Día 86

Son las diez y media cuando comienzo a escribir el Blog, en este domingo, que pone fin al quinto ciclo, así que mañana si todo va bien tocará poner el sexto. Hoy he dormido más de lo habitual, unas ocho horas y media. La garganta sigue algo tocada aunque por lo menos no me da guerra por la noche. De todos modos a ver si a base de miel con limón, gárgaras, infusiones y no hablar mucho consigo que se recupere cuanto antes.

Ayer a parte del tema de la garganta por lo demás fue un día muy tranquilo y llevadero. Por la mañana como de costumbre, después de echar un par de horas largas entre los blogs y poner al día el correo electrónico, estuve viendo un poco los entrenos de motos –hoy son las carreras en Montmeló- mientras aprovechaba para internetear leyendo algunos diarios online.

Antes de comer y dado que había decidido no salir a caminar para seguir cuidando la garganta, sustituí de nuevo la sesión exterior por una en la cinta. Volví a caminar los treinta minutos de rigor. Después, ducha y a seguir viendo la tele hasta la hora de la comida.

Por supuesto –supongo que nadie lo había dudado- como todo sábado que se precie, ayer tocaba pasta para comer. Descansamos luego un rato en el sofá hasta que llegó la hora del primer partido del día, el Argentina Alemania, para el que vino también mi padre. ¡Vaya repaso que le dieron los alemanes a los chicos de Maradona! Creo que ayer quedó patente la diferencia entre un equipo trabajado a nivel táctico y otro en el que todo se basa en la calidad de los jugadores.

Tras el partido nos pusimos mi mujer y yo con nuestro duelo diario. Ayer la cosa estuvo repartida, puesto que fue para mí el Chinchón y para ella el Parchís. No hubo Dominó porque mi mujer se tenía que encargar de preparar la cena, y además había que hacerlo con tiempo suficiente para que compaginarlo con el partido que jugaba España.

¡Vaya con los paraguayos!, ¿verdad? Seguro que más de uno se esperaba un equipo encerrado en su trinchera y con poco juego, coser y cantar para España. Eso es que se fía de lo que dicen toda esa pléyade de periodistas deportivos de salón, que son casi peor que la prensa del corazón. La verdad es que la prensa deportiva de este país tiene un nivel bastante patético en general y no dejan de ser meros forofos sin ningún tipo de rigor. Pero lo cierto es que el partido fue muy complicado aunque al final se impuso la mayor calidad –que ayer no es que fuera muy evidente para ser sinceros- de España. Así que por primera vez veremos una semifinal con España de protagonista. La cita es el próximo miércoles frente a Alemania.

Después del partido decidimos acabar con la peli que habíamos empezado el otro día, la de Teniente Corrupto de Nicolas Cage. Ya os había comentado que era bastante mala, pero casi peor es el final. En fin, vista está.

Nos iríamos a dormir con todo sobre las doce y media. Como me encontraba ya con sueño ni siquiera abrí el libro que estoy leyendo ahora. Apagué así directamente la luz y al poco me quedé dormido.

Hoy ha amanecido nublado y se nota que ha refrescado algo. De todos modos que nadie se alarme que para mañana volverán a subir las temperaturas. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”