lunes, 7 de marzo de 2011

Día CXXXIX

Son las cuatro y cuarto de la tarde de este lunes siete de marzo cuando comienzo a escribir el Blog mientras afuera un espléndido sol ha disfrazado el cielo de azul en un día como el de hoy, en el que miles de personas tomarán las calles en el tradicional desfile de Carnaval, nuestro Antroxu.

Es probable incluso que de seguir así el día nos vayamos a dar una vuelta un poco más tarde aunque sin meternos entre el gentío, sino más bien todo lo contrario, aprovechando para dar un paseo lo más tranquilos posible.

Ayer antes de subir a Quintes volvimos a disfrutar del día soleado –aunque algo fresco- por la zona de El Rinconín. Solemos dejar el coche aparcado en las proximidades de El Bellavista y desde ahí caminamos cerca de dos kilómetros, pasando el Camping y llegando a las proximidades de la playa de Peñarrubia. Luego vuelta atrás en un recorrido que nos llevará poco menos de cincuenta minutos, pero en el que saboreo cada segundo como si fuera de oro.

Hoy me he despertado con esa sonrisa que tiene un niño cuando va a cometer una travesura. En realidad se había gestado anoche, después de la alegría que supuso la victoria del Sporting en un partido que muy pocos pensábamos que iba a desarrollarse de forma tan tranquila a favor de nuestro equipo. El tema es que estaba guardando una bayeta en un armario cuando de repente vi algo que parecía ser una bandera de Italia por los colores; tiré de ella y no, no era una bandera: era un mandil de cocina -eso sí, con los colores verde y rojo- que habíamos comprado en uno de los viajes que hicimos a Roma, o tal vez hubiera sido cuando estuvimos en Florencia. Bueno, el hecho es que en el mandil aparecía impreso el busto del famoso David de Miguel Ángel, con su pisello incluido –que así es como se conoce a los atributos varoniles más famosos del arte universal-, de modo que cuando uno se coloca el mandil, bien parece que está cocinando como Dios lo trajo al mundo. Debí tardar como una décima de segundo en pensar: “ya tengo disfraz de Carnaval”. Y dicho y hecho: mi mujer me ayudó cámara en mano y esta mañana nada más despertar he enviado por mail la prueba fehaciente de mi disfraz para este Antroxu 2011. ¡Que no se diga que no me disfrazo!

En realidad tengo que admitir que hasta que no comencé a salir con mi mujer, nunca fui demasiado de disfrazarme. Supongo que en ello influye el trauma infantil que supuso para mí el que en una ocasión estando en un parque cercano a mi casa, y yendo perfectamente ataviado con un disfraz de clown –luce más que decir de payaso- una estúpida niña me preguntó que de qué iba disfrazado. Eso es lo peor que le pueden decir a un niño que piensa que su disfraz es el mejor del mundo. Así que debió ser por eso por lo que dejé de disfrazarme, hasta que como digo, conocí a mi mujer. Desde entonces, he sido Niño de Primera Comunión, Cupido, Emperador Romano, Forajido del Oeste, Hada Madrina, Bailadora Asturiana, Templario y no recuerdo qué más cosas; y este año David de Miguel Ángel. Para el año que viene intentaré currármelo un poco más, lo prometo.

Bueno, casi estoy acabando el blog y apenas os he dicho nada sobre mi mañana por el hospital. Lo fundamental es que todo ha ido bien, sin ninguna incidencia ni retraso a pesar de que aquello hoy estaba a reventar de gente. Se notaba que mañana es fiesta y que habían citado por ello a todo el mundo para hoy. Aun así no dejé el hospital más tarde que otros días. Por lo que se refiere a mis parámetros sanguíneos continúan estables si bien las defensas sí que es cierto que han bajado un poco más, por lo que veremos si el miércoles no se hace necesario recurrir al Neupogen. No sería tampoco nada alarmante, puesto que la última inyección me la puse allá a finales del mes de enero.

Por lo que se refiere a mis molestias en la cabeza, ahí siguen, pero mientras no vayan a más ni se añada algún síntoma que pudiera estar relacionado con ellas no les daremos más importancia. Lo más probable es que cualquier día cuando menos me lo espere, hayan desaparecido.

Nada más por hoy. Los que podáis, salid a pasarlo bien esta noche, pero eso sí: disfrazados… Un fuerte abrazo carnavalero…“y mañana más”.

3 comentarios:

  1. Hola Fili: ¡¡Por fin entiendo la fotografía del disfraz!!! La verdad es que con la foto que enviaste no me daba cuenta de que se trataba de un mandil, ja,ja,ja. Estás hecho un atleta Fili, así que a competir y a vencer al Sr. T que tienes aspecto de verdadero David. Ánimo. Tienes mejor pinta que el Spartacus de la tele.
    HONOR Y FUERZA.

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  2. No hay güevos de subirla al blog eh???? jajajajjaajjajaajajja

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  3. No seré yo quien suba al blog el disfraz de este año, ni los de años anteriores aunque creedme que la tentación es muy fuerte.
    Tengo que decir que Filippo y Mónica para mí son los absolutos REYES del Antroxu. Son actores que cada año interpretan/improvisan un sólo papel. Papel que bordan con su gracia y simpatía, llevando como nadie unos disfraces en los que nunca falta ese "detalle" que los hace únicos, genuinos.

    Fili, qué grande eres, GRAAAAAANDE, GRAAAAAANDEEEE!!!!.

    P.D. El David está pa......hincarle un diente. Puro acero!!!

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