miércoles, 30 de junio de 2010

Día 82

Son las ocho y veinte en este miércoles, segundo del quinto ciclo, cuando comienzo a escribir el Blog. Esta noche he dormido francamente bien. Raro en mí, únicamente me desperté una vez, y fue al poco de quedar dormido. El resto fue todo del tirón. De este modo me he levantado muy descansado por lo que en apenas una hora me iré a dar mi paseo diario, aprovechando que todavía la temperatura es agradable.

Ayer fue un día bueno –y no me refiero únicamente a lo que vendría por la noche-. No me encontré ya tan cansado como el lunes, aunque preferí no tentar a la suerte y de este modo, no salí a caminar por la mañana. Estuve toda ella entretenido con los blogs, el correo electrónico y leyendo un poco. Como era festivo, mi mujer no trabajaba, así que mientras yo hacía eso, la pobre se dedicó a la limpieza. ¡Vaya manera de celebrar un día sin tener que ir a trabajar!

A media mañana ella se fue a dar una vuelta –el día estaba realmente espléndido-, por lo que vino mi padre para que no me aburriera solo. ¡Y qué mejor forma de pasar el tiempo que con unas partidas, modalidad relámpago, al Parchís! La verdad es que no recuerdaba un día de esos en los que absolutamente todo te sale y a tu oponente, ni una. Pero así fue. Tres partidas a cero en apenas media hora y ni una sola ficha comida en mi contra. Aplastante. Como mi padre es casi tan competitivo como yo, sé que en el fondo está dolido, así que habrá que darle revancha esta mañana.

Para cuando regresó mi mujer tenía yo preparada ya la mesa con la comida, así que nos pusimos de inmediato manos a la obra, que luego teníamos faena hasta la hora del primer partido. En realidad lo que teníamos previsto era aprovechar ese tiempo para hacer unas sabrosas galletas de avena. Y así lo hicimos. Algún día os dejo la receta porque son sencillísimas de hacer.

A las cuatro, justo al acabar con las galletas, llegó mi padre para ver conmigo el partido, un “apasionante” Paraguay Japón que el único atractivo que tuvo fue que se resolvió desde el punto de penalti. ¿Por qué nos gustará a la mayoría que un partido acabe en la tanda de penalties? Supongo que por la emoción, pero lo que está claro es que si es nuestro equipo el que está de por medio, entonces la cosa cambia y es lo peor que te puede ocurrir. Sobre todo cuando luego pierdes. Lo digo por experiencia.

Así que entre prórroga y penalties el partido acabó cerca de las siete menos cuarto. Fue entonces cuando decidimos hacer una excusión sorpresa a Quintes, el pueblo de mi mujer. Llevaba tres meses por lo menos sin dejarme caer por ahí, así que fue una sensación muy agradable el volver a ver todo aquello. No fue más de media hora pero valió la pena. La próxima vez igual nos animamos a bajar a dar una vuelta por Playa España, aunque creo que este año está que da pena porque las riadas provocadas por las fuertes lluvias de hace un par de semanas, se llevaron toda la arena y aquello es todo rocas. Una pena.

Para cuando volvimos era casi la hora de comienzo del gran partido del día, el España Portugal. La primera parte fue un poco tostón, pero la segunda respondió a las expectativas, aunque tal vez en Portugal no opinen lo mismo. Lo importante es que pasó España y de este modo estará en cuartos donde le espera un rival, Paraguay, que invita al optimismo. ¡Pero ojo con bajar la guardia!

Al acabar el partido todavía estuvimos un rato viendo las típicas entrevistas pospartido. Luego, haciendo un poco de zapping, nos quedamos con Españoles por el Mundo en La1. Ayer me hizo gracia porque una parte del programa era sobre gente que estaba en Italia. Recuerdo el comentario de una mujer que decía: "a mí los italianos siempre me gustaron, pero desde que estoy aquí casi que empiezan a caerme peor porque no soporto que se arreglen más que yo para salir ". ¡Cuánta razón lleva!

Hoy ha amanecido nublado, aunque es más que probable que como ayer acabe por despejar. La temperatura ahora mismo creo que es de diecinueve grados, así que perfecta para salir a caminar media hora. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

2 comentarios:

  1. España, España!! qué nervios, qué nervios!! y sacando les castañes del fuego el de Tuilla! Yo vi el partido en La Felguera, así que imagínate la que se montó cd metió el gol...lo de verlo en Tuilla, tuvo que ser espectacular!
    Ayer mi madre ejerció de secretaria, tarea que hace siempre a las mil maravillas, porque nunca sabemos cómo se arregla, pero consigue más información que si lo hacemos los demás. Ahora te explico: llamó a Cantabria, a mi sindicato, dado que los de aquí "no mueven" ni el pelo de las pestañas, para saber qué se sabe. Pues información fresquita, es que con la puntuación de mi examen, con 15 puntos de méritos, cogería plaza. Ruth con un poquito más. La cosa es que a mí me salen unos 27,7. IMPOSIBLE!! así que hoy tendremos que volver a llamar para confirmarlo.
    Cómo me alegra que hayáis ido a Quintes; estoy segura que fue una sensación estupenda, porque además de ser un sitio precioso, hay mucha gente que te quiere mucho mucho; vamos, que yes como el neñu adoptau! Os mando muchos besos a los dos y miles de rayitos de sol!

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  2. Hola Fili: España no puede perder, porque yo llevo a todos los partidos mi camiseta de Asturias, la bandera de España y, lo más importante, la bufanda que jamás ha visto perder a su equipo, la del Sporting que le regalasteis a Lourdes el primer año que fuimos a Mestalla a ver cómo mi Valencia sucumbía 2-3 ante el equipo que Villa lleva en su corazón. Así que esa bufanda tiene que estar presente en el resto de partidos de la Selección Española, que aunque roja, es nuestra selección. Viva el Guaje.
    HONOR Y FUERZA

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