miércoles, 1 de junio de 2011

Día 530_17

Son las seis de la tarde de este soleado miércoles, primero de Junio. Mientras en Teledeporte un sobresaliente está a puntito de finiquitar su presencia en la final de Roland Garros, fijada para este próximo domingo. El sueco Soderling está justo ahora a un juego de despedirse de las semifinales en apenas tres sets. El mallorquín es uno de esos ganadores natos españoles, raros por naturaleza, que tienen un gen en común: nunca se dan por vencidos por muy mal que estén las cosas y muy importante, nunca se cansa de vencer.

Sigo en mi estado de paciente lastimoso, y al que en ocasiones se une la desperación por la lentitud en la recuperación y la no vinculación entre dos estados A iniciales, dos o tres o los queráis B mediales, y un C final. Aquí se hace más cierto que nunca, aquello de caminante no hay camino, sino que se hace camino al andar. Lo que ocurre es que en este caso particular quizás podían haberse acordado de nosotros para alguna cosa más relacionada con el diseño y no sólo pa llenarnos los bolsillos con guijarros.

Y es llevo todo el día muy similar al de ayer, aunque lo empezara con mejores vibraciones. Llevaba dormidas seguidas unas cuantas horas del tirón, algo más que sorprendente, cuando estas horas se vieron cortadas de raíz por un misil en plena línea de flotación: por una parte la bolsa de orina correspondiente al sistema de lavado de la sonda, parecía como un globo de feria a punto de estallar, mientras que justo en el otro lado del cuadrilátero, la bolsa de suero, era una simple pasa seca. Resultado: el lógico y humano en estos casos. Con tranquilidad londinense, busqué la pera de la luz, y con voz pausada me dije "qué pequeña contrariedad más innecesaria" mientras que me dirigía al baño pensando sólo en no despertar a mi padre, quien llevaba unos quince minutos, ajeno a cuanto ocurría en en la habitación. Dejo para el lector avezada la escena real, no apta para menores de dieciocho y que guarda alguna similitud con grandes clásicos del cine del terror.

De todas formas aparte de la cistitis, la mucositis y las fiebres continuas, con las que ya llevo ganadas algunas cervezas, me siento bien. Y es que parece increíble que todavía tengan ellos a sus lamentables termómetros de oído, que a mis sensaciones, que día tras día se van mostrando de lo más atinadas. Así que esta mañana ya tuve que desayunar con un Paracetamol, antes de que me pusieran la primera ración de primera plaquetas mientras que para antes de la segunda transfusión, a eso de las cinco, ya he agotado mi segundo comodín. A ver si no cae el tercero con la segunda sesión de plaquetas que suele coincidir con el declinar del día.

Los médicos en cualquier caso se muestran muy optimistas para alguien en mi situación y sobre todo, ponderan de forma muy positiva la recuperación experimentada en los últimos dos días. Ya os he dicho, que no me extrañaría lo más mínimo, que mucha de ella tuviera que ver con Mónica, que hoy de nuevo se ha dejado ver por el hospital, "aprovechando" que venía a traer algunas cosillas.

Por cierto, que ya estoy en modo "look pelao". Lo han hecho este mediodía cuando me disponía a mis quehaceres diarios. La peluquera, puso cuchilla nueva en su dimimuta máquina y en apenas cinco minutos ahí estaba yo, presto pa el rodaje de una nueva peli sobre marines. También es cierrto que mucho trabajo se la había ido yo adelantando estos últimos días, y muy especialmente hoy, cuando de la lucha salí como un Sansón cualquiera en búsqueda de su Dálila.

Para esta noche el planning es reírse de cojones, para lo que el mix cistitis plus Javier Cámara es una muy buena opción. Parto connventaja en ambos aspectos. Reconozco que tengo debilidad por Cámara desde que le viera interpretando al novicio que llegaba a echarle un cable al padre Angel en aquel Ay Señor, Ay Señor,,, y en un estilo que reportaba mejor Agente Povedilla -Carlos Santos- en los Hombres Paco. Los Quién, que es la serie a la que hago mención y que A3 ha trasladado a los miércoles, depués de tenerla un par de semanas en lunes, probablemente no aguante una única temporada, pero yo no le pido nada más que haga conmigo lo que más vale para el tratamiento que el más caro de los componentes químicos: una risa desternillante.

Nada más que contaros. Que Nadal está en semifinales, y que nosotros en nada, con un finde pasado por motos habremos pasado la tercera semana de ingreso. Un fuerte abrazo... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Eres un ejemplo a seguir con tus comentarios y buen humor...
    ... a pesar de que últimamente tus compatriotas italianos no te den ninguna alegría en el deporte, más que celebrar el Giro para que lo gane un español...
    ... y Simoncelli, que le está esperando los Mossos dÉsquadra para quitarle todos los puntos.. y al futbol? Sigue habiendo Cacio?

    Un día más, mucho ánimo!!!

    "Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes."
    (Khalil Gibran)

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