domingo, 25 de julio de 2010

Día 107

Son las once de la mañana de este domingo, tercero del sexto ciclo. Mañana a primera hora tengo que acudir a Oviedo para que me hagan las analíticas previas a mi ingreso. Como os comentaba ayer, en principio me dejan volver a casa para comer tranquilamente y volver sobre las seis o siete de la tarde ya con la maleta. Así que aunque debería estar algo nervioso en realidad no lo estoy tanto y la prueba es que esta noche he dormido muy bien, salvo por un ligero dolor de estómago que me dio a media noche, más por cenar demasiado que por otra cosa.

Ahora en apenas tres cuartos de hora, aprovechando que tampoco hace un día de sol abrasador, nos iremos a ver la exhibición aérea que se celebrar sobre la bahía de San Lorenzo. Ya veremos desde dónde, en función de que podamos encontrar algo de sombra y tal vez un poco apartados del bullicio que habrá con toda seguridad.

Ayer fue un día bastante bueno. Por lo que se refiere a la garganta sigue en su línea, o sea, que las placas están ahí, a veces me molesta un poco, pero en general puedo hablar sin dificultad salvo que me enrolle demasiado. Lo que tuve ayer durante toda la jornada fueron unas decimillas por encima de los 36,5 pero que en ningún caso superaron los 37, así que no hay motivos por los que preocuparse.

Por la mañana, mientras mi mujer subía a Quintes, vino mi padre para estar conmigo hasta la hora de comer. De no ser por esta pequeña indisposición mía, ayer hubiéramos tenido una boda por Quintes. Una boda de esas que uno nunca se quiere perder. ¡Que seáis muy felices!

Ayer venían mis padres a comer a mi casa porque mi mujer se quedaba a comer con los suyos. No sé ni lo meses que haría que no comíamos juntos. Mínimo cuatro. Así que fue divertido. Después mi padre estuvo un rato conmigo viendo el final de la clasificación de F1, donde tuvimos la grata sorpresa de ver a los dos Ferraris ocupar la segunda y tercera plaza de la parrilla. A ver si hoy rematan la faena.

Después mi padre se fue y se quedó mi madre hasta que bajara mi mujer de Quintes. La tuve viendo conmigo el Tour, donde ayer se disputaba la contrarreloj decisiva para la resolución final de la ronda gala, y aunque con más apuros de lo esperado, Contador se impuso frente a Schleck. Hoy el Tour acaba como de costumbre en los Parques Elíseos y podemos decir que esta edición ha sido realmente más aburrida e insulsa que la de años anteriores. Sigo pensando que tanto Giro como Vuelta ofrecen perfiles y etapas mucho más entretenidas y vistosas, pero como se suele decir, el Tour es el Tour.

Continuo preparando cosas para llevar al hospital. Lo he enumerado todo en una lista para no dejarme nada: ipod, altavoces ipod, portátil, ipad, psp y juegos, móvil… y con toda su legión de cargadores. Además por supuesto libros, juegos de todo tipo y unas cintas elásticas para hacer ejercicio.

De nuevo tuvimos sesión de Parchís. La primera partida fue lamentable –para mí, claro-. Así que no pude evitar lanzar el cubilete con el dado por los aires –que luego costó encontrarlo- después de que me comieran cuatro veces seguidas a la primera. No contento con esta derrota, exigí revancha, y en esta ocasión apunté todas las fichas comidas y el número de intentos para ello, con el fin de demostrar que no es estrategia sino suerte lo que me hace perder. Porque perder perdí de nuevo. Pero las estadísticas fueron claras: en toda la partida comí cuatro fichas en más de quince intentos, mientras que a mí con aproximadamente el mismo número de intentos, me mandaron el doble de veces para casa. ¡Hoy revancha!

Después de cenar nos pusimos a ver una película que comenzaba por la TPA, Los Protectores, con Robert Duvall. En realidad más que una película era una miniserie de dos capítulos que duraba tres horas y que narraba las aventuras de unos vaqueros que transportaban una manada de caballos y tenían que hacerse cargo de improviso con la protección de cinco chinas traídas para ejercer la prostitución y que consiguen rescatar de las manos de sus comerciantes.

Hoy ha amanecido entre claros y nubes aunque tiene toda la pinta de que terminará por despejar del todo. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

4 comentarios:

  1. ¿Qué tal los avionucos? yo nunca los fui a ver...aunque alguna vez me despertaron en Carmina's home, despues de 1 noche de sidra y me apetecia matalos! ;-)

    Veo que llevais pila tecnología si quereis algún juego de mesa...os puedo dejar alguno (tengo mitico trivial, monopoly, cifras y letras...)

    1 besazo

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  2. Hola Fili: Deportista integral de práctica y sofá no te quejarás, ganó Contador, ganó Alonso, ganó Ferari, y solo falta el ver como se portan Lorenzo y Pedrosa en Laguna Seca, en la relación de las cosas que llevas para el hotel de Oviedo noto en falta un libro sobre un cursillo de aprendizaje acelerado de "Juegos Mariñanes" para ponerte al día y adelantar a Mónica que te está dando "sopa con ondas". Aunque todos esperamos diariamente por tu blog, piensa que primero eres tú, y si un día no te apetece escribirlo, a los que estamos en casa no nos pasa nada el próximo sirve para dos o más días, por si sirve para algo yo sigo empujando. Saludos P.S.

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  3. Hola fili! soy Natalia la astursevillana... La verdad es que no he escrito nada antes porque como sé que os escribe Jose le mando besos para los dos..ando un poco liadilla de curro.
    Al leer el blog, y lo de los aviones, me ha sido imposible no acordarme de que el año pasado los aviones volaron el día de las fiestas de quintes, el 26,¿no?. Los estuve viendo en el rinconín con mi hermana y Manu. Jose no llegaba hasta unos días más tarde. Este año, no hay "fiestes" para nosotros y aquí nos quedamos los dos,"cocidos" y "cociéndonos", porque ésto va a más. En fin, a ver si en Octubre tenemos unos días y vamos por Asturias, que ya se echa de menos.Jose me ha dicho algo de una apuesta y una cena...en fin, vosotros sabréis no?
    Muchos besos a los dos desde el "ZÚ"

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  4. Hola Fili: Hasta Lorenzo ganó en motos en Laguna Seca. Así que sólo faltas tú CAMPEÓN. Como dice Pedro, ya que no abandonas el desafío del parchís, mejor te compras un manual de estrategia y cambia de dados, de cubilete, de tablero y de fichas... En fín, tú sabrás. Ya queda menos. Ni siquiera puedo imaginarme lo complicado de tu lucha, pero todos estamos contigo. Así que cuando te flaqueen las piernas, acuérdate de todos nosotros y echa mano de nuestro apoyo como si fuera la zona de avituallamiento, y seguro que igual que Contador pudo superar momentos difíciles en la contrarreloj del sábado, tu también podrás superar con mucho esfuerzo a ese Sr. T. Ánimo Fili, oeee, oe, oe, oeeeeeeeeeeee. HONOR Y FUERZA.

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