Día 55

Hoy comienzo a la una de la tarde a escribir el Blog, ya que hace apenas cinco minutos que he llegado de Oviedo donde he pasado toda la mañana para la realización del PET/TAC que tenía programado a las ocho. En realidad no he tenido que esperar mucho; lo que ocurre es que son pruebas que llevan su tiempo de preparación y al final, como ha ocurrido hoy, prácticamente echas la mañana entera.

El día de ayer fue de los mejores que he tenido en este ciclo, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos ya en mitad de la segunda semana del mismo. No tuve fiebre en ningún momento del día y tampoco tuve ninguna molestia digna de mención.

La mañana como de costumbre la dediqué a internetear más que a otra cosa, aunque tuve eso sí mi break habitual a eso de las once para descansar los cuarenta y cinco minutos de rigor, como si de la primera parte de un partido de fútbol se tratara. La segunda parte queda luego para después de comer.

Mi padre que como no puede ser de otro modo, sigue enganchado al ordenador, sin embargo ahora alterna sus horas delante de la pantalla con la lectura de un libro en italiano que recientemente me habían dejado: Gomorra. Yo la verdad es que tenía que leer un poco más, porque apenas leo algo antes de dormirme, pero durante el día es muy raro que me ponga a leer un libro. ¡Y mira que tengo por casa cantidad de ellos sin leer! No sé, me da un poco de pereza.

Por la tarde, después de comer, hubo sesión intensiva de tenis. Para empezar estuve viendo el enfrentamiento entre la número uno del mundo, Serena Williams y la australiana Stosur. Partido a tres sets que se decidió a favor de la australiana con lo que se produce una nueva sorpresa en el torneo parisino tras la eliminación el día anterior del también número uno, en este caso masculino, Roger Federer. A la conclusión de este partido venía el plato fuerte de la jornada, en el encuentro que medía a Rafael Nadal y Nicolás Almagro. No le resultó nada fácil al manacorí, que a pesar de imponerse en tres sets, tuvo que hacerlo en el tie break en los dos primeros, mientras que el tercero lo resolvió por un también apretado 6-4. Mereció algo más el murciano Almagro.

Justo cuando acababa este partido llegó mi mujer, así que nos pusimos con nuestra particular competición de juegos. De nuevo hubo reparto en cuanto a victorias se refiere, venciendo yo en primer lugar al Chinchón, pero cayendo luego aplastado al Parchís.

Entre juego y juego llegó así la hora de la cena y tras ella la sesión de cine, no sin antes leer vuestros comentarios en el Blog, algo que hacemos mi mujer y yo con gran ilusión y satisfacción todos los días antes de ponernos con la película.

Anoche vimos Napoleón y Yo, película que mezcla la ficción con la historia durante el periodo en el que el emperador francés vivió en la isla italiana de Elba. Lo hace además con cierta dosis de humor que la convierte en una película agradable de ver. En el reparto destaca la participación de Monica Bellucci, por cierto, también agradable de ver, dicho esto desde el enorme respeto y admiración que siento por su trayectoria profesional. Este comentario me valdrá una colleja sin duda.

Hoy ha amanecido nublado pero con el paso de las horas las nubes se han disipado y en estos momentos luce un sol espléndido. La temperatura exterior además roza los 23 grados. ¡Qué maravilla! Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”