domingo, 6 de junio de 2010

Día 58

Son las diez y media de la mañana de este domingo, último día del tercer ciclo, cuando empiezo a escribir el Blog. Esta noche he descansado muy bien, y de hecho me he levantado un poco más tarde de lo habitual.

Ayer por la mañana, después de desayunar, me puse con el Blog mientras que como os comentaba, veía los entrenamientos libres del GP de motociclismo de Mugello, correspondientes a la categoría de MotoGP. Fui testigo así en directo de la grave caída de Valentino Rossi, de la que seguro habréis oído hablar aunque no sigáis el mundo de las dos ruedas. ¡Menudo palo para el Mundial y para todos los que somos fans del gran Rossi! Pero eso demuestra una vez más que ni los más grandes están libres de cometer un error. A veces el destino parece aguardar escondido tras una esquina para jugarte una mala pasada: ¿quién le iba a decir a Valentino que en el circuito que conoce como la palma de su mano iba a sufrir la caída más grave de toda su carrera deportiva -en la que nunca se había perdido ni siquiera un GP- y que le obligará a estar cinco o seis meses fuera de las pistas?

Con el cabreo que me produjo la mala fortuna de Rossi pasé el resto de la mañana, que por lo demás, fue al igual que en días anteriores, muy tranquila. La congestión nasal que os comentaba ayer, ha remitido casi por completo, así que también en ese sentido me encuentro mucho mejor. No me puedo quejar en absoluto de cómo ha ido este tercer ciclo, que a falta del día de hoy, podríamos decir que ha sido el mejor. No obstante como no me canso de repetir, lo importante no es lo bien que pase los ciclos, sino el resultado que tengamos tras los mismos. Pero igualmente estoy convencido de que lo uno llevará a lo otro.

Antes de la comida aprovechamos que teníamos tiempo sin nada que hacer, para echar una partidilla al Parchís. Comenzaba así para mí lo que sería un día glorioso en lo que al juego se refiere. Primera partida y primera victoria.

Como buen sábado y en homenaje a las tradiciones familiares, en la comida di cumplida cuenta de una montaña de tagliatelle alla bolognesa. Siempre he dicho que podría sobrevivir comiendo únicamente pasta. De hecho, cuando mis padres alguna vez se iban de vacaciones, prácticamente era lo que comía durante toda su ausencia.

Llegaba entonces la hora de la final femenina del Ronald Garros que enfrentaba a la veterana italiana Francesca Schiavone y a la australiana Samantha Stosur. ¡Qué partidazo se marco la Schiavone! La italiana, que partía como favorita número 17 en el torneo logra así ser emular a Nicola Pietrangeli en los años 60 y a Adriano Panatta en el 76, únicos italianos que han llegado a ganar el Roland Garros en toda la historia del mismo. Nadie además desde 1933 había logrado llevarse el título de féminas partiendo desde fuera del top ten. No es de extrañar que el triunfo de Schiavone haya merecido en la prensa italiana tanta repercusión como la propia caída de Rossi. Vaya lo uno por lo otro.

Con el buen sabor de boca que me había dejado la final me puse entonces a jugar un poco con el ordenador. Me había bajado ya el otro día un juego al que había estado realmente enganchado hacía muchos años, en mi época universitaria, cuando me dedicaba con especial entrega a cualquier cosa que no fuera estudiar. El juego consiste en ir creando una compañía de transportes que abarca autobuses, camiones, trenes, aviones, etc. Partes de la nada en un escenario totalmente virgen, y se trata de llegar a construir todo un imperio. Puedes echar así horas y horas jugando hasta que logras el objetivo.

Estaría algo más de una hora y media jugando cuando volvió mi mujer de unos recados que había ido a hacer. Retomamos así nuestras partidillas, primero con una de Chinchón y después con una al Parchís. Como comentaba antes, ayer tenía mi día porque en ambas me impuse de largo.

Al acabar, mientras mi mujer preparaba un buen pescadito para la cena, estuve viendo un poco el Suiza Italia, amistoso de cara al Mundial. El partido finalizó con empate a uno, así que los italianos, supersticiosos como nadie en el mundo, ya se están frotando las manos puesto que en los dos últimos mundiales logrados en el 82 y en el 2006, la preparación se cerró con un encuentro frente a Suiza que en ambos casos finalizó con empate a uno. ¿Casualidad o destino? Ya veremos.

Después de la cena venía la sesión de cine para la que Amazing Grace fue ayer la elegida. Una buena película basada en la vida del político británico William Wilberforce, implacable luchador a favor de la abolición de la esclavitud allá por el siglo XVIII.

Al acabar la película, hicimos un poco de zapping para ver qué se cocía por el Rock In Río. Nos encontramos así con la actuación de Rihanna, que como no es precisamente nada del otro mundo –por supuesto para gustos hay colores-, nos invitó a apagar la televisión e irnos para la cama.

Estuve todavía leyendo un cuarto de hora antes de apagar la luz. Miré el reloj de la mesita y era justo la una de la mañana.

Hoy ha amanecido bastante nublado y de hecho, las calles mojadas, indicaban que por la noche con toda seguridad había llovido. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

2 comentarios:

  1. Holaa,esta mañana al ver la caida de Rossi en la television me acorde de ti,ya veo que lo vistes en directo.
    Bueno pues me alegro de que el tercer ciclo lo lleves bien,aunque los demas los llevaras aun mejor.Mucho animo y besos Filippo.

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  2. como voy a permitir que acabes el dia numero 58 con un solo comentario, hasta ahí podiamos llegar, pues nada a ver que sale ....

    cuando viste la caida de ese italiano (como se lamaba...) a si un tal Rossi, ese que nunca se caia, te sentiste identificado con el?, en el sentido de que todos los grandes tienen un traspiés en su vida, del que les sirve para levantarse y volver con mas gana, un nuevo reto personal, para esos que lo tienen todo ganado. Aunque lo va a resentir mucho el mundial sin él, yo apenas vi la carrera, si es cierto que en parte porque el jefe de la casa quería ver los simpson,

    y con respecto el partido de Italia, si fuera por motivos de supersticion, entonces pactariais ya el resultado, el 1-1

    Hay ciertas cosas que no está bien que digas en publico lo que haces con Monica.
    Si no viene el sabado Eva en arroes y me dice si jugamos una al parchisssss, por el amor de dios que un "paisano ye un paisano...." y no penseis mal que de esta me libré que al final se le olvidó, uffff

    bueno con esto te voy a ir dejando, y se bueno

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