo a todos,,, “y mañana más”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario