viernes, 17 de junio de 2011

Día 530_33

Son las doce en punto de este viernes 17 de junio cuando comienzo a escribir el Blog, justo cuando acaban de dejar mi habitación los médicos tras su visita diaria.

¿Cambios? Quizás el más reseñable es que fue escribiros ayer aquello de que iba a intentar comer algo sólido y comenzar a atacarme una diarrea que me ha tenido las últimas veinticuatro horas más en el baño que en la propia habitación. Ahora estamos intentando controlarla con algo de codeína, que además ayudará a mitigar en parte el dolor general que siento, al encontrarme en estos momentos sin ningún tipo de analgésico al optar ayer por cortar con la morfina que no hacía ya sino mantenerme en estados bastante nerviosos y con muchas pesadillas en cuanto cerraba los ojos.

Esta noche con la dichosa diarrea como podréis imaginaros dormí mal, con continuas idas y venidas al baño. Para una noche como digo yo que no tenía fiebre, me tenía que llegar esto otro. Pero siempre recuerdo un cartel que un buen amigo tenía en un negocio y que decía eso tan cierto como nunca te quejes de cómo va un día porque siempre podrá venir alguien y emperorarlo aún más todo. Así que vamos a cruzar los dedos para que a poder ser mejore el estómago y no nos salte la sorpresa por ningún otro sitio.

Por lo que se refiere a mis cifras, los neutrófilos está cercanos a los 1000. Si recordáis había llegado casi a los 3000. ¿Por qué este descenso? Bueno, en primer lugar porque llevo tres días sin Neupogen -las famosas inyecciones para aumentar las defensas- y en segundo lugar porque desde hace algunos días he vuelto a necesitar del Ganciclovir, aquel medicamento para mantener bajo control al Citomegalovirus, el virus que se me había activado hacía algunos meses, y que me tuvo casi uno en casa bajo los cuidados de Hospitalización a Domicilio. No es grave el que ahora se haya reactivad. Es simplemente lo más lógico. Lo único es que durante dos o tres semanas habrá que darle caña a dosis dobles y luego seguir quizás alguna otra semana en dosis simple.

En lo que respecta a las plaquetas éstas siguen subiendo, lo que no está mal, porque sin duda ayudan a que mi cistitis mejore y que quién sabe si en una semana o dos a lo sumo podamos quitar la sonda que tanta guerra y dolores me está causando. ¡Anda!, ahora mismito me vienen a poner una bolsa de plaquetas. Me confirman además que sigo sin fiebre.

En cuanto a la hemoglobina, sin superar los nueve puntos, se mantiene por encima de los ocho por lo que de momento no serán necesarias transfusiones. Mejor así.

Los médicos siguen viendo muy positiva mi reacción a este segundo transplante y confiesan que para nada, con todas las pequeñas -aunque grandes para mí- complicaciones que estamos teniendo, se esperaban que esto fuera así ahora que estamos ya en el día 25 del trasplante. Por cierto, que para el día 28, o sea, para el lunes haremos el cuenteo del que ya os he hablado para ver la proporción entre células de mi hermano y mías propias. Los resultados tardarán no obstante algunos días y tampoco es que sean determinantes al cien por cien ni mucho menos en las posibilidades de éxito o no del trasplante.

Entre las situaciones que con mayor optimismo contemplan los médicos está el hecho de que los riñones siguen recuperados y funcionando de forma correcta. Para ellos es uno de los temas fundamentales y que más vigilan con preocupación. Ahora que parece solucionado, se les ve más tranquilos en ese sentido.

Yo sin embargo sigo impaciente esperando a ver verdaderos progresos. No aprendo. Recuerdo cuando en el anterior trasplante, apenas una semana después de recibida el alta, fui a la consulta como una furia porque aquello era horriblemente lento y no veía progreso por ninguna parte. Yo creo que el carácter de uno no lo cambian todos los trasplantes del mundo. Y si encima como es mi caso, se añaden a mis células las de mi hermano, la cosa en ese sentido no puede sino empeorar.

Hoy a pesar de la diarrea intentaré comer algo al mediodía para que el estómago despierte de su letargo, aunque por algunas partes del intestino por lo que se ve están más que despiertas. Pasaremos este viernes lo mejor posible y espero dejar descansar a Mónica lo mejor posible, porque a este paso la voy a reventar antes de que me den el alta y voy a necesitar un nuevo relevo. ¡Ni de broma! Yo creo que ella se encadena a la cama y la tienen que sacar con grúa de aquí.

Bueno, pues eso, que vamos a por la quinta semana, probablemente en la que los médicos comiencen a mojarse un poquito en cuanto a posibilidades de alta. Yo visto lo visto diría que me quedan por aquí otras dos semanas como poco. Ni firmo ni dejo de firmar nada en ese sentido: sólo puedo firmar a estas alturas la vitoria. La nuestra.

Un fuerte abrazo y disfrutad del viernes... "y mañana más".

4 comentarios:

  1. Hola FIli: Eso de hablar de la Reina del Cubilete, cadenas, atada a la cama... parece una fiesta sado-maso ¿¿?? Sólo viendo la extensión del artículo es señal de que estás mejor. Así que paciencia, y sigue aguantando. No hay que fijarse más futuro que mañana. Y así cada día. A ver si acabas con la diarrea y logras descansar de verdad. Un abrazo y sigue luchando. HONOR Y FUERZA

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  2. A ver si por el váter se va to lo malo y se queda na más que lo bueno!! Yo desde aquí percibo ya más vibraciones de lo bueno que de lo malo!! Pipi, yes un campeón!!!!
    Mil besinos pa ti y otros mil pa la enfermera privada!!!

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  3. Me uno a los comentarios de Inés sobre lo malo por el váter y lo de los mil besinos para tí y para Mo ¡y además lo doblo a dos mil (millones)!

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  4. ANIMO FILLI , SIGUE CON TODA ESA FUERZA E INTENTA NO PERDER EL BUEN HUMOR QUE ES LO ÚNICO A VECES QUE NOS MANTIENE EN PIE. UN BESAZO LUCHADOR Y OTRO PARA TU COMPAÑERA DE RING

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