martes, 8 de junio de 2010

Día 60

Son las ocho y media de la mañana cuando empiezo en este martes, primero del cuarto ciclo, a escribir el Blog. Esta noche no he dormido del todo mal, aunque al final hayan sido únicamente seis horas. Habrá que recuperar por lo menos una hora durante el día. En cualquier caso me he levantado descansado y después de una ducha acompañada de buena música y de un desayuno continental, me encuentro en perfecto estado para afrontar este día.

Como ya os había anticipado en el Blog, ayer estuvimos toda la mañana por Cabueñes. De los análisis realizados destacar en primer lugar que las defensas, aunque todavía un poco bajas, siguen aumentando paulatinamente ciclo tras ciclo. Las plaquetas por otra parte, continúan en cifras dentro de los parámetros de una personal normal, si bien en este tercer ciclo han caído un poco con respecto al segundo. Por último, la hemoglobina, otro de los parámetros que tenía por los suelos al inicio del tratamiento, ha alcanzado su cifra más elevada.

Después del primer pinchazo para la analítica, y tras pasar por la consulta donde comentamos los resultados con la hematóloga, llegaba el turno del segundo pinchazo, éste un poco más profundo. Tocaba la biopsia de médula ósea, y aunque uno ya comienza a sentirse veterano en esas lides –llevaba realizados uno en la cresta ilíaca y dos en el esternón-, ayer estaba un poco nervioso antes de empezar. Más que nada porque en los tres intentos anteriores no habían sido capaces de extraerme sangre directamente de la médula ósea, puesto que al estar ésta fibrosada por la enfermedad, hacía del todo imposible sacar nada de ella. La importancia de poder sacar sangre de la médula radica en que de su posterior análisis, al parecer se pueden extraer resultados mucho más ajustados y detallados de la situación en la que me encuentro. La doctora que ayer se encargaba de la prueba, muy joven, no es que fuera precisamente el paradigma de la fuerza bruta. Más bien al contrario, era una chica delgada y que medio en broma me dijo que además no había desayunado, así que no andaba en plenitud de facultades físicas como para tener que hacer demasiados esfuerzos. Había además en la habitación otras personas jóvenes a las que la propia doctora les fue explicando los pasos a seguir para realizar una biopsia de ese tipo. Fue interesante porque así yo mismo iba siguiendo paso a paso lo que me iban haciendo y el motivo de cada uno de ellos.

De nuevo ayer comenzamos probando con la cresta ilíaca. Para empezar te inyectan un poco de anestesia en la zona y tras cinco minutos de reposo comienza la pequeña intervención. Nada más atravesar la piel y llegar al hueso –que nadie piense que lo hacen con una broca del quince; es un trócar muy pequeño el que se usa- se toparon con puro mármol. Uno que toda la vida ha sido deportista y que ha tomado más leche que la de los anuncios de la Central Lechera, lógicamente tiene los huesos más bien durillos. Así que tras abrir la ventana para que corriera un poco el aire y retomar fuerzas, no sin poco esfuerzo, la doctora logró atravesar finalmente la cortical del hueso. Ese es el momento cuando de verdad notas un ligero dolor, pero llevadero -¡para dolores los del dentista!-; llegó entonces el momento de la verdad: aspirar y comprobar si de ahí sacábamos algo. Y por suerte, para mi alegría, así fue. Eso significa en principio que la médula no está tan fibrosada como en las anteriores veces, lo que debería indicar una mejoría en el estado de la misma. Ahora sólo nos falta confirmar con la analítica de la muestra extraída esa mejora y cuantificarla. Después de extraer un par de muestras me aplicaron un poco de Betadyne –por supuesto la herida no merece ni un punto de sutura- y luego me estuve media hora tumbado boca arriba para que mi propio peso sirviera para ayudar a taponar la pequeña herida.

Al acabar, nos fuimos al Hospital de Día donde me aguardaba el tercer pinchazo del día, el de la quimio. Esta vez para nuestra suerte, la medicación llegó muy pronto de la Farmacia, por lo que en total, no estaríamos más de dos horas en la habitación que siempre me asignan en cada ciclo. Durante ese tiempo me adormenté un ratito, y luego me centré ya en el partido de tenis –se acabó la temporada de tierra y comienza la de hierba- que jugaba Juan Carlos Ferrero en el Torneo de Halle (Alemania) contra el local Meltzer. Más tarde tuve la suerte de recibir la visita de un traumatólogo de Cabueñes –con el que tengo muy buenos amigos en común-, que tras recuperarse también de un linfoma, ahora mismo se encuentra totalmente repuesto y trabajando con toda normalidad. Me transmitió así todo su apoyo, pero lo más importante, el ver una persona que ha recorrido con éxito el mismo camino que ahora tú estás andando, te da una motivación adicional para no detenerte ni mirar nunca atrás, fijando la mirada únicamente en lo que tienes delante.

Bajamos de Cabueñes justo para la hora de comer. Como mis padres aprovechando nuestra ausencia habían estado toda la mañana de limpieza en mi casa, fue mi tía quien se encargó de prepararme la comida. Como no podía ser de otro modo, y habiendo pasado toda la mañana en ayunas, devoré todo que ni Carpanta en sus mejores sueños.

Con la comida en la panza -y por si alguien pensaba que los lunes no hay deporte-, seguí con el Torneo de Tenis de Halle –donde por cierto Ferrero había ya perdido su partido-, alternándolo por otra cadena con el de Queens en Londres, también de hierba. Son los típicos torneos preparatorios de cara a Wimbledon. En el primero estará Roger Federer, mientras que en el segundo lo hará Nadal. Parece que esquivan para no enfrentarse hasta el gran torno de hierba por excelencia. Pero también hubo tiempo para el ciclismo, con la segunda etapa de la Dauphiné Liberé –prueba por su parte de preparación para el Tour- donde Contador conservó el maillot amarillo conseguido tras la crono del primer día.

Se hizo así la hora de nuestro campeonato de juego. Apenas tuvimos tiempo para una partida al Parchís, aunque fue suficiente para que volviera a saborear las mieles del triunfo.

Protegidos por su Enemigo, de Samuel L. Jackson fue la película escogida para el día. Típico thriller –quizás no llegué a tal categoría- en el que el protagonista, un policía amargado, le hace la vida imposible a sus nuevos vecinos. Para un martes, película más que suficiente.

Nos fuimos así a la cama cuando serían cerca de las doce. Noté algunas molestias en el estómago, en forma de pequeñas náuseas, pero nada importante. Ya las había sentido con anterioridad en los primeros ciclos, y para nada me impidieron comer con normalidad, así que no me preocupé, leí un ratito y luego ya apagué la luz con la satisfacción de que ya hemos recorrido la mitad del camino, y seguros pero sin pausa, nos vamos aproximando a la meta.

Hoy ha amanecido nublado y con amenaza de lluvia según los pronósticos. Me viene a la cabeza –y espero no ser gafe para quien no le guste el fútbol, sobre todo- que hace cuatro años, durante el Mundial de Alemania06, no tuve que renunciar –por supuesto lo habría hecho- ni a un solo día de playa por quedarme a ver un partido, ya que el tiempo fue más bien tirando a malo. ¡A ver si va a resultar que se repite y vamos a tener un junio e inicios de julio como el de aquel 2006! Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

4 comentarios:

  1. Hola Fili: veo que tienes ganas de que pase el tiempo. Ayer era lunes, no martes, al menos en Valencia, je, je. Me alegra mucho las noticias de hoy, y los buenos resultados de las pruebas.Unos cuantos pinchazos más y en agosto nos vemos en la Cuesta del Cholo,no lo olvides, con unas sidras. HONOR Y FUERZA.

    ResponderEliminar
  2. Hola Fili:
    Soy Silvia (Kb). Aqui empiezo hoy a escribirte pero que sepas que seguidora soy desde el principio.
    Solo decirte lo que todos "Arriba el Fili" que si pa la Esteban es su grito de guerra por que no lo puede ser para ti tb.
    Muchos besos para ti y permiteme que le de uno muy fuerte a ese pedazo de mujer, compañera y amiga que tienes por esposa.
    Nos vemos.
    Besitos.
    Pd: Maria y Ruben tb os mandan mil besos.

    ResponderEliminar
  3. Fi!!! que buenísimas noticias todo lo que cuentas!!

    Tenéis que estar super orgullosos los dos de lo disciplinados que sois y de la fuerza que tenéis.

    Os habéis dado cuenta que probablemente ya habéis pasado el meridiano y que las cosas aunque despacio van mejorando?

    Me puedo imaginar el esfuerzo que es el estar siempre en casa y lo duro que es el tener la moral siempre alta, pero el que siembra recoge, y vosotros estáis sembrando a puñaos.

    Muchos besos desde los madriles, nos acordamos todos los días de vosotros!!

    ResponderEliminar
  4. Bufff me has hecho estremecer, con lo de la punción... la verdad es que yo no valgo para doctora. O a lo mejor si valgo, pero es mejor verlo y hacerlo, que leerlo jajajajaja.
    Yo en mis "bellos" partos, tuve esa hermosa sensación de tener a 5 cabeza entre mis piernas, observando como me cosían las entrañas cual vaca recién parida... en finsssss es que la medicina, cura, pero es lo que tiene, que es un poco gore .
    Bromas a parte, deseo y espero que este cuarto ciclo sea llevadero, y encima llega el mundial asi que con mayor razón se va a apasar todo aún más rápido. Besotes.

    ResponderEliminar