viernes, 16 de julio de 2010

Día 98

Son las ocho y media en este viernes, segundo del sexto ciclo, cuando comienzo hoy a escribir el Blog. Esta noche he despertado unas cuantas veces pero al final habré conseguido dormir unas siete horas. Creo que de todos modos echaré una cabezadita a media mañana que seguro que me viene genial.

Ayer fue un día en líneas generales bastante bueno. Empecé con las inyecciones de Neupogen y de momento no me han dado demasiadas molestias, aunque también es cierto que media hora antes de ponerlas tengo que tomar paracetamol precisamente para minimizar los posibles efectos secundarios, que casi siempre responden a unos síntomas muy parecidos a los de la gripe: fiebre, dolores musculares y de cabeza, etc.

Por la mañana a las nueve vino mi prima a casa para supervisar qué tal llevaba lo de ponerme las inyecciones sin ayuda. No tuve mayor problema porque son muy similares a las de insulina que se ponen los diabéticos, con unas agujas cortitas que no producen mayor dolor que el de un ligero pinchazo. Después, me puse ya con el blog y con el correo electrónico, que como en días anteriores, es un poco más abundante al ser el único medio de comunicación que ahora mismo tengo con el exterior junto con el blog. La garganta me da la sensación de que poco más va a mejorar, ya que es un tema de sequedad propia de la quimio y que conlleva esta ligera ronquera que arrastro, aunque estoy bastante mejor.

A las doce tenía que estar en Oviedo para la limpieza dental, con lo que un poco antes de las once salí con mi padre de casa. Tenía que pasar primero por la consulta de trasplantes para que me dieran una receta; nada fuera de lo normal: tengo los niveles de ácido fólico un poco bajos –algo que no es la primera vez que me sucede- y que guarda bastante relación con los estados típicos de anemia, así que me han recetado un suplemento para subir esos niveles. Son de hecho las mismas pastillas que ya había tomado en otras ocasiones.

En el dentista estaría algo más de una hora. Me han quedado los dientes bien limpitos, así que era cierto que el oscurecimiento tenía que ver con el colutorio para prevenir el sangrado de encías y no con la quimio. Al acabar la dentista me dio una serie de pautas a seguir tras el trasplante. Básicamente los problemas más habituales que aparecen son dos: mucositis –inflamación de las mucosas con aparición de pequeñas llagas- y xerostomía –sequedad en la boca por la ausencia de saliva-. Así que habrá que intentar poner los medios para minimizar estos trastornos y poder llevarlos en caso de que aparezcan de la mejor manera posible. Hemos quedado además para una nueva cita aproximadamente cien días después del trasplante. ¡Nunca me alegraré tanto de ir al dentista!

Llegamos de nuevo a casa más o menos a la hora de la comida, aunque tuve que esperar un poco para dejar que actuara bien el flúor que me aplicaron al acabar la limpieza. Después de comer estuve viendo el final de etapa del Tour. Ayer era uno de esas jornadas que invitaban a la siesta -y por supuesto no rechacé la invitación-, con más de cien kilómetros llanos por delante cuando encendí la televisión, o lo que es lo mismo, dos horas largas de ciclismo sin ningún tipo de aliciente salvo el paisaje de los lugares por donde transcurría la etapa.

Ayer la sesión de juegos se pospuso a después de la cena, puesto que antes mi mujer aprovechó para hacer unos recados y de paso dar un paseo, que bastante reclusión lleva acumulada ya este verano y la que le queda por delante. Aproveché para echar un vistazo por Internet para ver si encontraba algún audiolibro que pudiera descargarme para entretenerme el próximo lunes cuando tendré que estar tres horas sin moverme por el tema de la aféresis. Al final no encontré nada interesante así que he decidido que tiraré del ipod para escuchar un poco de música y de la radio, que siempre tengo encendida en casa por las mañanas para seguir las tertulias que a esas horas emiten.

Como digo después de cenar echamos un Parchís para quitar el mono, y otra vez como el miércoles perdí por un suspiro. Para rematar el día estuvimos viendo Los Impostores, con Nicolas Cage, que empezaba por la TPA a las diez y cuarto al acabar Ley y Orden. Todavía leí un poco en la cama de modo que apagaría la luz rozando las doce y media.

Hoy ha amanecido nublado y ahora mismo está chispeando, con lo que se han cumplido las previsiones. Aun así el fin de semana parece que lo vamos a tener con mejor tiempo. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

3 comentarios:

  1. Leo todo lo que te tienen que hacer, y lo que tienes que hacer para evitar efectos secundarios y demás... y pienso que no valoramos sufiecientemente la salud cuando la tenemos. Cuando regreses al dentista despues de 100 días con tu médula recuperada, ¿habrás cambiado para siempre? ¿regresarás a la rutina de antes? ¿Se vuelve a ser igual?¿Se da un cambio para siempre? Eso también me gustaría saberlo. A veces echo de menos en el blog esas impresiones, entiendo que no las hagas, porque ahora estás concentrado en curarte, y transmitir ánimo y que te pasemos energía positiva, pero cuando estés mejor ¿escrbirás sobre esto? Ojalá lo hagas. Pienso que dentro de tí y de vuestra familia hay muchos más secretos sobre qué es la vida y el afecto que en miles de libros de autoayuda que no ayudan a nadie... Un beso enorme. Y mucho ánimo que ahora empiezan las etapas de montaña ;-)

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  2. Hola Fili: Pues yo creo que lo de la xerostomía debe curarse con unos culines y unas cervecitas bien frías... pregúntale al médico a ver que dice, ja, ja, ja. Así lo haremos cuando coincidamos. Y lo del ácido fólico bajo me sorprende de verdad, tú que en verano siempre estás "alterao" con las mozas...ja, ja. Arriba el ánimo Fili, que en diez días empiezas a subir el Torumalet y hay que prepararse. Ahora ya tienes los dientes bien limpinos, y sólo falta limpiar el resto del cuerpo, pa que quedes como un bebé: sin pelo, pero todo limpín. HONOR Y FUERZA

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  3. Hola cariño!!

    Yo acabé de comer hace un momento ( casi es la hora de la merienda verdad?) así que me voy a pegar una siestecita ( para esto siempre es buena hora).
    Tengo que comunicaros a todos los que seguís el blog, que nuestro chico está preparado para pinchar a quien sea; lo hace muy muy bien.
    Pues nada, que a siestear que mañana me toca madrugón otra vez.
    Un millón de besinos y miles de rayitos de sol

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