miércoles, 8 de junio de 2011

Día 530_24

Son las tres y cuarto de la tarde de este miércoles ocho de junio cuando comienzo a escribir el Blog. Lo hago por primera vez con Mónica en el hospital, adonde llegó ayer a eso de las nueve de la noche en lo que sin duda ha sido la mejor noticia he recibido desde que ingresé. He sentido, y he llorado la marcha de mi padre, lo mismo que el ver desde mi ventana a mis suegros y mi madre irse con él. Y no he llorado más porque esta maldita mucositis ni eso me deja. Tengo los labios tan hinchados que me parezco aquel jugador del Barcelona, Reiziger, que a finales de los 90 formó parte de aquel otro Barcelona que a tantos enamorara.

Lo cierto es que la llegada de Mónica ha paliado en buena parte todos los dolores y molestias que sigo arrastrando. Estoy en una dinámica que para quien no la haya pasado le parecerá ciencia ficcion.

Ayer dormimos algo mejor -lo siento Papi, porque contigo sé que las últimas nochesfueron horribles; espero que ahora puedas descansar. Aun así la fiebre no ha querido ser benévola conmigo en esta primera noche con Mónica, de modo que me fui hasta los treinta y nueve, lo que hizo que me administraran un Nolotil a las diez que hizo que me me encontrara mucho mejor durante algunas horas.

El resto: mucosistis, cistitis... sigue sin cejar en su dureza. Anoche vino la médico de guardia a saludarnos, porque nos recordaba de nuestra anterior estancia. Y estuvimos hablando precisamente de la barbaridad de mucositis que he desarrollado en ambas ocasiones. Si la mucositis se divide en tres grados, digamos, que para mí, tendrían que plantearse la creación de un cuarto grado para que os hagáis una idea.

Esta mañana me he sentido un poco marajá cuando me han lavado a mi antojo en la cama antes de cambiar ésta, más que nada por comodidad mía y por evitar que pudiera coger frío. Algún capricho tenía que poder darme, ¿no?

Para beber hemos descubierto un nuevo truquillo: las jeringuillas de 5ml. Son muy pequeñitas, y aun así no las cargamos con más de tres ml. Luego Mónica introduce la jeringa en mi boca y dispara como si de una pistola de agua fuera, de modo que apenas tengo que hacer esfuerzo -ni siento dolor a tragar- Está claro, que para beber un vaso, que vienen a ser 100ml, la cosa lleva su tiempo. Pero cuando está caminando en un desierto el orden de los valores cambian.

Los médicos apenas nos han dado nuevas noticias nuevas salvo que ha considerado interesante que hicieran otra placa pulmonar no sea que se me haya ido algo de la infección al pecho. El problema es que con la boca como la tenga lo de soplar las bolas para mover toda la porquería, es ciencia ficción, al igual que hacer bici. Ello siguen siendo optimista, pero siendo sinceros, creo que lo son por el mismo motivo por el que lo somos nosotros: ¡porque tiene que ir bien! Y porque además no puedo defraudar a mi fan núnero uno, Paula, que le ha dicho a las enfermeras que me dará su mail para cuando le den el alta pueda enviarle canciones de la Gallina CoCoUaUa, aunque a ella en realidad lo que le va es todo lo de Hello Kitty. Por eso anda siempre con su pijamita rosa implacable según me han dicho, porque yo nunca la he visto. Es increíble cómo se puede coger cariño a alguien sólo por haberla oído hablar y porque te hayan hablado de ella. No sé ni siquiera de dónde es, pero si sus padres están de acuerdo me encantaría que vienera a Quintes a jugar con el hijado de Mónica, que tiene su mismsa edad, y con la mía, un añito más pequeña. Sin olvidarme de otro de la quinta, también permaneciente a la familia, Raúl, y que va para los tres... Seguro que lo iban a pasar genial.

Bueno, no sé, qué más contaros. Pediros de nuevo disculpas porque hará como 5 días que no contesto al correo. Es muy complicado porque son muy pocos los momentos donde me siento capaz de ello. Y deciros que no veo la hora de que transcurran estos próximos días para que de verdad sepamos, una vez comiencen a aparecer los neutrófilos, que el trasplante ha sido un éxito.

Cuando esto sea así, comenzaré a sentirme un poco menos ese Vecchio Frack en el que ahora me veo transformado, y que ha sido la canción con la que he comenzado a escribir este blog, un clásico de Modugno. Me despido sin embargo con Piange il Teléfono, una canción que de pequeño no sé por qué, me fascinaba... Lo mismo que Dio Come Ti Amo, por supuesto Nel Blue Dipinto di Blue, Volare, o aquel Come È Bella La Aventura, una especie de tema incial con el que comenzaba una serie en Italia en unos tiempos que casi no recuerdo y que al volver a verlo ahora en Youtube produce en mí la misma carga de nostalgia.

Nada más por hoy. Espero que a partir de ahora todo sino perfecto, si sea menos intensivo por Mónica. Un fuerte abrazo... "y mañana más"...

2 comentarios:

  1. Creo que de todo el blog, las palabras que le has dedicado hoy a Paula, son unas de las más bonitas que has escrito en él." Es increíble cómo se puede coger cariño a alguien sólo por haberla oído hablar y porque te hayan hablado de ella". Pues si, porque en la adversidad salen los sentimientos más tiernos y sinceros. Un beso Fili, y otro para Mónica.

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  2. Ya falta menos para que os deis otra vuelta siguiendo a tu Sporting por Sevilla....
    Un Saludo Amigo

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