jueves, 30 de junio de 2011

Día 530_46

Es la una en punto de este jueves treinta de junio, nublado, cuando comienzo a escribir el Blog. Justo con la de hoy cumplimos nada menos que cuatrocientas entradas en el blog. Casi nada. Una al día desde que me diagnosticaron la enfermedad salvo durante aquel periodo tras el trasplante autólogo, donde escribía únicamente después de las revisiones. Cuatrocientas entradas: eso es más de un año bregando contra una enfermedad que te machaca, más diría que psicológicamente que físicamente, salvo en los momentos más duros de los tratamientos, claro está. Pero que no sólo lo hace en tu persona, sino también en todos quienes te rodean. La cercanía ahora de una posible curación hace que no pueda dejar de pensar en esas personas. En primer lugar en mi mujer, Mónica, siempre a mi lado, sin desfallecer nunca y evitando que yo lo hiciera. Ella es la persona "culpable" de que yo haya sido tan necio a la hora de seguir siempre hacia adelante. Por supuesto mis padres y mi hermano -inmejorable donante- han sido otra de las columnas en las que me he apoyado. Y en mis suegros, siempre atentos cada vez que subía por Quintes para que todo estuviera perfecto. Pero sin olvidarme del resto de la familia ni de todos aquellos que con sus comentarios en el blog, mails, sms... me han obligado a seguir en esta lucha. Gracias a todos.

Los frutos todavía están por verse en su totalidad, pero de momento como se suele decir, aquí estamos, y mañana mucho mejor, porque si no hay novedades hacia las cuatro de la tarde estaré en mi casa. A partir de ahí serán dos revisiones semanales durante unas cuantas semanas hasta que el tema se estabilice, así que me queda hospital por tragar, aunque como es lógico no será ni de lejos lo mismo.

Los análisis hoy siguen en la línea de los últimos días, aunque dado que la hemoglobina ha bajado otro poquito, para tenerme en buen estado hasta el lunes - día de la primera revisión-, han optado por transfundirme dos bolsas de sangre esta tarde. Las plaquetas por su parte se han mantenido, y eso que ayer no realizamos ninguna transfusión.

Del tema urinario sigo percibiendo alguna mejoría, aunque leve, por lo que me parece a mí que durante algún tiempo no podré moverme mucho sin tener un baño a mano. De momento el finde por supuesto pienso pasarlo en el sofá debajo de la manta. Sobre eso no hay dudas.

Esta tarde lo que haremos también será una placa de control en el pecho, ya que aunque las auscultaciones no parecen percibir nada raro, ayer, tanto tras la comida como después de la cena, tuve sendos ataques de tos, como si tuviera algo que arrancar pero sin llegar a conseguirlo. Lo peor es el mal cuerpo que se te queda después de tanto esfuerzo.

Y nada más que contaros. Que me siento muy tranquilo. Pensaba que cuando me dijeran que me iba para casa me pondría a dar saltos de alegría, pero lo cierto es que me lo he tomado con bastante serenidad. Supongo que esta noche la pasaré ya con los nervios propios de la ocasión y que mañana hasta que no me vaya estaré a mil, pero de momento ya os digo que sigo como si nada.

Disfrutad de este último del mes de junio, que mañana estrenamos mes. Un fuerte abrazo de corazón a todos... "y mañana más"; eso sí, en edición vespertina, ya desde casa.

1 comentario:

  1. Pues estamos deseando leer esa edición especial de mañana desde el sofá debajo de la manta. Un beso muy fuerte. Qué dedicatoria tan bonita a los que te quieren. Y a los que quieres. Vivo per lei.

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