sábado, 18 de junio de 2011

Día 530_34

Son las dos y cuarto de este sábado dieciocho de junio cuando comienzo a escribir el Blog. Lo hago mientras reposo en el sofá viendo Los Simpsons. Como cada vez que lo hago a través del IPad resulta bastante más laborioso, y ni os cuento ahora que tengo si cabe las manos más torpes de lo habitual. Empezaron pelando por los pulgares y al final como un lagarto de V han acabado por cambiarme la piel completamente. Crema hidratante tirada para nada.

El día ayer transcurrió de lo más tranquilo. Sorprendí a las propias enfermeras cuando me encontraban al entrar en la habitación, escuchando y bailando como si estuviera en mis mejores tiempos del Oasis. Necesitaba moverme, sentirme vivo, así que estuve moviendo el esqueleto un buen rato.

La noche ya no fue tan buena, y eso que empezó bien. Mo y yo comenzamos a ver una serie que nunca habíamos antes visto: Ladrón de Guante Blanco. Muy entretenida. Luego encima vinieron mis padres a traerme una bolsa con diversas cosas que les había pedido y me llevé la increíble sorpresa de que con ellos venían mi primo que curra en Bélgica, y que estos dias estaba de visita por Gijón, junto con su encantadora novia, todo un sol. Son visitillas como ya os conté alguna vez como si estuviéramos en una prisión, o más complicadas si cabe, porque hablamos desde nuestros móviles y nos vemos como a unos veinte metros, que es la distancia que separa aproximadamente la ventana de la sala de espera de la Unidad de Trasplantes de la de mi habitación.

Como digo la noche no fue muy buena porque estuve toda ella con la boca seca a más no poder y la nariz atascada, o sea, un poema. Por más que trataba de beber apenas era como echar unas gotas de agua en una playa. Así que bueno, pasamos las horas como pudimos.

Por la mañana la médico nos comunicó que seguimos en la línea de los últimos días: defensas entorno a las mil, plaquetas cercanas a las cuarenta mil, y hematíes más o menos en nueve, aunque esto tiene truco con las dos bolsas que ayer me transfundieron y que me dejaron el cuerpo más destemplado que si fuera un animal de sangre fría.

Pero como siempre lo importante es que la función renal sigue controlada, si bien seguimos con el dichoso problema de la cistitis. Por otra parte la mucositis, aunque despacito continua mejorando. Otra de las buenas noticias de ayer es que no tuve fiebre, pero bueno, esto es algo todavía circunstancial, pero hay que aferrarse a cualquier cosilla buena para sobrellevar mejor las menos buenas.

Y otro de los pequeños avances es que, no sin muchos problemas, he conseguido seguir ingiriendo algo de comida: básicamente arroz blanco -para mantener controlada la diarrea, que por ahora lo está- y yogurth con sacarina.

En fin, que por hoy ya os he contado unas cuantas cosas. No quiero que se me olvide dar públicamente las gracias a todos aquellos que sé que estáis acudiendo a donar plaquetas para mi curación. Son cosas que no tienen precio y por las que sólo puedo deciros eso: ¡Muchas gracias!

Os deseo de corazón un muy feliz fin de semana. Yo intentaré con Mónica pasarlo lo mejor posible. Sé que no será el último que me toque pasar aquí, pero este que pasará, atrás será uno menos que nos quedará. Un fuerte abrazo... "y mañana más".

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