viernes, 11 de marzo de 2011

Día CXLIII

Son las cinco y cuarto de este viernes once de marzo cuando comienzo a escribir el Blog. A estas horas todavía sigo en Quintes, después de una mañana en el hospital donde la principal novedad que hemos conocido es que las defensas han vuelto a bajar, de modo que tendremos que poner un par de inyecciones de Neupogen para ayudarlas a remontar a niveles más seguros.

Sin embargo, y en un día donde recordamos a la víctimas del 11M, este pequeño contratiempo personal pierde toda importancia ante la magnitud de la tragedia que asola Japón después que esta mañana un terremoto brutal sacudiera sin piedad el país asiático provocando cientos de muertos como consecuencia del temblor y del tsunami que siguió a éste. Las imágenes que vamos viendo a medida que transcurre el día son sobrecogedoras. Un terremoto como el que hoy ha sufrido Japón en cualquier otra parte del mundo habría sido infinitamente más destructor. Afortunadamente los nipones han sabido aprender de su experiencia tras padecer seísmos a lo largo de toda su historia y las medidas creadas para hacerles frente han paliado en buena parte lo que de otro modo podría haber causado esa fuerza de la naturaleza incontrolable.

Recuerdo cuando mi padre me contaba cómo de pequeño en Italia había experimentado esa sensación indescrictible que es que el suelo se mueva bajo tus pies. También han venido a mi memoria las historias del gran terremoto que en 1981 se llevó más de 3.000 vidas en el Sur de Italia. Pueblos vecinos al de mi padre se volatilizaron tragados por la tierra. Por suerte no hubo víctimas entre mi familia pero aún pemanece en mi memoria la angustia en mi casa de aquellas primeras horas sin conocer su suerte.

Siempre he dicho que es una bendición vivir en un lugar donde no tienes que convivir con la permanente amenaza de terremotos, huracanes, inundaciones... Algún episodio aislado sí que ha acontecido, pero fuera de cualquier comparación con lo que es una auténtica catástrofe de la naturaleza. El temblor que hace años hizo que me despertara en mitad de la noche preguntándome quién me estaba moviendo la cama, apenas superó los cuatro grados pero ya fue suficiente para meterme el miedo en el cuerpo.

Volviendo al inicio y a mi mañana por el hospital, a parte de lo que comentaba sobre las defensas el resto ha ido perfecto. Plaquetas y hemoglobina se mantienen estables mientras que las pruebas de serología siguen corroborando que de momento los virus más habituales cuando estas sometido a un tratamiento como el mío, siguen adormecidos.

Como todos los viernes hemos retirado la vía lo que para mí es un alivio porque me hace sentir como más libre a la hora por ejemplo de ducharme. No puedo quejarme en cualquier caso, porque a pesar de todos los pinchazos mis venas aguantan como campeonas los tratamientos y no se hace necesario cambiar las vías con cada sesión. Creo además que la ligera mejoría en mi nivel de plaquetas ha contribuido a que los moratones sean ahora algo menos frecuentes. Aun así tengo que seguir teniendo sumo cuidado para evitar golpes o cortes.

Ahora toca de nuevo descansar y disfrutar de este fin de semanas, cogiendo todas las fuerzas posibles para afrontar una nueva semana a partir del próximo lunes.

Un fuerte abrazo..."y mañana más".

2 comentarios:

  1. La verdad es que yo ya le voy cogiendo manía al número 11, y con lo de hoy acabáramos. Japón siempre da la lección al mundo de que se sobrepone a cualquier contratiempo, pero esto es una prueba tremenda. Veo los videos y me quedo impresionada. La naturaleza es una fuerza imposible de doblegar para algo tan frágil como es el ser humano. Sólo la suerte ha querido que estemos aquí. Bueno eso, o para otros la providencia. Cada cual que se quede con su opción. Un besito Fili.

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  2. Buen fin de semana cariño!

    A disfrutarlo y descansar para ir a por otra semana.

    miles de besinos

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