sábado, 26 de marzo de 2011

Día CLVIII

Son las diez y cuarto de la mañana de este sábado veintiséis de marzo cuando comienzo a escribir el Blog. Con la cantidad de veces que lo oiréis no hace ni falta que os diga que esta noche tenemos que cambiar nuestros relojes para adaptarlos al nuevo horario de verano, lo que implica que dormiremos una hora menos. Como curiosidad deciros que esto del horario de verano fue propuesto por primera vez nada menos que por Benjamín Franklin, conocido por todos por sus estudios sobre la electricidad y por ser el inventor del pararrayos. No fue sin embargo hasta la Primera Guerra Mundial cuando fue aplicado para fomentar el ahorro del carbón. Hay tantos defensores como detractores del cambio horario. Estos últimos cuestionan la realidad del ahorro energético que se supone que se logra con el mismo. Tengan razón unos o los otros, lo cierto es que esta próxima madrugada a nosotros lo que nos toca es a las dos de la mañana adelantar los relojes a las tres. Eso quienes estén por ahí de fiesta; yo en mi caso lo haré antes de acostarme.

Ayer fue un día espléndido, con una temperatura que llegó a superar los veinte grados. En ocasiones incluso hacía un calor un poco agobiante por la ausencia casi total del viento. Por la mañana subí a Quintes con mi padre y dimos un buen paseo por allí. Tenemos un circuitillo que ya os he comentado que vienen a ser unos cuatro kilómetros. Es increíble cómo ha cambiado Quintes en estos últimos quince años que llevo ya moviéndome por la zona. Han crecido casas como si fueran setas, y todavía siguen construyendo, aunque se ha notado una disminución en el ritmo de construcción, tanto de nuevas casas como incluso de las que ahora mismo están a medias. La crisis no perdona. Esto es algo que se puede ver creo en cualquier punto de la geografía española, tampoco descubro nada. Sin necesidad de ser un especialista en el sector inmobiliario está claro que la oferta ahora mismo supera de forma abismal a la demanda. Los bancos no sueltan un duro -¿dónde han ido a parar todos los millones que recibieron como ayudas para dinamizar la Economía?- y muy pocos son los que tienen la liquidez necesaria como para afrontar a tocateja la compra de un piso o la construcción de una casa.

Pero bueno, dejemos estos temas, que ciertamente son bastante aburridos y en ocasiones hasta deprimentes. En lo que a mí se refiere esta noche he dormido a pierna suelta aunque sigo notándome algo más cansado de lo habitual. Es probable que mi nivel de hemoglobina haya descendido otro poco o tal vez sea la anemia. Saldremos de dudas el lunes con la analítica. De todos modos en líneas generales puedo decir que me siento bien y que firmaría seguir así las próximas semanas.

Por otra parte esta mañana he madrugado para ver los entrenamientos de F1 donde como era de esperar, tanto los RedBull como los McLaren han marcado los mejores tiempos por delante del Ferrari de Fernando Alonso que únicamente ha podido ser quinto. El otro Ferrari quedó todavía más retrasado. Ya veremos si en carrera somos capaces de mejorar alguna posición pero a priori no soy demasiado optimista. Se presenta un año duro para Il Cavallino.

Lo que tengo que reconoceros es que ayer pasé de los partidos de fútbol, por lo que me enteré de los resultados a su conclusión. Preferimos ver una peli, Caza a la Espía -un día recordadme que analicemos las particulares traducciones que se hacen a veces de los títulos originales-, un entretenido e interesante thriller protagonizado por Naomi Watts y Sean Penn basado en la historia de la espía de la CIA Valerie Plame y de su marido, el diplomático Joe Wilson, quienes se vieron inmersos en una encarnizada lucha contra la Casa Blanca por poner de manifiesto la ausencia de armas de destrucción masiva en Irak previa a la invasión del país por parte del gobierno norteamericano.

Y nada más por este sábado. Que disfrutéis del fin de semana… “y mañana más”.

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