jueves, 8 de julio de 2010

Día 90

Son las nueve y media de la mañana de este jueves, primero del sexto ciclo. Esta noche no he dormido demasiado bien por culpa de nuevo de la garganta. Me desperté sobre las tres con ella bastante reseca y algo dolorida. Tardé un buen rato así en poder volver a coger sueño, aunque al final lo logré y seguí ya del tirón hasta las siete, pero como me sentía todavía algo cansado, di media vuelta y volví a dormir hasta las ocho y media, hora a la que finalmente me he levantado. Me he perdido por tanto el segundo encierro de los Sanfermines. Ya lo veré luego por internet.

Ayer el día no fue malo ni mucho menos, aunque las molestias en la garganta me están dando la lata bastante más de lo que pensaba. Mañana hará una semana que empecé con la ronquera y a día de hoy sigo con la voz un tanto cascada y una sensación casi continua de picor o sequedad. He detectado además que me ha vuelto a salir una pequeña placa en la misma amígdala que me había dado problemas en el segundo ciclo y que me provocó bastante temperatura. Espero que en esta ocasión a base de buenas gárgaras de bicarbonato y limón, y otros remedios caseros, podamos mantener el tema más o menos controlado hasta que desaparezca por aburrimiento.

Con todo, repetí mi rutina habitual por la mañana, en cuanto a que comencé con la redacción de los blogs, la lectura y respuesta del email, para seguir luego un buen rato leyendo la prensa online tanto general como deportiva. Al acabar, realicé mi media hora sobre la cinta donde sigo encontrándome muy bien. Tengo por ello muchas ganas de volver a salir a caminar por el parque en cuanto me recupere de la garganta. Después de la ducha repetí como el día anterior y me tiré a dormir algo menos de una hora sobre la cama pero que a mí me sentó como si hubiera dormido toda una noche.

Se hizo así la hora de la comida y al acabar ésta llegaba una nueva etapa del Tour de Francia en la tele. Para cuando me puse a verla quedaban más de cien kilómetros por delante, más o menos unas dos horas largas de carrera por carreteras llanas sin ningún peligro aparente. Vamos, que etapa para personas que son capaces de tragarse cualaquier cosa. Aun así, como tengo ya "callo" con este tipo de retransmisiones, me la vi entera mientras eso sí, interneteaba al mismo tiempo. Más o menos cuando quedaban veinte kilómetros llegó mi padre para ver conmigo el desenlace. Como era de prever, la etapa se resolvió al sprint con victoria de nuevo para Alessandro Pettachi –segunda que consigue-. Es curioso lo de este italiano de 36 años, uno de los más veteranos del pelotón. Desde aquel epsectacular 2003 cuando se alzó con 6 etapas en el Giro, 5 en La Vuelta y 4 en el Tour, el ciclista de La Spezia no había vuelto a correr el Tour hasta esta edición. Y de momento no ha podido hacerlo con mejor fortuna: dos de dos. Se demuestra una vez más que los viejos rockeros nunca mueren. Sobre todo cuando además de viejos son buenos.

Llegó mi mujer como de costumbre a eso de las seis y pico, y al poco estábamos ya dándole a las cartas, donde perdí al Chinchón, para pasar luego a la cita que estaba esperando con mayor interés habida cuenta de mis últimos fracasos: el Parchís. Con un final de esos casi imposibles, conseguí levantar una partida que parecía totalmente perdida, así que satisfacción doble. Otro día que el tablero se ha librado de salir por la ventana…

Al poco de acabar nos pusimos a cenar mientras veíamos la primera parte del partido de España contra Alemania. Realmente no fueron unos primeros cuarenta y cinco minutos demasiado brillantes. Pero la cosa cambió en la segunda parte donde España pareció mucho más fresca de ideas mientras que los alemanes se fiaban a una acción aislada al contraataque o a balón parado. Y fue justo de esta última forma como se adelantó no Alemania sino España en un espléndido remate de cabeza de Puyol que sin duda pasará a la historia del fútbol de este país. España estará por primera vez en una final del Campeonato del Mundo, algo increíble, inolvidable. A veces más incluso cuando luego la pierdes. De las tres finales que he vivido con Italia -82, 94 y 2006- con dos victorias y una derrota creo que la que más recuerdo es precisamente esa final perdida en el 94 en los penalties contra Brasil, nuestra verdadera bestia negra –ya no había ganado otra final en el 70 con el mejor Pelé-. Algún día os contaré dónde estaba ese día, cómo vi la final y cómo acabé. Es algo que saben muy pocas personas. Pero volviendo a España, pienso que está mucho más cerca de la victoria que del fracaso. Holanda por lo demostrado hasta ahora es incluso inferior a Alemania, así que sería una pena dejar pasar una oportunidad como ésta que tal vez no se repita en muchos años.

Cuando acabó el partido estuvimos viendo por LaSexta Bones, otra de esas series que no es que estemos enganchados, pero que nos gusta ver de vez en cuando. Así que al final serían las doce pasadas cuando terminó el segundo de los capítulos que ayer ponían. A esa hora ya no se escuchaban en la calle los claxon de los coches que desde el final del partido de España no habían dejado de oírse. ¡Menos mal!, pensé aliviado.

Estuve leyendo un poco mientras me tomaba la temperatura para ver si la dichosa placa no me estaría subiendo alguna décima, pero por el momento no es así. Apagué la luz con el mismo pensamiento de todos los días: otro que he pasado bien.

Hoy ha amanecido nublado y las previsiones no son nada halagüeñas puesto que hasta mañana no deberíamos volver a ver el sol. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

4 comentarios:

  1. Desde Benidorm te envio unos cuantos rayos de sol de los que aquí estamos "sobraos" ya que, la verdad, aunque nos sentimos un poquitin achicharraos , está demostrado que un mayor número de horas de luz es muy beneficioso para la salud mental y emocional (esto explica que los abuelos se suelten la melena y se desencajen las caderas bailando cuando vienen a pasar el invierno)

    Mucho ánimo y ya nos queda poco para vencer al enemigo.

    Muchos besinos.

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  2. Esas amigdalas puñeteras... espero que te pongas mejor. Por favor Fili no desees que recordemos esta final por perderla. Ya perderemos otra, esta la ganamos, que quiero ver al carita de mis niños... ainsss si vieras qué ilusión con sus camisetas en el balcón gritando España España. Gloria decía Alemania a su casa, qué risas...

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  3. Fi, yo de pequeña tenía muchs aveces anginas y hacía gárgaras de kemphor un elixir bucal que quema más que la leche, pero a veces hasta veía como salía la placa...

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  4. ayyyyyyyyyyyyyyyyy!!! si jugaron de cine!! solo les faltó acertar un poquito más ne portería! desde luego, qué exigente yes con la roja!! pero bueno, por lo menos se te ve muy "yo soy español" con la camiseta!

    Espero que esa placa se vaya a hacer puñetas pronto cariño!

    Millones de besinos y rayitos de sol

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