viernes, 23 de julio de 2010

Día 105

Son las diez en punto en este viernes, tercero del sexto ciclo, cuando comienzo a escribir el Blog. Esta mañana me he levantado un poco más tarde porque ayer fue un día largo y necesitaba recuperar un poco de sueño. Habré dormido casi nueve horas así que me encuentro francamente bien. Lo único que he notado es que la garganta está algo resentida de todo lo que hablé ayer, pero bueno, tampoco nada serio. Miel con limón y reposo, y seguro que mañana o incluso esta tarde estamos otra vez mejor.

Ayer como sabéis era mi cumpleaños. El día empezó de una forma un poco especial: a las seis y media me tuve que levantar para tomar la primera dosis de contraste. Luego a las siete tenía la segunda y a las siete y media la tercera. A las ocho estaba ya con mi padre en Cabueñes donde todavía tuve que tomar una última dosis antes de que me pasaran a realizar el TAC. Después fue todo bastante rápido: te toman una vía para seguir metiéndote más contraste y empieza la prueba. Apenas dura diez minutos. Me hace gracia que siempre me preguntan lo mismo, que si tengo alergia al yodo. Y yo siempre les respondo también lo mismo, que no creo, porque con las farturas que me meto a oricios cada vez que hay marea creo que lo sabría…

De este modo volvimos a casa relativamente pronto, sobre las nueve. Mi mujer me estaba esperando para darme los primeros regalillos, pero la verdad es que yo todavía no me encontraba con ganas para abrir nada. Me tiré en el sofá un rato pensando esto y aquello, hasta que decidí que nada iba a estropear mi cumpleaños, así que lo primero era lo primero y comencé a redactar mi blog. Justo entonces llegó mi padre con más paquetes. A partir de ahí fue ya un goteo incesante durante todo el día. No voy a poner los dientes largos a nadie enumerando todo lo que me cayó ayer, porque más que un cumpleaños parecería que estuviera describiendo la carga del camello de Melchor en la cabalgata de Reyes. Familia, amigos... todos se acordaron de una forma u otra. No sé la cantidad de mails y mensajes de Facebook y de móvil que recibiría ayer. Nunca en mi vida había tenido un cumpleaños tan espectacular. Gracias a todos porque de verdad lo que parecía que iba a ser una fecha un poco triste se transformó en una fiesta que nunca olvidaré. Ha sido el cumpleaños más feliz que recuerdo.

Poco antes de la comida llegaron mis padres con una tarta, como manda la tradición. Así que después de comer hice la correspondiente foto con la velas, donde además conté con la compañía de mis suegros. Después llegaron mi primo –el de Zumosol no, el de Bruselas- y su novia. Cuando se fueron me eché un ratito a descansar pero casi no tuve tiempo porque al rato llegaron de nuevo mis padres con mi hermano, con el que vi el final de etapa en el Tour, que aunque sea el cumpleaños uno no pierde sus “buenas” costumbres.

Por cierto, justo a la hora de la comida me llamaron de Cabueñes para comentarme que habían llegado unos primeros resultados de Salamanca, y a falta de que llegue el informe completo, la primera impresión es positiva. Además ya tenía también el resultado del TAC sin nada digno de mención. Tenemos parece así controlada la enfermedad y en principio nada impediría el que pueda ingresar en cuanto desde Oviedo den la el visto bueno. Hoy hablarían entre ellos para tomar una decisión por lo que probablemente esta mañana pueda recibir su llamada.

Hacia las seis de la tarde aprovechando que mi mujer salía un momento, vino mi prima la enfermera para hacer horas extras de labor social y atención a un pobre enfermo. Da gusto tener servicio de atención personalizado las veinticuatro horas.

Pero todavía faltaba una última sorpresa, que no sé por qué, ya algo me olía. Mucho me extrañaba a mí que mis amigos de la pandilla no me hubieran llamado. Porque alguno –no diré su nombre- sí que es de esos que no se acordaría ni del día en el que nació él, pero también hay otros que son todo lo contrario. Digamos que de esta forma se compensan y al final cada año todos se acuerdan. Así que cuando estábamos cenando y mi mujer me dijo que me asomara a la ventana ya me imaginé lo que me esperaba. Y ahí estaban todos y en un coro perfecto compuesto por seis voces masculinas y seis femeninas –bueno, en realidad siete porque estaba también mi preciosa ahijada- me cantaron el cumpleaños feliz. ¡Por Dios, que esto es El Coto, un barrio serio!, les dije desde la ventana. Y como llevamos tantos años juntos y me conocen como si me hubieran parido, por supuesto el regalo que me trajeron sabían que iba a tocar mi fibra sensible. No me preguntéis cómo lo harían, pero lo cierto es que al abrir el paquete tenía delante de mí una gorra de Ferrari dedicada a mi nombre por…¡Fernando Alonso! Se ve que el asturiano es hombre de mundo porque escribió correctamente mi nombre, con sus dos pes, como tiene que ser. De lo contrario hubiera mandado una misiva al presidente Montezemolo para que procediera de forma inmediata a su despido. ¡Ah!, y de las ocho vueltas que tengo contratadas en un circuito para pilotar un Ferrari ya os hablaré otro día...

Después de la cena estuvimos viendo la tele, aunque con tanto regalo por revolver con él apenas presté atención al capítulo del día de Ley y Orden. Luego sí que estuvimos viendo Las Mujeres Perfectas, con Nicole Kidman.

Se me olvidaba: fue un día tan perfecto que ni siquiera perdí al Parchís. Tal vez tuviera bastante que ver con esto el que no jugáramos.

Hoy ha amanecido nublado y justo cuando concluyo el Blog veo por las ventanas el primer ensayo de los cazas que mañana formarán parte de la exhibición aérea sobre la Playa de San Lorenzo. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

2 comentarios:

  1. De todas las entradas de tu blog, que sigo desde su inicio, esta es la que más me ha emocionado. Porque en ella has sacado todo lo positivo y hermoso: la familia, la amistad, y los proyectos, las ilusiones. Hoy tengo más claro que nunca, que estás en el lado de los vencedores y que todo va a salir bien. Un abrazo muy fuerte amigo. Sigo con S. Rocco, y avísame si empezamos con Santa Ana, Santiago o tenemos que meter algún expontáneo...

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  2. Totalmente de acuerdo con MamideGlori, me ha dejado sin palabras.

    Aprovecho para saludar a tu familia, la de Mónica, y a la pandilla ( que graaaaaades)....y ya que estamos a mis padres, a mis hermanos, a todos mis amigos y paisanos....y a la gente que me ha apoyado desde el comienzo de mi carrera....snif, muchas GRACIAAAS a todos por este premio. Thank you!!

    HONOR Yy FUERZA

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